Todo a su tiempo (+18)

Autor: AtalCullen
Género: + 18
Fecha Creación: 16/09/2012
Fecha Actualización: 07/10/2012
Finalizado: SI
Votos: 9
Comentarios: 15
Visitas: 58372
Capítulos: 27

Edward, un joven médico que ha dejado que sus prioridades sean lo más importante lo más importantes en su vida, dejando de lado lo más importante,... el amor.

¿Qué pasará cuando llegue la jefe de enfermería?

 


Hola amigas les dejo otra locura de mi mente,... esta es una historia que escribí hace un tiempo, la he publicado en otras partes, pero aquí la he querido colocar un poco editada, he corregido algunas cosas, sobre todo la gramática y redacción.

Espero les guste y pueda recibir comentarios y votitos,... un beso a mis lectoras que no me abandonan

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Capítulo 23: "Para siempre..."

EPOV

Este tiempo en ver a Bella todos los días se había hecho una delicia que disfrutaba cada vez que estaba con ella. Me gustaba saber que era mutuo. Disfrutábamos cada segundo, cada minuto, cada hora, no nos cansábamos. Se acercaba el día de nuestra boda y lo único que deseaba era que llegara, ya que estaba siendo difícil soportar nuestros deseos de tomarnos y hacer el amor. Mi cuerpo dolía cada vez que me separaba de ella.

Sabía que ese día estaba por llegar y todos nuestros deseos acumulados estallarían cuando estuviéramos unidos para toda la vida. Bella se contenía tanto como podía pero ya los dos estábamos deseosos de tomarnos. No dejaba de pensar en que en unos día más sería mía y que mi vida estaría completa, cumpliendo todos mis anhelos que me había propuesto en mi vida.

Bella había llegado a completar todo, ella era el adorno que hacía que vida fuese perfecta. No lograba pensar más allá, hasta que un día mi madre me dijo que cuando llegaran los hijos no iba a tener una mayor alegría, los hijos no estaban en mis planes aun con Bella pero tendríamos que pensar, ya que sabíamos que al ritmo de cómo sería nuestra vida junta, los hijos llegarían tarde o temprano.

Tres día antes, teníamos la boda civil, esta iba a ser muy reservada, solo la familia, ya había llegado Emmett y Rosalie, Charlie y René, estaba tan emocionado, ya que legalmente Bella sería mi esposa y en solo tres día más sería mi esposa por la eternidad. Me sentía muy nervioso, ansioso, eran un montón de sentimientos pero me embargaba una gran alegría. Por fin llegaría el día en que ya no sería soltero, sería le esposo de Bella Swan.

Estaba ya listo, la ceremonia iba a ser en la casa de mis padres, en la sala, todos ya estaban listos esperándonos. Bella un no estaba ahí, yo bajé y de pronto vi en la escalera a mi futura esposa, se veía tan hermosa, estaba con un bello vestido rosa, era mi Barbie y yo era Kent, se veía hermosa con un faldón como una quinceañera, se les veían sus hombros al aire con su cabellos sueltos cayendo por su espalda. Me deslumbró ya que todo lo que se ponía le quedaba bien, era perfecta.

Mi corazón, latía tan rápido que era como que en algún momento se saldría de mi pecho, faltaba tan poco para unir nuestras vidas. Me acerqué a ella y le tendí la mano para llevarla a donde estaba el juez par comenzar la ceremonia.

Bella me miró y el juez comenzó con la ceremonia, los dos estábamos tomados de la mano escuchando lo que el juez no decía, cada vez que decía algo de nuestras obligaciones Bella me apretaba la mano, como diciéndome con eso que teníamos mucho que cumplir.

Llegó el momento de firmar el documento y Bella fue la primera, me dolía el estómago por tanto nervio, nunca pensé que estaría así y eso que era solo la ceremonia civil, mis manos sudaron todo el tiempo y la pobre Bella tenía que soportar mi inseguridad. No sabía porqué estaba así, era un sueño que nunca pensé que llegaría. Era mi turno y tomé el bolígrafo y firme.

Me di vuelta para mirar a mi esposa, y el juez nos declaró como el matrimonio Cullen- Swan. Fue emocionante escucharlo, de golpe tomé a Bella de su rostro y la besé, no me importó si estaba la familia y el juez, lo único que reimportaba era de sellar este compromiso con los exquisitos labios de mi novia, bueno ahora mi esposa.

