Mi loca y cambiante vida

Autor: SUCULLEN
Género: + 18
Fecha Creación: 07/02/2012
Fecha Actualización: 19/08/2012
Finalizado: SI
Votos: 7
Comentarios: 47
Visitas: 59186
Capítulos: 36

Bella es una chica para nada convencional, vivió su vida en Inglaterra y ahora ocupa un cambio, regresa  a Los Ángeles, tratando de dejar su pasado atrás, pero ahí se dará cuenta de que la vida tiene muchos cambios para ella y entre esos es la nueva odisea del amor en su vida, al conocer a un joven, Edward Cullen.

Pero no será fácil, el amor nunca lo es.

Este es mi primer fic espero que les guste, no trae escenas triple x pero si lenguaje un poco pasado, digamos que son lemmones light. ;]   la verdad quise dar un cambio a como es nuestra Bella de  la saga y la quise hacer mas liberal, espero que les guste y nos leemos.

Los personajes son de la mas genial escritora para mí, STEPHENIE MEYER  pero la historia salió de mi cabeza, espero les guste(siempre la historia es relatada por Bella)

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Capítulo 27: Fuimos idiotas

 

 

Al entrar en el bar, me fui a sentar en la barra, la verdad estaba bastante llenó, me imagino que sería la única manera de divertirse en este pueblo. El odioso de Edward se sentó junto a mí, mire hacia el otro lado y pude apreciar mejor el lugar, a la derecha del bar había una mini pista de baile y más adelante una tarima, que imagino será para conciertos. Pero ahora solo sonaba una música que no estaba del todo mal, no supe reconocerla pero parecía servir para bailar, pues varias parejas estaban disfrutando del baile, lo demás estaba cubierto de mesas con personas entretenidas en sus platicas o mirando a las parejas bailar y como en todo bar una mesa de pool; en  la barra además de nosotros solo había unos hombres con chaquetas negras, no muy jóvenes pero no tan viejos, me dio la idea de “rebeldes, sin causa”.

 

-        - Buenas noches que les sirvo- un  chico que atendía el bar, me saco de mis pensamientos. Al  preguntar me miraba a mí.

-        - Hola, dame un tequila- le di una sonrisa, que perdía por ser amable.

-        - Claro, en seguida- me sonrió, tenía linda sonrisa, era mediano, por lo que se podía ver, cabello castaño y ojos café claro.- y usted señor- le dijo a Edward, este tenía su vista hacia la pista.

-        - Lo mismo- dijo sin mirarlo, grosero; pensé.

-        - Claro- dijo el chico y se fue.

-        - Podrías dejar de ser tan agrio- dije mirando al chico.

-        - Y tu podrías dejar de ser tan quejona- respiré profundo para no gritarle en su cara, la verdad lo amo pero a veces le quiero arrancar la cabeza.

-      -   Aquí tienen- nos dijo el chico.

-       -  Gracias- dije yo, claro porque señor nobleza, no se digno a  hablar. El trago me cayó de maravilla, la verdad lo necesitaba.

Me volví en la silla y vi un teléfono público, perfecto. Me levante pero su brazo me atajo.

-        - Voy hacia el teléfono, papá- dije señalando el teléfono en la esquina de la tarima. Este miro la dirección y luego a mí y me soltó. Este se creía mi papá o que.

-       -  No hables con extraños- me dijo una ves me había ido y luego de su boca salió  una carcajada.

-        - Idiota- dije en voz alta, lo que le provoco más risa, esta era la relación más extraña que he tenido.

Llegué hasta el teléfono y vi que era de monedas, que antigüedad, busque unas monedas pero nada.

-         -Ten- me dijo una voz a mi espalda, me di vuelta y era Alec.

-       -  Gracias- dije tomando la moneda.

-        - De nada, a cambio de un baile- me sonrió, que lindo, era tierno.

