Capítulo 28

Feliz reconciliación I

BELLA POV

No existía nada mejor en el mundo que despertar sintiendo que alguien está a tu lado. La semana había pasado tan rápido que ya hoy comenzábamos las clases. Y como ya era costumbre que Edward se despertara demasiado romántico en la mañana, desperté en la madrugada y cambié la alarma que el la había puesto para las 7:00 am y la puse a las 6:00 am. Aún no había sonado el despertador pero yo ya estaba despierta, y efectivamente cuando sonó la alarma el se despertó y yo me quedé acostada pretendiendo estar dormida y no haberla escuchado. Y el comenzó a besarme mientras apartaba el pelo de mi rostro…

Debo decir que el no se molestó porque yo hubiera adelantado el reloj, al contrario me lo agradeció y de que manera. Luego de desayunar salimos para la universidad. Salimos del apartamento en el auto, para que los chicos no sospecharan donde nos estábamos quedando. Cuando llegamos los chicos nos estaban esperando en el parqueo y Alice salió corriendo hacia mi y me abrazó fuertemente

-Hola Bella, hacía tanto que no te veía, tenemos tanto de que hablar.- me dijo ella mientras junto a Rosalie tiraban de mi lejos de Edward.

-Buenos días para ti también Alice…te acuerdas de mi soy tu hermano.- le dijo Edward mientras nosotros nos alejábamos riéndonos.

Debo decir que hacía 4 días que no veía a Alice, y por la forma del saludo matinal debo decir que estaba muy ansiosa por verme. Estuvimos un rato charlando hasta que volvimos con los chicos para dirigirnos a clases. Alice aún seguía insistiéndonos para que le dijéramos donde nos estábamos quedando, pero por supuesto no le dijimos nada. La mañana pasó tranquila y rápida, sin ningún contratiempo, Edward y yo compartíamos todas las clases de la mañana excepto la de la tarde que era la mas larga, duraba cerca de 2 horas.

Nos encontramos con los chicos para almorzar y después nos sentamos en un parque hasta que fuera la hora de entrara a clases. Cuando faltaban 5 minutos para ir a clases los chicos comenzaron a despedirse, y yo al igual que ellos de Edward.

-Nos vemos en el parqueo en cuanto terminemos las clases.- me dijo el mientras me besaba apasionadamente.

Luego de una corta sesión de besos, nos dirigimos hacia nuestras respectivas clases. Debo decir que el tiempo no pasó muy rápido que digamos, el reloj era como si no quisiera caminar, cada ves que lo miraba se encontraba en el mismo lugar. Luego de una exhausta clase que fue más una tortura salí y me dirigí hacia el parqueo. Allí se encontraba Alice y en cuento llegué a su lado comenzó a hacer planes para hacer una fiesta por mi cumpleaños. Ni siquiera yo me había acordado de eso, y creo que Edward aún no lo sabía.

-Bella tenemos que comprarte un vestido nuevo para mañana.- me dijo Alice mientras yo asentía con la cabeza.

-Esta bien Alice, pero creo que ni Edward sabe que mañana es mi cumpleaños.- le dije  a Alice.

-Ya yo me encargué de eso, ahora lo que…- Alice se interrumpió en media frase.

Se quedó mirando hacia el frente y me giré para ver que era lo que había llamado tanto su atención…y allí estaba el besándose con una rubia alta. La separó de el y luego la abrazó esto era el colmo. Porque el me había hecho esto, y yo que pensé que el me quería, fui una estúpida. Pero esto no se iba a quedar así que decidí ir hacia donde el se encontraba y Alice me agarró del brazo, pero me solté y comencé a caminar. Todo el recorrido hasta que llegué a su lado el me miraba, no podía creer que aún tuviera el descaro de mirarme al rostro. Cuando llegué a su lado los miré a los dos alternadamente para ver si el decía algo.

-Bella quiero que conozcas a…-pero no le di tiempo a terminar ya que con todas mis fuerzas estampé mi mano en su rostro.

-Te odio Edward, te odio.- le dije mientras salía corriendo de allí.

Luego de eso sentí que Alice venía corriendo hacia donde yo estaba con Rosalie a su lado. En estos momentos yo no tenía ganas ni de ir al apartamento así que me fui hacia los dormitorios con las chicas, lo que menos quería ahora era ir al departamento y encontrarme a Edward allí después.

-Bella, deberías dejar que mi hermano te explique, seguro fue un malentendido.- me decía Alice mientras yo me sentaba en su cama.

-Alice estoy segura que no fue un malentendido, tu misma lo viste, se estaba besando con esa.- le dije mientras por mis mejillas comenzaban a correr las lágrimas.

