Amor, rencor, ¿perdon? (+18)

Autor: fiofio
Género: Romance
Fecha Creación: 23/10/2011
Fecha Actualización: 22/01/2012
Finalizado: SI
Votos: 13
Comentarios: 59
Visitas: 150009
Capítulos: 44

¡¡¡FIC TERMINADO!!!

Esta historia relata la vida de Bella cuando se ve abandonada por el hombre que ama.

Les dejo el link de mi nueva historia por si alguien quiere derle una leidita

Perderlo todo: http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=2539

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Capítulo 23: Cap 23 Repetido

 

LES DEJO NUEVAMENTE EL CAP 23, PARA LOS Q NO PODIAN VERLO, CUALQUIER COSA AVISENME. BESOS

 

Edward Pov.

 

Era sábado, me desperté muy temprano por la costumbre. Había decidido que en el fin de semana arreglaría las cosas con Bella, sea como sea, pero para eso debía pedir ayuda a mi hermana. Mire la hora y apenas eran seis y diez, si la llamaba ahora de seguro sacaba una mano por el teléfono para estrangularme, mejor llamaría a Lydia primero, por la diferencia horaria en parís debían ser la cinco de la tarde. Marque el numero de la casa de Bella y nada, llame a su móvil y estaba apagado, me preocupe un poco pero siendo sábado por la tarde tal vez habían salido y Bella olvido su móvil o se quedo sin batería, trate de convencerme a mi mismo.

Me levante de la cama, me puse mi ropa de ejercicio, saldría a correr para despejarme. Camino a la cocina pase por la puerta del cuarto de mi hija, Alice le había puesto letras de colores, a la puerta, formando la palabra Lydia. Abrí la puerta y me dio mucha tristeza, llegaría algún dia ella a usar esa habitación que con tanto amor su tia había preparado para ella, no lo creo. Las extrañaba tanto, a mis dos amores, no podía entender las raíces que habían echado en mi corazón en tan pocas semanas que duro mi estadía en parís, nunca imagine que mi amor por Bella fuera tan fuerte, pero siempre fue ella, solo ella.

Seguí mi camino hacia la cocina, tome un vaso de jugo de naranja y un par de galletas, tendría que ir de compras ya que mi alacena estaba prácticamente vacía. Luego de desayunar me puse mis lentes de sol y salí directo al parque en el que acostumbraba hacer ejercicio.

Se estaba muy agradable afuera, la temperatura un no era asfixiante gracias a que había madrugado mucho. Después de dar un par de vueltas al parque regrese a mi apartamento, lo primero que hice fue darme una ducha, estaba completamente sudoroso, luego volví a llamar al móvil y a la casa de Bella y aun nada, me empezaba a preocupar mucho, mire la hora y ya eran las diez, o sea las nueve de la noche en parís. Tome las llaves de mi auto y fui al supermercado, por lo general los fines de semana hacia las compras para toda la semana ya que luego no me daba tiempo de nada.

Al regresar a casa eran once y cuarto, volví a llamar a Bella, aun nada. Decidí hablar a Alice, ellas hablaban a veces, mi hermana tampoco atendió, ni en su casa ni en el móvil, hoy definitivamente no era mi dia, marque a Jasper, después de sonar por quinta vez mi cuñado y amigo por fin atendió.

-                     Hola hermano. –me saludo Jas.

-                     Hola jas, estoy buscando a Alice, de casualidad esta contigo? –el tendría que saber de su paradero.

-                     Si, pero si soy tu no hablo con ella en este momento. –me advirtió.

-                     Paso algo? –pregunte asustado.

-                     No es solo que vamos camino al aeropuerto y esta algo estresada. –me explico.

-                     Se van de viaje? –pregunte sorprendido.

-                     No, viene no se que amiga de ella a visitarnos… -Jasper fue cortado por el grito de Alice.

-                     Con quien hablas Jasper Hele? –era cierto que mi hermana estaba como loca.

-                     Con Edward amor. –dijo con voz dulce.

-                     Dame ya ese teléfono. –cuando la escuchaba de esa forma no entendía como Jas podía estar con ella.

-                     Adiós y suerte. –se  despidió mi cuñado.

-                     Edward Cullen estamos muy ocupados en este momento. –dijo mi hermana.

-                     Hola Al, muy bien y tu? –dije sarcásticamente.

-                     No te hagas el chistoso. –me regaño.

-                     Mira yo solo llamaba para saber si has tenido noticias de Bella, la estoy llamando desde que me desperté y no me atiendo. –le explique.

-                     No se nada, no he hablado con ella hoy. –respondió muy segura.

