Cuando la puerta se abrió, entramos a un salón, enorme, con pisos de mármol, pilares blanco, algunos ventanales por los cuales entraban unos rayos de solo, el techo era inmenso con una imagen pintada muy antigua, a lo lejos se veían los tres hombres que mas odiaba, Aro, Caius y Marco, nos separaban por lo menos 30 metros, pero solo me concentre en un rostro, Benjamín estaba parado a lado de la silla donde estaba sentada Aro, cuando nos miramos, tuve una necesidad enorme por correr a sus brazos y besarlo, di un paso instintivamente hacia delante –No tan rápido- me dijo Demetri mientras me ponía una mano en el hombro, Benjamín se quiso acercar pero también lo detuvieron, -Maestro, esta metamorfa, esposa de Benjamín se quiere unir a nosotros, alegando que no puede estar lejos de el- dijo mientras nos acercábamos mas a ellos. –Es verdad?- dijo mientras se levantaba de su silla, le lanzo una mirada a sus hermanos y después a mi esposo, él se quedo inmóvil y con las manos en forma de puños. –Nosotros no aceptamos a los metamorfos, mucho menos en nuestras guardias, eres o muy estúpida o muy valiente de venir- me dijo el rubio que estaba a la izquierda, Benjamín lo miro con gran odio en su mirada, -Por favor hermano, no insultes a esta mujer tan hermosa y tan… poco común- le dijo a su hermano pero sin dejar de mirarme, se acercó completamente a mi y estiro su mano, sabia lo que intentaría hacer, solo trate de ocultar a Sophie de mis pensamientos, me toco y un escalofrió recorrió mi cuerpo al contacto de su mano helada, nos miramos a los ojos 10 segundo, no sé que fue lo que vio pero yo solo me recordaba como Benjamín se iba, no podía recordar todas las palabras que Jane nos dijo y no sabia por que no las recordaba, el me soltó y se dirigió a Benjamín, -Por que si sabias que dejarla los mataría, te uniste a nosotros?- le dijo a mi esposo, yo quede sorprendida, quise hablar decirles que era mentira, que sus guardias se lo habían llevado a la fuerza, pero Benjamín me miro y movió muy lentamente y rápido la cabeza, supe que no tenia que hablar. –Teníamos que hacer un intercambio para que nos dejaran en paz y no molestaran a los Cullen- dijo Benjamín, mire a Demetri y me dedico una muy terrorífica media sonrisa, entonces lo descubrí, Aro jamás había mandado por nosotros, seguramente Jane, Demetri los demás le había dicho algo muy diferente a lo que había pasado ese día en el claro, -Pero si el que tu esposa este aquí te ayudara aumentar tu poder, dejémosle que se quede, además un lobo en nuestras guardias seria excepcional- dijo mientras me daba un beso en la frente –Bienvenida pequeña Leah- me dijo Marco –Vayan, dale una habitación a tu esposa, quizás la que esta en el ultimo nivel les gustaría, quizás necesiten privacidad, Benjamín- le dijo mientras se sentaba en su silla, mi esposo camino hacia mi y sin mirarme tomo mi mano y me saco de ese salón, caminamos por varios pasillos hasta llegar a una puerta, el la abrió y era impresionantemente lujosa, tenia pinturas, una cama enorme con sabanas rojas, y un librero, pasamos y Benjamín cerro la puerta, cuando lo hizo me arroje a sus brazos y comencé a llorar –No puedo creer que ya estoy entre tus brazos, te extrañe tanto no sabia si iba a poder seguir viviendo sin ti- el me abrazaba pero sin decir nada, cuando me aleje pude ver su cara, sus ojos eran rojos de nuevo y su cara estaba triste, tenia ojeras –Porqué viniste?