Me estaba alistando para salir con Carrie, James y Luca; mañana en la tarde Luca y Carrie se irían de vuelta a Inglaterra, así que decidimos irnos de fiesta y yo pasaría el resto del día de mañana con ellos.

-        Que linda amiga- dijo Rose, entre a la cocina estaban todos comiendo- vas a salir- yo tome un poco de mi vaso de coca.

-        Sí- en eso sonó el timbre.

-        Yo voy- dijo la loquita de Alice. Me tome mi vaso de una, lo lave.

-        Hola gatita- me voltee, era Luca, le sonreí y oí un bufido, Edward estaba cerca de mi, por lo que solo yo lo  oí, de verdad no entendía porque le caía tan mal Luca, si él era una buena persona.

-        Hola gatito, nos vamos- dije.

-        Sí claro- me extendió la mano y la tomé.

-        Buenas noches chicos- dije.

Salimos y nos fuimos en el auto, fuimos al bar de la vez pasada, disfrutamos un montón, disfrutando nuestra reunión de despedida. Tomamos bastante.

-        Porque su viaje les sea de mucha favo…rabi…lida..ad- dijo James, ya borracho.

-        Que diablos dijiste- dije yo- ya ni sabes lo que dices- todos reímos.

-        Bueno ya- se levantó Carrie, levantando su copa; los demás nos levantamos- que nuestro viaje nos salga bien, que a James le salga bien su nuevo trabajo y que Bella logre ser feliz.

-        Salud- dijimos los cuatro, espero que así sea.

Pasadas las tres de la mañana nos fuimos al departamento de James, nos levantamos bastante tarde, así que solo nos dio tiempo de almorzar algo y correr al aeropuerto.

-        Te quiero amiga- me abrazó Carrie.

-        Yo también amiga, mucho- le dije separándome de ella.

-        Todo va a salir bien- me dijo mirándome  a los ojos- tu mereces ser feliz y lo lograras.

-        Gracias y eso espero- rogaba que eso fuera cierto.

-        Te quiero gatita- me abrazó Lucas.

-        Yo también gatito, te voy a extrañar- hice un puchero, marca Alice.

Río- demasiada falta- me volvió a abrazar.

-        Te quiero- le dije dándole un piquito en la boca.

-        Yo también- me sonrió y se fueron.

-        Nos dejaron solos- dijo James abrazándome.

-        Pues sí- cuando ya no se veían dije- vamos.

Ya era de noche cuando llegué a la casa, todos estarían durmiendo. Me cambié y caí en un sueño profundo. Hasta que mi alarma sonó, hoy iríamos de viaje a una playa, la verdad me moría de sueño, pero me levante y cambié; cuando baje.

-        Buenos días- me dijo la duende abriendo la puerta principal- nosotros nos vamos antes para comprar la comida- asentí y cuando iba a  meterme a la cocina- a y por cierto te toca irte con Edward, su auto esta en el mecánico.

-        Qué- casi grite, no podíamos estar en la misma habitación, menos en el mismo auto por horas, porque para peor el camino era largo.

-        Lo siento, pero no hay de otra -me dijo saliendo despacio a la puerta- te quiero amiga, no se maten- sonrió y salió. Esta enana la voy a matar.

-        Alice- dije en un murmullo y me metí en la cocina, pera prepararme un batido, la verdad el hambre se me había ido, pero algo debía comer.

-        Los demás- voltee y Edward estaba viéndome desde el marco de la puerta, tan guapo y tan idiota a la vez.

-        Ya se fueron, debían comprar comida- dije  sacando la fruta de la nevera.

-        Ya- se dirigió a la cafetera.

-        Ya desayunaste- le pregunté, solo asintió- quien maneja tu o yo.

-        No sé como quieras- dijo tomando un sorbo.

-        Puedes tu- dije tomando mi batido- todavía estoy dormida.

-        Me imagino, por la salida larga que tuviste- iba a decir algo más, pero no me dejo- esta bien, yo conduzco.- y salió por la puerta, esta sería un día muy largo.

Después de salir de la casa, me acosté en el asiento del frente, pues la de atrás estaba algunas de las maletas de las chicas. El camino estuvo en total silencio, lo miraba de vez en cuando y se veía muy concentrado en la carretera, por suerte puso la radio y debido que teníamos el mismo gusto en la música no me queje, me quede como dormida, hasta que oí como un ponchazo y luego el auto patino un poco.

-        Diablos – dijo Edward, me incorpore y vi que estacionó, a un lado del camino.

-        Que pasa- dije, este salió del auto, lo reviso y me hablo afuera del auto.

-        Se poncho la yanta y el neumático, también- no era experta pero eso era cosa de mecánicos.

-        Necesitamos un mecánico cierto- dije saliendo del auto.

-        Sí, lo podría hacer, pero necesito las herramientas- asentí, no era tan tonta en esto, o al menos algo sabía.

