Narrado por Paulina

Llegando al hotel entramos por la puerta trasera y fuimos hacia el cuarto de Nikki y Liz.

Yo me sentía mal, con nervios por volver a ver a Robert, enojada por la forma en la que me hablo, después de lo que hizo en Canadá, no tiene derecho a exigir nada.

Liz me estaba ayudando demasiado, estaba apoyandome y dando ánimos para hablar con Robert y por muy enojada que estuviera mi amor por el no había cambiado nada.

Todos nuestros amigos esperaron en la salita de la suite, mientras el y yo estábamos en el cuarto.

Robert: yo no tengo duda alguna pero quiero escucharlo de ti, mírame a los ojos y dime si el niño es mío?

Al verlo a los ojos no pude mentirle, no quería que se inmiscuyera pero no podía evitarlo toda la vida.

Paulina: si es tuyo

Robert: entonces? Porque no me contactaste? Tengo derecho a saber que me convertiré en padre, no crees?

Paulina: derecho a mi hijo, no Robert, este niño va a crecer en familia y teniendo una madre fuerte que lo sacara adelante y le dará todo el amor que necesite

Robert: que quieres decir?

Paulina: lo que ya escuchaste, me va a tener a mi y a mi familia

Robert: y yo? Y mi familia? Tu no sabes lo que dirán mis padres, lo felices que estarán, es su primer nieto, mis hermanas se volverán locas de felicidad

Paulina: te aconsejo que no se los digas, que no los ilusiones, no es nada contra ellos, pero no estoy dispuesta a que mi hijo sepa algo de ti o de tu familia

Robert estaba enojado y comenzó a subir la voz y gritarme, jamás lo había visto así.

Robert: si crees que vas a alejarme de mi hijo y a sacarme de tu vida así de fácil estas equivocada; te busque mucho tiempo y tu simplemente desapareciste, no me va a volver a pasar, me estas orillando a convocar a una conferencia de prensa hoy mismo

Paulina: no me asustas Robert, serás Robert Pattinson, pero mi hijo es mío, haz lo que quieras, no me vuelves a ver, ni a mi ni a mi bebe

Intente abrir la puerta del cuarto y el cruzo tan rápido que tiró una mesa y me jalo por los dos brazos, me sostuvo con tanta fuerza que me estaba haciendo daño y comencé a llorar; en ese momento entraron Kellan, Nikki, Ashley y Liz.

Kellan: Rob, suéltala, la estas lastimando

Robert: no, no se va a ir con mi hijo así tenga que encadenarla a mi

Liz se acercó a Robert y a mi; yo estaba asustada jamás alguien me había gritado así

Liz: Robert, suéltala, le va a hacer daño al bebe

Esas palabras tuvieron más efecto que las de Kellan y me soltó, inmediatamente Nikki y Liz me abrazaron.

Nikki: eres un imbécil

Ashley: tranquilos, independiente de su situación el bebe los necesita a ambos, aún no ha nacido y mírense ya están peleando

Robert: lo siento, tienen razón, pueden dejarnos solos otra vez

Paulina: no, yo me voy

Robert volvió a perder el control y grito demasiado fuerte

Robert: no te vas, entiende que no decides, llevas a mi hijo contigo, entiende!!!

Ashley: no grites

Nikki: que te pasa Robert?

Liz: Robert déjala que se vaya y que piense las cosas

Kellan: si quieres vamos a dejarla Nikki y yo, tranquilo

A Robert le costo trabajo pero asintió y lo último que hizo antes de que yo me fuera fue acercarse a mi, ponerse de rodillas y besar mi vientre.

Robert: acabo de enterarme de ti y ya te amo hijo - dirigiéndose a mi dijo - decidas lo que decidas no me alejes de el, te lo suplico

Di la vuelta y salí con Nikki y Kellan rumbo al estacionamiento para que no nos viera nadie.

Sin duda las palabras de Robert me habían llegado al alma, yo había crecido con mi papá muy lejos toda mi infancia y no sabía si quería que mi hijo viviera esa misma sensación de vacío.