Después de recomponerme de la impresión de volver a encontrármelos a todos por segunda vez en el día, pero esta vez frente a la puerta de mi despacho, empecé a andar hasta que quede frente a ellos y lo único que pude hacer fue agachar la cabeza. Pero antes que de mi boca pudiesen salir las palabras sentí unos finos brazos apretarme con fuerza.

-Hola Alice – le susurré cuando le correspondí el abrazo.

-Hola Bella. Te he echado mucho de menos amiga – me confesó mientras me soltaba y me miraba a los ojos que los tenía aguados igual que los míos. Cuando me separé e Alice, me paré a mirar a los demás miembros de la familia Cullen. Todos estaban como siempre, excepto de Alice que tenía un leve bultito en el estómago que reconocí como un bebé.

-Hola – susurré muy flojito para el resto. Pero por lo visto todos estaban muy felices de volver a verme porque me fueron pasando de brazos en brazos para darme un beso y un abrazo. Pero lo que más me sorprendió fue cuando Edward me abrazó fuertemente por la cintura y enterró su cara en mi cuello. Después de todo lo que le había hecho, él por lo visto había hecho lo que le pedí en el video de despedida y me había perdonado. Al encontrarme entre sus fuertes brazos, me di cuenta de lo mucho que lo había añorado y que aquel era en definitiva mi lugar. En cuanto me soltó intente recuperarme del aturdimiento.

-Entrad por favor – les dije abriendo la puerta de mi despacho y haciendo un gesto con las manos para invitarles a entrar.

-Como estas Bella? – me preguntó Esme.

-Pues bastante bien, en el tema profesional las cosas me van mejor que nunca, de eso estoy muy orgullosa – dije intentando evitar el tema de los niños.

-Porque te fuiste? – me preguntó Carlisle muy serio – Perdona por la indiscreción de la pregunta pero es una duda que siempre hemos tenido – miré a Edward, pero el negó con la cabeza, por lo que supuse que tansolo el había visto el video.

-Me fui por Seth. Él estaba pasando por una mala racha en aquel momento, hacia poco que se había muerto Jacob, por lo que él estaba muy susceptible en cuanto a ese tema. Por desgracia una mala persona aprovecho ese lugar débil en mi pequeño para hacerle daño y hacerle creer que Edward y Sophie eran los culpables de la muerte de su padre. Sé que alomejor os cuesta entender el por qué de mi comportamiento, pero tansolo os pido que os pongáis en mi situación. ¿Qué habríais hecho vosotros si vuestro hijo al que amas con locura y el cual acaba de pasar por la pérdida de su padre tansolo teniendo tres añitos, os pide y os suplica con miles de lágrimas en los ojos que no quiere estar en aquel lugar, que por favor lo sacaseis de allí? Yo hice lo que mi pequeño me pidió. Aunque ello conllevase que me tuviese que separar del amor de mi vida – dije mirando a Edward – y de la pequeñina que había conseguido robarme el corazón y quererla como si fuese mi propia hija – confesé llorando. Me tapé la cara para que no viesen mis lágrimas, por lo que no me di cuenta que Edward se levantó y me abrazó para consolarme.

-No te preocupes mi amor – me susurró. Levanté la cabeza de su pecho y le dediqué una leve sonrisa.

-Y como está mi pequeño guerrillero? – preguntó Jasper refiriéndose a Seth.

-Está perfectamente es un niño muy feliz. Aunque la inesperada mudanza hizo que sus notas durante un trimestre flaquearan entre los tres conseguimos ponernos las pilas y conseguir que el hombre mayor de la casa se sacase perfectamente el curso. – dije recordando los duros momentos que habíamos pasado cuando nos comunicaron que posiblemente repitiera curso.

-Me alegro. Bella algún dia de estos podría verlo, me muero de ganas de volver a ver a mi pequeño – dijo Edward una vez se volvió a sentar en su silla frente al escritorio.

