(Chicas el vestido de Bella es el mismo que usa en la película crepúsculo, el dia que va al baile con edward!, para que se hagan una ideaJ)

Capitulo 26:

-         nada de regalos- les advertí a todos en el auto.

-         Pero…- trato de reclamar Alice.

-         No!- negué.

-         Y en navidad?- pregunto ella- solo en navidad!- rogó.

-         Promételo- le dije.

-         Lo juro!-dijo feliz.

-         Bueno- dije.-y donde nos espera Charlie?

-         Iremos al restorante más lujoso de Forks- comunico Jasper.

-         Deberíamos ir haber senado cenado en casa- regañe- yo podía haber hecho la cena.

-         No te quejes- interrumpió Rosalie.-hoy es tu día y no tienes que hacer nada.

-         Esta bien- me resigne.- pero me pregunto como le ara para pagar toda la cuenta.-no dijeron nada. Los quede mirando pero ellos se giraron mirando a Alice.- habla- le ordene.

-         Traidores.- refunfuño. Me miro nuevamente.- le ayudamos un poquito- me respondió. No le creí.-bueno, con la mitad del dinero.-aun seguía mirándola esperando a que dijera toda la verdad. Vi en su rostro el sentimiento de la resignación- no quería dejarnos pagar pero lo persuadimos y accedió.

-         Alice!- le regañe.- lo prometiste, nada de regalos!

-         Pero si jure hace unos minutos y a tu padre lo obligamos hace días!- se excuso.

-         Le voy a regañar- asegure.

-         No deberías.- me sugirió Nessie.- Alice y su puchero lo obligaron además de conseguirle una cita con Sue, la mamá de Seth.

Íbamos al restaurante que habíamos quedado con mi padre para almorzar ya que hoy era mi cumpleaños. Íbamos en el Jeep de Emmett en donde cabíamos todos. No íbamos muy elegantes, con traje de etiqueta o vestidos pero íbamos de manera formal y educada. Jacob se nos uniría en el restaurante para comer con nosotros.

Me sorprendió como Charlie se dejo convencer por Alice pero claro, con el puchero y la cara de lastima que coloca mi amiga nunca nadie podía negarse a cada cosa que pedía. Pero lo más raro de todo esto era que Charlie accedió por que le prometieron una salida con Sue, la mamá de mi amigo Seth. Sonaba raro ya que nunca había imaginado a Charlie con otra persona en todos estos años que estuvo solo pero me alegraba de que ya no estuviera más solo amorosamente.

-         llegamos- dijo Emmett sacándome de mis pensamientos.

Mi amigo se estaciono al lado continuo de la patrulla de policía. Nos bajamos y nos acercamos a la entrada donde nos esperaban Jacob con una linda sonrisa y a su lado mi padre que también sonreía.

-         feliz cumpleaños!- me dijo mi padre feliz. Me abrazo y yo también le correspondí.

-         Gracias.- le dije.

-         Esta tan grande- comento con nostalgia.

-         Te quiero papá- lo volví a abrazar. Luego de soltarme Jacob me saludo.

-         Feliz cumpleaños, Bells!- me levanto y dio vueltas por el aire. Después me dejo en el suelo- ten.

Me dio un atrapa sueños muy hermoso.

-         no debiste- le dije.- gracias, Jake.

Luego que me saludaran entramos al restorante.

-         buenas tardes. Tienen reservación?- pregunto el recepcionista.

-         Si- respondió Alice.- Cullen Swan.

-         Síganme- nos dijo.

Nos llevo a un lugar del restorante más elegante y privado. Era muy hermoso. Llegamos a una gran mesa con todo servido y un enorme pastel de Frambuesa que decía “Feliz cumpleaños”.  Emmett fue el primero en sentarse y colocarse un gorrito de cumpleaños en su cabeza.

-         por que hicieron esto?-dije con emoción.- no debieron!

Jasper se acerco al centro de la mesa y tomo una de las sillas.

-         señorita. Asiento.- dijo como todo un caballero. Solté unas risitas y me senté.

Todos se sentaron y me miraban sonrientes. Emmett saco un encendedor y Rosalie coloco 18 velitas en el gran pastel. Las prendieron todas.

