Ardiente Tentacion

Autor: lady.lausc
Género: + 18
Fecha Creación: 27/02/2013
Fecha Actualización: 12/04/2013
Finalizado: SI
Votos: 7
Comentarios: 9
Visitas: 54548
Capítulos: 30

Isabella Swan Psicóloga y columnista lleva una vida aparentemente normal, esta comprometida y tiene exito en su trabajo, su vida da un giro cuando decide ir a un bar a tomar una copa y se encuentra a sus amigos del bachillerato, entre ellos a Edward Cullen quien fuera su mejor amigo y tambien su primer y unico gran amor...

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 29: Ardiente confusion

Ardiente confusión

Escuchar su nombre de nuevo provoco en mi una extraña sensación, me gire un poco para verlo, efectivamente era Jake, extendió su mano para saludarme.

-Es un placer Dra. Swan, ya mi suegro me había hablado mucho de usted

-Igualmente- senti que las mejillas me ardían, tal vez de coraje, tal vez de vergüenza, aun no le había perdonado a Jake lo que me había hecho

-Bueno, Isabella, mañana la esperamos en el aeropuerto a las 10 de la mañana, traiga consigo solo lo necesario.

Asenti y Sali de la oficina de mi jefe con la cabeza hecha un lio, estaba pensando que seria mejor no ir a ese viaje, pero eso significaría perder mi trabajo, llevaba muchos años en el ámbito y no seria justo dejarlo asi como asi, por otra parte, estaba el hecho de viajar con Jacob, como lo veria Edward?, vi el reloj, estaba justo a tiempo para recoger a Renesmee, asi que le llame a Edward para avisarle, pase por mi pequeña, y llegamos a casa, olia super bien, Edward había cocinado, me alegre de que pensara en lo mismo que yo, comida Italiana, creo que de chicos era nuestra comida favorita.

-Mami, que hace el Dr. Cullen aquí?- dijo Renesmee tirándome de la blusa.

Le sonreí, y la invite a la mesa, estaba nerviosa, observaba a Edward luego a Renesmee, di un trago al vino tinto.

-Escucha nena, recuerdas que alguna vez te dije que tu papi y yo habíamos decidido no vivir juntos?- ella asintió con la cabeza- pues… debo decirte que esa decisión la tome yo sola,, había tenido algunos problemas con tu padre, y preferí no aclarar las cosas, asi que me vine a vivir a Seattle ocultándome de el, y fue asi, hasta el dia de ayer, que por azares del destino, lo conociste en la escuela- Renesmee, puso una expresión de sorpresa, mi niña era inteligente, supo que le hablaba de Edward, desvio su vista de mi rostro para posarla en el, Edward le dio una sonrisa- Exacto nena, Edward Cullen, es tu padre, el quiere entrar en tu vida, y yo no tengo ninguna objeción pero la tienes tu?

La carita de mi niña se ilumino al instante, no hicieron falta las palabras, se lanzo sobre Edward dándole un fuerte abrazo.

-Viviras con nosotros papi?

-Claro, si tu mama, quiere…-Edwad me miro expectante, aun no habíamos hablado de ese tema, yo necesitaba saber primero si de verdad nos unia el amor, simplemente sonreí, y les hice una seña para que siguiéramos con la comida, entonces hable

-Mi jefe quiere que vaya a hacer un estudio de campo a Florida, salgo mañana por la mañana, creo que seria una buena idea que ustedes dos pasaran algo de tiempo juntos, Edward puedes cuidar de Renesmee?

-No necesitas pedírmelo, lo hare, cuanto tiempo estaras fuera?

-Seran solo 2 dias.

Dicho esto prepare mi equipaje, aun estaba preocupada por lo de Jacob, debería decirle o no a Edward que el seria en adelante mi superior?, tal vez no era el momento, regresando le florida le contaria todo, prepare también el equipaje de Renesmee, era jueves, por lo que solo algo de ropa para el sábado y domingo ya que me daría tiempo suficiente de enviarla a la escuela al dia siguiente,  esa noche Edward quiso pasarla en casa, arropamos a nuestra hija, y salimos de su habitación, afuera Edward me dedico una ardiente mirada, supe lo que quería, sexo, esa idea aun divagaba en mi mente, lo rechace, necesitaba ponerlo a prueba.

-Ed, no, por favor, hoy no, necesito descansar, el viaje será largo y yo.. bueno me duele un poco la cabeza- me miro sorprendido, levanto una ceja. Y beso mis labios

-Esta bien, tendre que esperar a tu regreso- Beso mi frente- buenas noches amor, que descanses- Argh había esperado mucho tiempo para pasar una noche como estas y ahora simplemente tenia la cabeza llena de dudas.

