Todo a su tiempo (+18)

Autor: AtalCullen
Género: + 18
Fecha Creación: 16/09/2012
Fecha Actualización: 07/10/2012
Finalizado: SI
Votos: 9
Comentarios: 15
Visitas: 58360
Capítulos: 27

Edward, un joven médico que ha dejado que sus prioridades sean lo más importante lo más importantes en su vida, dejando de lado lo más importante,... el amor.

¿Qué pasará cuando llegue la jefe de enfermería?

 


Hola amigas les dejo otra locura de mi mente,... esta es una historia que escribí hace un tiempo, la he publicado en otras partes, pero aquí la he querido colocar un poco editada, he corregido algunas cosas, sobre todo la gramática y redacción.

Espero les guste y pueda recibir comentarios y votitos,... un beso a mis lectoras que no me abandonan

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Capítulo 27: Epílogo

BPOV

Aun recuerdo el tiempo que aguantamos con Edward el abstenernos de hacer el amor antes de casarnos, mi esposo siempre ha sido muy conservador en todo lo que le inculcaron sus padres desde que fue adoptado. Nuestra primera noche después de la boda fue maravillosa, no hay palabras para describir ese momento, fue glorioso estar entre sus brazos haciéndome suya. Claro nuestras caricias de antes de nuestra unión no se pueden compara con sentirlo dentro de mí haciéndome sentir que le pertenezco.

Nuestra luna de miel fue un sueño hecho realidad, estar en Grecia y conocer todo lo que algún día me imaginaba estar ahí, pero no pensé nunca que lo iba a hacer con mi esposo. Santorini y Atenas es un paraíso, viví mis primeros viajes en las estrellas junto a mi dios griego.

No estoy segura dónde fue si fue en el recorrido de Santorini o en el tiempo de Atenas cuando concebimos a nuestro primer terremoto, pero un hermoso torbellino, solo que con Edward puede estar tranquilo, ya que él sabe como tenerlo sereno. Edward le puso el nombre y le puso Thomas Anthony Cullen Swan, era igual a su padre, sacó sus cabellos cobrizos claros, tez blanca, pero los ojos marrones de su madre. En sus primeros años fue tan inquieto que sabíamos que es por Alice a pesar de no tener la misma sangre, pero entre familia se mimetiza todo.

Thomas es mayor dos años con la doncella de la casa, ella eran los ojos de Edward, la trataba con tanta delicadeza y dulzura que a veces me daban celos porque antes que naciera era solo yo la que recibía esas atenciones, pero a la vez me sentía feliz que mi pequeña podía disfrutar así de su padre. Hellena era la que cuando Edward llegaba con un ánimo atroz él se derretía con una sola caricia de su bebita.

Nuestros dos hijos eran lo mejor de todo estos año de estar casados. Edward era un esposo ejemplar y un padre maravilloso, además de un cirujano respetable en todo el estado y más allá. Durante estos años se había especializado más para no quedar en el pasado, por lo cual su nombre estaba pasando las fronteras de nuestro país y se hacía conocido en varios países del mundo.

Me sentía tan orgullosa por la familia que Dios me había regalado, por un esposo que cada noche me hacía suya y me sentía la mujer más completa del planeta y unos hijos que no sabía cómo los años habían pasado y ya era unos adolescentes educados y muy inteligentes. Anthony ya tenía dieciséis años y Hellena iba a cumplir catorce. Nuestro matrimonio había sido durante estos años como un sueño.

Mis años de enfermera estuvieron suspendidos cuando nacieron nuestros hijos pero después cuando ya entraron al colegio volví a ejercer la enfermería, creo que la vida tiene muchas sorpresas para el ser humano, pero sé que todas las cosas deben pasar en su tiempo, todo a su tiempo.

Adoraba que a pesar de estos diecisiete años de casados nuestras noches con Edward eran como la primera vez. Aun me hacía llegar al Olimpo con sus caricias, durante estos años se había convertido en un amante espléndido y experto. Sabía cada rincón de mi cuerpo la que me hacía vibrar con solo un beso. Habíamos aprendido muchas técnicas para que nuestra intimidad fuese innovadora y no rutinaria.

Solo habíamos querido tener dos hijos, ya que durante los embarazos no la había pasado muy bien en tener a mi marido a mi lado sin poder hacer el amor, así que durante esos meses habían sido una tortura, y eso fue para los dos.