-                     También quería pedirte que me ayudes a hacer que se le pase el enfado conmigo. –no sabia a quien mas pedir ayuda.

-                     Esta bien, hablaremos de eso en la cena, recuerda hoy a las ocho en mi casa. –ya me había olvidado de su famosa cena.

-                     En serio tengo que ir? Porque no pueden venir tu y Jas a mi departamento? –no tenia ganas de ir a ningún sitio.

-                     No Edward, ya lo planee todo, no quieras cambiar las cosas a último momento, sabes que eso no me gusta. Ahora tengo que irme, hablaremos luego. –dijo a modo de despedida.

-                     Esta bien Al, hablamos luego. –me colgó enseguida.

Después de hablar con mi hermana volví a intentar comunicarme con Bella, pero nada, estaba empezando a pensar muy seriamente en llamar a todos los hospitales y sanatorios en la ciudad de parís.

Trate de distraerme cocinando pero no fue suficiente, luego almorcé y después me recosté en la cama, llame a Bella otra vez, aun nada, comenzaba a desquiciarme, no se en qué momento me quede dormido, cuando me desperté eran las cinco de la tarde, llame a Bella nuevamente y tampoco atendió. Me sentía tan frustrado, en ese instante recordé la cena en casa de Alice, no tenía ganas ni energías para ir, la llamaría y me inventaría cualquier cosa. Tome mi móvil y marque a mi hermana, atendió casi de inmediato.

-                     Hola Ed, como estas? –no parecía ser la misma persona que me grito esta mañana.

-                     Algo descompuesto, con dolor de cabeza –mentí-. Pero veo que tu estas mucho mas tranquila.

-                     Edward no me estarás mintiendo para escapar de la cena de hoy? –como me conocía.

-                     Es que no estoy de humor para cenas Al, no ubico a Bella por ningún lado y eso me tiene muy preocupado. –le explique.

-                     Has como queras, yo solo te diré que esta cena era en tu honor y si no quieres venir haya tu, yo ya hice mi parte. –dijo enfadada.

-                     De que hablas, pensé que se trataba de una cena como cualquier otra. –sabía que no me podía con la intriga y se aprovechaba de eso.

-                     Pues pensaste mal, hoy es un dia muy especial. No preguntes nada mas porque no te diré mas. –dijo previniéndose.

-                     Esta bien, estaré ahí a las ocho, pero donde me estés mintiendo te arrepentirás. –algo ya se me ocurrirá para hacerle.

-                     Si, si, como digas. Tengo que colgar, estoy ayudando a Jas en la cocina. –siempre era lo mismo, ella organizaba los cenas y almuerzos y era Jasper al que le tocaba cocinar.

-                     Nos vemos luego Al. –me despedí y termine la llamada.

Tendría que buscar en que entretenerme por dos horas y media.

Antes no me pasaba esto, si estaba aburrido llamaba a una de mis “amigas” y enseguida me entretenía, pero ahora no podía dejar de pensar en Bella, solo la quería a ella, como mujer, amiga y compañera, y no seria feliz hasta no tenerla a mi lado cada dia, quería que ella fuera la primer persona que viera por las mañanas y la ultima por las noches. Después de mucho pensar decidí conectar la play y jugar un juego de futbol. Me quede jugando hasta las siete y cuarto cuando recordé que aun no me había arreglado para ir a la famosa cena. Me puse un pantalón de jean oscuro y una remera blanca de cuello v. Trate de llamar a Bella pero tampoco atendió, mire la hora, faltaban quince para las ocho, lo mejor seria irme de una vez.

Baje al estacionamiento, me subí a mi coche y conduje de memoria el camino a casa de Al. Llegue, camine hacia la puerta, golpee y mi hermana me atendió.

-                     Ed! Por fin llegas, ya empezaba a sentirme sola. –dijo haciendo un puchero.

-                     Donde esta Jas? –pregunte mientras entraba a la casa.

-                     Fue a buscar a los invitados. Quieres tomar algo? –pregunto de forma cortes.

-                     Un whisky estaría bien. –fue a servir mi trago y también trajo un margarita para ella.

-                     Toma. –me ofreció el vaso y se sentó a mi lado.

-                     A que te refieres con “invitados”? –pregunte resaltando exageradamente la ultima palabra.

-                     Que hablamos de las pistas? Ya lo veras. –como odiaba cuando no me decían las cosas. Alice comenzó a hablarme de la nueva barbacoa, la comida y las reformas que querían hacer a la casa. Cuando eran alrededor de ocho y media escuchamos la puerta abrirse.

