
Edward Pov
(Cinco Años Después)
Hoy se gradúa mi novia hermosa de la universidad, y además hoy es el dia especial para pedirle que sea mi esposa, yo me gradué hace un año atrás, pero estaba esperando que ella se graduara para hacer la famoso pregunta, que muchos hombre en mi lugar nos ponemos algo nerviosos con estas preposiciones.
- Hijo vamos, sino llegaremos tarde.-me grito mi mamá.
- Ya bajo, mamá.-le grite desde la habitación.
Me aliste y baje, y estaba nervioso, por la preposición que debía hacer a mi dulce novia, pero estaba preparado para hacerlo, llegamos al salón donde se iba hacer el acto de graduación donde algunos amigos ya estaban en sus asientos y otros estaban esperando para entrar y tomar su lugar.
- Hola tío.-dijo Sue sonriéndome.
- Pero mírate pequeña que linda te miras y por cierto donde esta Paul.-le dije mientras la cargaba.
- Esta con papi, mientras mami esta con la tía Bella.-dijo la pequeña Sue.
- Alguien me llamo.-dijo Jacob, entrando en brazos del pequeño Paul.
- Oa io.-dijo Paul.
- Hola pequeño, pero mira que grande estas.-le dije.
- Ni que lo digas ya va cumplir tres años como pasa el tiempo no crees.-me dijo Jacob.
- Tienes razón.-le dije.
- Y listo para hoy después de la fiesta.-me dijo Jacob.
- No sé cómo lo hiciste tú, porque yo estoy súper nervioso.-le dije.
- Estaba igual que tú, pero después verla, se me pasaron los nerviosos y le pude decir lo que tenía que decir.-me dijo Jacob
- Disculpen que los interrumpa pero es hora de entrar.-dijo Sue.
- Voy con la abuelita, nos vemos adentro papi, tío Edward.-nos dijo Sue.
- Está bien pequeña.-la baje, y ella se fue con Sue.
Jacob y Yo nos fuimos a sentar y empezó la ceremonia llamaron por orden y primero paso Leah donde nos sentimos felices más su hermosa familia, y después llamaron a mi dulce ángel donde con orgullo tomo su diploma y me sonrió y después a su familia. Después hablo el rector y siempre viene la costumbre de tirar los birretes de graduación por el cielo como símbolo de haber terminado una carrera.
- Amor lo logre.-me dijo mi princesa.
- Sí que lo hiciste amor, muchas felicidades.-le dije.
Después los demás vinieron a felicitar a mi novia, mientras yo felicitaba a mi hermanita y después de terminar las felicitaciones nos fuimos rumbo a la fiesta donde íbamos a celebrar la graduación de Rosalie, Alice, Leah, Bree, Kim, Xavier, y de mi dulce novia, íbamos en diferentes autos, pero íbamos felices, llegamos al salón y entramos y que comienza la fiesta, nos estamos divirtiendo cuanto vi era la hora de hacer lo que tenía que hacer.
- Mi amor me acompañas afuera por favor.-le dije.
- Claro amor, ya vengo pequeña.-le dijo Bella a Sue.
- Está bien tía.-dijo Sue.
La dejamos con su mami, y Leah me sonrió como que darme ánimos, y tome la mano de mi novia y salimos.
- ¿Te pasa algo amor?-me dijo mi novia.
- Bueno si me pasa algo, pero te lo voy a decir cuando lleguemos.-le dije.
Seguimos caminando y llegamos a un lindo puente alumbrando con velas en el puente, donde mi linda novia se emocionó y me beso.
- Esto es bellísimo Edward.-me dijo.
- Entonces vamos al puente, porque tengo que decirte algo importante.-le dije.
Seguimos caminando y llegamos al puente, y nos paramos estaba listo para dar ese gran paso.
- Desde el primer momento que te vi todo fue maravilloso, un ángel apareció en mi vida, y mi vida se alumbro, y me imagine una gran vida a tu lado, y eso me hizo pensar que ese sueño que tuve desde el primer momento que me dijiste que sí, aceptas ser mi novia, me dije que algún dia pediría otro cosa.-le dije, y me puse de rodilla.
- Oh Edward.-dijo Bella con lágrimas en sus hermosos ojitos.