-        - De acuerdo- sonreí- dame un minuto- asintió y lo vi sentarse en una mesa, junto a unas parejas. Después de poner la moneda en su lugar, y de por fin entender como funciona, me come la antigüedad; el teléfono, empezó a timbrar, contestándome una atolondrada Alice.

-        - Hola, quien es? Bella, Edward- dijo parecía asustada.

-        - Hola Alice, cálmate y déjame hablar- dije tapándome el otro oído, debido al ruido de la música.

-       -  Bella, por toda la ropa de mi closet- reí ante esto- donde diablos están!

-       -  Tranquila Alice, respira- se oyó una respiración bastante fuerte y unas voces atrás.

-        - Esperen que me esta por contar- dijo a las voces que me imagino a de ser mis amigos- ahora sí dime- dijo un poco más calmada.

-        - Mira es que paso un pequeño percance con el auto y pues tenemos  que quedarnos hasta mañana, porque el mecánico, no llega hasta mañana en la mañana- se oyó un silencio.

-       -  Pero están bien, no les pasó nada- dijo algo alterada, esta que no se calma.

-       -  No Alice, estamos bien los dos- la calmé- nos quedaremos en un hotel y mañana nos ponemos en camino en cuanto este el auto listo.

-        - Bueno, al menos no se han matado- salió una carcajada, siempre ve lo positivo de las cosas

-        - Por ahora- volví a ver a la dirección de Edward que ya tenía a dos chicas a cada lado, el muy idiota decía que yo no pierdo tiempo y mírenlo a él, me volví para no verlo- no te prometo nada- ambas reímos.

-        - Bueno pásame al idiota de mi hermano- a duras penas volví la vista al tonto y vi que me estaba mirando, le hice una seña para que se acercara y dejo a las “señoritas” y se vino a mi lado.

-        - Que pasa- me dijo.

-        - Tu hermana- le di el teléfono.

-        - Hola- silencio- sí Alice, estoy vivo, no he matado a  Bella aún- dijo esto mirándome, me di una vuelta y me acordé de Alec, me acerque a su mesa y las parejas a su lado le hicieron una seña para que se voltease y me viera.

-       -  Hola preciosa- se levantó.

-        - Gracias por la moneda, ahora si lo prometido es deuda- dije tomándolo de la mano, yendo a la pista. La canción era algo lenta, para mi gusto pero no podía ser grosera, el chico fue bueno conmigo.

-       -  Con gusto te seguiré ayudando, si tengo estos premios.- reí por su comentario.

-        - Tranquilo, espero no molestar más- pasó sus brazos por mi cintura, si definitivamente algo atrevido el chico pero mientras no se pase, todo bien.

-        - No es molestia para mí- puse mis manos en su cuello.

-        - Eres una chica muy linda- me dijo al oído, este chico era directo.

-        -  Gracias, tu no estas tan mal- no sabía que más decirle.

-        - Gracias- esbozó una linda sonrisa, en eso mi vista se posó en el teléfono y Edward miraba hacia nuestra dirección con mucha ira, la verdad me puso nerviosa así que desvié la vista- de donde eres, Bella.

-        - Pues de Los Ángeles, aunque he vivido unos años en Inglaterra- dije no muy interesada en la plática.

-        - Inglaterra, un lindo lugar- dijo acariciando mi mejilla, y a este que, devolvió sus manos a mi cintura pero las bajo un poco más de lo adecuado. Definitivamente era primo de Félix, algo de él tenía.

-        - Alec- dije advirtiéndole.

-        - Lo siento- me dijo- disculpa no fue mi intención incomodarte- parecía decir la verdad, accedí creerle.

-         - Tranquilo-  me sonrió, pero nos interrumpieron.

-        - Vamos Isabela- esa voz sí, Edward.

-        - Si quieres tú vete, yo me quedo- le dije sin mirar, pero de pronto sentí que tomó mi brazo con fuerza y me jaló, pero Alec me tomo del otro brazo y me sujetó.

-        - Ella no se quiere ir- le dijo Alec, muy enojado. Esto estaba mal.

