- Claro que si, ¡quede! – me avente a sus brazos y él me hiso dar vueltas por el aire, mientras me besaba- quede, amor. ¡Quede!- me dijo con sus labios pegados a los míos-
- Felicitaciones- él seguía haciéndome girar y yo me estaba comenzando a marear- Edward me estoy mareando-
- Lo siento cariño, es que estoy tan feliz- dijo depositándome en el suelo y abrazándome.
- Yo también estoy muy feliz, ahora tengo novio y para rematarlo juega en el equipo de basquetball, el sueño de toda chica, un novio deportista-depositando un pequeño beso en la mejilla.
- Yo tengo una novia que es hermosa y es muy efusiva, y que cocina muy bien, que por cierto nunca me ha cocinado nada, ¿algún día me cocinaras?- me pregunto.
- Cuando ganes tu primer partido y anotas una canasta cocino para ti, lo que quieras, pero eso si tú tienes que buscar el lugar en donde tengo que cocinar, yo cocino y tu preparas el lugar, ¿trato?-le dije ofreciendo mi mano.
- Trato- dijo él estrechándola- me gusta mucho la lasaña-
Tocaron para entrar y partimos a literatura, esta clase nos tocaba junto a Alice. Cuando entramos al salón, Alice ya estaba sentada en nuestro puesto yo me senté junto a ella y Edward en su puesto.
- Hoy se anotaran a los talleres- dijo el profesor cuando logro ordenar toda sus cosas, nos entrego a cada alumno una hoja, uno se podía inscribir en tres talleres mínimo, yo solo me inscribiría en teatro. Después retiro los papeles y nos informo- alumnos los que no se inscribieron en teatro los voy a dejar salir antes, unos quince minutos antes, los de teatro se quedan para poder darles la información- la clase paso sin mucha importancia- se pueden retirar los que no son de teatro- los demás salieron.
- Te espero a afuera- Edward me dio un pequeño beso en la frente.
- Cullen necesito que salga por favor-lo apuro el profesor.
- Wuao Bella has cambiado a mi hermano- Alice se había quedado conmigo ya que las dos estaríamos en teatro junto a Rosalie.
- Bueno, los que se han inscrito en teatro en total son como quince, muy pocos hombres, casi todos prefieren otra cosa…- y empezó con su discurso.
- Al grano profesor- lo apuro Alice.
- El taller se realiza los días lunes a las 16:30 en el gimnasio, pueden retirarse- salimos del salón, Edward nos estaba esperando afuera.
- ¿Y qué les dijo?-
- El lunes a las 16:30 tenemos que reunirnos en el gimnasio- le dijo Alice que iba al lado mío.
- Ese día los del equipo tenemos practica a las 15:45, podrías ir a verme- dijo mirándome.
- Y la hermana melliza que se quede debajo de la lluvia- dijo Alice indignada.
- Alice no seas celosa, tu vas a ir a ver a Jasper-le respondió Edward.
- Edward te desconozco tu no eras así hace…-lo pensó un poco- hace dos días-
- Alice deja de hacer berrinches, deja disfrutar de mi primer amor- le dijo.
- ¡AW!- grito, nosotros nos asustamos- ¡Eddy está enamorado!- lo miro con cariño- espera que se lo cuente a Esme, se pondrá tan contenta, ella quiere mucho a Bella, mamá siempre esperaba que ustedes tuvieran algo…- Edward la interrumpió.
- Ni se te ocurra Alice Cullen, tenemos que contarle nosotros, ¿me vas a ir a ver, amor?- se dirigió a mí.
- Claro-
- Y por cierto, jugamos en un mes más, a si que prepárate- dijo como quien no quiere la cosa cuando estábamos entrando al comedor.
Fuimos por nuestro almuerzo, y nos dirigimos a nuestra mesa de siempre.
- ¿Y cómo les fue? ¿Quedaron?- pregunto Rosalie a los chicos, cuando estábamos por terminar nuestro almuerzo.
- Claro, que quedamos- dijo Jasper.
- Entonces en el primer partido que jueguen, si ganan tenemos que celebrarlo- dijo Alice.