-         antes de soplarlas deberías pedir 3 deseos.- dijo Alice. Asentí y cerré mis ojos.

1. poder ver a Edward.
2. que todos mis seres queridos sean felices.
3. que este día sea especial para todos.

Abrí los ojos y sople las velitas.

Estaba todo muy rico y sobre todo el pastel. Creo que estuvimos como dos horas conversando todos felices. En un momento recibí una llamada de mi madre que me felicito y prometió venir a vernos a mi hermana y a mí.

Ya teníamos que irnos pero mi padre llamo nuestra atención.

-         am- estaba nervioso.- bueno, este días es muy especial por Bella y quería darle un regalo que ha sido herencia familiar entre los Swan.- metió su mano al bolsillo del pantalón y saco una pequeña cajita negra, y la abrió.

-         Papá yo…- trate de hablar pero la voz no me salía.

Eran dos pinches de cabello de plata que cada uno tenia una flor donde empotrados tenia unos oscuros zafiros azules.

-         tú y tu hermana son los más valioso que tengo.- dijo papá. Nessie se nos acerco y abrazo.-ahora me falta que mi pequeña Ness cumpla su mayoría de edad y le toque su regalo de los Swan.

-         Papá- le regaño ella con ternura.

-         Foto!- dijo Alice y nos tomo una improvisada fotografía.

 Por ultimo papá nos dijo que fuéramos responsables con lo de la fiesta y nos dejo marchar.

En el Jeep íbamos todos apretados porque nos acompañaba Jacob pero pudimos apañárnosla durante el trayecto.

Llegamos a casa y las chicas me secuestraron sin dejarme ver la decoración de la fiesta.

-         ha llegado la hora de preparar a Bella.- anuncio Alice que me sentaba en la silla rosa de su gran baño.

EDWARD POV.

Ya habían llegado todos y las chicas habían llevado a Bella a prepararse así que ya podía salir de mi escondite.

Tenia que preparar todo para la noche con la ayuda de Alice  que se había escapado de donde estaban las chicas inventándole algunas excusas. Fuimos a ala sala del piano. Los chicos estaban arreglando todo en el primer piso, corriendo todos los muebles y llevándolos al garaje para dejar la pista libre.

En la habitación del piano colocamos una mesa para dos con un pequeño mantel blanco, dos copas, un vino y dos platos para cada uno. Se suponía que la sirvienta que tenían Jasper y Rosalie prepararía una cena especial para los dos. Pusimos por toda la habitación las velas y las rosas que Bella había elegido sin saber para que. Con las velas hicimos una clase de camino hacia la mesa de comer que había quedado perfecto.

No nos habíamos demorado mucho tiempo pero lo que me preocupaban eran los nervios que me ponían idiota.

-         toma- Alice me había dado dos pastillas.- te relajaran y podrás dormir aun que sean un par de horas.

-         Si- y me las tome.

-         Yo te despertare y te diré cuando este todo listo.- se giro y se fue donde las chicas.

Me fui a mi escondite y me quede dormido de inmediato porque las pastillas me hicieron efecto.

-         Edward, despierta!- me llamaba una voz.- Edward!

-         Que pasa?- pregunte medio dormido.

-         OH, nada. Solo que te quedan dos horas para arreglarte y darle el regalo a Bella.- dijo mi hermana de manera pesada. En ese momento me desperté y levante de un salto.

-         Ya estoy despierto- dije seguro

-         OK- sonrío.- ve a darte una ducha a la habitación tuya y de Bella- ordeno.- tu ropa esta lista sobre la cama, hay comida. Luego que estés listo te metes en la habitación del piano hasta que llegue el momento. Te enviare un mensaje para avisarte que ella va subiendo las escaleras.- solo asentí.

Subí a mi habitación y encontré todo lo que Alice me había dicho, mi ropa bien doblada en la cama y una bandeja con comida.

Entre a la ducha y me quede allí un rato para tranquilizarme debido a que las pastillas ya no tenían efecto después de varias horas de dormir. Trataba de pensar pero solo se me venían dudas a la mente. Le gustara mi regalo? Aceptara lo que le pediré? Se pondrá feliz de verme?

