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Sentía mucha adrenalina por todo mi cuerpo en estos momentos, y no paraba de reír en la espalda de Jacob, mientras llegábamos a La Push, para ser más precisa, a la casa de Emily, donde estaban todos los licántropos esperando impacientes a que ella terminara de cocinar. - ¿Ahora qué se robaron? –inquirió Quil, al vernos entrar súper rápido a la casa. Que extraño, no estaba con Claire. Me baje de un salto de la espalda de Jacob. - Nada –le aseguré-. Escapamos de Alice. - Su tía está loca –apuntó Jake-. Solo porque Nessie usó esos pants más de una vez, prácticamente la haría puré. - ¿Es broma, cierto? –dijo Emily entre risas. - Ojala lo fuera –susurré. - No sobreviviría esa chupasangre con nosotros –se burló Paul. - ¿Cómo que no? –de momento Jared uso un tono de voz que pareció ofendido-. Con estos cuerpos –Emily y yo pusimos los ojos en blanco- y a grandes temperaturas, no le dañaríamos la ropa, solo unas mezclillas y por lo demás no s tendría que preocupar. - ¿Pero, al momento de transformarse? –inquirí-. No creo que se le haga nada grato. - Cierto… -se rindió-. Me mataste –puso mala cara. - Ya está la comida –anunció Emily-. ¿Gustan? –nos ofreció a Jake y a mí. - No, muchas gracias. Creo que hoy paso, estoy algo mareada. Pero, estoy segura que este lobito está hambriento después de haber corrido para salvarme de Alice –di una risita. - Fue un placer, mi hermosa princesa. Siempre estaré aquí para protegerte de todo –me dio un beso en la frente y se fue a sentar a la mesa, mientras yo me iba a la barra junto con Emily. - ¿Tú no vas a comer? - Lo dudo, Ness. Después de cocinar todo eso, me asquea el olor. - Te creo. Parece que haces de comer para 50 personas, si no es que más. - Pues, estos lobos hambrientos. Pero, no importa. Yo encantada de alimentar a estas bestiecitas. Me quede mirándolos por largo tiempo. Esto era simplemente genial. Era obvio que 2 alfas no podían estar en la misma manada, pero no en el mismo núcleo “familiar”. A partir de la vez en que los Vulturi nos vinieron a “honrar” con su presencia, todo mundo se hizo más unido. Claro que, muchas cosas no han cambiado, como las 2 manadas –la de Jake, Seth y Leah-, ó el gran choque entre Rosalie y Jacob. Pero, realmente, de ahí en fuera, licántropos y vampiros si pueden llevar una convivencia. Es divertido estar aquí, pero tengo que aceptar que me divierto más cuando estamos solo Jacob, Seth, Leah y yo. Ahí si me siento más en familia…con esa pequeña manada, pero no menos importante. En eso, sonaron pequeños toquecitos en la puerta. Todos volteamos al mismo tiempo. Era Claire, que tenía al parecer un gran estuche de maquillaje, y veía diabólicamente a Quil. - ¡Oh, no! –se quejó él. - ¡Oh, sí! Tú perdiste, ¿Te acuerdas? –dijo ella. - ¿Qué perdiste? –pregunté. - ¡Hola, Nessie! –vino corriendo hacia mi, Claire, para saludarme. - Hola, pequeña –le devolví el abrazo-. ¿Qué hiciste ahora traviesa? - ¿Yo? –se apunto con su dedo, con carita de “yo no rompo ni un plato”-. Nada. Lo que sucede es que Quil perdió una apuesta contra mi –al decir eso, todos los presentes rompieron en carcajadas, y empezaron a hacerle burla a Quil, de que cómo era posible que una niña de 12 años le haya ganado. - ¿De qué era la apuesta? –le preguntó Paul entre risas. - De quien lograba peinar primero a mi barbie –contestó ella con una sonrisa de oreja a oreja-. Pero, Quil lo único que hizo fue con una ligar hacer un chongo todo feo en el pelo de mi muñeca, y se lo tuve que cortar de tal forma que se parecía a él –de nuevo todo mundo rompió en risas, y se burlaron de Quil. - Ni modo, amigo –le tomo el hombro Sam-. Ve a pagar tu apuesta. - ¡Demonios! –se quejó.
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