—Sé que te he sorprendido con esta idea,sólo quiero que la tengas en cuenta—dijo finalmente Marco,luego inclinó su cabeza,su expresión referida.
—Pareces pálida,no te alimentaste esta noche,¿verdad?
—No tuve la posibilidad—confesó ella cansada.
Marco vaciló y luego se puso de pie.
—Tengo una idea.Espera aquí.
Bella le miró andar a la barra,luego echó un vistazo alrededor de la sala de estar.Era en donde habían sostenido el improvisado partido en pijama la mañana antes y donde ella había esperado que los demás durmieran otra vez esta mañana.Ella podía haberse unido a ellos sólo para ser sociable,pero él había dicho que todos los demás se habían acostado.
—¿Dónde está cada uno?
—En la cama.Cada uno se ha ido a casa excepto tía Charlotte,las muchachas y nosotros,así que ahora tenemos dormitorios.Tía René dijo que deberías dormir en la habitación rosa esta noche—añadió Marco cuando abrió la nevera.
Ella asintió.
—Cierra los ojos—la instruyó Marco.
—¿Por qué?—preguntó Bella,justo cuando lo hizo.
—Tienes que alimentarte,así que voy a alimentarte—anunció él.
Bella se puso rígida.
—No pienso…
—Sólo confía en mí y mantén tus ojos cerrados—dijo Marco.
Ella se calló y le escuchó cruzando la alfombra,luego sintió que el canapé se movía bajo su peso.
—Mantén tus ojos cerrados,pero abre la boca y suelta tus dientes.Voy a hacer reventar una bolsa en ellos.Será frío,así que no te asustes y abras los ojos.
Bella casi abrió sus ojos por la sorpresa,pero se agarró y los mantenía cerrados.
En cambio,abrió la boca e inhaló cuando sus dientes se deslizaron.
—Aquí viene—le advirtió Marco,cuando colocó una mano al dorso de su cabeza para estabilizarla,entonces la bolsa fría fue de repente presionada a su boca y ella oyó un pequeño pop,cuando sus dientes penetraron la bolsa.
Bella se quedó completamente inmóvil,cuando sus dientes hicieron su trabajo,sorbiendo la sangre y entrabdo en su sistema.El líquido era frío,no estaba acostumbrada,pero era mucho más rápido de lo que una intravenosa habría sido.En unos momentos,Marco la había alimentado con tres bolsas.La mantuvo con los ojos cerrados,hasta que las acabó.
Bella abrió sus ojos cuando él anduvo atrás de sacudirlos en el cubo de la basura detrás de la barra y sonrió extensamente.
—¿Te he dicho que últimamente que eres mi primo favorito?
Marco sonrió abiertamente.
—Para,me hará sonrojarme.
Riéndose,Bella se puso de pie y le dio un beso en la mejilla.
—Gracias.
—De nada—le acarició la espalda,luego se alejó y se dirigió hacia la puerta—.Debo acostarme.
—Voy a investigar a Edward y yo también voy a acostarme.
—Pienso que deberías hacerlo—reconoció él.
—Buenas noches.
—Buenas noches.
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