- Me harías el gran honor de aceptar se mi esposas hasta que dure nuestras vidas.-le dije y sacando el anillo.
- Claro que si acepto Edward, es el sueño que estaba esperando desde que te conocí.-me dijo mi dulce Bella y ahora mi prometida.
- Le puse el anillo, y después me levante y la bese con una gran emoción, como ella me lo devolvió.
- Ahora hay que volver y decirle a los demás.-dijo mi princesa.
- Yo lo dudo.-dijo Leah.
Los dos volteamos, y todos estaban allí, las chicas con lágrimas de emoción, mientras los chicos empezaron a chiflar, y nuestros padres estaban de lo más felices.
- Valió la pena la espera, cierto hijo.-dijo mi padre.
- Si valió la pena.-le dije.
- Mi pequeña se va casar.-dijo mí ahora suegra.
- Si mami, me voy a casar.-dijo mi princesa.
Después todos volvimos a la fiesta a divertirnos y no dejaba de mirar a mi pequeña, mientras ella enseñaba el anillo que le perteneció a mi abuela, y no digamos que estaba emocionado porque ella se convertiría en mi esposa muy pronto.
Bella Pov
Después de la preposición que fue tan original y especial, empezamos los preparativos de la boda, tenía que ser especial y única, por fin me iba unir a Edward para siempre, y estaba súper nerviosa, habíamos fijado ya la fecha y era el mero dia de mi cumpleaños, estoy súper feliz, y no digamos mis padres, y mi abuelo, ellos también compartían mi felicidad, seguíamos con los preparativos de mi boda para ser exactos, falta una semana para mi boda con Edward.
- Hija puedo pasar.-dijo mi madre.
- Claro.-le dije.
- Hija no puede ser, pronto te casaras y dejaras esta hermosa casa.-dijo mi mamá.
- Dejo el nido para volar a otro mamá.-le dije con lágrimas en mis ojos.
- No llores, princesa, es lo que debes hacer, es el ciclo de la vida.-dijo mi mamá.
- Tienes razón mami, pero me vuelves a contar como fue tu boda y todo eso.-le dije con emoción.
- Claro pequeña, escucha con atención.-dijo mi mami.
Como siempre me acosté y ella me abrazo y me empezó a contar como fue su boda y todo ese rollo, de pequeña siempre se lo preguntaba y ella feliz me lo contaba, y así fue, ese momento madre e hija, me gustaba y me relato todo, cuando sentí me fui cayendo en un profundo sueño.
Las semana paso volando y el día de mañana unía mi vida con Edward, estaba súper nerviosa mis amigas estaban allí presente para la boda, y mi madre e igual, ahora mi suegra, pero la quería como otra madre, todas estaban ayudándome en ponerme bella, y todo empezó en la mañana y casi al medio dia, pude comer un poco, y después llegó el momento de ponerme el vestido que iba utilizar, para la mejor fiesta de mi vida, mi madre me ayudo a vestirme y después me puso mi velo.
- Eres una hermosa princesa.-dijo mi madre.
- Cuando te mire mi hermano, se quedara con la boca abierta.-dijo Leah.
- Mi tío Edward, se pondrá feliz.-dijo Sue.
- Cuanto haz crecido, siento que fue ayer cuando te tenía en mis brazos y te cantaba para dormir.-dijo entrando mi papá.
- Estoy lista papi.-le dije.
- Lo se pequeña.-le dije.
Me puso su brazo que con gusto acepte y bajamos las escaleras, para encaminarnos rumbo a la iglesia, íbamos en camino e iba nerviosa, ahora comprendía a mi madre, ella solo me sonreí.
- Hemos llegado.-.dijo mi papá.
- Lista.-dijo mi madre.
- Más que lista.-le dije.
Baje del auto, y si estaba súper nerviosa, llegamos a la entrada de la iglesia y mis damas de honor estaba lista y la pequeña Sue igual, tome bien fuerte el brazo de mi padre que él me dedico una hermosa sonrisa.
- Lista.-dijo mi padre.
- Más que lista.-le dije.
Sonó la melodía y empezamos a caminar iba nerviosa, pero cuando lo vi parado, esos nervios, desaparecieron, cuando sentí habíamos llegado y el pastor se acercó.