Me coloque el traje; camisa blanca y una corbata. Pantalón y un saco de etiqueta negro. Y zapatos negros de charol.

Comí las galletas y tome el jugo que me habían dejado en la habitación pero que no sirvieron de mucho porque cada minuto que pasaba los nervios me consumían más.

BELLA POV.

1:30. después.

-         estas lista- concluyo Alice.

-         Por fin!- dije con las manos en alto.

Estuvimos como 7 horas en el baño de Alice arreglándome para estar linda en mi fiesta. Estaba de acuerdo con el hecho de que me arreglaran pero todo ese acuerdo se fue en un par de horas que me aburrí y no tenia nada con que entretenerme.

Me había colocado el vestido azul que Carlisle y Esme me habían regalado. Era con capas unas sandalias con poco tacón. El cabello lo tenía recogido casi la mitad con pinches y el otro solo estaba suelto. Los zafiros que papá me había regalado iban en mi cabello y resaltaban mucho. Maquillaje sencillo.

-         te quedas aquí- ordeno Alice- iremos a prepararnos.

Las chicas salieron y me dejaron sola. Por lo que me había dado cuenta la fiesta consistía en ir vestido de gala, por mi traje me había dado cuenta ya que no había planeado nada de mi fiesta excepto lo que Alice me preguntaba.

Pasaron 15 minutos y las chicas estaban de vuelta y se veían espectaculares. Nessie llevaba un vestido negro que se sostenía en una sola manga del hombro y que le llegaba un poco mas arriba de la rodilla y usaba tacones, peinada con una trenza que hacia de cintillo y su maquillaje la hacia ver mas adorable con sus ojitos de color chocolate.

Rosalie llevaba puesto un vestido rojo intenso que dejaba descubierta toda su espalda y llegaba casi a las rodillas, usaba unos tacones muy lindos pero me daban susto con tan altos que eran. Su cabello iba recogido en una coleta muy apretada y bien peinada, sin un pelo suelto.

Alice se veía tierna con su vestido café oscuro que se sostenía con unas muy delgadas tiritas transparentes y usaba tacones como Rose. Se había hecho gatitos en el cabello y colocado un cintillo del mismo color que su vestido.

-         se ven estupendas.- comente.

-         No es para tanto.- dijo Nessie.

-         Ha llegado la hora.- anuncio Alice. Me paralice; las piernas no me respondían y sentía que me iba a desmayar.

-         Respira, Bella- me tomo de los hombros Rosalie.-todo saldrá bien.

-         Ya todos están abajo- dijo Alice- vamos.

-         Se que puedo- me di valor.

Salimos de la habitación con prisa, no alcance a verme al espejo para saber como me veía, no me había visto en todo el rato en el que estuve sola.

-         bajaremos primero nosotras y luego que te presenten bajas- me instruyo Alice. Me guiño el ojo.- te prometo que nunca te vas arrepentir de esto.

-         Gracias.- la abrace.- prometo recompensarte.

Y me quede sola esperando como loca, los nervios me consumían.

    - buenas noches- era la voz de Alice.-gracias por venir y esperamos que    disfruten de esta gran fiesta- hizo una pausa.- bueno, para que la fiesta este completa quiero dejarle a la persona por la cual estamos celebrando.

    - cálmate, Bella- me dije.

    - les pido que miren hacia la escalera para recibir a Isabella Swan!- me presento.

Tome todo el aire que podía caber en mis pulmones y baje uno por uno los escalones.

Baje con paso seguro y con calma. “inhala, exhala” me repetía mentalmente. Iba a mitad de la escalera cuando todos aplaudieron y comenzaron a silbar fuerte, gracias a eso mi sonrojo se hizo notar.

Desde allí pude apreciar la sala Cullen que ahora estaba convertida en una verdadera discoteca. Luces de todos los colores, listones adornando todo, una gran mesa llena de comida, un escenario no tan grande pero tenia lo justo y necesario en él y una pista de baile muy grande. No podía creer que todo eso había cambiado en unas cuantas horas.

Llegue al suelo firme y allí me esperaban mis amigos a los que Alice se les unió.

-         hora de bailar- anuncio Rosalie. Puse cara de horror- no te preocupes, Jazz, Emmett y Jacob te ayudaran.

