Amor, rencor, ¿perdon? (+18)

Autor: fiofio
Género: Romance
Fecha Creación: 23/10/2011
Fecha Actualización: 22/01/2012
Finalizado: SI
Votos: 13
Comentarios: 59
Visitas: 150015
Capítulos: 44

¡¡¡FIC TERMINADO!!!

Esta historia relata la vida de Bella cuando se ve abandonada por el hombre que ama.

Les dejo el link de mi nueva historia por si alguien quiere derle una leidita

Perderlo todo: http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=2539

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Capítulo 24: Nervios, parte 1

Me desperté a causa de Lydia.

-                     Mami! Mami! Donde esta papa! –pregunto entrando a mi habitación y saltando en mi cama.

-                     Tranquila amor, el vendrá dentro de un par de horas a buscarnos, hoy conocerás a tus abuelos, los papas de Ed. –le explique mientras me enderezaba en la cama, mire el reloj de la mesita, apenas eran las siete, faltaba una hora para que la alarme sonara.

-                     A quien? –pregunto incrédula.

-                     A los padres de tu papa amor, tus abuelos. –le repetí.

-                     Yo no quiero conocer a esos señores, ellos no me querrán como papa y los tios Alice y Jas. –dijo muy triste.

-                     Ellos te amaran desde el primer momento mi cielo, como todos. – le asegure.

-                     Pero y si no? –pregunto aun indecisa.

-                     Alguna vez te he mentido? –le pregunte seria.

-                     No mami. –respondió avergonzada.

-                     Entonces no tienes nada que temer. – la única que debía estar nerviosa era yo, pensé para mis adentros. Lydia se quedo mirando tv en mi cama mientras yo me bañaba, luego fuimos a preparar el desayuno para nosotras y Emmett, a las ocho se despertó mi hermano y nosotras ya lo esperábamos con la mesa pronta. Desayunamos charlando de la cena del dia anterior, Lydia no podía estar mas feliz por haberse reencontrado con su padre, Emmett paso una buena noche pero nada del otro mundo, en cambio yo pase una fantástica noche, extrañaba mucho a Edward reencontrarme con el fue genial, pero toda esa felicidad se vio opacada por la preocupación de reencontrarme con mis ex suegros. Después de desayunar lavamos todo, hicimos las camas y yo ayude a Lydia a bañarse. Diez menos cuarto sonó el timbre de la calle, Lydia y yo estábamos en el baño, por lo que supuse que Em atendería. Fuimos al cuarto de mi princesa a vestirla, le puse un hermoso vestido de verano color blanco con círculos violetas y sandalias violetas. Cuando fuimos al living, al encuentro con Emmett, lo escuchamos que hablaba con alguien y que se reía.

-                     Papa! –grito Lydia entrando delante de mi y salió corriendo a los brazos de su padre.

-                     Princesa! –dijo a modo de saludo Edward una vez la tuvo entre sus brazos.

-                     Hola. –salude yo una vez estuve a su lado.

-                     Hola cariño, como estas? –me pregunto y se paro para darme un beso en los labios. Emmett y yo quedamos asombrados ante el gesto.

-                     Esto… muy bien, nos vamos? –pregunte entrecortada.

-                     Claro. Vienes en el auto con nosotros o llevas tu auto? –le pregunto a mi hermano, el cual aun seguía sorprendido.

-                     Los sigo en mi coche. –respondió después de un par de segundos.

-                     Bueno en ese caso nos vemos en la calle, porque yo he estacionado ahí. –dijo y camino rumbo a la puerta con nuestra hija en brazos.

-                     Tengo que ir a buscar el bolso al cuarto. –le informe. Se detuvo al lado de la puerta y me hizo un gesto con una de sus manos para que fuera. Tome el bolso que se encontraba sobre la cama y regrese, mi hermano ya no estaba, Edward noto que lo estaba buscando.

-                     Bajo al estacionamiento para que nos encontráramos en la calle. –me explico.

