Capitulo 4: Fiesta encuentros y mas (parte 2)
Bella pov.
Empezamos bailar al ritmo del la música era tan buen bailarín, me preguntaba en donde avía aprendido a bailar así.
Cuando de repente lo escuche, escuche su hermosa voz que me empezaba a cantar esa hermosa canción, la empezaba a cantar en mi oído asiendo que me sonroja, que me sintiera en el cielo.
TITANIC
CADA NOCHE SUEÑO CONTIGO, CONTIGO SE QUE AUN EXISTES, AMOR SIEMPRE EN LA DISTANCIA PODREMOS AMARNOS SIGUES EN MIS SUEÑOS AMOR TÚ, YO, ETERNA PASIÓN SIEMPRE HABRA LA ESPERANZA AMOR SI VES EN DONDE TU ESTES YO TE LLEVO EN EL ALMA MI ALMA TE SEGUIRA EL AMOR NOS LLEGA Y NUNCA NOS DEJA SIGUES SIENDO LUZ EN MI SER NO PODRE OLVIDARTE DEJAR DE AMARTE SIEMPRE EXTRAÑARÉ TU QUERER TU YO ETERNA PASIÓN SIEMPRE HABRA LA ESPERANZA AMOR SI VES EN DONDE TU ESTES YO TE LLEVO EN EL ALMA MI ALMA TE SEGUI-IRÁ-A AMOR NO SIENTO TEMOR YO SE BIEN QUE EN MI ALMA ESTAS TU, YO, ETERNA CANCIÓN YO TE LLEVO EN EL ALMA MI ALMA TE SEGUIRA
Era el mismo cantico de los dioses él era un dios, un dios griego, que vino del cielo, solo para deleitarme con su hermosa belleza y voz. Termino la canción y yo aun me sentía en el cielo, en verdad este hombre me hacía sentir cosas que nunca sentí con otro hombre, me sentía segura a su lado, protegida, no es que no pudiera cuidarme, pero la sensación de estar a su lado era incomparable. Pero entonces recordé que ya era algo tarde y tenía que regresar a la tierra bajar de ese cielo tan hermoso, para despedirme de mi dios, sin saber si lo volvería a ver.
-qué lindo cantas- dije ruborizándome de la pena.
-gracias y podría cantarte todas las canciones que quieras- lo dijo en tono seductor.
-en verdad me encantaría volver a oír tu voz pero debo irme, en verdad me la pase muy bien.- lo dije en tono triste, ya que no me quería ir de su lado pero tenía que cumplir con mi misión.
-en verdad tienes que irte, no quiero que te vayas- dijo en tono de suplica.
-si tengo que irme ya es tarde y tengo que hacer otras cosas, pero espero algún día volverte a ver- y en verdad lo que ría volver a ver, ver esos ojos color verde esmeralda y esa hermosa sonrisa que me derretía.
-está bien te dejare ir pero te juro que te volveré a ver- y en ese momento me dio un beso en la mejilla que me izo temblar de la emoción, el cual respondí de la misma forma tan tierna que él lo avía echo.
-adiós
-adiós bella
Y entonces me fui, desapareciendo tras la gente, solo pensando en ese ángel que avía bajado del cielo, YA BASTA ISABELLA TU NO ERES ASI DEJA DE PENSAR EN EL, tenía que regañarme a mi misma por qué no me podía enamorar, no podía permitir eso, ya que si me llegaba a enamorar de ese ser tan hermoso, podía correr peligro a mi lado, por el trabajo tan peligroso que llevo, lo podían involucrar y no, no, eso no lo podía permitir.
Así que decidí mejor seguir con mi trabajo, tenía que buscar mi equipo de trabajo para poderme cambiarme y hacer la misión antes de que me descubrieran, me avía dicho Aro que mis cosas las avían dejado debajo de una mesa de centro cubierta con una manta de color rojo, en la sala así que tenía que apresurarme a ir por mis cosas y efectivamente mis cosas estaba ahí, agarre la maleta y me fui a un tocador cerca de la sala, me cambien con una playera negra ajustada, un pantalón del mismo color que la playera y también algo ajustado, que se pegaba a mis piernas a la perfección, unas votas de un tacón pequeño, unos guantes negros, y con un antifaz negro, por si alguien me descubría no viera mi rostro y metí toda la roba que antes lleva puesta en la maleta.