-No lo sé Bella, a veces las cosas no son lo que parecen, y dudo que mi hermano sea de los que engañan.- me decía Alice.

Yo quería creerle, una parte de mi me decía que no lo hiciera, que todos son iguales, tarde o temprano te traicionan y te dejan por la primera que les pase por delante. Pero la otra parte, esa, me decía que le debía por lo menos una explicación, y luego pues si no me convencía le diría adiós para siempre. Ya lo había decidido, oiría su explicación, pero no hoy, en estos momentos lo único que quería era descansar un rato.

-Muy bien, voy a darle la oportunidad de explicarse, pero no hoy, solo quiero descansar.- le dije mientras me dirigía hacia la puerta.

-Te puedes quedar aquí en mi habitación, yo iré con Jasper para la de el.- me dijo Alice.

-Gracias Alice, no sé que haría sin ti.- le dije mientras me acostaba en su cama.

Al cabo de 10 minutos ya me encontraba un poco más relajada, Alice y Rosalie aún se encontraban conmigo. En eso sonó el celular de Alice y ella lo cogió para contestar, pero cuando miró la pantalla para ver quién era se alejó de donde yo estaba.

-Que quieres…mas te vale explicar bien todo…si de acuerdo…nos vemos en un rato…

Y colgó, eso fue lo único que pude escuchar aunque muy bajo, luego de eso Alice salió por la puerta y Rosalie se quedó allí en la habitación conmigo. Supuse que Alice con quien había hablado era con Edward y el le iba a tratar de explicar las cosas, que  para mi no tenían explicación. Luego de que Alice saliera, estuve un rato conversando con Rosalie hasta que el cansancio me venció y me dormí.

Eran cerca de las 8:00 pm cuando Alice me despertó para que comiera algo, yo no quería pero ella insistió en que saliéramos a comer, dijo que no podía estar tantas horas sin comer, pensando solamente en Edward. Y ella tenía razón, tenía que dejar de pensar en el. Me di una rápida ducha, me vestí y salimos en el carro de Alice hacia un restaurante que quedaba cerca de allí. Entramos y nos sentamos en una de las mesas y ordenamos, al cabo de un rato se nos acercó alguien a saludar a Alice.

-Hola Alice.- le dijo una muchacha.

Yo estaba leyendo la carta y dejé de hacerlo para ver quien era la que saludaba a Alice. Tenía el cabello largo rubio y unos ojos penetrantes azules, no sabía de donde pero me parecía tan familiar, y al parecer Alice la conocía bien porque se saludaron muy animadamente y ella la invitó a comer con nosotros. No sabía porque pero esto no me sonaba muy bien, había algo extraño, lo podía sentir y antes de que pudiera seguir pensando Alice habló.

-Bella esta es Tanya, fue mi mejor amiga hasta que se mudó del pueblo cuando tenía doce años, hacía mucho que no la veía.- me dijo Alice sonriendo.

-Mucho gusto, yo soy Bella y creo que ahora soy su mejor amiga.- le dije mientras ella sonreía.

-Si ya lo veo.- me dijo ella mientras miraba a Alice, y esta la miraba también, que se traían entre manos.

-Verás Bella, Tanya no fue solo mi mejor amiga, también fue novia de Edward.- me dijo Alice y ahí fue donde todo cuadró.

Ella era con la que se estaba besando Edward en la escuela, pero como tenía el descaro de presentarse aquí y mucho más como Alice después de haber visto lo mismo que yo la dejaba presentarse como si nada hubiera pasado. Y esta era la que decía ser mi mejor amiga.

-Alice después de lo que hizo tu hermano, como te atreves a traerla aquí.- le dije mientras me levantaba del asiento.

-Bella siéntate, lo que sucedió no es lo que te estas imaginando, Edward no la besó.- me dijo Alice mientras yo me quedaba muy quieta al escuchar esas palabras.

-Créeme el muy cortésmente me separo de el.- dijo Tanya mientras yo la miraba.

-Bella siéntate, y te lo explicaremos todo.-me dijo Alice mientras yo me sentaba nuevamente.

Y ahí comenzaron a relatarme toda la historia desde que eran chicos, como se habían criado juntos y fueron mejores amigos. Cuando Edward comenzó a interesarse por Tanya y se hicieron novios, una semana después ella se mudó de la ciudad sin siquiera poder despedirse de ellos. Ahora entendía un poco como se debía haber sentido los chicos con su ida, y si lo que sentía Edward era tan fuerte por Tanya esa había sido la razón del beso y el abrazo. Nunca se  habían podido despedir.

