Narra Alma
La semana pasó tranquila, la amistad con Andrew cada vez era mucho mejor, por supuesto mantuvo mi secreto y el de mi familia, bajo llave. Mi padre ya no nombró nada más de mudarnos… Había quedado en mi casa con Andrew para hacer trabajos… y por supuesto mi padre le observaba a distancia, y le leía el pensamiento, así que se quedó más tranquilo.
Me desperté pronto, y taché otro día en mi calendario.
- Hoy 17 de Noviembre… - dije para mí misma.
Miércoles…el cumpleaños lo iba a celebrar el sábado por la tarde.
- Buenos días cariño.- me dio un beso mi madre.
- Hola. ¿Qué hora es?
- Pues… falta 30 minutos para entrar en el instituto
- Me voy ya a por Andrew.
- Ten una manzana.
Cogí la manzana y me despedí de mis padres.
Bajé la carretera del bosque hasta llegar a casa de Andrew.
- ¡Hola! – me gritó al verme
- Andrew.- le sonreí
Me acerqué y salió la hermana.
- Buenos días.- me dijo.
- Hola Celia.
- ¿Puedo ir con vosotros?
Asentimos con la cabeza.
Entramos en clase de Matemáticas, pasó rápido.
Y así toda la mañana, la hora del almuerzo lo más normal, como siempre.
- Mañana ya tendrás los 16, igual que yo.
- Si, que ganas ya, por dios.
- Ay… tranquila. ¿Aun estás con el Jacobo ese? – lo miré con los ojos como platos.
Le había dicho… ¿Jacobo? Dios mío…
- Jake, por favor, Jacobo. ¿De donde as sacado eso?
- Pensaba que se llamaba así, lo siento.
- Tranquilo.
- Pues Jake…
- Si, aun estoy con él, y espero estarlo siempre.
- Ah… me alegro.- hizo una mueca.
- ¿Qué pasa?
- Nada, nada.
Sonó el timbre al cabo de los 20 minutos.
- Vamos que llegamos tarde. – me dijo.
Nos levantamos de las sillas y fuimos a la siguiente asignatura.
Al salir de clase fuimos a un parque cerca de su casa.
Estábamos solos.
- Venga dime que quieres que te regale…- me dijo
- No quiero nada enserio, además lo que quiero ya lo tengo.
- ¿A si?
- ¡Claro! Tu amistad, tonto.- le di un abrazo.
- Pero no se… algo que dure más…
- Bueno… no se. Yo siempre te recordaré.
- Ya se que regalarte. Pero lo siento lo vas a saber…
- No pasa nada, dime.
- Pues ¿esta tarde vas hacer algo?
- No, no tenemos deberes ni nada.
- Pues arréglate que nos vamos.
- ¿Dónde? Hoy Martes…
- Si, tú hazme caso.
- Bueno pues dime a que hora
- A las 17:30 para que tengamos más tiempo, espero que a Jacob no le importe, que te robe un par de horas.
Estallamos a risas.
- No, que va.
- Bueno pues iré a por ti, tranquila.
- Vale.
No sabía que me estaba preparando, pero me hacía mucha ilusión.
Llegué pronto a casa.
Narra Edward
Desde que vi que se lo dijo a su amigo lo que éramos, me enfurecí al pensar lo que ocurriera si se lo contara a alguien, por eso no le quito el ojo de encima a ese chaval, pero parece ser que esta guardado bien guardado el secreto. Ahora iba ya despejándome un poco…
A mis padres y hermanos tampoco les hizo mucha gracia que Alma se lo dijera, pero recapacitaron, más Esme y Alice, y Carlisle luego más tarde.
Flashbacks
- Edward… como a podido…- dijo Emmet
- Emmet, no lo se… no tengo ni idea.
- Tranquilos chicos… Edward, si Alma ha dicho que su amigo no se lo contará, no lo contará, confía más en ella, o si nos se encontrará menospreciada. – me dijo mi madre.
- Esme… yo no quiero que se sienta menospreciada ni nada, pero no puede ir contándolo….
- ¿Bella lo contó? – dijo Alice
- No.
- Pues ya está Edward.
- Bueno… No se que hacer…
- Por primera, no os mudéis ¿vale? Haced la vida como asta ahora. Tranquilo. Alma ahora te necesita tanto a ti como a Bella, más que nunca. – me dijo Carlisle.
- Lo se. Pero entiéndeme Carlisle.
- Que ya lo se, a mi me pasó también.- me contestó.
Fin de Flashbacks
- Edward, que pasa… - me preguntó Bella.
- Nada, estaba pensando
- Otra vez lo mismo…
- Si, lo siento.
- No, pero ahora no tardara en venir tu hija y querrás que te vea así.
- No.
Oí las llaves, y entró por la puerta Alma.
- Ya estoy en casa.
Vino hasta el comedor donde estábamos nosotros.
- Hola cariño, ¿Qué tal?
- Bien… cansada.- dijo.
- ¿Te vas? – le pregunté por sus pensamientos.
- Si, quería deciros que esta tarde me voy con Andrew, no se dice que es un regalo para mi cumpleaños.
- Vale, ves con cuidado. – le dije.
- Si papá.
- ¿Qué quieres que te regalemos?- le preguntó Bella
- Vuestro amor…
Bella se levantó de la silla y fue abrazarla, yo hice lo mismo.
- Ya lo tienes cariño.
- Mi peque…- le dije
- Papá… una cosa, puedes llamar a la tía Alice para que venga, seguro que quiere venir, es algo que le gusta.
- ¿La moda?- dijo mi madre.
- Exacto. Quiero que me ayude con unas cosas.
- Que raro que no esté ya aquí…- le dije.
Entonces oí más de un pensamiento, el de Alice, ya estaba cerca, pensando en como vestir a mi hija…
Suspiré de oírlo.
- ¿Ya está aquí, verdad? – dijo Bella.
- Si… no tardara. Va…
- 3,2,1…- dijo Alma
Toc, toc
Llamaron a la puerta y empezamos a reír.
Fue Alma a abrirle y como siempre se dieron un abrazo.
Se subieron arriba, yo me quede bajo con Bella.
Me quedé mirándole a los ojos.
- ¿Qué pasa?- me preguntó.
- Que eres hermosa.
- No, tu si que lo eres.
Me acerqué a ella, y le susurré al oído…- Te amo- acto seguido nos dimos un beso.
|