-Claro, aunque no se si le hará mucha gracia. Para él aún es bastante complicado hablar de ustedes aunque muchas veces me ha dicho que tiene ganas de ver a Sophie y muchas veces me ha preguntado si Sophie se podrá quedar con nosotros unos días. – dije recordando la cantidad de días que me había insistido con aquella idea. – Por cierto como está mi princesa? – pregunté. Pero las caras de los miembros de la familia Cullen se ensombrecieron, dándome a entender que algo iba mal con la niña.

-Sophie no consiguió asimilar tu partida Bella – me confesó Edward cabizbajo – ella desde el día que se enteró que os habías ido y que no volveríais, ella ya no ha vuelto a hablar, se ha vuelto una niña muy retraída y no deja que nadie se acerque a ella excepto yo. Y su preciosa sonrisa es algo que para ella no existe – continuó explicando, en aquel momento me sentí como la peor persona del mundo. – el motivo por el que estamos aquí es porque el psicólogo nos dijo que un cambio de aires le iría bien, pero todavía no he visto cambio aparente en ella. –

-Lo siento mucho, fui una egoísta, si aquel día me hubiera esperado y lo hubiéramos hablado todo habría sido diferente – dije llorando, pero me asusté al ver que todos los que nos encontrábamos en la sala estábamos llorando.

-Que les parece si esta noche vienen a cenar a casa? – les dije seriamente.

-Por nosotros perfecto – contestó Alice animada mientras e limpiaba el sendero que habían dejado las lágrimas por sus mejillas.

-Bella, te puedo hacer una pregunta? – preguntó Esme cautelosa.

-Claro, pregúntame lo que quieras – contesté pero en el mismo instante que dije aquellas palabras me arrepentí.

-Esque antes has mencionado cosas como si tuvieras otro hijo, además cuando Alice y yo te vimos en la puerta del colegio ibas acompañada de dos niños. Uno era Seth y el otro era un pequeño que como mucho tendrá tres añitos – dijo seriamente. Edward cuando escuchó esas palabras, se quedó mirando a la nada, para después enfocar sus preciosos ojos en mí y mirarme fijamente.

-Si a parte de Seth tengo otro hijo. Él es uno de los motivos por los cuales oy quien soy en estos momentos, en una de las estrellitas que alumbra mi vida, y como decías Esme mi pequeño Anthony aún no ha cumplido los tres añitos, pero apenas le queda un mes. – dije pensando en mi pequeño angelito y en su preciosa sonrisita. – Edward siento mucho todo esto. Se que en estos últimos años te he hecho mucho daño. Pero lo único que espero es que seas capaz de perdonarme por lo que te voy a contar ahora – él me miraba sin entender nada – Cuando me fui de tú casa, no nos fuimos solamente Seth y yo sino que una personita se fue también conmigo. En aquel momento no sabía que estaba embarazada, fue en el camino a Florida cuando me enteré. Anthony es tu hijo – le solté de golpe y me aparte un poco de la mesa esperando su reacción.

-Como? – dijo aturdido por la noticia – Seguiste con tu camino aún sabiendo que estabas embarazada? Tenía todo el derecho a pasar cada uno de los días de mi hijo a su lado. Como fuiste capaz? – me preguntó y pude ver el dolor en su mirada y sin darme tiempo a contestar salió del despacho gritando que la cena estaba cancelada. En cuanto salió sentí como el alma se me caía al suelo y no pude hacer otra cosa que dejarme caer en la silla y llorar.

-Como pude hacerle eso? Soy mala – decía entre sollozos.

-Bella estabas en una situación difícil y saliste de ella como mejor pudiste, aunque he de reconocer que deberías habérselo dicho a Edward – me consoló Esme.

Por mucho que ellos intentasen ayudarme, por dentro me encontraba rota de dolor y lo único que deseaba era abrazara mis soles y no soltarlos nunca. La imagen de mis niños me trajo la idea de que Edward posiblemente quisiera quitarme a Anthony. Pero una cosa tenía muy clara, a mi niño nadie lo apartaría de mi lado. Aunque tuviese que sobornar al mismísimo presidente del gobierno.

Hola chicas. Espero que os esté gustando la secuela de Destino. Espero sus reviews un besito para todas desde Barcelona.