En es momento se me acerco Jasper he izo una reverencia frente a mi luego tomo mi mano dirigiéndome al centro de la pista de baile donde todos habían salido de ella para vernos bailar.

Nos posicionamos en la pista y la canción comenzó. Por suerte no tenia que hacer nada porque Jasper hacia todo el trabajo.

-         se te han pasado los nervios?- pregunto al instante en el que me hacia girar con elegancia.

-         La verdad…si- respondí.-contigo siento paz.- al decir eso me sonrío.

-         Es mi turno.- hablo otra voz juguetona: Emmett. Jazz nuevamente me giro con gracia dejándome en los fornidos brazos de mi grandote amigo.

Emmett al igual que mi anterior bailarín, me guiaba a la perfección.

-         que has deseado antes de que soplaras las velitas de tu pastel?- pregunto curioso.

-         Se supone que es un secreto- me defendí.-si te lo digo no se cumplirán.

-         Una pista.- suplico.- una pequeña.

-         No- dije.- te prometo que si alguna se cumple te lo Hare saber.

-         Te estaré esperando.- advirtió.

-         Me permites bailar con mi mejor amiga?- pregunto mi amigo: Jacob. Emmett al igual que Jasper me dejo en los brazos de Jake dándome un giro.

Nunca había visto bailar a Jacob pero lo hacia muy bien y me ayudaba mucho a no pisarle los pies.

-         Wow, Jacob- exclame.- no pensé que bailaras.

-         Yo menos.- agrego.- pero Alice hace milagros.

-         Que bien- le felicite.- así Nessie podrá ser guiada al igual que yo.

-         Eso es genial.- dijo aliviado- tengo asegurado que solo bailara conmigo.- solté una carcajada.

Luego de unas vueltas y pasos la canción termino. Me hacia falta una persona con la cual poder bailar luego de mis tres amigos. Habría sido lo mas hermoso dejar que sus brazos me sostuvieran y guiara en toda la canción pero tenia la seguridad que solo faltaban días para verlo y aun que no estuviera en mi cumpleaños lo disfrutaría, no solo por mi sino que también por él.

Alice me tomo de la mano y subimos al escenario a toda prisa, tomo el micrófono en sus manos y comenzó a hablar.

-         para que por fin la fiesta comience de verdad, necesitamos que la anfitriona diga alguna palabras- dicho eso me dio el micrófono, lo tome y me coloque en frente de todos los invitados.

Grave error, todos me miraban expectantes. Mis amigos Cullen, los chicos de la reserva que estaban con sus típicas sonrisas y mis amigos del instituto agregando a todas las otras personas que solo conocía de pasada.

-         eh…- respire y luego hable con mas seguridad.- hola, Em…este, se me hace complicado.- confesé al tiempo que me sonrojaba- bueno, quería agradecerles por todo, por asistir y espero que disfruten de la fiesta. Se que Alice- me gire para mirarla- se ha esforzado mucho para lograr todo esto tan fantástico y si hay a alguien que agradecerle todo es a ella- me sonrío luego me volví a girar al publico- y ahora…que comience la fiesta!

Dicho eso, todos estallaron en gritos de alegría.

La fiesta siguió su rumbo y la verdad era que estaba buenísima; la pasábamos bien y bailábamos en grupo, como siempre. Alice y Emmett no bebieron nada porque según ellos perderían su prestigio y además no se querían perder nada de la fiesta.

El ritmo de la música era muy pegajoso y provocaba con facilidad el no aguantarse bailarlo. A veces iba por comida a la gran mesa y cuando iba a sacar algún canapé, Jasper y Alice venían por mí para volver a unirme a ellos y bailar.

Me parecía que estaban vigilándome pero no creí que fuera enserio así que no le di importancia.

Ya era casi media noche cuando Alice me pidió un favor que no me agrado.

-         podrás ir a la habitación del piano y traerme los tragos que deje allí?- pidió inocentemente.

-         Alice, como se te ocurre poner alcohol en esa habitación?-le rete.-que pasaría si Edward las ve?

-         Él aun no llegara así que no tiene importancia- dijo como si fuera lo mas común.- iras?