Tal vez como ella dijo no fue culpa de el lo del beso, pero eso tendría que escucharlo de sus propios labios. Y tendría que preguntarle si todavía tenía sentimientos por Tanya, y si así era pues lo dejaría ir aunque eso me destrozara en el camino.

-Ahora entiendes que fue lo que sucedió.- me dijo Alice

-Si un poco, aunque no sé si lo podré perdonar, primero tiene que explicarme el las cosas.- le dije mientras ella asentía.

-Te entiendo, y tienes razón, el me dijo que se encontraría contigo mañana en el apartamento a eso de las 8:00 pm y allí te explicaría las cosas.- me dijo Alice mientras yo asentía.

En eso vinieron por nuestro pedido ordenamos y comimos tranquilamente, cuando terminamos nos despedimos de Tanya y nos fuimos hacia los dormitorios de la universidad. En el dormitorio que se suponía era de las chicas solamente me quedé yo, ya que ellas se habían mudado al de los chicos porque era más grande. Alice me prestó un poco de ropa para cambiarme y pasar la noche. Y cuando me acosté en la cama me puse a pensar en Edward, y en lo estúpida que fui que ni siquiera le di una oportunidad de explicarse. me imaginé la situación a la inversa, si yo hubiera estado en esa misma situación, el seguro esperaría una explicación antes de sacar conclusiones apresuradas. Pero aunque ya yo lo había perdonado porque en si no fue su culpa sino de Tanya, aún tenía que escuchar su explicación y eso sería mañana en la noche. Y así como tantas noches me dormí pensando en el.

Alice me despertó en la mañana para ir a clases, me di una refrescante ducha, desayuné algo ligero y salí con ella rápidamente hacia las clases. Tenía muchas ganas de verlo y besarlo, decirle que lo perdonaba, y que lo que había sucedido no había sido culpa de el. Pero el no apareció en ninguna de las clases, y en el almuerzo cuando le pregunté a Alice por Edward, me dijo que no sabía. Así pasó el día, no me iba a quedar más remedio que esperar a las 8:00 pm y verlo en nuestro apartamento. Cuando salí de la última clase me dirigí hacia mi dormitorio y cuando llegué sobre la cama había una caja con una nota:

Feliz Cumpleaños Bella.

Te prometí un vestido nuevo y aquí está, espero que te guste y te lo pongas para ir a ver a Edward, créeme que me enterare si te lo pones o no.

Espero que se arreglen las cosas.                                                         Te quiere Alice.

Creo que no me quedaba otra opción o si, me di un refrescante y relajante baño y cuando me di cuenta tenía el tiempo justo para vestirme e ir a ver a Edward. Salí del baño envuelta en una toalla, me senté en la cama y abrí la caja del vestido. Era azul con detalles en dorado y negro y lleno de brillantes, llegaba hasta el suelo y se abría del lado izquierdo desde la mitad del muslo. Junto con el vestido venían unos zapatos negros de tacón de aguja de unos 20 cm, abiertos delante. Pero eso no era todo, también había in conjunto de lencería negro de encaje…ahora Alice si se había vuelto loca, adonde se creía ella que iba a ir yo, solamente iba a hablar con Edward, o había algo que yo me estaba perdiendo.

Me vestí con todo el conjunto que Alice me dejó y me maquille un poco el rostro y me dejé el pelo suelto aunque un poco rizado en las puntas. Eran las 7:45 pm cuando salí hacia el departamento, solo esperaba no caerme con estos zapatos. Llegué al departamento y cuando iba a dirigirme hacia el ascensor el muchacho de la recepción me llamó.

-Señorita, disculpe, pero dejaron esto para usted.- me dijo mientras se dirigía hacia mi con un ramo de rosas rojas.

-Gracias.- le dije mientras tomaba las rosas y el se alejaba.

Tomé las rosas y olían exquisitamente, en ellas había una tarjeta blanca con las letras a relieve en dorado:

Ya se lo que es pasar un día sin ti…y créeme que no quisiera pasarlo nuevamente…ya que un día sin ti es una eternidad para mi…

Te espero… recuerda que te amo…

E.C

Terminé de leer la tarjeta y rápidamente subí al elevador para dirigirme hacia nuestro departamento. Era como si el elevador fuera en cámara lenta, se demoraba más de la cuenta y solo eran cinco pisos. Yo me encontraba nerviosa  y no sabía porque, no sabía ni donde meter mis manos. Cuando por fin el elevador marco el quinto piso y las puertas se abrieron, me encontré con una imagen irreal, eso no podía estar sucediendo en verdad…