A pesar de que Bella y yo éramos legalmente esposos, faltaba la unión más importante para mí, era tener la bendición de lo alto para que nuestro amor se sellara en los cielos y ahí poder tenerla para mí hasta que Dios lo quisiera. Yo no era religioso, pero todo esto era importantísimo. Tuvimos un buen rato compartiendo y riendo en la cena preparada para la ocasión, todos se veían felices por nosotros. Bella estaba feliz de estar con sus padres juntos a pesar de que hace mucho tiempo que nos los veía así aunque fuese solo para ocasión. Ella se veía muy cómoda ya que a pesar que había venido sin Phill se veía muy bien compartiendo con todos. Phill llegaría un día antes de la ceremonia religiosa.

Tomé a Bella de la mano y la llevé al patio de la casa. Al estar ahí la tomé la cintura que se veía tan pronunciada en ese vestido rosa, que se veía tan apetitosa, y la besé con un beso tierno en sus labios, pero Bella no lo quería así y me hizo a entender que quería un beso más apasionado. Al sentir su lengua tocando la mía, se me erizaron todos los vellos del cuerpo, se sentía tan agradable, sin más pude sentir como mi cuerpo reaccionó a su beso y como el deseo de ella apareció.

Bella se separó un poco de mi, y me miró fijamente a los ojos, posando sus brazos por mi cuello tomando mis cabellos, me hizo estremecerme.

-¿Qué pasa Bella?- la miré y pregunté.

-nada, solo que ya eres mi esposo y ahora puedo hacer lo que quiero contigo- me dijo pícaramente.

-mmm, aún nop- le dije con penita.

-¿cómo que aún no?- me dijo con preocupación.

-después del sábado amor, seré todo tuyo y podrás hacerme lo que quieras y no olvides que yo podré hacerte lo que quiera- le dije capturando sus tibios labios.

Haciéndome un lindo pucherito, me abrazó tan fuerte que sentí su gran desilusión, pero ya faltaba menos.

-Después de la boda, estaremos unidos para toda la vida mi amor- le dije con mi frente en la suya.

-te amo Edward Cullen y te prometo que te haré feliz cada día de nuestra vidas- me dijo besándome.

Después de esa noche solo faltaba dos noches más y tendría en mis brazos a mi amada esposa.


BPOV

Estaba tan emocionada René ya había llegado sin Phill, y Charlie estaba emocionado al verla de nuevo después de tanto tiempo, pero le vi tan feliz, aunque no con cara de enamorado, pero sí con cara de estar feliz al verla bien y feliz.

Hoy miércoles sería la primera parte de nuestra unión con Edward, es la ceremonia civil y estoy muy nerviosa, Alice escogió mi vestido y al se sincera me gustó mucho aunque el color no es de los que escogería pero creo que me veo bien y el gusto de Alice era mejor que el mío. Escogió unos zapatones muy altos, pero eran muy cómodos ya que estaría a la altura de mi novio, no me costaría empinarme tanto para tomarme del cuello.

Llegó la hora y ya estaba en la casa de los Cullen y en la habitación de Alice, estaba en sus manos, ella junto a Rosalie que ya había llegado con Emmett me estaban alistando. Estaba muy nerviosa, ya que aunque era solo la ceremonia civil, este era el primer paso para sellar nuestro matrimonio.

Al estar lista me fui a la sala, divisé a mi novio que se veía tan hermoso junto a toda la familia, estaba vestido con un traje claro que se veía resplandeciente, sus cabellos dorados resaltaban más y sus ojos brillaban tan penetrantes. Ya había llegado el juez y me dispuse a bajar por la escalera y Edward me dio la mano para llevarme frente al juez para dar así la partida de la ceremonia.

El juez comenzó y fue más corto de lo que pensé, firmamos y nos declaró el matrimonio Cullen – Swan, estaba tan emocionada que no podía borrar la sonrisa de mis labios, las manos de Edward estaban entrelazadas con las mías y sentí toda la ceremonia su nerviosismo. Cuando acabó el juez, me soltó y me besó con un beso muy hermoso sin importarle las personas que estaban a nuestro alrededor. Todos aplaudieron al vernos y nos separamos sonriendo.

