4. Prologo
¿Emmet había visto a la niña? No podía ser, ella había ido a París, eso había dicho… Pero ¿cómo lo hacía para vigilarnos tan intensamente sin que nos diéramos cuenta?, ni siquiera Edward escuchaba sus pensamientos… La rabia me volvió a invadir en cuanto me acordé de el. No importaba ya, pero no iba a dejar que se saliera con la suya. Sin embargo, ahora mi gran preferencia era salvar a Nessie.
-¿Vosotros dos vais a pasaros el camino a París sin pelearos? Eso si que no me lo creo – rió Emmet.- Vamos a ir en mi Jeep, no pienso dejarlo aquí tirado. M e parece que me voy a divertir durante el camino, ¿verdad, exhibicionista?
Creo que me espera un largo camino, Emmet es demasiado fan de gastar bromas… por desgracia para mí, claro está.
-Lo siento Emmet, pero yo me voy en mi coche, no pienso estar oliendo a perro durante todo el camino, no sé como podéis soportarlo – gruñó la rubia. No tenía ni ganas de responderle, tenía la cabeza en otro sitio.
-Está bien, como quieras… Entonces nos veremos allí – Emmet se acercó a la psicópata y le dio un beso. Puaj, no sé como podía hacer eso sin vomitar.
-Me voy para el coche, me están entrando náuseas – me escapé de entre esos dos en cuanto pude. Vi a lo lejos el Jeep de Emmet. Creo que el gusto por los coches era lo único en común que tenía con los vampiros. Estuve viendo durante un rato el coche mientras esperaba, y de repente un relámpago rojo me rozó la espalda. La psicópata atacaba de nuevo. Vi como se alejaba en su coche mientras Emmet venía hacia donde yo estaba.
-Estás deseando llevar a mi Bloody Mary, ¿no es cierto? – dijo mientras sonreía.
-¿Bloody Mary?
-¿Crees que Rose y yo tenemos un coche rojo por casualidad? Es una pequeña broma entre vampiros, tenemos muchas y la mayoría de la gente no se da cuenta. Ni siquiera tú, aun sabiendo nuestro secreto.
-Bueno… Mi coche también era rojo, pero no tenía ningún significado… - el recuerdo de mi viejo coche había vuelto a mi mente. Hacía ya un par de años que sus engranajes se habían cansado de funcionar y llegado a su fin. Yo no tenía ni la paciencia suficiente para volver a ir dentro de aquel coche tan lento, ni el dinero para comprarme uno nuevo y más potente. Suerte que siendo un licántropo no me hacía falta.
Emmet me tiró las llaves. ¿Se fiaba de un ser imperfecto como yo? En comparación con él, yo no tenía tantos reflejos para conducir, ni evitaba tan bien a la policía.
-Creo que yendo a 200 Km/h puedes distraer un poco tu mente, estás demasiado estresado – bromeó. La verdad es que era un buen tipo. Gastaba demasiadas bromas, pero era alguien que no ocultaba nada, alguien que intentaba ayudar aunque no siempre comprendiera la situación. Nunca había entendido que estuviera con la rubia, ella era fría, narcisista y muy egoísta, siempre preocupada por ser la más guapa. Y por desgracia para ella había dejado de serlo el día en que Bella se convirtió y Nessie nació.
Subimos al coche. Era increíble llevar un coche así. Empecé a acelerar en cuanto entramos en la autopista. Estaba deseando llegar de una vez.
-Edward no creo que lo haya hecho con mala intención – me sorprendió.
-Lo se… Pero eso no lo libra de su culpa. Tengo mucho que hablar con Nessie, luego ya pensaré si soy capaz de perdonar a Edward.
No volvimos a hablar durante todo el camino, y sin embargo no era el típico silencio incómodo. Parecía que sin quererlo había encontrado a un vampiro con el que me llevaría bien, alguien de esa familia que me comprendía.
Tras la oscuridad a la que ya me había acostumbrado, aparecieron una gran multitud de luces. Habíamos llegado por fin.
°o.O Nere O.o°
|