- Por supuesto-
Luego de terminar de almorzar, tocaron para entrar a clases, la última hora paso lenta. Pero la hora de salida llego y fui hacia el estacionamiento, Edward me estaba esperando apoyado en su volvo, me abrió la puerta como todo un caballero. Me llevo a mi casa y me acompaño hasta la puerta.
- ¿Vas a venir luego?- le pregunte, no quería pasar la tarde sola, ya que Charlie siempre llegaba tarde.
- Claro, voy a ducharme y a cambiarme de ropa y vuelvo- me abrazo – espérame, preciosa- susurro cerca de mi oído.
- No te demores mucho-dije dándole un pequeño beso.
- Estaré aquí lo más pronto posible.-dijo depositando un beso en mi frente y partió hacia su auto.
Entre a la casa, pegado en el refrigerador había una nota:
Bella, hoy voy a llegar un poco más tarde de lo habitual, por favor no me esperes despierta, cuídate.
Charlie.
Charlie iba a llegar tarde, ¿Adónde habría ido?, seguro fue a Seattle. Tocaron el timbre, no podía se Edward, el recién se había ido.
- Jacob ¿Qué haces aquí?- le pregunte cuando abría la puerta.
- Bella, tengo que decirte algo, es muy importante.-
- Pasa- le ofrecí.
- No, prefiero decírtelo aquí-
- Dime, entonces.
- Bells, desde el primer momento en que te vi, cuando reías o te sonrojabas, o en tus momentos de torpeza, todo eso, todo- ¡mierda!, no me puede estar pasando esto a mí, pensé.- Bells, te quiero, me gustaste desde el primer momento.
- Jacob, yo…- no me dejo terminar.
- Bella, te quiero, cuando te venias, cuando terminaron la vacaciones, el día antes de que terminaran yo te iba a confesar mis sentimientos, pero justo ese día ocurrió que casi te ahogas en el mar, te iba a confesar que te amo.
- Jake, yo no te quie…-no me dejo terminar, ya que sus labios estaban encima de los míos, sus labios buscaban una reacción a los míos, mis labios se habían quedado estáticos. Lo que colmo mi paciencia fue cuando su lengua pidió permiso para profundizar el beso. Lo empuje con todas mis fuerzas y le propine una cachetada, él me miraba confundido.
- NO ME VUELVAS A BESAR EN TU VIDA, SI NO TE LO PIDO ANTES, ¿ME ENTENDISTE?-LE GRITE.
- La escuchaste bien, en tu mugrosa vida- le dijo Edward que se estaba acercando a nosotros, se paro en frente de Jacob y le propino un golpe en su mejilla, con el impacto del golpe Jacob cayo al piso- no te vuelvas a acercarte a mi novia-
- ¿Tu novia?- pregunto levantándose del suelo- ¿Por qué no me lo dijiste Bella?-se dirigió a mí.
- Ni siquiera me dejaste hablar, te lo iba a decir cuando tú me besaste.
- Amor, entremos- dijo Edward empujándome hacía dentro, entramos y dejamos a Jacob a fuera. Nos sentamos en el sofá, Edward me atrajo a su pecho y me abrazo muy fuerte- por un momento creí que le ibas a responder el beso, estaba viendo como se besaban, en realidad te besaba, yo no me iba a acercar solo me iba a ir, pero cuando te oí gritarle me volví- agacho la cabeza- cariño perdóname por dudar de ti, perdóname-
- Te prometo algo- a mi igual me hubiese dado esa escena algo de desconfianza hacia mi pareja.- te prometo que pase lo que pase, aunque lo que veamos nos dé para desconfiar, creeremos en el otro, y conversaremos antes de tomar una decisión equivocada, ¿lo prometes?- dije poniendo mi mano derecha en mi corazón y alzando mi mano izquierda- yo te lo prometo.
- Lo prometo- dijo imitando mi acción- aunque lo que estemos viendo se preste para dudar, lo prometo.
- Te quiero- era la primera vez que le decía eso.
- Yo igual te quiero, pequeña- y me dio un beso.
