BAJO LA LUZ DE LA LUNA

Autor: fati_fitimeta
Género: Romance
Fecha Creación: 20/06/2010
Fecha Actualización: 22/06/2010
Finalizado: SI
Votos: 5
Comentarios: 11
Visitas: 59339
Capítulos: 55

 

En el amor vale todo, lo darías todo cuanto quieres a esa persona que te ilumina cada mañana, tan solo con esa sonrisa perfecta.

El lugar más bonito es bajo luz de la luna, a veces en situaciones, como la adolescencia pensamos que esa persona no es correspondida, ¿pero y si se trata de un hombre lobo?

¿Y si ese hombre lobo está imprimado de ti?

En tal caso, pasan obstáculos en nuestra vida, tanto buenos como malos.

Hay que fer valientes y afrontar a esas cosas.

¿Qué pasaría si fueras una chica semi vampira y semi humana?

Fantástico, ¡eh! Pero muchas veces las cosas cambian, pueden ocurrir cosas desagradables, que puedes llegar a tiempo a saber lo que pasa o no, incluso ¿Os habéis parado a pensar que los sueños se hacen realidad? Pues, en algunos casos, las pesadillas si… pueden llegar a ser horribles.

Y pase lo que pase, siempre tendrás a tu lado a la persona que realmente te ama.

Básicamente son cosas de adolescentes, una vida muy aventurera, con muchas cosas.

 Pero es como un cuento de hadas, ¿podrá tener un final feliz?

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 25: Mi cumpleaños

 

Narra Alma

 

 

Me lo pasé genial con Andrew, estuvimos en el parque asta que me llamó Jacob.

-         ¿Diga?- lo cogí.

-         Cari, voy a por ti ¿ya?

-         Si, claro

-         Pues en 5 minutos estoy ahí.

-         ¿dentro de 5 minutos?

-         En el parque cerca de tu instituto.

-         Si, en el parque, adiós.

Colgué y metí el móvil en el bolso.

Estuvimos hablando un rato más y de pronto apareció Jacob.

Nos despedimos y cada uno nos fuimos a nuestras casas.

Jacob me acompañó asta mi casa.

-         Bueno… y como te lo as pasado.

-         Bien, me ha gustado mucho el regalo.

-         ¿A que se pueden dar adelantados?

-         No, no.  Era una parte de su regalo, me ha dicho.

-         Jo… yo quería dártelo ahora, por lo menos uno.

-         Prefiero que esperes.

-         Lo que quieras…

-         Te quiero, y ese es el mayor regalo que puedo tener.- después de decirle esto nos dimos un beso.

Llegamos a mi casa y yo entré, él se fue a su casa.

-         Mamá, ya estoy aquí. – le dije.

-         ¿Cómo te lo has pasado?

Me dijo desde la cocina, estaba preparándome una ensalada.

Me senté en la silla para comer y se lo conté todo.

-         Me alegro cariño.

-         ¿Y papá?

-         Ha ido a una cosa.

-         Ah, vale. Me voy a dormir que tengo machismo sueño.

-         Buenas noches amor.

Subí y me puse mi pijama. Me acosté y me dormí pensando en el día de mañana, mi cumpleaños…

Tuve un sueño bonito, en la que me imaginé como saldría mi cumpleaños, rodeada de mis mejores amigos, claro. Mañana lo celebraría por la noche con mi familia. Y el sábado con los amigos.

 

Cuando me desperté vi al lado del ordenador un regalo.

Lo cogí y miré la tarjeta.

Felicidades cariño.

Sonreí y me di la vuelta y vi entrar a mis padres.

Me dieron un beso y me felicitaron.

Abrí el regalo. Gracias.

Me encantaba, además de que necesitaba unas, me encantaba.

http://www.evisos.es/images/advertisements/2009/03/12/deportivas-nike-channelzero-3_57ada069a_2.jpg 

Después me vestí y me fui al insitito.

Andrew me dio dos besos y me felicitó.

Llegamos al instituto.

-         Felicidades Alma.- me dio dos besos María.

-         Gracias, guapa.

Otras chicas las más “pijas” como las llamo yo, alguna me caía bien, pero no todas, especialmente esa que se llama Cristina, también me felicitaron.

En la hora del patio, Andrew me hizo reír mucho con sus chistes.

-         ¿Y esta noche que vas hacer?

-         Pues tengo cena familiar, ya sabes…

-         Ah, vas a celebrar el cumpleaños.