-         Vuelvo enseguida- le avise y camine hacia la escaleras.

Me quedaba solo una escalera que subir pero me saque los tacones porque me caería en cualquier momento. Subí así más rápido y cuando ya estuve segura me los volví a colocar.

Camine tocando las paredes porque estaba muy oscuro. Suspire al poder encontrar por fin la puerta de la habitación:

Como Alice pudo colocar botellas de alcohol aquí? Se suponía que no bebería? Pero me iba a escuchar, la regañaría todo el día y…

Entre y alce la vista, no pensé encontrarme con nada pero otra vez me habían vuelto a sorprender.

La habitación estaba llena de velas encendidas por todos los rincones y también habían formado un camino hacia una mesa que extrañamente era para dos personas. La luz de la luna no iluminaba toda la habitación pero si hasta el piano en donde había pétalos de rosas rojas, muy hermosas, esparcidas sobre él.

-         que lindo- murmure.

Pero en ese momento se escucho un ruido que provenía de la oscuridad que me asusto.

-         quien esta allí?- pregunte asustada.

No obtuve respuesta así que me dieron igual las botellas que Alice quería que llevara a la fiesta, que le pidiera ese gran favor a Emmett porque yo no entro a esta habitación hasta que sea de día. Me gire con prisa para salir de la habitación pero solo bastaron dos pasos para que alguien me hiciera frenar.

-         espera- había dicho. Con esa palabra me dejo estática en el suelo, como si estuviera soldada al suelo.

No quería girarme hacia la dirección de donde venia la voz porque tenia miedo de que mi mente me hiciera una mala jugada como la vez que caí inconciente y creí que Edward me hablaba.

Mi mente me decía que debía salir rápidamente de allí pero era por el miedo y mi cuerpo y corazón decían otra cosa; quedarme era lo mejor.

Sin previo aviso unos fuertes y calidos brazos me rodearon por la espalda. Mi corazón comenzó a palpitar aceleradamente  ante el contacto que me estremecía de felicidad. Pude sentir su aroma envolverme y hacerme perder en él, sentí como su rostro se enterraba en mi cabello, aspirando mi olor.

Mi mente cambio en medio segundo, del miedo a la felicidad, seguridad y sobre todo a amor que me hicieron sentir completa.

-         yo…yo- trate de hablar.

-         Shhh- con tan solo ese sonido proferido de su voz mi cuero se lleno de descargas eléctricas que me recorrían hasta lo mas mínimo de mi ser- estas preciosa, encantadoramente hermosa.

Solo su murmullo basto para que mi cuerpo reaccionara, me voltee y fue lo mejor que pude haber echo.

Sus ojos y los míos se encontraron después de tanto tiempo sin poderse contemplar. Pude apreciar su hermoso rostro, cada centímetro de él, su hermoso cabello cobrizo que siempre estaba despendo y le hacia ver guapo.

-         lamento haberme ausentado por mucho tiempo.- se disculpo. Quería seguir hablando pero le interrumpí colocando mi mano en su mejilla.

-         Eso ya es pasado.- le aclare.- ya no importa nada, solo que tu estas aquí.

-         Te he extrañado mucho.- me abrazo mas a él.

-         Yo también te he extrañado demasiado- lo rodee por el cuello con mis brazos.

Nos acercamos cada vez mas, poco a poco hasta que nuestros aromas se entre mezclaron. Rozamos nuestros labios y ya estaba ansiosa de tener los suyos sobre los míos. Pero esta vez no fue una persona que nos interrumpió sino que mi estomago regaño por no haber comido nada en toda la noche.

-         demonios.- regañe. El soltó una pequeña risita que fue como si cantaran para mi, provoco que mi pequeño enojo pasara al olvido.

-         Ven, cariño.- tomo de mi mano y me llevo a la  pequeña mesa.- cenemos.

Me ayudo a sentarme y luego el se sentó. Se nota que era distraída porque no me había fijado que la comida estaba servida.

Tomo la botella de vino y sirvió en las dos copas, una para cada uno.

-         este…no me gusta el vino.- dije avergonzada.

-         A mi tampoco pero dicen que tiene un riquísimo sabor a uva.- dijo tendiéndome la copa que tome de inmediato.- brindemos.

