POV Jacob
Empecé a correr en forma lobuna por todo el bosque para llegar pronto a la Push. Tenía que hacer algo, intentarlo aunque sea eso.
En un minuto llegué y antes de entrar en la reserva observé si había alguien, y al comprobar que no, me cambié a mi forma humana.
Me puse mi ropa y me dirigí a casa de Sue.
Una vez allí golpeé la puerta y oí -¡Ya voy! –sonreí al reconocer la voz del pequeño Seth.
- Hola Seth, ¿Cómo estás? –le dije cuando abrió la puerta.
- Bastante bien, si vienes a buscar a Alma aquí no está. –se echó a reír.
Alma y él eran muy buenos amigos, antes cuando eran más peques los dos jugaban juntos.
- No tío. Busco a tu madre. Quiero hablar con ella sobre una cosa. –le dije ahora con tono más serio.
- Oh, creo que se ha ido con Leah a comprar. Pero pasa, pasa. –acepté y pasé. – siéntate, un segundo que apago el ordenador.
Me senté en el sofá a esperar y Seth apareció con dos vasos de coca cola.
- Bueno, que tal el instituto. –le dije para sacar tema de conversación.
- ¿Instituto? Madre mía Jacob. ¡Estoy en la universidad!
Me quedé a cuadros, tenía tantas cosas en la cabeza que ya ni me acordaba. –Madre… Estoy haciéndome viejo. –reímos ambos.
- Sí, sí. Y eso… bastante bien. Ahora empezaremos con las prácticas, porque lo mío es de dos años y el tercer año son prácticas. Así que no tardaré mucho en ir a un hospital o algún otro sitio. A veremos.
- Medico. –concluí.
- Oh, Sí. Cuando comprendí lo que podía hacer Carlisle, dije yo quiero ayudar a la gente, y como una vez él te ayudó y tú no podías ir a un hospital…
Me acordé porque dijo eso. Anteriormente… No quiero recordarlo.
- Me parece genial. Y lo sabes.
- Gracias.
Esperé un poco más y a los quince minutos aparecieron por la puerta Leah y Sue.
- ¡Qué pasa, Jake! –vino a darme un gran abrazo Leah.
- Hola, corazón. –dijo ahora Sue.
- Sue, ¿Tienes cinco minutos? –le dije para no perder más tiempo.
- Sí. ¿Ocurre algo Jacob? – se preocupó.
- Vamos a dar una vuelta y te lo cuento.
Salimos de aquella casita y nos adentramos por el bosque para hablar más tranquilos.
- Sue, te quiero pediir un favor. Bueno ayuda.
- ¿Qué necesitas? ¿Dinero? Tengo algo ahorrado, te lo puedo dar…
- No, no. –le corté –tranquila, esa ayuda no.
- ¿Entonces?
- Una vez me hablaste de que eras bruja.
- Sí, ¿y?
- Sabes, que no te pediría un favor así si no fuera importante. Pero quiero que ayudes a Alma.
- ¿Qué ha ocurrido?
- Tiene problemas con los Vulturis.
- ¿Qué? Oh, dios mío.
|