-         Si, y el sábado con mis amigos, que ganas.

-         ¿Seremos muchos?

-         Pues… no muchos.

De pronto se nos acercaron el grupo de las pijas, algo tramaban.

Me llamaron.

-         Espera Andrew.

Asintió y yo me levanté de la silla. Fui asta ellas.

-         Hola chicas, dime que queréis.

-         Alma, ¿conoces algún chico… para una amiga nuestra?- me dijo Iris, ella es la que mejor me caía del grupo.

-         Bueno… pues no se, yo conozco a un par de chicos…

-         Cuando los vas a ver… es que la pobre necesita novio urgentemente.

Pensé en algunos chicos de la Push. Y pensé en invitarlas, lo malo es que seguro que iría Cristina. No me a caído nada bien desde que entré en el instituto.

-         Estoy pensando, no se pero… Queréis venir a mi fiesta de cumpleaños este sábado.

-         Claro, por que no.- dijo Paula.

-         Bueno pues os veo a todas vosotras en la Push, sabéis donde es, ¿no?

-         Si, si. Allí ay unos cuantos, que están buenos…- dijo Paula.

-         Si…, os veo.

Volví con Andrew y él me miro con la boca abierta.

-         Que fuerte… vale entiendo que las invites, a mi también me caen bien, pero ¿Cristina?

-         No puedo hacer nada… además no les aré caso.

-         Espero que este quieta…

-         Bueno cambiemos de tema.

Sonó el timbre para la siguiente clase.

Pero pasó la mañana lenta, pero la última rápida.

Al salir nos despedimos.

-         Bueno me voy hacer tu regalo.

-         Vale, gracias eh.

-         Que te lo pases muy bien esta noche.

-         Chao.

 

Llegué a casa.

Y estaba mi tío Emmet y mi tía Alice.

- ¡Tíos!- grité.

Le di un abrazo a mi tía y ella me guiñó un ojo.

Me fui a mi tío Emmet y le di flojo al brazo, para no romperme la mano.

-         Ey nana, felicidades.- me dijo.

-         Gracias. Tenía muchísimas ganas de verte. Hace uf… que no hablamos eh.

-         Ya ves… tenemos que pasar más tiempo eh, tengo que enseñarte un montón de cosas.

-         ¿Y como van las apuestas?

-         Bueno… bien.

Saltamos a risas mi madre, mi tía y yo. Luego él se unió también.

Dejé todas las cosas en mi habitación.

-         Bueno a que hora tengo que estar lista…

-         Pues a las ocho vendremos.

-         Tía, gracias por lo de ayer, salio genial.

-         Ya lo sabía. Me alegro.

Pasó la hora de comer y así un buen rato.

No sabía que hacer… pero aun no había visto a Jacob… ¿se habrá olvidado?

Me tenía algo preocupada.

¿Y si le había sucedido algo?

Entonces llamé a mi tía Alice y subió.

-         Dime cariño.

-         Tía, sabes donde está Jake

-         Sabes que no puedo verlo…

-         Pero no sabes donde está…

-         Si es por que tarda, tranquila, se estará poniendo guapo para ti.

-         Tía…

-         Tranquila, tú arréglate que yo le llamo ¿vale?

-         Si. Gracias.

Me fui a la ducha. Estuve media hora o así dentro de la bañera.

Luego de la ducha, fui al armario y me no sabía que ponerme.

Entró por la puerta mi madre, y le pedí ayuda.

Me dijo que a ella le gustaban unos pitillos con botas y una camisa.

-         Mamá, se ve que las clases que da tía Alice, sirven.

Estallamos a risas.

-         Si, eh. Bueno si necesitas algo dime.

-         ¿Ya ha venido la familia?

-         Si, aun falta gente.

-         Habéis contactado con Jacob….

-         Si, tranquila.

-         ¿Vendrá…?

-         Si, claro. Date prisa.

Fui a vestirme y me dejé el pelo suelto.

Me pinté poco y apunto de abrir la puerta, alguien la abrió, casi me caí al suelo.

Pero Jacob me cogió.

-         Lo siento.

-         Tranquilo. Gracias.

-         Felicidades cariño…- entonces me dio un beso.

-         Gracias.

Nos separamos y me dio la vuelta.

-         ¿Qué ocurre?- le pregunté.

-         Ten...

Me puso un colgante envuelto en el cuello.

Me fijé, era un corazón negro.

-         ¿Te gusta?

-         Es precioso. – le di un beso.