Ahora ya faltaba algunos años para llegar a los cuarenta años, mi vida estaba completa. Un esposo que me amaba mas que a su vida y unos hijos que adoraba, ellos eran mis tesoros más grandes y sé que los tendré el resto de mis vida.

EPOV

Han pasado diecisiete años de casado junto a Bella han sido lo más maravillosos que me ha pasado, Bella era la esposa que jamás pensé tener, tenía mucho de mi madre, era hogareña, cálida, tierna, dedicada, y por sobre todo una madre ejemplar, me había ayudado a educar de la mejor manera a nuestros dos hijos, los dos regalos que había dado Dios, Anthony y Hellena, mis dos tesoros que cuidaba y adoraba por sobre todo después de mi esposa, ellos tres eran mi impulso para seguir perfeccionarme en mi carrera y así poder darles un mejor pasar en esta vida.

A pesar que teníamos una muy buena situación económica, mis hijos eran sencillos y muy humildes de corazón, todo el mundo los adoraba, no eran los típicos hijitos de papás, eran unos excelentes hijos llenos de valores que en el mundo se habían perdido en los chicos de su edad. Solo esperábamos que hicieran sus vidas todo a su tiempo como Bella y yo que esperamos pacientemente que las cosas pasaran, bueno en algunos momentos fueron insoportables pero llevaderos.

Era una tortura viajar y estar semanas fuera del hogar cada vez que iba a perfeccionarme en mi profesión, pero al llegar a mi hogar y estar con mi familia era lo que más me gustaba ya que separados de ellos, siempre sentía un vacío, y al estar de vuelta estaba completo. Sobre todo cuando estaba en la intimidad con Bella, ella se había puesto más intensa en el acto. Durante los años habíamos perfeccionado nuestros encuentros, ahora éramos mutuamente unos expertos que no podíamos saciarnos a la primera. A pesar de mis cuarenta años nuestros encuentros se habían puesto mucho mejor. Conocíamos cada rincón de nuestros cuerpos y sabíamos como explotar de placer. Claro ya no éramos los de veinte años, pero cuando hacíamos el amor, nuestros cuerpos se transformaban en unos adolescentes.

Bella explotaba en mi cuerpo cuando la exploraba con mis labios, su sabor me embriagaba, su olor me enloquecía de placer, su piel aun la tenía tersa y suave y cuando las yemas de mis dedos la tocaban una corriente pasaba por todo mi sistema circulatorio y hacía que mi corazón bombeara más rápido que de costumbre.

Bella siempre era la innovadora en todo, así que nuestros encuentros nocturnos o matutinos era siempre diferentes al otro. Yo era más clásico aunque me gustaba cuando probábamos algo nuevo. Nuestra casa era grande así que nuestros encuentros pasaban desapercibido para nuestros hijos. Así que no era problema cuando cada noche los dos gemíamos al hacer el amor.

Anthony ya estaba en la etapa que le atraían las chicas, y me había confesado que le atraía su mejor amiga, hija de Jacob y Leah, Melany era una linda muchacha, y me imaginaba que algún día sería parte de nuestra familia. Mi hijo estaba muy joven para eso, pero era un niño maduro y sabía cuáles eran sus prioridades y cuando tenían que pasar las cosas.

Hellen aun le gustaban jugar con sus muñecas, aunque estaba en esa disyuntivas de ser adolescente y niña, estaba cuando pasan de una etapa a otra, pero a pesar de eso salió muy madura igual a su madre.

Mi vida estaba completa como nunca imaginé, todo fue a como lo pensé, todo a su tiempo… solo que sabía que cada noche era el tiempo de amar a mi mujer, amarla cada día como la primera vez que la vi en el pasillo del hospital, como la primera vez que toque su piel, como la primera vez que la hice mía, como la primera vez que me dijo que me amaba. Ella fue, es y será mi todo al igual que mis tesoros que son fruto de nuestro amor infinito.

Siempre les recordaría a nuestros hijos que en la vida las cosas se logran todo a su tiempo…

Fin

 

Gracias por sus comentarios, aunque han sio poquitos, pero sé que tengo lectoras silenciosas ;) gracias por lo votos, espero que de algún modo allan disfrutado de esta historia que de alguna manera hay cosas de mi vida. Espero volver a escribir y mostrarles lo que sale de esta cabecita loca, nos leemos

Capítulo 26: "Mía, solo mía"

 
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