Cap. 23 Amor de papel

Ese dia por la noche dormi en la habitación de mi princesa, estaba con la cabeza hecha un lio, los días siguientes me dedique a evitar al extraño, le conte a Irina lo que había pasado, ella estaba segura de que era un mal entendido, decía que los dueños del club se aseguran de que los datos que se les da sean verídicos en cuanto a que no tenemos pareja y ese tipo de cosas.
-No me interesa Irina, creo que todo esta claro, el tipo o esta casado o tiene novia o que se yo, no me interesa volver a verlo
-Ni por el sexo?- pregunto ella- por lo que me habías contado, se entendían a la perfeccion, que tal si solo lo tomas asi, como sexo casual, sin compromiso entre un par de extraños.
-No lo se Irina, no es lo que planeo, yo no quiero ser la concubina de nadie-
Dejamos la conversación por la paz, Irina sabia que no me iba a hacer cambiar de opinión, el comenzó a llamarme y a cada dia le ponía una excusa diferente, que si el trabajo, que una junta en la escuela, la tarea de Renesmee, y asi se me fueron los días, hasta que un dia, le dije que si de nuevo, nos vimos ahora en un departamento que dijo había adquirido recientemente, “solo es sexo” decía para mis adentros “solo le interesa el sexo”.
Ese dia, el llego primero, estábamos comiendo cuando se excuso, para ir un momento a su auto, cuando regreso traia un enorme oso de peluche y me lo puso entre las manos
-Oye, no, no mas regalos por favor, yo… nunca te regalo nada
-Tu me das todo con tan solo respirar.- dijo en susurro mientras besaba el lóbulo de mi oreja “Mentiroso” decía para mis adentros- Ademas, temo decepcionarte esta vez, por que este oso no es para ti, es para tu hija, de alguna forma quiero pagarle ya que le estoy robando el precioso tiempo que comparte con su madre. 
Sus palabras sonaban sinceras, se me hizo un nudo en la garganta, no pude negarme, acepte el regalo solo por que era para mi hija.
El dia de hoy bebimos whisky, yo estaba nerviosa, asi que lo pedi solamente con hielos, salimos a la terraza con nuestros respectivos tragos, mientras observábamos el panorama, me dijo que le agradaba el clima húmedo de Seattle del cual yo me queje
-Si me dieran a elegir yo seguiría viviendo en San Francisco- su semblante cambio, me miro confundido, dio un ultimo trago a su bebida, se quedo en silencio mirando a la nada, sacudió la cabeza negativamente un par de veces, después de que termine mi trago, se acerco para tomar el vaso vacio de entre mis manos y colocarlo a un lado en uno de los maceteros, me dio un beso, en los hombros, y toda la piel se me puso de gallina, era un hombre irresistible, a penas y recordaba que hace unos días no quería saber de su existencia, en vano trate de resistirme a sus caricias, me gire para tenerlo de frente y de nuevo me perdi en esos hermosos ojos esmeralda, comenzamos nuestro beso con un toque de ternura y pasión, le di un pequeño mordisco en los labios, y lo senti tensarse me levanto entre sus brazos y me llevo a la cama, comenzó a besar mi cuello desabotono mi blusa como a poco, sin dejar de besarme, yo hacia lo mismo con su camisa, cuando logre quitársela la arroje al suelo, suguio su andar con las manos, me subió un tanto la falda para poder acariciar mis piernas, poco después la desabrocho también, asi que levante un poco la pelvis para que pudiera sacármela, comenzó de nuevo el viaje con sus labios, de mi boca a mi cuello, al lóbulo de mi oreja, de nuevo mi cuello, repartió pequeños besos, bajo por mis pechos, mi abdomen, los gemidos se escapaban de mi boca de manera involuntaria, me levante un poco para verlo descender, cuando mis ojos se posaron sobre aquel tatuaje, su triquetra “Es una representacion mia y de mis 2 grandes amores” recordé sus palabras, y un balde de agua fría me callo encima, fue entonces cuando recordé a la mujer que me había contestado el teléfono días atrás, senti que la cara se me ponía caliente a causa de la ira que este recuerdo me había provocado, mi cuerpo se desconecto entonces y dejo de responder a las ansiosas caricias de mi amante, sin interés alguno me limite a dejarlo hacer lo que le viniera en gana, se dio cuenta de mi poco interes su excitación desapareció en un instante
-Te ocurre algo?- me pregunto intrigado
-No, es solo que… ya me harte de esto, ya no me atraes.
-Pero yo crei que…- no lo deje terminar
-Es solo, sexo casual entre dos extraños, sin compromiso, lo siento, ya no me agradas- trate de ser convincente, trate de herirlo, si es que de verdad le importaba por lo menos un poco.
Me levante, de la cama y comencé a vestirme, el no dijo nada mas, se quedo sentado en la orilla de la cama, en su mirada había confusión, y tal vez un poco de ira.
-Entonces te vas?-
-Si- le conteste secamente
-Gracias por todo- 
-Adios- no le dirigi ni una mirada, Sali de ese departamento con el corazón arrugado como una pasa, a quien quería engañar, ese extraño había significado mas de lo que pensaba, aborde mi auto, y me dirigi a casa, no pude conciliar el sueño, la imagen de su cara inexpresiva y su triste mirada me atormentaba cada vez que intentaba cerrar los ojos, era una tonta, el me había engañado, el había jugado conmigo, y ahora yo me sentía culpable, trate de convencerme a mi misma “Esto no iba a funcionar, ese “amor” que comenzaba a sentir, era como una débil hoja de papel a la interperie en un dia lluvioso, bastaba mojarlo un poco para hacerlo desaparecer” eso no era amor, era mas bien sexo casual entre 2 extraños