-        Esperemos que haya uno en este pueblo- mire para el otro lado del camino y esto parecía que quedo perdido en el tiempo, unas cuantas casas, unos locales muy dejados, se notaba lo viejo de la infraestructura, pocas personas pasaban por el lugar.

-        Que hora es- pregunto más para sí mismo, me sobresalte pues estaba a mi lado. Miré mi reloj y eran las cuatro, dije que salimos tarde y pues sí casi al medio día.- quédate tu aquí, yo iré a buscar uno- solo asentí y lo vi entrarse en el pueblo. Me senté en el asiento, dejando la puerta abierta, miré mi celular y no tenía señal, genial.

-        Hay un problema- levante la vista, estaba frente a mí- es el día libre del mecánico y no vendrá hasta mañana- no podía ser- tendremos que esperar.

-        Si no hay de otra- dije saliendo del auto- haya hay un hotel- miro a mi dirección y asintió.

-        De acuerdo, voy a ver que hay- dijo.

-        Yo cerrare el auto- asintió sin verme y se alejó- idiota- dije en voz alta cerrando la ventana.

-        Quien es idiota- me sobresalte y volví la vista, era un chico parecía tener poco más de diecisiete, castaño con el pelo medio largo,  de ojos grises, era lindo pero como un niño- hola lo siento te oí y no pude evitar acercarme.

-        Hola, tranquilo, debo dejar de hablar sola- dije cerrando la puerta.- hola soy Bella Swan

-        Hola Bella, soy Alec Volturri- me estremecí en oír su apellido, era el mismo que de Félix.- oye te pusiste pálida, te pasa algo.

-        No, nada estoy bien, tu de casualidad eres familia de Félix Volturri - se sorprendió y luego arrugó el seño.

-        Sí, por desgracia, lo conoces- por lo visto, no le gusta.

-        Sí, esta aquí?- le dije preocupada.

-        No sé, se suponía, pero no lo he visto- me dijo.

-        Me alegra- dije más para mí misma, pero me escucho.

-         Veo  que mi primo no te cae bien- negué.- bueno pero no hablemos de esa peste, tu no eres de aquí- no me pregunto, me dijo.

-        No, se nota mucho?- dije recostándome en el auto.

-        Es un pueblo chico- me dijo- no vivo acá pero vengo muy seguido, conozco a todos.

-        Ya- dije sonriendo.

-        Tu auto se averió?- me dijo.

-        Sí, el mecánico no esta hasta mañana y tendré que quedarme hasta que venga, de todos modos las grúas llegan hasta muy tarde, es casi lo mismo- el chico se recostó junto a mi.

-        Mala suerte, me imagino que te quedarás en el hotel- asentí.

-        Bella!!- Edward se acercaba con cara de pocos amigos, bipolar- ya esta- miró al chico y luego a mí.

-        De acuerdo- tome mi maleta y le pasé la de él- nos vemos Alec, un gusto- le di mi mano, la estrechó y sonrió.

-        Adiós Bella- se fue.

-        Que rápido encuentras diversión- me dijo caminando hacia el hotel, este idiota.

-        Que dijiste idiota-  lo alcancé.

-        Nada Isabela- dijo enojado.

-        Eres un idiota y no me digas Isabela- rio por lo bajo, pero lo vi, le encantaba hacerme rabiar.

Caminamos por un pasillo y llegamos a una habitación, abrió la puerta con la llave.

-        Mi mala suerte- dije creyendo saber por donde iba la cosa- solo había esta cierto.

-        Créeme no me hace muy feliz a mi tampoco- dijo entrando, las damas primero se fue al caño.

Entre y vi que solo una cama, al menos era matrimonial, me deje caer en la cama, el me miró.

-        Vamos no te voy a morder- dije  sentándome en la misma-.

-        Eso no lo creería mucho, podrías ahogarme mientras duermo- dijo acostándose en la cama.

-        Es una idea tentadora, pero no le haría eso a mis padrinos- me levante y me metí al baño, debía salir de esa habitación. Me lave la cara y respire profundo.

Salí del baño, tome mi cartera y abrí la puerta.

-        Donde vas- me miro, sentado en la cama.

-        Necesito un trago y vi un bar aquí cerca- dije saliendo de la habitación, cuando volví venía tras de mí. Paré en seco y lo miré.

-        No te voy a dejar ir sola, a ese bar de mala muerte, Phil me mataría- dijo sonriendo porque sabía que odiaba que me vigilaran.

-        Estoy bastante grandecita, no crees- dije siguiendo caminando- he vivido más que tú, y no lo digo solo porque soy mayor.

-        Unos meses- se adelantó.

-        Aja- dije- crecí en los bares me sé cuidar.

-         No me importa igual voy- dijo.

-        Como quieras- seguí, caminando y me adentre al bar.

    Hola espero les guste y entretenga... ya casi se cumple la ilusion de algunas de ustedes y la mía claro, un poco de paciencia este historia ya casi es de cuento  de hadas...

SALUDOS DESDE COSTA RICA

SUCULLEN

PURA VIDA