-         Por que motivo deberíamos brindar?- pregunte.

-         Por el reencuentro- y chocamos nuestras copas.

Bebí solo un poco pero Edward tenia razón, el vino sabía muy bien. Dejo un sabor dulce en mi paladar.

-         esta delicioso.- comente. Puso esa sonrisa torcida que me dejaba sin aire.

Cenamos entre risas y halagos. Me decía palabras que me hacían sonrojar mucho, tomaba mi mano y la acariciaba. Mi corazón, el sonrojo y las corrientes eléctricas no se iban nunca me gustaba sentirlos, me daban la seguridad que Edward estaba de verdad conmigo.

-         me resulta…difícil que este aquí conmigo.- le confesé cuando terminamos de cenar- pero mas difícil fue no verte por mucho tiempo.- cuando dije eso su rostro se cambio a tristeza, dolor.

-         Te entiendo.- murmuro-para mi fue lo mas difícil dejarte  creyendo que arreglaría todo pero te hice mas daño- me dijo.- no me perdonare jamás esto que te hice, fui un idiota.

Me levante de mi asiento y camine hacia él abrió sus brazos y dejo que me sentara y apoyara en su regazo. Lo mire seria y fijamente.

-         no toda la culpa la tienes tu- le aclare-  yo también fui culpable por no haberte creído y quizás el destino tenia que ser así.

-         Pero aun así te hice sufrir.- se recrimino.

-         Pero lo supere.- le reconforte.- ahora si estoy mejor que nunca, tengo a la persona que mas amo abrazándome en el día de mi cumpleaños. Es el mejor regalo.

-         Hablando de eso.- saco otro tema- te quiero dar mi regalo.

-         No quiero mas regalos.- le aclare.- son suficientes y no quiero pedir mas.

-         No seas mala- suplico.- a todos les aceptas regalos y ami no.

-         Este bien. Solo este y ninguno mas.-le advertí.- que es?

-         Mi vida entera- contesto serio. Le mire extrañada.-

-         No entiendo.

Nos pusimos de pie y quedamos cada uno en frente del otro.

-         esto quizás no sea un regalo si no una promesa y una petición que nos implica a los dos.

-         Me estas asustando.- confesé.

-         No debes asustarte, eso creo.- suspiro.-como decía. Te amo y nunca te voy a dejar de amar, eres la persona mas encantadora y te prometo nunca mas irme, jamás y si fuera así te llevaría conmigo porque no soportaría estar mas tiempo lejos de ti.- se separo un poco de mi.- esta decisión de la he pensado muy bien y deseo que esto sea para la eternidad.

-         Yo también te amo.- le dije. Sonrío.

Se metió su mano en el bolsillo de su chaqueta de etiqueta y luego tomo mi mano. Coloco una rodilla en el suelo y con la otra se sostuvo.

-         Isabella Swan- pronuncio mi nombre con adoración.- prometo amarte para siempre, todo los días de mi vida. Quieres casarte conmigo?

En ese momento quería decirle tanta cosas, las mas hermosas, tiernas y cursis que ni el mismo Edward habría escuchado pero solo una palabra bastaba para decirlo.

-         si- susurre.

Me miro con tanta emoción y devoción.

Se levanto y abrió la cajita que había sacado de su bolsillo. La joya que había dentro de la pequeña cajita era muy hermosa y sencilla, era una flor pequeña y en su centro tenia un diamante azul. Tomo mi mano y coloco el anillo en mi dedo corazón. Me quedaba perfecto y brillaba a la luz de la luna.

-         es hermoso.- le dije observando a Edward que lo miraba con mucha felicidad.- te gusta. Verdad?

-         Me fascina- dijo.- pero prefiero a la persona que lo usa.- me hizo sonrojar. Rió.

Me acerco a el lentamente tomándome de la cintura y colocando una de sus manos en mi mejilla. Esta vez sabia que nada nos interrumpiría así que le ayude y me acerque más a él. Por fin nuestros labios estaban unidos después de tanto tiempo, ansiaba tanto esto que ahora si estaba completamente llena de felicidad. Lo abrace más para atraerlo a mí. Nosé como pero el aire parecía que no nos hacia falta, quizá porque ansiaba tanto besarlo que el aire no era un impedimento para soltarlo.