-       -  Tu no te metas- le dijo Edward también muy enojado.- Bella nos vamos- lo miré y luego al resto del bar, por lo visto estos chicos se preparaban para una pelea y sabía que  a Edward no le iría bien y aunque una golpiza no le caería mal, jamás dejaría que le pasase algo, así que no quedo de otra que seguirle la corriente.

-        - De acuerdo- dije, Alec me miró sorprendido y preocupado a la vez y Edward sonrió en victoria.- Alec gracias, fue un lindo baile- le di un beso en la mejilla.

-       -  Bella estas segura- miró a Edward.

-       -  Tranquilo, no me hará nada- adiviné lo que pensaría- solo esta agrio- dije mirando a Edward al cual su cara de diversión se le borro.

-        - Segura- me dijo otra vez.

-        - Sí, adiós- no le di mas largas – vamos abuelo- le dije  a un Edward ya calmado. Salimos del bar y caminé unos pasos.- que diablos te pasa!!!- le dije casi en un grito- como se te ocurre sacarme así, casi te golpean por idiota.

-        - Tu eres la que provoca que me comporte así- me dijo enojado- te andas ofreciendo a quien se te cruce por delante- ante esto no pude y le di una bofetada, que me dolió más a mí.

-        - Eres un imbécil, como me dices eso-  lo encaré-y lo que yo haga con mi vida, mi cuerpo y todo lo demás a ti NO TE IMPORTA- le resalté esas palabras,  cuando vi sus ojos se llenaron  con una rabia, que le hice oscurecer ese brillo con el que contaban y en un rápido movimiento,  tomo mis piernas y me subió a su espalda, como si fuera un costal de papas- suéltame!!!- le grite y patalee, pero nada, después de unos minutos, ya estábamos en el cuarto. Este me tiró en la cama con nada de delicadeza y se fue a cerrar la puerta.

-       -  Sabes es cierto no debería importarme pero igual me importa- dijo caminando de un lado a otro en la habitación.

-       -  A ti quien te entiende- dije levantándome de la cama- me tienes arta- le grite- pasas enojado todo el tiempo, ignorándome, pero llega un chico y tu apareces para estropearme todo.- respiré un segundo y él no dijo nada- sabes por eso dejamos de ser amigos, parece que te encanta arruinar mi vida- la verdad estar enamorada de él, estaba arruinando mi vida.

-        - No digas tonterías, no me encanta arruinar tu vida- dijo recostándose en la pared.

-        - A no?- reí sin ganas- pues eso no parece, dime porque me tuviste que sacar de ese modo del bar.

-       -  No viste como ese tal Alec te estaba toqueteando- me dijo con muecas.

-        - Y eso a ti que- le recordé- es MI CUERPO y puedo hacer con él lo que me de la gana y si quiero que me toquen pues dejo que me toquen- la verdad sonaba como una golfa pero es que estaba ya demasiado enojada como para medir lo que decía. Este me miro con ira,  y luego se acercó a mí.

-       -  Quieres  que te toquen?- me preguntó y de un empujón  me tiró en la cama, acostándose sobre mí, lo trate de apartar con los brazos pero este los tomo y los unió sobre mi cabeza, sujetándolos con una mano.

-        - Que te pasa- lo miré a los ojos y esa chispa de ira estaba aún, pero ahora había deseo en sus ojos.

-        - Te voy a dar lo que quieres y de paso lo que yo quiero- dicho esto, sus labios atraparon los míos, trate de correr la boca y este como desesperado, se fue hacia mis pechos y levanto mi camisa, comiendo mis pechos sobre el sostén, pero a pesar del placer que me estaba dando, que me hiciera y dijera esto de este modo, me lastimo, sentí que me tratara como una cualquiera, con lo que nunca me llegué a sentir así con él, por primera vez me sentí la zorra que tantas veces me hiso sentir Irina.

-       -  No Edward así no- este ni siquiera me miro y siguió tocándome, pero no sentía nada solo un vacío.

-        - Sé que quieres- me dijo sobre mi estomago, desabrochando mi pantalón.

