POV Jacob

-         ¡Quieta! –gritó Alma.

Después de decir eso volvió a gritar varias veces.

-         ¡Haz algo Carlisle! –gritó Bella.

-         Por favor… -susurraba.

-         No le puedo ver nada, ese vampiro…

Explicaba mientras Edward hasta que Alice tenía la mirada perdida y Edward se tensaba.

-         Victoria. –dijo Edward furioso.

-         Esta bloqueando la mente de Alma para que no pueda Edward leer y yo tuve una visión bastante borrosa, es una Vulturi. La quinta estrella. –explicó Alice.

-         Entonces…

-         Quieren eliminar a Alma. –cortó a Bella, Alice.

-         ¡No!

Grité al ver a Alma volar por la habitación. – Cogedla. –Gritó Carlisle.

Yo me guié e iba dándose golpes por el techo hasta que ella como un imán cayó en mis brazos.

-         ¡Alma! ¡Despierta!

Le grité y abrió sus ojos y me vio y yo vi en sus ojos terror.

-         Jake… -y volvió a cerrar los ojos.

Pero se escapó de mis brazos a la velocidad de un vampiro y voló hasta atravesar la cristalera grande y cayó en el piso de abajo.

-         ¡Alma! –gritamos todos y bajamos a por ella.

No nos daba tiempo a cogerla.

-         Cogerla. –dijo Carlisle.

Bajamos bajo y Emmet estaba cogiéndola en brazos.

-         ¿Qué es eso? –preguntó Bella.

No dijo nada Carlisle y sin pensarlo dos veces lo clavó en el pecho y bajó ese líquido hasta que Alma dio un salto y sus pupilas se dilataron.

-         ¡Alma! –grité. – Cariño…

Me miró y hizo cara de dolor.

-         Me duele… por favor…

Entonces comprendí lo que le había inyectado, un chute de adrenalina para poder despertarla.

-         Pequeña… Ahora te curamos. Tranquila. –dijo Carlisle.

-         Congela, Jacob. –me dijo Edward.

Cogí a mi novia con mucho cuidado de los brazos de Emmet y noté como Alma le caían las lágrimas.

-         Ahora te curará tu abuelo.

-         Jake… me duele…

-         Lo sé. – de verla se me caía mi alma. –te voy a cuidar.

-         No puedes, esa cosa me atrapará cuando cierre los ojos y no podré volver a vivir. Tengo miedo.

A mi también me daba miedo pero para no preocuparla le di un beso y pronto se quejó.

-         Puñetero brazo. ¿De donde me caí?

-         Primero a mis brazos y la segunda vez por la ventana.

Alma se quedó sin habla y llegamos a la habitación donde Carlisle estaba esperándola con vendas y cosas médicas.