Maldita chupasangre psicópata... ¡Me saca de quicio!
- ¡Oh, increíble, has podido hacer una frase larguísima! Debes llevar al menos un mes preparándola para decírmela, ¿no? - le espete.
- Deja de ladrar de una vez, me estás dando dolor de cabeza...
- ¡Jake, Rose! ¡Parad de pelearos ya! ¡Este no es el momento! - gritó Bella de repente mientras se acercaba a nosotros.
Está bien, me callo... Nessie parece que también está molesta, no le gusta vernos discutir... ¡Pero no puedo evitarlo!
-Eh, Rosalie, ¿sabes cuál es la rubia mas inteligente del mundo? - le pregunté riéndome, porque sabía que no conocería la respuesta.
Me dirigió una de esas típicas miradas de "soy la reina del mundo" mientras me gruñía un "no" como respuesta.
- Lassie - le conteste mientras me dirigía hacia un sofá para sentarme.
Para mi sorpresa, Emmet comenzó a reírse escandalosamente mientras Rosalie lo miraba con el ceño fruncido. Qué raro, nunca le había hecho gracia que me metiera con su novia. Edward se levantó y se acercó a mí. ¿Era ahora cuando me iba a matar?
- No, todavía no - me respondió riéndose. Nunca me voy a acostumbrar a su maldito don, es estresante...
Me entregó una hoja de papel doblada.
- No la abras hasta que estés solo con Nessie - susurró.
Este tío cada día me desconcierta más... ¿Qué habrá en ésa hoja? ¿Se había molestado en escribirme una carta de despedida antes de matarme? Muy considerado por su parte, al menos me avisa...
- Está bien, ahora todos sabemos qué rastro seguir - comenzó a decir Edward -. Nessie, Jacob, Huilen, Nahuel, Bella y yo nos dirigiremos a París, allí nos encontraremos todos en cuanto el resto encuentre algo. Y a vosotros dos - añadió viéndonos a Nessie y a mí - ya os explicaremos todo por el camino, que como habíais desaparecido no acudisteis a la reunión. Hay que ver el tiempo que perdéis durmiendo.
Nessie me miró sobresaltada. Lo que estaba diciendo Edward cada vez sonaba peor...
Los demás fueron saliendo de la habitación y me sacaron de mis pensamientos.
- Preparaos para irnos, os esperaremos abajo - finalizó Edward con una sonrisa mientras cerraba la puerta.
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