-        - NO, NO QUIERO- grite- déjame, dime me vas a violar como lo hizo Félix- lo que paso con Félix, no lo había visto como una violación o al menos no lo había admitido frente a otros pero así lo sentí, y ahora lo volvía a sentir, solo que era mucho peor, porque era el hombre que amaba. De inmediato se tensó y se levantó de un tirón, lo que aproveche para sentarme y acomodarme la ropa, unas lágrimas traicioneras como siempre salieron de mis ojos, pero trague los sollozos. Edward permaneció de espaldas a mí, por un buen rato y de verdad lo apreció, me fue suficiente para calmarme y borrar todo rastro de mis lágrimas. Edward se volteó y me miro, estaba triste y eso me rompió el alma, no se como en estos momento me preocupaba más por él que por mí pero así era. Edward se arrodillo frente a mí y me miro.

-        - Bella perdóname, no quise pasarme contigo, soy un imbécil- eso era cierto-  no sé que es lo que me pasa, estos malditos celos que no me dejan pensar con coherencia  y  solo hago…- no terminó, pero en eso mi cerebro reaccionó, dijo celos.

-        Espera que dijiste?- le pregunte, este levantó la vista- dijiste celos- este se levanto y vi que se tensó.- vamos contéstame- me levante y me puse a su altura.

-        - Yo no dije eso- me dijo dándome la espalda, pero me fui delante de él.

-        - No estoy sorda, te oí muy bien dijiste celos- la verdad yo era muy terca.

-        . - Bella- dijo en un suspiro- eres cabezota, que no dije eso.

-        - Que sí- volví a decirle, enojada porque me lo negaba.

-        - Bueno sí dije que estaba celoso- me tomo de ambos brazos, con bastante fuerza- es que no lo ves- me miro directo a los ojos- cada vez que un chico se te acerca, me vuelvo un celosos completo, no me gusta que nadie te toque, que ningún hombre quiera estar contigo, me pone mal que te agrade alguien porque me da terror de que te agrade más que como un amigo- no sabía que decir, me tratara de decir lo que estoy pensando así que me arriesgué.

-        - Que quieres decir con eso, porque te sientes así- dije medio ida.

-        - Isabela, que no te das cuenta- lo mire- soy tan poca cosa para ti, que no te das cuenta que estoy enamorado de ti, que solo quiero ser yo el que te toque, el que tenga tus besos, tu cuerpo, tu compañía, con el que te rías y seas feliz- ay si que no me vino aire al cerebro, él se quedo esperando mi reacción, pero no podía hablar, simplemente las palabras no me salían, y era porque estaba asimilando lo que me dijo, me ama, era lo único que se repetía en mi cabeza, me ama.- vamos Bella dime algo, que no me quieres, que me largue de tu vida, lo que sea pero dime algo- yo no quería que se fuera de mi vida, claro que no, pero como saber si es verdad.

-        - Es… es verdad… eso- dije a como pude.

-        - Sí Bella, te amo- esas palabras mi mayor alegría y en sus ojos se veía que era verdad, él no era buen actor-pero sé que tu no- dijo triste- solo necesitaba sacarlo y…- pero no lo deje seguir, salté a sus brazos, rodeando su cintura con mis piernas y lo besé, sí lo besé, se quedo quieto pero al rato correspondió mi beso, pero no deje profundizar, yo necesitaba decirle algo.

-        - Te amo- por fin las palabras que tanto quise decirle, por fin salían de mi boca y él las escuchaba- te amo. Te amo, te amo- le dije mientras le daba pequeños besos en toda su cara.

-        Qué?- preguntó con una sonrisa en su cara.

-        - Eres sordo o que?- le dije con una sonrisa- tu no eres poca cosa, eres mi todo porque te amo, siempre te he amado, pero pensé que tu no lo hacías y por eso me lo callé. 