Ahora en mi interior estaba más ansioso, faltaban solo dos noches para estar con mi esposo, y entregarme a él en cuerpo y en alma, todo en conjunto. Aunque sabía que aunque le insinuara todo el deseo acumulado que tenía en mi interior, él esperaría hasta que tuviésemos la bendición de la iglesia. Solo había que esperar.


EPOV

Jueves, viernes, se me habían hecho una eternidad, solo faltaba una noche más y Bella oficialmente y sagradamente sería mi esposa. La dejé en su casa, ya que al día siguiente no la vería hasta la ceremonia en la iglesia en Seattle.

Desperté de casi dormir muy poco ya que los nerviosismos estaba a flor de piel más insinuados que en la ceremonia civil. El saber que Bella sería mi mujer para siempre, me tenía emocionadísimo.

Me levanté al medio día, y ya todos estaban en la cocina, gritaron al verme y comenzaron a hacerme bromas por la noche que se vendría junto a Bella. Oficialmente esta noche la pasaríamos en el hotel donde la vez pasada Bella junto a Alice y Esme pasaron la noche y al día siguiente tomaríamos el vuelo para nuestra luna de miel.

Con solo pensarlo mi corazón comenzaba a bombear más rápido. Bella no sabía donde la llevaría, era una sorpresa, pero quería darle un regalo al llevarla al lugar de nuestra luna de miel. Sabía que le gustaría cuando lo supiera, ya que algunas veces me contó que uno de sus sueños era visitarlo.

Después de almorzar un poco ya que no fui capas de comer toda la comida, me fui al piano a tocar un rato para poder relajarme, me sentía muy nervioso pero más ansioso de que llegara el momento de hacerla mía, aunque ya habíamos practicado algo aunque no lo habíamos concretado, esperaba no cometer errores o si no me lo perdonaría nunca.

Después de haber estado en el piano y pasear por muchos compositores, me pude relajar, después de algunas horas me fui a alistar para la boda, ya era la hora de irme a la iglesia a esperar a mi esposa, estaban llegando los invitados a al iglesia, esta era grande, me sudaban una vez más las manos, mi madre me acariciaba la espalda para tranquilizarme, me parecía un poco divertido, ya que de alguna forma mis nervios me estaban jugando chueco.

-hijo tranquilízate, ya terminará todo esto y estarás con Bella- me decía frotando mi espalda y mis brazos.

OK mamá, parece que debemos entrar ya la limosina de mi esposa esta llegando- le dije emocionadísimo.

Ya estando bajo el altar esperando a Bella venir a mí, comenzó a sonar la marcha nupcial y ella estaba en al entrada junto a Charlie tomada de su brazo con su hermoso vestido de novia, se veía… nos sé como describirlo pero era la novia más hermosa que había visto y era mía. Sus cabellos los tenía tomados con ondulaciones en las puntas cayendo por su rostro. Realmente amaba a esta mujer más que mi vida.

Me acerqué donde Charlie y le di un fuerte abrazo mientras me decía en el oído que cuidara a su hija. Después tomé la mano de mi mujer y la puse en mi brazo para llevarla al altar donde estaba el sacerdote esperándonos.

Comenzó la ceremonia y tomados de la mano seguidos todo el tiempo, llegó la hora de los votos y la puesta de los anillos y la promesa de amor eterno. Cuando escuché de la voz de Bella que me aceptaba y aceptaba cuidarme, protegerme en todas circunstancias sentí caer por mis mejillas lágrimas de emoción y plena felicidad. Ya era mi esposa en forma oficial, era la mujer que había esperado toda mi vida, la que sin pensarlo añoré para poder compartir mi vida junto a ella.

El sacerdote me indicó que ya podía besar a la novia y sin hacerme de rogar le besé la frente y luego sus labios con un dulce beso, respetando el lugar donde estábamos, sabía que ya tendríamos tiempo para devorarla de otra forma, pero a ella igual le gustó, ya que sus labios siguieron el ritmo de mi beso sin pedir más. Al verle sus ojitos también estaban brillantes por tanta felicidad.

Por fin culminó la ceremonia y salimos de la iglesia, todos felices por nosotros, se balancearon para abrazarnos y felicitarnos. Por fin habíamos llegado hasta esta instancia y estaba rebosando de tanta alegría.

-¡Bella por fin eres mi esposa para toda la vida!- le dije abrazándola.