Pasamos todo el resto de la tarde conversando de lo que nos gustaba y lo que no, me conto muchas cosas de él y yo le conté lo que me gustaba hacer, la hora paso muy rápido, cuando nos dimos cuenta de la hora que era, nos sorprendimos, Charlie todavía no llegaba, Edward se estaba preparando para irse ya que era muy noche, afuera estaba oscuro.
- Amor me voy-se despidió de mí con un casto beso y se fue, cuando estaba cerca de su auto me grito- ¡TE QUIERO, MI AMOR!- iban pasando mucha gente del instituto, y me quedaron mirando, yo estaba completamente roja, Edward me las pagaría. Cuando le iba a gritar algo, él ya se había ido.
Entre a la casa y lo único que hice fue irme a dormir, estaba muy cansada, hoy me había besado Jacob, mi amigo, le pegue, le dije a Edward que lo quería y en un mes más tendría que cocinarle, porque de algo estaba segura y esa era de que él no perdería ese partido.
Cuando toque la almohada me deje llevar por el sueño, cayendo rendida a los brazos de Morfeo.
…………………………………………………………………………………………………………………
Ya había pasado un mes desde que Edward era mi novio hoy el día de nuestro primer cumple mes y mañana jugaban. Nuestro noviazgo iba muy bien, Jacob no me había vuelto a besar solo me saludaba con un asentimiento de cabeza, parece que él también había entrado al equipo. En el taller de teatro la obra que íbamos a representar era un clásico “Romeo y Julieta”, un clásico.
Como hoy cumplíamos un mes y era día miércoles le iba a dar mi regalo el día jueves luego del partido.
- Bella, hoy cumplíamos un mes, feliz aniversario- dijo Edward, estrechándome en su pecho.- Bella, ¿en dónde está tu papá?-
- No tengo la más mínima idea, este último me ha andado muy raro, ya casi ni lo veo.-dije encogiéndome de hombros- cariño, ¿conseguiste el lugar?- el miro sin entender- el lugar para que te prepare la comida-le aclare.
- Ah, sí lo conseguí, te va encantar a mi me encanta.
- Entonces, mañana luego del partido, voy a cocinar para ti, ya que estoy casi segura de que ganaran y te daré mi regalo de aniversario- mi regalo de cumpleaños era un baile, donde me habían ayudado Rosalie y Alice, ya que mis dos mejores amigas no podían creer que fuéramos tan lentos y no hayamos pasado esa etapa después de un mes de noviazgo.
- Ok, pero quiero que pasemos el fin de semana juntos, así que tendrás que mentirle a tu padreo ¿quieres contarle lo nuestro?- todavía no le había dicho a Charlie no sabía cómo decirle, no es que me diera miedo, pero era Charlie para él siempre seré su niñita.
- Le diré que me quedare con Alice en su casa-
- ¿Por qué no le quieres contar lo nuestro?, ¿te avergüenzo?- me pregunto haciendo un puchero, yo rodé los ojos.
- ¿Cómo me vas a dar vergüenza? Eres la cosa más hermosa que he conocido, solo que con Charlie, menos siempre es más, tú me entiendes, yo soy su pequeña, además soy su única hija, él no quiere que yo crezca muy rápido- le explique.
- Cuando tengamos una hija yo voy hacer muy celoso, ella siempre será mi princesa, no voy a dejar que ande con un adolescente con las hormonas revolucionadas- tenia la mirada perdida como si estuviera mirando a algún lugar lejano.
- ¿Cuándo tengamos una hija?, Edward no crees que es demasiado pronto, todavía no terminamos ni el instituto y tu, ya pensando en una hija, es muy pronto.-
- Pero no te imaginas a una pequeña igual a ti corriendo por la casa, diciéndote mamá y cuando yo llegue a nuestra casa, Bella no me mires con esa cara, ella llegue corriendo cuando yo entre por la puerta y me diga: “papá, te extrañe mucho” y llegue mi esposa con un delantal y un pequeño en sus brazos ¿te lo imaginas?- Edward me miraba con una sonrisa mientras yo lo miraba como si le hubiese salido con un tercer ojo.