-        - Me estas hablando en serio- me sonrió, yo solo asentí y este me besó, ahora si profundizamos el beso, por fin estaba besando al hombre que amaba y este también me amaba, en el beso pude sentir y transmitir todo ese amor, que había, fue un beso dulce, lleno de amor, no había solo deseo, como reinaba en nuestros antiguos encuentros, tal vez porque ambos por fin nos permitíamos expresar lo que sentíamos, fue como si lo besara por primera vez en mi vida, sentí todo ese amor, sí él me amaba y yo no podría estar más feliz.- me haces el hombre más feliz de esta tierra, te amo Bella.

-        - Y tu me haces la mujer más feliz del mundo- le di un beso en sus labios.

-       -  Que idiota fui- dijo sentándose en la cama, yo quede a horcadas de él.

-        Fuimos idiotas- le dije acariciando su cara, su cara tan perfecta, me deslumbraba con una hermosa sonrisa, verlo feliz me hacía feliz.

-        - Pensé que no me querías- empezó a decirme después de unos minutos- que solo era un juego para ti- arrugue el semblante cuando pronuncio esa gran blasfemia, este acaricio mi seño fruncido y sonrió.

-        - Jamás fuiste un juego para mí- le dije- siempre me gustaste- sonrió ante esta confesión- pero temía que te convirtieras en uno  más de mi larga lista- ahora este frunció el seño, mi pasada vida cobraba sus facturas- temía arruinar nuestra amistad, entonces me convencí de verte como un amigo, y no arruinarlo- me dio un casto beso en la mejilla- pero luego pasaron muchas cosas y tu estuviste ahí, cuando nos besamos por primera vez, sabía que estaba mal, pero igual no me arrepentía, poco a poco me di cuenta de que estaba enamorada de ti- me sonrió al igual que yo a él- y con eso todo se complico, empecé a sentirte mío, pero sabía que no lo eras y tu me confirmaste cuando te acostabas con esas chicas- izo ademan de interrumpirme pero lo callé, poniéndole un dedo en sus labios, los delinee con mi dedo índice, disfrutando de su textura, seguí hablándole, sin mirarlo a los ojos- cada vez que sabía que estabas con ellas, hacía lo posible por estar lejos, aunque de mucha ayuda no era; sabía que estabas con ellas, que por unos minutos tu le pertenecías y yo quería que tu fueras algo mío, que me pertenecieras de algún modo, como yo te pertenecía totalmente; pero saber que no era así, me dejaba mal y con eso llegaron las peleas y todo se estropeó-  no levante la vista en ningún momento, no quería encararlo tras  esta confesión, pero este me levantó el mentón, con su índice, obligándome a mirarlo a los ojos, ya cristalinos por mis lágrimas que amenazaban con hacer su aparición.

-        - Bella- dijo mi nombre en un suspiro- debo reconocer que me equivoqué, que fui un imbécil- acaricio mi cara, pero su rostro seguía serio- desde que te vi en aquel estacionamiento del instituto me enamoré como un idiota de ti- abrí los ojos como platos,  desde ese día- pero en cuanto llegue a conocerte, me di cuenta de que a ti jamás te interesaría estar con alguien como yo- iba a contradecirlo pero como yo lo hice me cayó- tu eras una mujer y yo solo era un chiquillo junto a ti,  no me creí que fuera capaz de tener a alguien como tu a mi lado, por eso me resigne a ser solo un amigo, pero mi amor seguía ahí- me acaricio la mejilla- al pasar el tiempo llegue a desesperarme, cada vez que estaba junto a ti era mucho el esfuerzo que ponía para no besarte y gritarte lo que sentía por ti, pero luego paso lo del beso y fue como liberar lo que tanto había aprisionado en mi interior, pero siempre con cierto límite, entonces la idea de ser amigos con algo más, me pareció la mejor excusa para poder estar cerca de ti, para poder besarte, tocarte- acaricio mi brazo, cerré los ojos para disfrutar la sensación, pero los volví a abrir- pero al tiempo llegué a entender que eso me estaba más lastimando que  ayudando, sabía que no sentías los mismo- hice una mueca en desacuerdo con ese pensamiento- bueno eso pensaba en ese tiempo- sonrió, pero volvió a su cara de seriedad con algo de melancolía- y trate de olvidarte- mi corazón se estrujó ante esta confirmación- busque sacarte de mi corazón, pero por más que lo intentaba no podía, ninguna mujer era como tu, no podía evitar comparar, no sentía lo mismo cuando me besaban; cuando teníamos sexo- baje la mirada, pero esta la subió- no era lo mismo, siempre anhelaba que fueras tu, la que tuviera en mis brazos y decirte abiertamente cuanto te amaba, pero recordaba con los tipos que salías, Luca y todos esos y se me revolvía el estómago de solo pensar que ellos te hacían suya, que te tenían como yo no podía, pero lo peor fue cuando decidiste que dejáramos de hablarnos, cuando decidiste alejarte totalmente de mí, mi vida fue un vacío, nada tenía sentido- lo miré absorta por lo que me confesó, él me amaba desde un principio, él pensaba que me había acostado con otros pero no sabía lo equivocado que estaba, pero lo importante ahora era que me amaba y yo a él.

