Seguimos en nuestro beso cuando entramos a mi cuarto, yo le quite completamente su camisa a Edward y acaricie su pecho y comencé a besarlo otra vez, mientras Edward seguía acariando mi cara y me preguntó:
- Bella, ¿Quieres realmente hacer esto? - me pregunto.
- Solo quiero ser tuya y estar contigo para siempre - le dije.
- Eres mía Bella, te amo como no tienes idea, pasare el resto de mis días a tu lado, prometo nunca abandonarte.
Seguí besando a Edward, mientras desabrochaba mi blusa y estaba solo con un sosten, y Edward comenzó a acariciar mis senos, después de un prolongado beso, bajo hacia mi cuello, lo empezó a besar, estaba provocando que gimiera alto, cosa que no me afectaba, porque mi padre no estaba, luego Edward vio alrededor en mi cuarto y me cargo y me llevó al escritorio que tenía y me sentó para seguirme besando, yo enrede mis piernas en su cintura para poder sentirlo más, al mismo tiempo que sentía su excitación y entonces comencé a acariar encima de su pantalón y sentía como Edward gemía en mi oído.
- Bella, eres la única persona a la que puedo amar, solo contigo me siento completo - me dijo en mi oído con voz tierna - Te amo.
- Edward - gemí - Te amo y te necesito - lo bese.
Entonces con esto Edward me llevó a mi cama y me recostó con mucho cuidado como si fuera casi a romperme y luego se subió en mí y me siguió besando, yo terminé por bajarle los pantalones y él hizo lo mismo con las mios, yo quede con la ropa interior, que fue bajando poco a poco hasta quitármela, para luego besarme, lo que provocará que diera un gemido, que más pareció un grito, no se que ocurrió dentro de mi, que me levante y bese a Edward con desesperación y le baje sus boxers y le dije:
- No puedo más con esto, te necesito dentro de mi - le dije.
- Bella, también tengo que estar contigo, te amo - dijo besandome y recostándome en la cama.
Edward fue entrando con cuidado, pero algo impidió su paso y se detuvó unos instantes, luego yo le dije prácticamente con la mirada que siguiera y entonces empujó con más fuerza y solo sentí un profundo dolor, y me abracé a Edward inmediatamente, él me acarició la cara tratando de tranquilizarme, luego comencé a mover mis caderas y él empezó a moverse lentamente de adentro hacia afuera, entonces habló:
- Bella, esto se siente tan bien - dijo con voz algo ronca.
- Edward te amo - le dije casi gritando y lo abracé con mis piernas en su cintura para poder sentirlo más - ¡Edward! - le dije cuando sentí que iba a terminar y luego cayó encima de mi y se recargó en mi pecho, tratando ambos de que nuestras respiraciones se controlarán, mientras también permaneciamos unidos, entonces comencé a acariciar el rostro de Edward, al mismo tiempo que besaba sus cabellos, un rato después salió de mi y se acostó a un lado, mientras se recargaba en la cabecera yo me recargue en su pecho y le dije:
- Gracias por este momento Edward, te amo - dije besando su pecho.
- Bella, no tienes nada que agradecerme, solo recuerda que ahora nos pertenecemos, somos uno solo, nadie nos va a separar, te vuelvo a decir: Siempre estaré aquí para protegerte y estoy dispuesto a dar mi vida, con tal de que estuvierás bien, te amo - me beso tiernamente.
- Gracias - le contesté - Pero la verdad no imaginó mi vida sin ti, no podría seguir en un mundo donde tu no estuvierás, no quiero perderte nunca.
- Y no pasará eso, lo prometo, nunca me vas a perder - y volvió a besarme.
Después del beso, Edward se recostó bien y yo me quedé sobre su pecho, no supe en que momento nos quedamos dormidos y cuando desperté vi que Edward seguía profundamente dormido y cuando lo observé vi que era un ángel, que estaba dispuesto a protegerme y ayudarme, pero lo que me hacía más feliz todavía era que íbamos a estar juntos para siempre.
Cuando voltee a ver el reloj eran las 7 de la noche, mi primer impulso fue despertar a Edward, pero no me atrevía despertar a mi ángel, entonces lo deje todavía, me levanté y me puse su camisa y su aroma era tan agradable y lindo como lo era él, luego de eso, me asomé por la ventana para asegurarme que mi padre no llegará, entonces sono mi teléfono y bajé corriendo, por suerte Edward no despertó y cuando contesté era mi padre, al hablar se me notaba una felicidad inmensa, que para él no pasó por alto:
- Bella, ¿Qué tienes? Te noto muy alegre - me dijo mi papá.
- Nada, es solo que hoy tuve un día increíble, conocí a un chico que es muy tierno y lindo conmigo - le dije y para mis adentros pensé "El ángel más lindo y divino que pude haber pedido en esta vida"
- Me alegró Bella, de verdad me alegró mucho por tí - me dijo con mucha alegría también - Bueno solo te llamaba para decirte que no voy a llegar hoy a la casa, estoy ayudándo a unos compañeros y no hay suficiente personal y tuvieron que solicitar de otros pueblos, por favor, te cuidas mucho y yo te avisó cuando llegué, al parecer esto va para largo y cierras bien toda la casa.
- Esta bien papá, no te preocupes, ahorita cierro bien todo, también cuídate, nos vemos, espero tu aviso de mañana.
- Si Bella, nos vemos, adiós - me contestó.
- Adiós - colgué, mientras sentía unas manos abrazarme alrededor de mi cintura y un "Te Amo" en mi oído...
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