- Edward, yo creo que vas muy rápido no te adelantes a las cosas, mejor que vayamos lento por las piedras.-
- Bella yo quiero formar una familia contigo, quiero que tú seas la madre de mis hijos- me dijo enfatizando la palabra tu.
- ¿Ahora?- le pregunte un poco asustada.
- Ahora, no, pero en un futuro, quiero sacar mi título para poder darles lo mejor, a ustedes- miro hacia la calle- creo que me tengo que ir, Esme siempre me pregunta donde ando y creo que está empezando a sospechar ¿Cuándo le diremos?-me dijo dirigiéndose a la puerta.
- Luego de la fiesta que de Alice, a tus padres y a Charlie.- le conteste cuando estábamos llegando a la puerta- adiós- le di un pequeño beso.
- Nos vemos mañana- se subió a su auto y se marcho.
Charlie hoy tampoco había llegado temprano a la casa, ¿en qué pasos andará? Fui a preparar mi bolso, puse dos poleras, un short, un jean y unas convers negras, ropa interior, mi pijama y mis cosas personales, puse eso en mi bolso, le compre una camisa color azul, con esa camisa le haría el baile, ya que el propósito de ese baile era seducirlo y después le regalaría la camisa. Luego de guardar la camisa en mi bolso me di una relajante ducha y me fui a dormir.
Cuando desperté, me vestí rápidamente, hoy solo teníamos medio día de clases ya que el director quería darles la tarde libre a los estudiantes luego del partido, tendría que venir a buscar mi bolso luego de clases. Escuche la bocina del auto de Edward y fui a abrir la puerta rápidamente. Él estaba parado como siempre tan guapo.
- Hola, preciosa- se acerco a mí y me beso, yo subí mis manos a su cabello y enrede mis manos en su suave pelo, el pidió permiso para profundizar el beso, nuestras lenguas se encontrar y empezaron una danza lenta pero profunda él me acerco mucho más a su cuerpo, cuando el mundo empezó a darme vuelta me separe de Edward- vamos-dijo tomando mi mano y en la otra mi mochila.
- ¿Y cómo estamos para el partido?- le pregunte cuando íbamos a mitad de camino.
- Excelente, tengo un amuleto de la suerte-
- ¿Y cuál es ese amuleto?- le pregunte.
- El mejor de todos, desde que lo tengo junto a mi me ha ido muy bien, ese amuleto eres tu- me dijo cuando aparco en el estacionamiento al lado del jeep de Emmet.
- Quiero que ganes ese juego, quiero que lo ganes para que le demuestres a todos que te mereces estar en ese equipo- dije deteniéndome y acercándome a él cuando íbamos camino a nuestra primera clase, los chicos cuando llegamos ya habían entrado.- sabes que yo siempre he creído en ti, pero otras personas no, quiero que lo ganes para que luego vayamos a comer lo que te voy a preparar y te pueda dar mi regalo.-
- ¿Qué regalo?- me pregunto, yo negué, no le podía decir nada tenía que ser una sorpresa- por favor, amor, dime, por favor- me empezó a hacer pucheros, esos pucheros típicos de Alice.
- Se nota que es mellizo de Alice-dije en un susurro- no, no y no Edward no te voy a decir nada es una sorpresa así que tendrás que aguantarte hasta la tarde y deja de hacer pucheros que no van a funcionar-
- Siempre le funcionan a Alice y a mí nunca me funcionan-dijo enojado.
- Amor, claro que a ti te funcionan, pero no está vez, quiero que sea una sorpresa inolvidable.-dije dándole un beso-vamos que llegaremos tarde-
Las dos primeras horas pasaron rápido. La hora del partido había llegado, Alice y Rosalie iban a mis lados caminando hacia el gimnasio. Cuando entramos los del otro equipo estaban en la cancha reunidos en un círculo, mientras que los del equipo del instituto estaban en los camarines.nos sentamos en los puestos de abajo. Los del equipo del instituto entraron y el público empezó a gritar. Y el juego comenzaba…
|