-        - Curioso- dije- yo pensaba igual, pensé que no me amabas, y creí que lo mejor era alegarme de ti, cuando estábamos juntos era mi paraíso, pero verte con otras lo destrozo, dejándome vacía por dentro- acaricie su mejilla, baje por sus labios y este cerró los ojos- pero eso no importa ahora.

-        Espero me perdones- me dijo abriendo sus bellos ojos- perdóname por todo el daño que te hice.

-        - Solo si tu me perdonas a mí- este asintió y yo también.- Me amas?- le pregunté, me miro confundido pero igual me contestó.

-        - Con toda mi alma- acaricio mi cintura que estaba rodeada por sus brazos.

-        - Y yo te amo- sonrió- eso es lo único que importa, el pasado, las demás personas, lo errores, las peleas- enumeré- eso no importa, aquí lo importante somos tu y yo, el ahora y el mañana, y lo único que quiero para ahora y para mi futuro es a ti- le di un pequeño beso- junto a mí, amándonos y demostrándolo cada día.

-        - Eso es lo que más deseo- me dijo sonriendo y se acercó a mis labios, él beso fue tierno y lleno de amor en un principio, pero poco a poco la pasión se fue envolviendo en este,  nuestras manos comenzaron a adquirir vida propias acariciándonos, cuanto podíamos, Edward se fue acostando, dejándome sobre él,  bese su cuello una vez nos separamos para respirar- te amo- cuanto amaba esa palabra en sus labios, no pude reprimir mi sonrisa, que él correspondió.

-        - Te amo- le dije, y en un movimiento ágil, me volteó para tenerme debajo de él, nos miramos por unos instantes y volvió a atacar mi boca con deseo, pero sobre todo con amor, bajo a mi cuello el cual fue devorado por él, mis manos fueron a parar debajo de su camisa, tocando su torso.

-        - No sabes cuanto te he extrañado- me dijo en un susurro, mientras acariciaba mi cara.

-       -  Ahora estamos juntos, solo eso importa y yo también te he extrañado- mientras decía esto, enrolle mis piernas alrededor de su cadera, este jadeo al igual que yo- pero ahora hazme tuya- dije como pude, este río.

-        - Me encantas- me mordió levemente el pecho- eres mía, solo mía- solo pude asentir y dejarme llevar por todo lo que sus  besos y caricias, me hacían sentir, y eso era el cielo.


 hola espero les guste y entrenga... por fin lo q esperabamos espero les guste cm sucedio me parece q en las peleas se dice cosas sin pensar y a veces son ciertas cm en esta historia,,, otra vez espero que les guste y gracias por sus votos y comentarios y claro por las visitas

saludos desde COSTA RICA

SUCULLEN

PURA VIDA

Capítulo 26: Pueblo perdido. Capítulo 28: Adios pueblo

 
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