-                     En ese caso vamos. –le dije. Me tomo de la mano y salimos juntos rumbo al ascensor. Definitivamente algo le había pasado a este hombre, pensé para mis adentros. Llegamos a la planta baja del edificio, salude al portero y salimos, siempre de la mano. En la calle se encontraba un volvo, pero no el mismo que vi la noche anterior.

-                     Y este auto? No es el que vi ayer. –comente.

-                     No, este es mas cómodo para viajar con Lydia. –explico como si fuera obvio, ya que tenia cuatro puertas.

-                     Alquilaste un auto solo para poder viajar mas cómodo? –pregunte entre incrédula y sorprendida.

-                     No, ya lo tenia, pero uso mas el otro. –para ese momento ya estábamos dentro del auto, Edward puso el auto en marcha, Emmett hizo lo mismo y nos siguió. El viaje duro alrededor de una hora. Cada cuadra que avanzábamos mis nervios iban creciendo considerablemente, hasta que nos detuvimos frente a una gran casa a las afueras de la ciudad, la casa era realmente hermosa, muy del estilo de los Cullen. En cuanto baje del auto vi que habían tres autos mas estacionados al lado derecho de la casa, Emmett estaciono detrás del auto de Edward, bajo del auto y se paro a mi lado, me tomo de las manos, me miro a los ojos y sin palabras me demostró que contaba con todo su apoyo, soltó mis manos y Edward volvió a tomarla.

-                     Tranquila cariño, el único que tiene derecho a reclamarte algo soy yo, y bien sabes que entre nosotros ya todo esta aclarado. –me guiño un ojo por la ultima parte de su comentario. Mire a mi hija, ella ya había entendido parte del problema por lo que me miraba con expresión triste, no era justo que ella se sintiera asi.

-                     Vamos. –dije en un arranque de valentía. Nos encaminamos a la puerta, Edward iba a entrar sin tocar, lo mire de forma reprobatoria por lo que sabiamente decidió tocar el timbre. La que abrió fue Alice.

-                     Por fin llegan! Ya echaba de menos a mi preciosa sobrina. –dijo abrazando a Lydia pero sin sacarla de los brazos de su padre, luego me abrazo a mi y por ultimo se tiro a los brazos de Em. En ese instante note que Alice, Edward, y probablemente también Jasper, debían de pretender actuar como si el tiempo no hubiera pasado, como si todos siguiéramos siendo los mejores amigos y las felices parejas, no me parecía correcta, pero lo considere un buen gesto.

-                     Hola Al, veo que no saluda a tu único hermano. –dijo Edward con sarcasmo pero riendo al final.

-                     A ti ya estoy aburrida de verte –le dijo sacándole la lengua-. Entren, todos están en la piscina. –nos informo. La seguimos por la casa, aun tomada de la mano de Edward, por un lado no me pareció buena idea llegar asi frente a sus padres, pero por otro necesitaba mucho el apoyo que me brindaba con ese gesto. El interior de la casa estaba decorado en colores claros y madera, típica decoración Cullen.

-                     Hijo hasta que por fin llegas. –dijo Esme, que estaba de espaldas a la puerta, sin darse la vuelta. Los que estaban de frente a la puerta eran Jas y Rosalie, Jas sonrió al vernos, principalmente a Lydia y a mi, Rosalie abrió la boca casi hasta el piso y no pudo decir ni una palabra, ese gesto debe haber llamado la atención de de Carlisle y Esme porque ambos se dieron la vuelta. En cuanto nos vieron quedaron igual que Rosalie, debe haber sido chocante, Edward con Lydia en los brazos y tomándome de la mano, para completar la escena Lydia dijo:

-                     Puedo entrar a la piscina papi? –los ojos de Esme y Carlisle se descentraron, por un momento me dio miedo que les haya pasado algo.

-                     No se si tu mami te ha traído traje de baño. –le respondió su padre y luego deposito un beso en su frente, me miro de forma interrogante, pero de mi boca no salió ninguna palabra.

-                     No te preocupes amor, yo te traje uno hermoso –informo Alice-. Ven conmigo a cambiarte. –dijo estirando los brazos en su dirección, Edward se la entrego. En cuanto se fueron los Carlisle y Esme se pararon.

