Suena el despertador, no ha pasado mucho tiempo desde que nos hemos acostado a dormir de nuevo, después de comer estuvimos hablando sobre las prácicas que llevaba a cabo con esa mujer... repulsivo sin duda, y las cosa que hacía con su ex, desde trios hasta orgías... y él no quería compartirla pero ella... lo hacía continuamente como si no le importase demasiado, negué para mi misma, si una persona te importa no dejas que cualquiera pueda verla, no dejas que nadie pueda verla de la misma manera en que solo tu la ves, el sentido de pertenecia es algo que nos hace ser lo que somos y es algo... que me gusta que Carlisle sienta por mi.

-¿Que hora es?- pregunta soñoliento-.

-Las... siete y media-.

-Mierda llego tarde-.

Se levanta de un salto y río al verle, se pone rápidamente una camisa y un pantalón de traje, una corbaba a juego y ya está listo.

-Esperme aquí- dice mirándome fijamente-.

Asiento y me pongo de rodillas frente a él, le beso en los labios y él responde el beso, me rodea con sus brazos y parede haber olvidado de nuevo la hora que és.

Sonrío y muerdo su mentón.

-Ve...-.

-Si...- susurra-.

Me paso toda la mañana entre materias que no sabía ni que tenía que cursar y cuando vuelvo a darme cuenta ya ha pasado medio día. Suena el teléfono de la habitación y lo tomo.

-Hola- digo a la otra línea-.

-Jane...-.

Es su voz...

-Hola- me siento con las piernas cruzadas como los indios sobre la cama y el moño improvisado que me he echo alto en la cabeza se mantiene orgulloso sobe la misma mientras me estiro en silencio-.

-¿Que haces?-.

-Estudiar ¿y tu?-.

-Estoy en el descanso... en una hora tengo una reunión importante-.

-¿Has comido?-.

-Si... ¿y tu?-.

-Si- susurro- te quiero-.

Tengo la necesidad de decírselo, hay silencio en la otra línea y suspiro.

-Te quiero- dice en voz baja-.

Sonrío como una cría y cierro los ojos durante un momento.

-Estaba pensando en ti Jane... y enseguida se me ha puesto dura-.

Abro la boca y jadeo, no puede ser que me haya dicho eso... por teléfono.

-Eh... yo... ah...-.

-Vamos Jane... juega un poco conmigo, te lo ordeno-.

Me muerdo el labio inferior y sonrío, me tumbo en la cama y respiro hondo.

-Jugaré con usted señor... todo lo que quiera- y digo las últimas palabras lentamente-.

Al otro lado de la línea se escucha un jadeo ronco.

-Vamos nena.. dime que te estás tocando ahora-.

Meto mi mano derecha bajo mi camiseta y cierro los ojos, subo la mano y sujeto uno de mis pechos, jadeo y gimo bajito.

-El pecho...-.

Otra respiració ahogada y ruido de papeles moverse...

-¿Estás solo?-.

-por supuesto... tranquila nena, sigue... tócate para mi y yo lo haré por ti...-.

Me humedezco los labios con mi lengua y pellizco mi pezón muy despacio, arqueo la espalda y gimo.

-Eso es Jane...- esucho como me nombra y bajo mis dedos por mi vientre... el juego a comenzado...-.