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Una vez que saltamos el enorme lago, llegamos a la casa de cristal. En el lado más cercano a la
casa, se encontraba mi familia, y podía percatarme que Bella estaba haciendo función de su escudo.
Y del lado donde Alec y yo habíamos aparecido, veía las espaldas de la guardia, los mas cercanos a
mí. Las caras de toda mi familia estaban con el ceño fruncido, y otros con la angustia reflejada
en sus ojos. Pero, cuando aparecí alado del gemelo de Jane, todas las miradas se posaron en mí.
Y...mi mirada se encontró en...Jacob. Estaba transformado. No dejaba de observarme, y dio un leve
gruñido en dirección al vampiro que me esposaba. No sostuve su mirada, y seguí observando a mi
familia. Cuando llegue a ver a Edward, pude comprobar que el efecto de mi "don" no había hecho 100%
reacción, ya recordaba todo.

"Discúlpeme, papá. Tú sabes que era la única manera de mantenerlos a
salvo..."

Dejé de pensar mi disculpa cuando noté como movía la cabeza
a ambos lados en son de desacuerdo.

"Si...entiendo que ya no me perdones, y mucho menos después de poner a la familia en peligro...por
culpa de mi patética existencia".

Sus ojos se alarmaron, pero ya no quise levantar la mirada.

- Ya no eres la chiquilla de hace 8 años, ¿eh, Renesmee? -rompió el silencio la voz dulce y
acampanada de Jane, para dedicarme una sonrisa-. Bien hecho, Alec -se adelanto a decir antes de que
pudiera contestarle-. Te dije que sería sencillo.

- No del todo, hermana. Digamos que... Es un tanto testaruda, y de cierta forma heredo alguna parte
algo "violenta" -me dedico una sonrisa torcida y lo fulmine con la mirada.

- Bueno, no importa. De igual manera, nuestra parte está hecha -Jane se volteo hacia mi familia-.
Que gusto volver a verlos. Nos retiramos- Jacob soltó un gruñido por lo alto-. ¿Qué? ¿Quieres
una croqueta, perro?

- A mi hija no te la llevas -dijo entre dientes Bella.

- Pero, si nosotros no la llevamos a la fuerza, ella ha decidido venir con nosotros. ¿no es así,
Renesmee? -los ojos de Jane se posaron en los míos.

- Suelta a Nessie, o te juro que... -empezó a decir Emmett, pero Carlisle le hizo seña con la mano
de que guardara silencio.

- Jane, ¿no podríamos arreglar las cosas de otra manera? - intentaba hacer un trato Carlisle.

- ¡Oh, Carlisle! Aro te manda saludos –cambió el tema repentinamente-, y no venimos a negociar.
Únicamente a cumplir con nuestra misión, siento de verdad no podernos
quedar a conversar -Jane, parecía realmente angustiada al pronunciar eso.

Toda la guardia dio vuelta en una gran sincronización, y le dieron la espalda a los Cullen. Yo le
dedique a mi familia una mirada de comprensión, dándoles a entender que no se preocuparan.
Escuché el ruido de unas grandes patas a mi espalda, me volví, y Jacob se aproximaba a atacar.

- ¡No! -grité, inútilmente... Y todo pareció ir en cámara lenta.

Demetri, se volvió, rápidamente a parar el ataque del lobo de pelaje rojizo, pero los demás
integrantes de mi familia no se quedaron atrás para defender a Jacob. Me jalaba de Alec para tratar
de intervenir, pero él me apretaba más del brazo. Toda la guardia se lanzó contra mi familia para
atacar -a excepción de los gemelos Vulturi, y otra vampira a la cual no le podía ver el rostro por
la capa que portaba-. Jacob estaba encima de Demetri, pero éste lo aparto con un fuerte empujón
que hizo caer a Jake del otro lado del lago y escuche un aullido de dolor que provenía de él.

- ¡Jacob! -grite, desgarradoramente. La vista se empezaba a nublar de las estúpidas lágrimas que
querían salir-. ¡Suéltame! -le ordenaba a Alec, pero éste hacia caso omiso a mis alaridos.

Mi atención pasó del lobo de pelaje rojizo, a otros 4 lobos -Leah, Seth, Quil y Embry- que
aparecieron de los árboles para unirse a la pelea…Seguramente los demás no tardaría en llegar
–la manada de Sam.

- ¡Estúpidos lobos, váyanse! -dije entre dientes, no resistía la idea de verlos igual de heridos
que Jake, que se estaba poniendo de nuevo de pie para regresar a la batalla.

Cuando Demetri decidió ir de nuevo por Jacob, Edward lo tomó por atrás, tumbándolo contra el
duro suelo de tierra. Vi como cerca, Alice, peleaba contra una de la guardia de cabellos rubios
parecidos a los de Rosalie, se movía tan rápido mi tía que parecía como si en lugar de correr,
se tele-transportaba, en un descuido, la vampira rubia tomó por atrás a mi tía del cuello. Senna
y Kachiri combatían contra otro desconocido de la guardia que parecía ser del lado masculino, pero
pronto las dejo en el piso, cuando ellas volvían a pararse para atacar de nuevo -se me hizo
extraño no ver a Zafrina-. Rosalie, me preocupaba en su lucha contra Felix -cubriendo a Bella,
junto con Esme-. En un parpadeo Rose quedo en el piso bajo el puño de Felix.

- ¡Paren esto, por favor! ¡PAREN! -gritaba tan fuerte, que sentía como raspaba mi garganta.

Era inútil que siguiera gritando, había tanto ruido que no podía escuchar mi propia voz. Alec me
iba jalando más y más hacia el bosque para desaparecer. No podía meterme en su cabeza, ¿cómo
poder concentrarme así?
Un enorme aullido de gran agonizó sonó al unisonó de otros más… Jacob goteaba sangre alado de
Seth…No…No…No… Además, empezaba a cojear,sosteniéndose del costado del pequeño lobo.
Lanzaba todo mi cuerpo hacia la pelea pero, era inútil. Cuando logré llegar a jalarme hacia
adelante, Alec me enterró su mano en mi estomago lo cual hizo que me quedara sin aire, y todo se
volvió borroso, me faltaba el aire. Todo dejó de cobrar sentido…el aire ya no entraba más a mi
cuerpo, las imágenes se volvían borrosas, y lentamente mis energías por escapar de los brazos del
gemelo se iban haciendo débiles…
Esto podría ser que ya muchos -sino es que todos- ya lo esperábamos. Una guerra que no había
tenido nunca un final. Que tenía que tarde o temprano suceder, por lo cual no hubiera querido que
sucediera, que pudiera dar todo para mantenerlos fuera de esto. Con las débiles energías que me
quedaban, vi con ojos suplicantes -y llorosos- a Jane, en su rostro se ilumino una sonrisa de
maldad.

- Arenha, es tu turno -y miró a la vampira que igualmente se había quedado observando la pelea,
y asintió con la cabeza.

Observe atentamente a la Vulturi de nombre Arenha. Ésta concentro toda su atención en la guerra
que se estaba desatando. Y todo fue tan
extraño.