- ¿Quién entra a la novia?-dijo el pastor.
- Yo su padre la entrego.-dijo mi papá, tomando mi mano para darla a Edward.
- ¿Quién recibe a esta hermosa novia?-dijo de nuevo el pastor.
- Yo, la recibo con mucho honor y amor.-dijo Edward, tomando mi mano.
- Te entrego lo más valioso, para mí y para su madre, cuídala, amala, y sobre todo respétala.-dijo mi papa, y después me dio un beso y se fue a lado de mamá.
Edward y Yo nos fuimos a sentar donde estaban nuestros lugares y el pastor empezó con el servicio, al principio estaba nerviosa, pero después estar frente a frente con Edward, esos nervios desaparecieron y además tomada de la mano con Edward, me sentía, tranquila, y a la vez enamorada. A veces me voltea y le sonreía y a veces ambos decíamos te amo, y nos reíamos calladito, y así paso unos minutos, cuando el pastor nos puso de pie, había llegado el momento de dar nuestros votos.
- Edward Anthony Cullen, aceptas a Isabella Marie Swan, para amarla y respectarla, ser le fiel en la riqueza y pobreza, en la salud y enfermedad, pero antes de continuar ellos me pidieron cambiar la última parte por esta, hasta que algún corazón de ambos deje de latir.-dijo el pastor sonriendo.
- Si acepto.-dijo Edward, con una gran sonrisa.
- Isabella Marie Swan, aceptar a Edward Anthony Cullen, para amarlo, respetarlo, se le fiel en la riqueza y pobreza en la salud y enfermedad, hasta que algún corazón de ambos deje de latir.-dijo el pastor sonriendo.
- Si, acepto.-dije feliz.
Han aceptado ante de Dios y la congregación, ahora podría la pequeña Sue traer los anillos por favor, la pequeña Sue viene emocionada con los anillos, se los entregó al pastor, y después se fue a sentar.
- Ahora viene los votos.-dijo el pastor dando el micrófono a Edward.
- Yo Edward Cullen, te tomo a ti Isabella Swan, como mi esposas, para amarte hasta que dure nuestras vidas, voy hacer feliz, voy hacer todo lo necesario para que cada dia de nuestras vidas sea especia y únicas, gracias por compartir esta felicidad conmigo, sé que los dos vamos a superar cada obstáculo que venga, te amo mi pequeña princesa y que nuestro amor dure para siempre.-dijo Edward, y coloco el anillo y en ese momento empecé a llorar de felicidad.
- Yo Isabella Swan, te tomo a ti esposo Edward Cullen, para amarte, hasta que dure nuestras vidas, cada dia de nuestras vidas hare que esta aventura sea divertida, especial para ambos, te amo, y te agradezco por haberte cruzado en mi camino, y hacer que mi vida fuera especial y única, y sé que ambos a superar cada obstáculo que venga, y lo vuelvo a decir te amo, mi príncipe, y que nuestro amor dure para siempre.-le dije a Edward, y me costaba decir palabras por la emoción y las lágrimas que corrían, y le coloque le anillo.
- Los declaro esposo y esposa y lo que Dios unió, no los separe el hombre, y ahora puedes besarla Edward.-dijo el pastor.
Edward se acercó y me subió el velo y nos dimos ese beso que estaba esperando para terminar de unir nuestro matrimonio, y después oímos los aplausos de nuestros amigos y familiares.
- Por fin eres la Señora Cullen.-me dijo Edward.
- Si por fin Señor Cullen.-le dije.
Después salimos de la iglesia para ir a la recepción, íbamos en camino y nunca separe mi mano de la de Edward, esto era un sueño, que nunca quería despertar, cuando sentí habíamos llegado a la recepción, donde mi lindo esposo, que lindo se yo eso, esposo, salió de primero y después me ayudo a salir, donde fuimos recibidos con aplausos y felicitaciones, todos ya estaban allí, nos encaminamos a la pista de baile de una vez y empezamos nuestro primer baile como esposos, me sentí en un cuentas de hadas.
- Se divierte Señora Mia.-dijo Edward.
- Claro que me divierto Señor Mío-le conteste a Edward.