-                     Edward creo que tienes algo que explicarnos. –dijo Esme muy seria, ni se molestaron en saludarnos.

-                     Si –dijo Edward cuadrando sus hombros y pasando su brazo izquierdo por mi cintura-. Mama, papa, Bella y yo tenemos una hija de seis años. –sus padres lo miraron con la boca abierta y luego se fijaron en mi para mirarme con enojo, creo que esa no fue la mejor forma de decirlo.

-                     Como pudiste ocultarle una hija? –pregunto, mas bien grito, Esme. Su actitud me causo miedo haciéndome dar un paso hacia atrás, Emmett se acerco mas a mi, al igual que Jasper.

-                     No le hables asi a mi hermana. –dijo Em enfadado, puse una mano en su brazo para tranquilizarlo.

-                     Que quieres que le diga? “oh, gracias Bella, después de seis años te dignas a presentarme a una nieta que vaya dios a saber si realmente es hija de mi hijo” –ironizo. Eso me dolió mucho, me estaba tratando de zorra.

-                     No te atrevas a hablar de esa forma a Bella. –Edward encaro a su madre.

-                     La defenderás a ella, que fue capaz de ocultarte a un supuesto hijo, en lugar de a tu propia madre? –pregunto Esme incrédula. Que paso con la mujer dulce y comprensiva que conocí en Forks? Me pregunte para mis adentros.

-                     Vamos Bella, ve a buscar a Lydia. –me pidió Emmett sunchándome de la mano. El tenia razón eso era lo mejor.

-                     No, hay que aclarar este asunto de una buena vez. –dijo Edward dirigiéndose a mi hermano.

-                     No pienso soportar que traten a mi hermana de puta en mi presencia. Tu sabes como fue la vida de Bella desde que supo que estaba embarazada, no es justo que la traten de esta forma. –dijo mi hermano muy triste.

-                     Lo se Emmett y te juro que no permitiré que le siga hablando de ese modo –prometió Edward—si quieren contar con el privilegio de conocer a la niña mas encantadora del planes, respeten a su madre. –advirtió Edward a sus padres.

-                     Estas segura de que esa niña es tuya? –pregunto Carlisle tímidamente.

-                     No me cabe a menor duda. –les aseguro.

-                     Te hiciste el ADN? –pregunto Esme.

-                     Eso no es necesario. –les aseguro claramente molesto.

-                     Solo hace falta estar dos segundos con Lydia para darse cuenta que es hija de Edward. –conto Jasper en voz baja de forma divertida.

-                     Si es tu hija como es que recién te enteras? –pregunto Esme.

-                     Creo que deberían dejarlos contar toda la historia. –intervino Rosalie para mi gran sorpresa, será que se volvió bipolar con los años?, me pregunte para mis adentros.

-                     Tienes razón Rose –estuvo de acuerdo Carlisle-, tomemos asiento. –sugirió señalando con su mano un par se sofás. Caminamos hacia ellos, Edward se sentó a mi derecha, Emmett a mi izquierda y Jasper se paro detrás de mi, mientras que Esme y Carlisle se sentaron en uno al frente nuestro.

-                     Creo que será mejor que vaya a ver a Alice. –comento Rosalie encaminándose en dirección a la casa.

-                     No, quédate. No quiero que hayan malos entendidos mas tarde. –ella dudo, miro ambos sofás y se acerco una silla para sentarse a un costado, dejando claro que no estaba de acuerda con la postura de Esme.

-                     Somos todo oído. –dijo Carlisle instándome a hablar.