-                     Hasta que por fin llegan. –exclamo mi hermana, escuche la voz de Jasper decirle algo a alguien pero no pude distinguir que. Me di vuelta para mirar a Alice a la cara, pregunte con gestos de quien se trataba pero ella solo sonreía mirando a la puerta, escuche el sonido de unos tacones, pero seguí mirando a Al.

-                     Papa! –escuche la voz de mi hija, no podía ser cierto pero de todas formas me gire de inmediato, me encontré con la mejor y mas hermosa de las sorpresas mi hija corriendo a mis brazos, los cuales abrí de inmediato para recibirla, en cuanto la tuve contra mi la abrace con todas mis fuerzas, sin lastimarla, mis ojos se llenaron de lagrimas, no solo tenía a uno de los amores de mi vida entre mis brazas sino que me acababa de llamar papa, cuanto había esperado este momento. Luego de un par de minutos levante los ojos de mi hermosa hija, pero solo para buscar a su hermosa madre, en cuanto la vi con su hermoso vestido negro, por encima de la rodilla, y sus tacones rojos que le hacían unas piernas de infarto, sentí como mi corazón se hinchaba, me pare llevando a mi hija en brazos, me acerque a Bella y la abrace con todas mis fuerzas con un solo brazo, el otro sostenía a mi hija.

-                     Lo siento, te juro que no me volveré a comportar de esa forma tan estúpida contigo. –le susurre al oído, sintiendo su delicioso perfume inundar mis fosas nasales.

-                     Eso lo hablaremos luego. –me respondió en susurros ella y luego me dio un beso en la comisura de los labios. Con ese gesto supe que ella no estaba para nada enfadada conmigo.

-                     A mi también me alegra verte Eddi. –dijo Emmett con sarcasmo, Bella y Lydia rieron de su comentario, Bella se separo de mi y camino hacia su hermano.

-                     No seas resentido Em, es obvio que estando mi hija cerca nadie te prestara atención. –bromeo con su hermano. Alice y Jasper rieron por el comentario.

-                     Que quieren tomar? –pregunto Alice a los recién llegados.

-                     Un whisky estará bien. –respondió Emmett fijándose en mi vaso.

-                     Tu Bella? –pregunto Jasper.

-                     Un refresco y otro para Lydia por favor. –respondió mi amada.

-                     Segura que no quieres un margarita, o una copa de vino o le que se te ocurra? –pregunto Alice incrédula.

-                     Bella no toma alcohol –explico Emmett-, y menos si tiene que manejar.

-                     Siempre tan responsable. –comento Alice a modo de crítica.

-                     Alguien tiene que serlo, además ni soñar en que pondría a mi hija en riesgo conduciendo ebria. –se defendió Bella. En eso Jasper llego con las bebidas, nos invito a tomar asiento, Bella se sentó en el sofá y yo a su lado con nuestra hija aun en brazos.

-                     Ahora quien me va a explicar que hacen ustedes aquí? –pregunte mirando a Bella y Emmett.

-                     No te ha gustado la sorpresa? –pregunto mi princesa muy triste.

-                     Me ha encantado mi amor le asegure y deposite un beso en su frente-, pero me lo podían haber avisado. –le explique.

-                     Pero ya no seria sorpresa. –observo ella en un razonamiento muy parecido a los de Bella.

-                     Llegaron hoy de mañana, no? Por eso es que estabas como loca por ir al aeropuerto hoy. –lo último fue una afirmación dirigida a Alice.

-                     Sip, han llegado hoy al mediodía. –dijo mi hermana muy orgullosa.

-                     Porque no me dijiste nada? –le reproche a Jasper.

-                     Yo no me entere hasta hoy cuando escuche el grito de tu hija en mitad del aeropuerto. –explico a la defensiva.

-                     Grito? –pregunte preocupado y la analice con la mirada para asegurarme que no le pasara nada.

-                     Alice no nos veía asi que a la enana se le ocurrió gritarle tia con todas sus fuerzas –me explico Emmett-. Bien hecho. –y extendió la palma de su mano la cual me hija choco con la suya.

-                     Todas las personas que estaban a nuestro alrededor se nos quedaron viendo. –recordó Bella como si se tratara de una pesadilla.

-                     La tia Alice grito aun mas alto. –le recordó mi hija tratando de defenderse.

-                     No me sorprende. –dije en tono sarcástico.

-                     Mi sobrina hermosa me saludo, que mas podía hacer sino responderle? –pregunto mi hermana mirando a mi hija con ojos llenos de amor.

-                     Que les parece si pasamos a la mesa? –pregunto Jasper cambiando de tema.

