When i look at you (Miley Cyrus)

No podía verle, estaba en plena oscuridad en la habitación.

Me acunó en sus brazos, tumbándose en el sofá cerca de la ventana. Me senté en su regazo, intentando contener las lágrimas, cierto… ya no podía llorar.

-¿Está todo bien?

Besó mi frente suspirando, eso era mala señal.

-Todo fue un sueño, todo fue un sueño, no es real, no lo es-me consoló.

En vez de calmarme, aferré mis manos como puños en su camiseta blanca. Mis ojos exigían algo, un no se que, una intuición.

Miré a los costados, buscando encontrar los cambios que vi, eran reales. Los vi!

Intentó frenarme, al principio me negué, pero ganó la batalla.

-Ya pasó, amor, nada es real.

Esas últimas palabras me asustaron, se suponía que me tranquilizaría pero todo lo contrario.

Me solté de sus brazos y corrí a la habitación de mi hija.

Edward colocó una de sus manos sobre mi boca evitando que grite, la otra en mi cintura para que me detenga.

Se dejó atacar por mi inútil y repentino ánimo.

Una vez calmada, me dejó ir al costado de la camita de mi bebé.

La alcé con cuidado. Edward, en el umbral no sabía que hacer.

-Amor, ven, necesitas descansar…

Pero el no entendía que ya no podría descansar, no puedo dormir, no lo necesito, es irónico sabiendo cuanta falta me hace. Me urgía hablar con alguien, alguien de carne y hueso, al primero que correría sería a Edward, pero si lo hacía todo terminaría mal, le amo, es verdad, como nunca amé a nadie en mi vida pero no me adapto a mi nueva vida, si tan solo pudiera… estoy loca. Alice, sería mi salvación pero tampoco es el caso, mi esposo leería su mente, fin del cuento, tal vez alguna de mis amigas, no tampoco, están lejos, la mayoría estudiando en alguna facultad o en planes de noviazgos. Quizás nos adelantamos demasiado con Edward, todo de golpe, Italia… después el casamiento, hasta iba todo bien, la boda de ensueños, pero desde esa luna de miel que no salió de la manera que debía, luego el viaje de emergencias, el resto que no se la historia completa, el embarazo, Nessie… mi transformación.

Es demasiado. Con mi madre no puedo hablarlo, menos que menos, está en Florida con su esposo y no pienso molestarla, diría algo como “ ay Bella, dense un poquito de tiempo ,es normal, ya lo solucionaran” pero no creo que piense igual si le dijera “mamá sabes? Soy un vampiro, al igual que Edward, porque piensas que aprovechamos que estés allá tranquila y no insistimos en que conozcas a nuestro bebé?”

Voy a enloquecer!!!!!!!

-¿Bella?-cuestionó-¿Qué piensas? Me estás asustando.

No dije nada, solo acosté mi cabeza en las almohadas, ocultándole mi rostro.

No insistió, después de un suspiro forzado, giró para su costado, dándonos la espalda a Nessie y a mi.

-No se qué tienes Bella, necesito ayudarte amor, pero no entiendo nada.

Fueron duras sus palabras, pero las necesitaba. Estaba comportándome de manera demasiado egoísta, el era mi ángel y mi locura estaba cortándole el vuelo.

-Lo siento!!-me tiré sobre su pecho, después de que deposité a nuestra bebé en el medio de la cama.-Edward, cariño, perdón, no se que me pasa. Perdón.

Me apretó contra el, respiré aliviada de que me haya perdonado.

-Fue un sueño.-susurró- sea lo que hayas soñado, si fue algo malo, ya pasó, estamos acá, siempre las protegeré, nada les pasará Bella. Me escuchaste? NADA.

Abrí la boca, sin pronunciar palabra, la cerré y la volví a abrir, sentía la necesidad de contarle todo pero me daba vergüenza y miedo.

Después del beso que me dio quedaron atrás mis miedos y temores, él confiaba en mi, me amaba como era. No me cambiaría.

-Bella, me estás ocultando algo. Dime qué fue lo que soñaste. Por favor.

Me acomodé en su pecho, la bebé entre nosotros, bien cómoda y risueña, no se había enterado de nada.

-Soñé que Renesmee ya tenía siete años, o eso aparentaba y que debía comenzar el colegio, y que unas semanas atrás, tú me regalaste una fiesta por mi primer año de transformada, y que yo no entendía nada-sollocé-porque no sabía si era mi aniversario desde el día que nació Nessie, que eso también contaría como su primer año de vida y no solo como el mío, o tal vez…-debí calmarme porque me angustiaba- era el aniversario de mi transformación a medias ese día que desperté  y no te tuve conmigo, pero si te decía temía que te enojaras y te culparas, te conozco demasiado Edward y ahora… no se es que ya no soportaba no decirtelo y y…

Esperó pacientemente a que siguiera, puso un mechón de pelo que se vino  a la cara, detrás de mi oreja.

-De verdad, no quiero que te culpes de nada,-seguí-pero en el sueño, Nessie me entendía muy bien, y me mostró el parto, todo desde otra perspectiva, tú estabas a mi lado, no te apartaste nunca, yo yacía casi muerta en la cama, debajo del dosel de luces cegadoras, y todo era blanco, como una habitación típica de manicomios, y el único ruido que se escuchaba eran las manecillas del reloj encima de mi cama, y bueno… también pero eso era melodía, tu voz cantando la nana.-no se si me entendía algo de todo el rollo de palabras que decía porque sentía la garganta seca y pastosa y el llanto acumulado e inexistente se atoraba justo después de tragar.-y Edward, recibías una carta, un pergamino como esos de antes, medio viejo, que decía que éramos únicos y que serviríamos para algo, no se, y los datos que explicaban ahí eran exactos, a ti te llamaban lector de mentes, a mi un escudo y a Nessie como una bloqueadora. Fue feo.

-Repite eso último-inquirió -¿Quién firmó esa carta?

-Decía Aro Vult..

-Vulturi-terminó.