-                     Al mes de estar viviendo en Madrid me entere que estaba embarazada, en lo primero que pensé fue en tomar el primer vuelo a Forks, quería compartir toda a felicidad que sentía con el hombre que amaba. Cuando llegue a forks me encontré con una escena inesperada, Edward, mi gran amor, estaba con Jessica, decidí que de todas formas el debía de conocer la existencia de su hijo o hija, pero cuando quise hablar con el lo único que obtuve fueron insultos, maltratos y humillaciones púbicas, regrese donde mis padres muy dolida, en ese momento el único que sabia de mi embarazo era mi hermano. La angustia y los nervios por lo sucedido en mi visita al pueblo casi me hacen perder a mi bebe, en ese momento decidí que Edward no sabría de nuestra hija, tuve que escoger entre la vida de un hija y la componía de un hombre, que hasta donde yo sabía solo quiso jugar conmigo. En ese momento les conté a mis padres que estaba esperando un hijo, aunque nunca les dije quien era su padre, Renee se puso como loca, me quería obligar a abortar a como diera lugar, me opuse rotundamente, ese era mi bebe, el ultimo recuerdo del que se suponía seria el amor de mi vida. Asi fue como comenzó mi reclusión dentro de casa, Renee no me dejaba salir, por lo que contrataron profesores particulares, en la mayoría de las ocasiones hasta los médicos iban a verme a casa, sino fuera porque Emmett siempre estuvo a mi lada, apoyándome, creo que habría enloquecido ahí dentro, nueve meses escuchando a Renee decirme lo decepcionada que estaba de mi. Luego del parto las cosas se calmaron un poco, pero mi madre no dejaba de querer mandar en mi vida y la de mi hija, asi fue que un par de años después, cuando yo termine la carrera, con mi hermano decidimos que era hora de mudarnos y nos fuimos a parís, yo me encargaría de la empresa familiar y el se la suya propia. Desde entonces vivimos ahí. –Esme estaba llorando, al igual que Rosalie y que yo misma, Edward me estaba abrazando y mi hermano me tenia tomada de las manos.

-                     Como entraste en la historia Edward? –pregunto Carlisle con una voz mucho mas tierna.

-                     Jasper me llamo para que me fuera a parís de inmediato, me dijo que era muy importante, pensé que le podía estar sucediendo algo a Bella asi que no lo dude ni un segundo. –explico Edward y acerco aun mas su cuerpo al mio. Todos miraron a Jasper luego de escuchar la respuesta de mi amado.

-                     Alice sospechaba que había algo extraño con la hija de Bella, en cuanto Emmett se fue de manera inesperada porque la habían internado Al supuso que Lydia podía ser hija de Edward, por lo que cambiamos los pasajes de la luna de miel y nos fuimos a parís. En cuanto llegamos nos pusimos en contacto con Tanya, la amiga de Bella y Emmett, ella nos ayudo gustosa dándonos la dirección de Bella, incluso insistió en que nos alojáramos en su casa. De inmediato fuimos a casa de Bella, cuando nos vio al abrir la puerta casi le da un ataque, Lydia apareció en escena y en cuanto la vimos supimos que era hija de Edward, luego de eso yo la llame y le pedí que viajara a parís de inmediato. –en ese momento regreso Alice con mi princesa, ambas quedaron algo tensas al ver la escena, me sorprendió que hayan demorado tanto, pero obviamente había sido cosa de Alice para que pudiésemos hablar mas tranquilamente. Esme y Carlisle analizaron a Lydia un par de segundos y algo en sus rostros cambio, habían reconocido el parecido que tiene con su padre.

-                     Mami mira que lindo traje de baño me dio tia Alice. –dijo mi princesa muy contenta, aunque algo cohibida, yo me pare de mi lugar fui a su lado y la tome en brazos.

-                     Estas hermosa. –le asegure.

-                     Como siempre. –agrego Edward parándose detrás de mi y abrazándonos a las dos.

-                     Nadas conmigo papi? –pregunto Lydia haciendo su carita de perro mojado.

-                     Claro que si princesa, solo deja que me cambie. –dijo el entre risas debido al intento de chantaje de su hija. Edward se fue dentro de la casa, supongo que a cambiarse, regreso luego de un par de minutos, el ambiente estaba demasiado denso.

-                     No crees que debemos presentar a Lydia a tus padres? –le pregunte.

-                     Si –dijo el y los dos giramos para encararlos, yo aun tenía a mi hija en mis brazos-. Mama, papa ella es Lydia, mi princesa. Princesa ellos son mis padres Carlisle y Esme, tus abuelos. –presento Edward. Le tendí la niña para que sea el quien se las lleve. En cuanto me dejo sola Alice se paro a mi lado y me abrazo por los hombros.