- me dijo mientras me tomaba de la cara –Vine por ti, tenemos un plan, nos van ayudar, tienes que regresar conmigo- le dije mientras una lagrima caía por mi mejilla, me había sorprendido su pregunta y la frialdad con la que la hizo –Pero no puedo salir de aquí, y tu ahora….no dejaran que te vayas- -Pero lo lograremos, todos están afuera, nos están esperando- -Todos?- -Si, los Cullen, las manadas, los de Denali incluso Amun y Tia- le dije mientras le sonreía, el me miro y abrió los ojos como platos –Amun¡?? Pero como’- -Fui hablar con el, le conté todo lo que paso y cuando conoció a Sophie se enamoraron de ella y eres su hijo como piensas que no te ayudaría?- -Sophie?- había olvidado decirle –Si Sophie nuestra hija- le dije hablando aun mas bajo que lo anterior –Pero creí que en serio te entregarías, creí que no…- -Olvida lo que dije Sophie es maravillosa tiene tanto de nosotros, pero mas pálida- dije recordándolo de forma graciosa y riéndome de que todos hacían ese comentario,-Por que crees que sigo viva, por ella por ti y vine para que podamos estar los tres juntos- me miro, sus ojos ya no reflejaban tristeza, me cargo elevándome del suelo y me beso, fue un beso tan cálido, me llevo a la cama y dejamos de hablar.

Cuando por fin pudimos volver hablar, le conté todo acerca de Sophie, omitiendo su reciente imprimación con Embry, el solo hablaba para hacer preguntas ocasionales, le sorprendió que tuviera veneno, pero no tanto como la idea de que cuando creciera entraría en fase, le platique todo el plan sin olvidar ningún detalle –Todo será mas fácil, te diste cuenta Aro ni ninguno de sus hermanos sabe que Jane y Demetri me obligaron a venir -   -Si, lo pude notar pero como es posible que no lo viera en tus pensamientos o en los míos?- -Por que Jane le conto su historia, entonces cuando Aro leyó nuestras mentes solo se enfoco en lo que Jane le conto, y tu estuviste fantástica, al ocultar a Sophie de tus pensamientos- -Gracias- dije avergonzada –Diablos¡¡ mis pensamientos¡- dije muy muy avergonzada –Que pasa?- me dijo algo asustado –Edward esta concentrado en mis pensamientos, y si vio esto?....- le dije escondiendo mi cabeza en su pecho –No creo que haya visto nada de ESTO- pero ahora ahí que planear la forma de salir de aquí y hacer que los tres hermanos se den cuentan de las mentiras de Jane, Alec y Demetri- asentí y nos levantamos, e di una ducha y cuando Salí había un hermoso  vestido dorado en la cama –Te lo mandaron- dijo sin mirar el vestido y casi escupiendo las palabras, no tenia remedio, no había traído mis maletas obviamente, me lo puse, me maquille y salimos, trataríamos de escapar lo mas pronto posible –Hay dos guardias en cada puerta, podremos con ellos, así llegaremos al salón, ahí a esta hora estarán los tres mentirosos, cuando te diga dale la señal a Edward, para cuando entren los sorprenderemos en el salón, si tenemos suerte podremos desenmascararlos y Aro y sus hermanos los aran pagar y nosotros no tendremos que luchar. Llegamos al primer pasillo, vi a los dos guardias y el me dio la señal –Edward ahora¡¡- pensé lo mas fuerte que pude y Benjamín ya tenia a los dos guardias en el suelo y hechos pedazos. Seguimos así por tres pasillos mas, Benjamín se encargaba de todos, cuando llegamos al gran salón esperábamos a todos los demás, ya que ellos entrarían por otro pasillo, desasiéndose de otros guardias por su cuenta, pero teníamos el factor sorpresa a nuestro favor –Vamos, vamos- estaba pensando, y en ese momento llegaron todos, las manadas ya todos estaban en fase y los clanes estaban completos, nos dedicaron una sonrisa y Benjamín se giro para abrir la puerta del gran salón. VESTIDO DORADO