¿Cómo puedes escapar cuando no ves llegar el peligro? Stephenie Meyer (La Huésped)        

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Mis manos temblaban sudorosas, los nervios se agazapaban de un modo diferente. En otra ocación, mi lugar hubiese sido el de espectadora, pero esta vez, quería luchar, el solo pensarlo, hizo que mis labios se tensaran dejando ver mis colmillos al descubierto.

-Es hora.

-Ahora o nunca-cité a Edward.

Apreté con fuerza el pergamino que se achicharraba en mis manos. Emmett miraba fijo a Renesmee. 

Nosotros no estábamos en nuestros cabales.

-Se cumplió-la voz de Alice sonaba aguda y casi entrecortada, del solo pensar en la idea de hace unos años atrás.

Edward puso sus manos en mis hombros, en señal de apoyo, para calmarse.

-Me siento como una total...

-Callate, no comiences a culparte, no hay vuelta atrás, debemos actuar... AHORA

                                                   *            *        *

Las cosas sucedían mejor de lo pensado, estos mini años de la infancia de nuestra hija pasaron volando pero los disfrutamos como nunca, gozaba de una gran vida, las veces que la vimos derramar alguna que otra lágrima son casi invisibles, su sonrisa diaria era nuestra dicha. Adquirió los hábitos de cada uno del clan Cullen, era una mezcla, un híbrido único en su especie, en todo sentido.

Tenía la fuerza de su padrino Emmett, que le enseñaba trucos siempre que tenía oportunidad, la sensibilidad de Jasper, en un menor grado, la compasión de su abuela Esme, el razonamiento de Carlisle, que creo que lo obtuvo de tanto escucharlo más que por herencia, la delicadeza de Rose, los rasgos físicos de su papá Edward y los míos, y Alice... bueno no perdía las esperanzas por inculcarle sus gustos en la moda, aunque también se podía ver el lado de la familia Swan, cuando el día se tornaba lluvioso, sus ojos eran chocolatosos, como los míos, que eran iguales a los de Charlie, su abuelito humano, y de Renee poseía su aborrecimiento por la tecnología. Así era, esa es mi Renesmee Carlie Cullen.

No podía dejar de mirarla dormir, ahora que sabía que todo se podía acabar, era injusto, o no, porque creo que la vida ya nos dio demasiadas cosas, y en este momento, es como que nos quiere cobrar su precio.

Edward suspiró a mi lado, acariciando mis cabellos, estaba en el mismo estado que yo.

-¿Qué haremos?-musité en un tono apenas audible

Tocó con la punta de su dedo índice mis labios, callándolos.

-Mañana es el gran día...

-... es verdad, pero tampoco que sea una profesía Bella. Deja de hacerte la cabeza- su voz sonaba mecánica, pero me di cuenta por el modo en que miraba a la nada misma a través de la ventana, que en su mente corrían las imágenes que estába evitando.

Renesmee se removió entre sus sábanas, hacía unas noches que tenía pesadillas, no nos quería contar nada, y le bloqueaba a Edward cada vez que abordábamos el tema.

me senté en el banquito debajo de la ventana de nuestra habitación, abrí las persianas para ver la noche de luna nueva.

-¿Sabes? Creo que estuvimos pensando mal-murmuró sacándome de mis pensamientos-tengo una nueva teoría...

-Ya sabes como terminamos cuando nos ponemos a dar hipótesis, caemos en la nada...-aún así, escuché, como no teníamos nada, no había nada que perder.

-Tu "percepción" era de acá a siete años en ese entonces, verdad?-alzó mi mentón para atraer mi atención-mañana no es que hayan pasado los siete años. Eso es algo bueno.

-Pero... lo que dijo Alice, y además...-mi voz carecía de sentido así como de esperanzas-en el sueño, Nessie tenía el aspecto de una niñita de siete años, que es diferente, y más probable... Mañana es lunes, y es verdad, nuestra pequeña no tiene esa edad pero la aparenta, es por eso que dentro de unas horas, cuando amanezca debería comenzar sus días en el instituto.

Me abrazó instintivamente.

-Eso cambia las cosas, y amor-sus ojos briillaban débilmente debido a la pena-eso no me lo habías dicho.

-No quería preocuparte...

-Amor, te hará mal, te estuviste aguantando tanto tiempo...

-Además Alice, vio lo mismo, y su don  no falla, en este caso, lamentablemente no tenemos escapatoria.