Estaba completamente lista, para recuperar la valiosa joya robada a la Reyna, tenía que buscar la dichosa joya, pero realmente este trabajo si iba hacer algo complicado ya que la casa era grandísima, mejor dicho era una mansión, pero entonces recordé lo que me avía dicho Ángela, en esta casa podría a ver pasillos ocultos, entonces eso era lo que tenía que buscar una entrada secreta, pero en donde podría estar esa entrada, empecé a buscar en toda la habitación sin respuesta alguna y en verdad ya me estaba empezando hartar.
El despacho, una voz en mi interior decía que buscara en el despacho, si como no lo avía pensado ese lugar era el indicado, donde mas ahí pasaba el dueño de la mansión todas las horas del día, entonces decidí ir hacia haya, cuando llegue todo estaba oscuro, solo estaba alumbrado por la luz de la luna que entraba por la ventana, quería prender las luces pero eso era muy arriesgado, así que opte por sacar una pequeña lámpara de mi mochila, cuando la saque pude alumbrar el lugar en busca de una entrada secreta, justo arriba del asiento principal avía un especie de escudo de la familia eran unas águilas que miraban hacia el sol, que este tenía un diamante trasparente incrustado en el centro, esa era ahí estaba la entrada secreta, para poder entrar a los pasillos y buscar la joya.
No espere mas y decidí ir a apretar ese diamante que en realidad era un botón secreto, cuando lo oprimí se abrió un cuadro que estaba justo enfrente del escudo dejando a simple vista una pequeña puerta la cual indicaba que ahí estaba una caja fuerte, saque mi equipo para poder abrir la caja, cuando la abrí avía mucho dinero y joyas pero la que me llamo la atención, fue una pequeña caja de cristal trasparente, que tenía un collar de oro blanco, con pequeños diamantes de un color verde esmeralda, que al mismo tiempo me hizo recordar esos ojos que tanto me avían fascinado los ojos de mi dios.
Cuando de repente escuche que la puerta se abría y supe que todo estaba perdido. Cuando decidí voltear, vi a un hombre del mismo físico que mi dios griego, pero era obvio que no era él, este venia vestido, con una sudadera negra que se ajustaba por todo su abdomen, un pantalón negro, unos zapatos negros y al igual que yo un antifaz del mismo color que el mío.
Supe que este también quería llevarse la joya o venia a robar cualquier objeto que hubiera de valor, cuando este se percato de mi presencia y vio la joya corrió hacia mí en busca de poder quitarme la joya, lo cual solo hizo que empezáramos una pelea por esta, el era muy ágil en sus movimientos era el contrincante perfecto para mi, cuando menos me lo esperaba este me puso frente a él quedando solo a unos pequeños centímetros cerca uno del otro.
Cuando mire sus ojos eran iguales que los de mi dios pero era imposible que este fuera mi dios, sin embargo me perdí en esos hermosos ojos, este se acercaba cada vez más a mí.
Entonces estampo sus labios contra los míos, besándome tiernamente y apasionadamente a la vez moviendo sus labios de un lado al otro lo cual yo correspondí con la misma intensidad que él, este pedía permiso para que su legua entrar a mi boca, rosando mis labios contra su lengua, sin más pensarlo concedí ese permiso que tanto anhelábamos los dos era una necesidad intensa, una necesidad de ambos, entrelazamos nuestras lenguas asiendo el beso más intenso en el momento, su aliento era exquisito era un aliento dulce y atrevido a la vez el mejor de todos que hubiera probado.
No quería deshacer este beso con tanta pasión, porque sabía que este sería el primero y el ultimo, pero tenía que hacerlo o nos podrían descubrir y aparte tenía que escapar con la joya, antes que él me la quitara así que con el dolor de mi alma tuve que separarme de él, pegándole en su miembro que ya estaba marcado en su pantalón por la excitación que tenia por el beso que nos aviamos dado, tome mi equipo y Salí corriendo del lugar, solo con la imagen de adolorido de ese gran besador por la patada que le avía dado, seguramente lo avía dejado sin familia y ese era un error que jamás me perdonaría.
Corrí hacia mi auto un mercedes benz slr mclaren brabus blanco, que avían dejado los demás agentes para mi huida, arranque lo más rápido que pude para poder llegar a la agencia lo mas antes posible, cuando llegue las puertas de la entra se abrieron rápidamente, para darme paso, cuando baje de mi auto subí él a censor y marque el último piso, iba caminado con la joya entre manos cuando abrí la puerta de la oficina de mi jefe Aro subí la mirada para saludarlo y decirle que la misión avía sido un éxito y que aquí traía en mi poder la joya, cuando lo vi.
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