A la mañana siguiente, me levante temprano para preparar el desayuno, hable con Carmen por teléfono para darle el fin de semana y contarle lo de Edward, Irina seguía en su “luna de miel” con Laurent estaban probando el vivir juntos, si funcionaba pronto se casarian, después del desayuno lleve a mi hija a la escuela y me fui al aeropuerto, Edward ya debía estar en el hospital, estaba nerviosa, mis manos sudaban y mi corazón latia alocadamente, al llegar a los andenes vi a Jacob,  llevaba una playera negra, ajustada a su cuerpo, el matrimonio le había sentado bien, creo que se veía mas apuesto.. sacudi la cabeza en negación tratando de sacar esos pensamientos de mi cabeza, al verme, se dirigió a mi para ayudarme con mis maletas

-Ah, Bells por fin llegas, crei que te habías arrepentido-

-como puedes dirigirte a mi, después de lo que me hiciste?- su semblante cambio, se hizo triste.

-Bella, por favor, perdóname, fui un egoísta, Dios, siempre estuve enamorado de ti, aun lo estoy, no quería que estuvieras con Cullen, nunca me gusto ser superado por nadie, y menos por el.

Le dedique una mirada hostil

-Vamos, Bells, por favor, perdóname, hazlo por lo menos por el trabajo.- Asenti con la cabeza, entonces el extendió su mano

-entonces, amigos?-

-Amigos- le conteste, yo, al apretar su mano, senti una descarga eléctrica, similar a la que sentía con Edward. En el trayecto platicamos, me puso al tanto de su vida, el también la había pasado  mal por lo que sucedió entre nosotros, senti algo de culpa, durante muchos años le menti diciendo que lo amaba,  yo le conte de mi empleo de Renesmee, el aun no tenia familia, le conte sobre Edward  y la  maraña que el destino había tegido para que nos encontraramos de nuevo, al llegar a Jacksonville, nos fuimos directo al hotel las reservaciones ya estaban hechas nuestras habitaciones eran vecinas, decidi no salir a comer, tenia que apresurar mi trabajo, saque mi lap top y comencé a hacer el cuestionario para la encuesta, era un poco tarde ya y necesitaba despejar mis ideas, pensar en donde aplicaría la encuesta y ese tipo de cosas, “creo que me tomara mas de 2 dias” pensé, Sali a dar un paseo por la playa y me sente en la arena para observar las palmeras había pedido en el lobby un par de bebidas, ok, tal vez excedí  de 4 o 5 seguía pensando en que si entre Edward y yo solo había una conexión sexual no estoy acostumbrada a  beber, lo que tome  era algo fuerte, me senti mareada casi al instante, decidi quedarme ahí un rato en lo que se me pasaba el malestar, hacia algo de viento lo que aparentemente empeoro mi estado, cuando quise volver al hotel me puse de pie, y me tambalee por lo mareada que me sentía, habría caído al suelo de no ser por una fuerte mano que sujetaba mi brazo.

-Vaya, sigues siendo la misma descoordinada Bella.

-Cayate Jake, es solo, bueno, una copa o dos- Jacob me miraba divertido,

-y por que no me invitaste? Las penas entre dos son mas llevaderas

-Quien te dijo que yo tengo una pena?

-Vamos Bells, te conozco mas de lo que te conoces tu misma, tienes algo, lo veo en tus ojos

-Es solo…, olvidalo, no tenemos por que hablar de eso-

-Ok, lo olvidare si tu quieres pero no olvides que yo estare siempre para apoyarte-

-Gracias, nos vamos- asintió con la cabeza  y me sonreía, quiso ayudarme a caminar pero no lo deje, habíamos avanzado un poco mientras le contaba sobre la encuesta, de repente me volvi a tambalear y fui directo al suelo golpeando mi cabeza con una pequeña roca lo que hizo que comenzara a sangrar.

-Bells, estas bien, Dios estas sangrando- se quito la playera para que me limpiara la sangre, dejando su perfecto dorso al desnudo, definitivamente, los años le habían sentado mejor, tal vez estaba yendo al gimnasio, sus  abdomen estaba perfectamente marcado, sus brazos eran musculosos, casi podría jurar que un gemido escapo de mi boca

-Dios, Jake eres hermoso…

-Vaya, si que te golpeaste fuerte

Ambos nos echamos a reir, de repente esas risas sedieron, y nos quedamos viendo uno al otro.

-Los años te han sentado bien, Bells sigues siendo, tal hermosa.

No dijo mas estampo sus labios con los mios, podría culpar al alcohol, pero no fue asi, lo cierto es que una hola de deseo invadió mi ser, lejos de resistirme a ese beso correspondi tal vez con mas urgencia de la necesaria, sus manos agiles comenzaron a recorrerme, y yo simplemente deje llevarme por lo que en ese momento sentía, nos tumbamos en la arena y me deje llevar, por sus suaves caricias….

Capítulo 28: Cap. 28 El juego de la vida Capítulo 30: Empecemos con siempre (capitulo final)

 
14637144 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10856 usuarios