-         Vamos bajo, están todos esperándote.

Bajamos cogidos de la mano, y vi a toda mi familia, mis tíos, mis abuelos y a mis padres. Y también estaba Billy.

-         Felicidades.- empezaron a decirme.

Luego cenamos, Billy, Jacob y yo. Los demás se sentaron en la mesa pero hablando.

Al cabo del rato sacaron una pequeña tarta y los regalos.

-         Alma, espero que te gusten… no sabíamos que regalarte…- me dijo mi tía Rosalie.

Abrí el regalo pequeño y eran unas gafas de sol, pero Ray Van.

-         Son de los chinos… lo siento.- dijo mi tío Emmet.

-         Emmet, no cariño fuimos a la óptica…

-         Gracias tíos. Me encantan.

Luego se acercaron mis otros tíos.

-         Sobri, es de los dos pero como ya sabes tu tía Alice tiene algo más…

-         ¿Ropa?

-         Si, hija si.

-         Que guay.

Me dio un paquete pequeño y lo abrí, era precioso, era un reloj de Tous. Todo de marca, no es por nada, me sentía algo incomoda. Pero me encantaban los regalos.

Se acostó a mi, mi tía.

Me entregó un papel. Lo leí.

-         Un vale de descuento en las tiendas… ¡Gracias!

-         Sabía que te gustaría, por eso una cosa por adelantado…

Me dio unas converse.

Y por ultimo mis abuelos me dieron dinero y mis padres más dinero también.

 

Cuando terminamos fuimos a dar un paseo.

Fuimos al pueblo, después de acompañar a Billy a su casa.

-         No tengo que volver muy tarde a casa…eh.- le dije.

-         Tranquila.

-         A tu lado lo estoy siempre.

Me cogió de la mano.

Damos una vuelta, no había mucha gente.

Pero por desgracia me encontré con Cristina.

Como siempre fingiendo, me paró.

-         Hola Alma.- me dio dos asquerosos besos.

-         Hola Cristina.

-         Cris por favor, que somos amigas.

-         Claro.

-         Ah, por cierto, felicidades.

-         Gracias.

-         ¿Qué haces a estas horas por aquí?

-         Pues pasear. Si no te importa ya nos vemos. Adiós.

-         ¿Es tu novio?- me preguntó mirando de una forma que no me gustaba a Jacob.

-         Si, adiós.

Nos fuimos de allí.

-         ¿Qué pasa Alma? ¿Quién era?- me preguntó.

-         Vámonos de aquí, por favor.

-         Si, pero me puedes decir quien es.

-         Una compañera de clase, que no me cae nada bien.

-         Pues parecía que tu a ella si que le caes bien

-         Te suena ¿actuar? Pues ella lo hace siempre.

-         Vaya que tipa…

-         Lo que más me da rabia…

Estaba que ardía por dentro de mí. Conforme le había mirado, esa mirada sensual.

No me gustaba para nada, tenía que decirle que no viniera a mi fiesta…

-         ¿Estás bien, Alma?

-         No, no lo estoy.

-         Olvídate de ella.

-         No puedo, has visto conforme te ha mirado… no la soporto. Ay!!!

Estábamos ya dentro del bosque atravesándolo para ir a mi casa.

Iba dando zancadas fuertes de la rabia.

-         Alma… si lo e visto, le e apartado la mirada…

-         Pero yo no te culpo a ti, se que es guapa… ¡búa!, tonterías.

Entonces me cogió de la cintura dulcemente, atajándome a su cuerpo.

Le miré a los ojos.

-         Sabes… tu eres más guapa que esa, ya lo digo.

-         Por que estés enamorado no quiere decir que no veas que las demás son más guapas que yo, ya lo creo…

-         Te pegas cuarenta patadas a esa creída.

No le contesté, no quería hablar de esa…

Me dio un beso.

-         ¿Sabes que?

-         Dime.

-         Pues resulta que este no es el único regalo que te echo…

-         ¿No?

-         No, el otro te lo daré el sábado, si quieres…

-         ¿Qué será? ¿Que será?

Se encogió de hombros, le di un codazo y empezamos a caminar otra vez.

Cuando llegamos me despedí de él con un beso.

Entré a mi casa. Me despedí de mis padres también y fui a dormir, estaba agotadísima.

Me dormí pensando en como fue la tarde…

 

Capítulo 24: Tarde divertida Capítulo 26: ¿Enamorándome?

 


 


 
14639737 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10859 usuarios