Después de bailar, empezamos a ir en mesa en mesa para saludar a los invitados y recibir las felicitaciones, nos llevamos un buen tiempo y después llegamos a la mesa donde estaban nuestros padres para cenar un poco, para ser sincera, ya me moría de hambre.
- Escuchen todos, por favor, poner atención.-dijo mi abuelo.
- Hubo un silencio y todos vieron a mi abuelo.-bueno antes que nada les agradezco por haber venido a esta fiesta especial de mi nieta y ahora nuevo nieto, todo rieron.- bueno como iba diciendo gracias, y Edward y mi Pequeña, que su matrimonio sea especial y único, nada será fácil, vendrán subidas y bajadas, pero sé que los dos podrán superarla, sean felices y que nunca pierdan la comunicación y el amor que se tiene, los ambos a los dos y que vivan los novios.-dijo mi abuelo.
- Que vivan los novios.-dijeron todos y alzaron sus copas e hicieron el brindis.
Cada miembro de la familia fue diciendo sus palabras y cuando me di cuenta Edward se paró y se aclaró la garganta.
- En nombre de mi linda esposas y mía, les damos las gracias por venir a nuestra unión, saben, desde el primero momento que vi este hermoso ángel, pensé que sería posible conquistarla, como algunos saben de nuestra historia de amor, al principio tuve un poco de competencia, pero después ya no, pero siempre hubo obstáculos que ambos pasamos, pero gracias a ella encontré se hermoso amor, te amo pequeña y siempre hare que nuestro matrimonio sea único y especial.-dijo Edward, y me paro y nos besamos y todos volvieron aplaudir.
Después sigo la fiesta, pasaron varias horas, cuando me di cuenta era hora de ir a la luna de miel y para ser exactos estaba nerviosa por ese momento.
- Te veo nerviosa cuñada.-me dijo Leah.
- La luna de miel.-le dije.
- Y yo estaba igual que tú, pero déjame decirte que después lo vas a disfrutar, solo déjate llevar nada mas.-me dijo Leah.
- Gracias por tus consejos cuñada.-le dije.
- De nada cuñada.-me dijo.
Después de esas palabras Edward, me estaba esperando en la entrada de la sala, el pidió que me quedara con el vestido de novia, y así lo hicimos, después de despedirnos de todos, tomas la limosina que nos llevó al aeropuerto, pero entramos al área de los hangares, eso quería decir que íbamos en el avión privado de la familia.
- Te ves hermosa, amor, pero debemos bajar.-dijo Edward.
- Gracias amor.-le dije, tome la mano de Edward y salimos de la limosina, y nos encaminamos, al avión privado, nos subimos y nos fuimos a sentar, estaba nerviosa, no sabía dónde iba ser mi luna de miel.
- Edward, donde se nuestra primera parada.-le dije.
- Bueno princesa, siempre quisiste conocer Europa, y así será.-me dijo Edward
- Europa, dijiste bien, Europa, eres el mejor esposo del mundo.-le dije.
- Eso ya lo sabía.-me dijo Edward, riendo.
No voy a dar muchos detalles de nuestras luna de miel, solo puede decir que fue la mejor, conocí tantas ciudades, y además hizo cosas que hacen los esposos en la luna de miel, pero nunca olvidare que la mejor fiesta de mi vida fue ese dia que uní mi vida con Edward, fue la mejor. Y nunca la voy olvidar y siempre la tendré en mi vida. Y por cierto Edward y yo estamos esperando nuestro primer hijo. Y eso me hace más feliz de lo que estoy ahora.
- Amor, lista.-dijo mi esposo.
- Lista, y apresurémonos, antes que Rose mate a Em.-le dije.
- Ni que lo digas, porque dentro un poco yo estere igual que tú, cuando nazca nuestro primer hijo.-dijo Edward.
- Tienes razón amor.-le dije.
Y así fue ese dia llego, nació, nuestro pequeño, Anthony Thomas Cullen Swan. Fue el mejor regalo que pude recibir en nuestro primer año de casados.
Hola chicas aqui estoy de regreso y les dejo la primera parte del Epilogo falta la ultima parte y termino con esta historia y gracias por pasar a leerla se los agradezco xD
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