Él fue el primero que termino el beso pero no se soltó de mi agarre.

-         tranquila, Bella- pidió bromista.- no me voy a escapar.

-         Lo sé- respondí- pero quiero asegurarme.

-         Mmm...…- puso cara picara.- me gusta como te aseguras.-me hizo sonrojar- mi prometida.

-         Mi prometido.- le dije volviéndolo a besar.

-         Vamos a la fiesta.- dijo esta vez que se hizo escaso el aire.

-         Alice debe estar esperándome.- suspire.

-         Vamos.

Salimos de la habitación y me ayudo a bajar las escaleras.

Llegamos al primer piso donde nos esperaban todo el mundo bailando al pegajoso ritmo de la música

-         Bella!- me llamo una voz cantarina. No pareció mostrarse emocionada al ver a Edward pero lo que le sorprendió fue ver el anillo en mi mano.- Wi!- celebro mientras Jasper la abrazaba por la cintura.

-         Ya lo sabían?- pregunte.

-         Ella fue la experta de todo.- aclaro Edward.

-         Debería haberlo imaginado.- rodee los ojos.

-         Hola chicos- nos saludo Nessie que venia acompañada de Jacob y mas atrás Rosalie y Emmett.- ha dicho que si?

-         Estaban al tanto de todo?- pregunte sorprendida.

-         Ya te dije.- susurro en mi oído mi prometido.- bailamos?

-         Edward, tu sabes que soy mala bailando.- le dije. No me hizo caso y tomo de mi mano llevándome a  la pista.

-         Pero yo no te voy a dejar caer.- tomo mi cintura y yo coloque mis brazos en sus hombros, acercándome a él.

Nos movimos al ritmo de la música; Edward me ayudaba y lograba sacar de mi algunos paso de baile.

Pasamos bailando lentamente por mucho tiempo, a veces eran más rápidas las canciones que no parecía importar en nuestra burbuja de amor. Nos besábamos y mirábamos a cada momento, cada vez que acariciaba mi rostro provocaba descargas en todo mi cuerpo.

Mis pies estaban cansados y los ojos me pesaban, estaba exhausta y quería descansar pero no quería dejar de bailar con Edward. Estábamos abrazados, mi cabeza estaba apoyada en su pecho, era cómodo.

Cada vez me quedaba más dormida con el aroma de Edward, mi respiración cada vez se hizo mas tranquila.

-         estas cansada- dijo Edward en mi cabello.

-         Solo un poco.- dije bostezando.

-         Debes dormir.- me miro a los ojos.- vamos.

Me ayudo a caminar hasta la escalera en donde me tomo en brazos y subió.

-         no tienes por que hacerlo- le dije apoyada en su pecho.- yo podía.

-         No me molesta.- me aseguro.- además eres mi prometida y pronto mi esposa así que me da gusto llevarte.- argumento orgulloso.

-         Gracias- le dije acurrucándome.

Llegamos a nuestra habitación y me ayudo a recostarme y luego se acostó a mi lado abrazándome.

-         descansa, Mi Bella- susurro.

-         Volverás a la fiesta?- le pregunte.

-         Sin ti, la fiesta no me apetece.- beso mi cabello- no eres buena para trasnochar.

-         Es verdad.- concluí- en la fiesta de Brasil dure solo hasta las 2 de la mañana.

-         Mmm...- murmuro- como la pasaste en esa fiesta?

-         Hablaremos de ese tema mañana ya que no tengo fuerzas para regañarte.- dije bostezando.

-         Duerme- dijo con ternura.- estaré aquí cuando despiertes.

-         Solo una cosa más.- pedí. Alce la vista y le mire. Me correspondió con la mirada y supo lo que quería. Me dio mi beso de buenas noches, el que siempre tendría, para el resto de mi vida.

Aishh! Me enkaanto este kappituloo!

Espero ke les haya gustado a utedes chicaas!

Espérenme hasta el viernes!

Perdon si las deje kon las ganas en los anteriores kap pero era necesario!

                                                      zhayyto!