-                     Claro amor. –le respondió Alice.

-                     En ese caso ire a preparar todo. –dejo mi cuñado parándose del lugar donde estaba sentado al lado de su esposa.

-                     Te ayudo. –se ofreció Bella, quien también se paro de su sitio a mi lado.

-                     No es necesario. –intervino Alice.

-                     Ustedes lo han preparado todo, lo menos que puedo hacer es ayudar en los últimos detalles. –su cara se había sonrojado.

-                     Como digas. –acordó mi hermana al darse cuenta que no tenía sentido discutir. Bella se fue tras de Jasper. Nosotros nos quedamos hablando con Emmett, quien me comento que uno de los cuadros que su empresa era sponsor y viste vendría a EEUU a hacer una gira de amistosas, ya que en esta época del año estaba a punto de comenzar el receso de verano, y una de las ciudades que visitarían seria los ángeles, también me ofreció entradas para el partido, me dijo que Jasper también iría así que no dude en anotarme. Después de diez minutos Bella apareció por la puerta para llamarnos a la mesa. La mesa del comedor de Alice era de diez lugares, cuando llegamos Jasper nos esperaba parado al lado de la silla que se encontraba a la derecha de la cabecera, el lugar de Alice, retiro la silla para que esta se sentara, deposito un beso en su frente, yo me senté frente a mi hermana, por lo que mi amor se sentó del mismo lado de la mesa dejando a nuestra hija entre medio de ambos, Emmett ocupo el lugar que estaba al lado de Al. La cena fue muy tranquila, Alice y Jasper le contaron a Bella y Emmett sobre su luna de miel, luego de agradecer por enésima vez el gesto que Bella tuvo con ellos al prestarle su casa, como era de esperar ella se puso colorada como un tomate y aseguro que no era nada, se veía tan hermosa! Luego de cenar tomamos un café, mientras mi princesita comía un tazón de helado.

-                     A que hora es el almuerzo de mañana? –pregunto Bella dirigiéndose a Alice.

-                     Y donde? –agrego Emmett.

-                     Que almuerzo? –interrumpí, no entendía de que hablaban.

-                     Mañana almorzaremos en casa de nuestros padres, a las once y treinta hay que estar ahí, luego les explico como llegar, es algo alejado. –respondió a todos.

-                     A que se debe esto? –pregunte sorprendido.

-                     A que conocerán a su única nieta. –dijo mi hermana como si fuera algo obvio.

-                     Ellas ya lo saben? –pregunto Bella algo asustada.

-                     No, solo les dije que tenia una noticia muy importante que darles, creo que piensan que les diré que estoy embarazada o algo por el estilo. –ella y Jasper soltaron una carcajada. Yo sabia que ellos planeaban esperar un tiempo antes de pensar en tener hijos, pero Esme quería nietos de una vez, bueno en realidad ya tenia una solo que no era el bebe que tanta ilusión le hacía a ella, sino una hermosa princesa a punto de cumplir siete años.

-                     Y si mejor le inventas cualquier cosa y lo dejamos para otro dia? –propuso Bella, se notaba que estaba muy asustada.

-                     Ya estamos aquí Bells, no es momento de acobardarse –la animo Emmett-. Estaré contigo pase lo que pase. –le prometió. No se suponía que esa promesa me correspondía hacerla a mi?

-                     Gracias Em, es solo que se lo que me espera mañana. –dijo con cara de terror. Tome sus manos entre las mías.

-                     No tienes de que asustarte cariño. –ni yo me creía eso, sabia que Esme le recriminaría hasta el cansancio, pero yo estaría ahí para defenderla.

-                     Gracias. –dijo Bella, aunque se notaba que aun estaba algo insegura.

-                     Donde se están quedando? –pregunte muy interesado y de paso cambiando de tema.

-                     En un piso cerca de aquí. –respondió Emmett.

-                     Recuerdas el edifiio antigua que se encuentra en la calle Mntclair? –me pregunto mi hermana, a lo que solo asentí-. Ahí mismo.

-                     Eso es muy cerca de mi apartamento, -observe emocionado. Me hacia muy feliz saber que las tenia tan cerca, pero de todas formas seria realmente feliz cundo las tenga viviendo conmigo.

La velada termino en cuanto Lydia no pudo mas del sueño y quedo dormida en el regazo de Bella, le pedí que se fuera a quedar a mi casa pero dijo que toda su ropa estaba en su piso, por lo que acordamos que mañana las pasaría a buscar para ir juntos a casa de mis padres.

Capítulo 22: Extrañandote II Capítulo 24: Nervios, parte 1

 
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