-                     Hola mi niña, yo soy Esme, tu abuela, y este es Carlisle mi esposo, o sea tu abuelo. –saludo Esme a mi hija con voz muy tierna.

-                     Hola señores. –saludo Lydia, conocía muy bien a mi hija para saber que no los aceptaría tan fácilmente, ella pensaba que me habían hecho daño, cosa que no toleraba.

-                     No tienes porque llamarnos asi, puedes decirnos abuelos. –trato de corregirle Esme, eso no fue buena idea, Lydia tiene el carácter de su padre y esas contradicciones tan directas nunca salen bien. Mi hija los miro con cara incrédula y giro la cabeza para encarar a Edward.

-                     Ya podemos nadar? –le pregunto ignorando por completo a sus abuelos.

-                     Lydia. –le llame la atención, yo no la crie descortés ni altanera. Ella me miro y asintió, se giro otra vez a los padres de Edward.

-                     Disculpen. –dijo, se notaba que no era para nada sincera, a veces me estremecía al pensar en como seria cuando entre a la adolescencia.

-                     Te presentare a Rose, una vieja amiga de la familia. –dijo Edward, mi hija me miro y yo trate de esbozar una de mis mejores sonrisas.

-                     Hola pequeña, yo soy Rosalie, hermana de Jasper. –se presento.

-                     Ah eres la hermana del tio Jas –dijo mi hija sonriéndole a su tio, cosa que subió el ego de este hasta los cielos-. Eres muy linda. –dijo al fin. No lograba entender como la acepto tan fácil a ella y a sus abuelos ni los vio. Edward y Lydia se fueron a nadar, luego de que Edward le puso cuatro flotadores, ignoraba que nuestra hija sabia nadar perfectamente. Yo regrese junto a los padres de Edward.

-                     No se preocupen a Alice y Edward tampoco los acepto a la primera. –les dije ya que habían quedado muy tristes por la forma en que los trato mi hija.

-                     Si no fuera por Bella que hablo con ella de seguro hoy no nos llamaría tios. –observo Jasper claramente agradecido.

-                     No exageres –dije avergonzada-, fue de gran ayuda los días que se quedaron en nuestra casa. –mas bien fueron de ayuda para Edward porque ellos se quedaron muy poco por la luna de miel.

-                     Se quedaron en su casa? –pregunto Esme incrédula.

-                     Si, el departamento de Tanya nos quedo pequeño después de la llegada de Edward, sin contar que el quería estar cerca de Lydia y Bella y que estaba muy preocupado por la salud de Bella, asi que cuando ella nos ofreció su casa no lo dudo ni un segundo. –explico Alice.

-                     Preocupado por tu salud? –pregunto Carlisle enarcando una ceja.

-                     Si es que estuve internada un par de días por un problema de alimentación. –le explique.

-                     Que tipo de problema? –ya estaba en plan medico.

-                     No comía. –respondí como si nada.

-                     Porque no? –pregunto Esme.

-                     Estaba muy nerviosa y eso me quitaba el apetito. –me sentía en un interrogatorio policial.

-                     Nerviosa porque? –volvió a preguntar Carlisle, pero yo me avergoncé y no pude responder.

-                     Primero fue porque Lydia estaba enferma, luego porque llego Alice, o sea Edward no demoraba en llegar y por ultimo porque temía que Edward le quisiera quitar a la niña. –les explico mi hermano.

-                     Mi hijo nunca apartaría a una niña de su madre. –dijo Esme ofendida.

-                     Discúlpame Esme, pero la ultima imagen que yo tenia de Edward no era la mejor, yo temía por el bienestar de mi hija, eso es lo mas importante para mi. –le explique con todo el respeto que fui capaz.

-                     Te entiendo. –coincidió Esme. Supe que después de esta charla las cosas serian mas fáciles entre nosotros por lo que me acerque al borde de la piscina a ver a mis amores que se divertían de lo lindo, aunque Edward se veía un poco tenso cuando miraba en dirección a sus padres.

Capítulo 23: Cap 23 Repetido Capítulo 25: Problemas solucionados

 
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