-¡sí mi amor, oficialmente soy tu mujer! ¡te amo!- me dijo emocionadísima.

Nos subimos a la limosina y nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad, para hacer tiempo para que llegaran los invitados a la recepción. Sin mentir eso no importaba solo quería era estar con ella, se veía tan hermosa de color blanco y quería contemplarla sin nadie a nuestro alrededor.

Nos besamos por un buen rato hasta que tuvimos que respirar, Bella estaba más que deseosa, al igual que yo, ya no aguantábamos más pero faltaba tan poco para que estuviéramos unidos en un solo ser, pero sutilmente hice que se enfriara el momento en la limosina. No quería arruinar todo. Así que tuvimos que calmarnos y así nos fuimos a donde nos estaban esperando.

Llegamos al lugar de la fiesta y ahí estaban todos, algunos estaban bailando pero se detuvieron ya que al entrar al lugar todos nos aplaudieron al llegar y comenzó el vals, nos pusimos a bailar y a pesar de que a Bella no le gustaba bailar, lo hicimos muy bien, después de terminar nos dieron las copas de champaña Carlisle brindó por nuestra felicidad.

Después de comer, Bella se dispuso a tirar el ramo como era costumbre a todas las solteras que se encontraban ahí, y al instante hice lo tradicional con la liga de la novia, no se como lo hice, fue muy bochornoso, me sentía arder en mis mejillas pero lo logré y fue un gran alivio ya que después que lo hice Bella me agarró con furia y me tomó del rostro y me besó. Todos murmuraban por la reacción de mi esposa, pero fue un momento muy íntimo el cual tuvimos a pesar de que todo era un juego.

Me imaginaba todo lo que podríamos hacer en nuestras noches de pasión e intimidad. Pasaron varios minutos, hasta que Bella me dio una sorpresa, fue algo que nunca me imaginé, comenzó a sonar una dulce melodía de introducción y se acercó al micrófono y lo tomé en sus manos y comenzó a cantar, me quedé boca abierta escuchándola y viéndola con tanta naturaleza, debo confesar que tenía una voz dulce y melodiosa. Al terminar todos aplaudieron y yo me acerqué a ella y la besé con lujuria, fue una hermosa sorpresa, la canción era una de mi favoritas "From this moment on" de Shania Twain, reflejaba todo lo que sentíamos mutuamente. Había escogido mejor canción.

Después de todo ya era hora de que nos fuéramos al hotel, teníamos que levantarnos temprano para tomar el avión rumbo a nuestra luna de miel. Sabía que dormiríamos poco ya que estando juntos y solos en el hotel a pesar del cansancio no tendríamos tiempo de dormir.

Los dos teníamos ganas de estar solos. Habíamos aguantado mucho tiempo y ya no quería espera más para hacerla mía y yo de ella.

Nos despedimos y nos subimos al carro y nos fuimos al hotel, ahí nos esperaban y ya nuestra habitación estaba lista, adornada con pétalos de rosas como se los había pedido, nuestra cama tenía un corazón formado con ellos y muchas velas aromáticas, sabía que a Bella le gustaban las rosas y los aromas a frutas, así que estaba pasado a su aroma. Ingresamos a nuestra habitación como lo hace todo novio cargando a su esposa llevándola entre sus brazos. Al dejarla en el suelo Bella no se soltó de mi cuello y me besó con mucha pasión, me separé ya que tenía que darle al botón su propina, Bella aprovechó de ese instante para irse al baño, me imaginé que quería estar a solas para acomodarse, yo solo esperé sentado sin mi chaqueta desabrochando un poco mi camisa y sacándome la corbata. Solo me quedé esperando.


BPOV

Había llegado el gran día de la boda, estaba tan emocionada, Alice y René tenían todo preparado para que estuviera lista para la hora de irme a la iglesia. Llegó temprano la estilista y la maquilladora, estuve casi todo el día en eso, sabía que el peinado tenía mucho trabajo a pesar de ser muy sencillo pero tenía su técnica, el maquillaje no era tanto, solo que también tenían que hacer lo suyo, hay un dicho que dicen que si "el mono que se viste de seda, mono queda" aunque sabía que para Edward yo era la más hermosa, sabía que no podían hacer milagros.

Me tomé casi todo el día, no había comido mucho ya que el estómago no me resistía mucho, solo pensaba en la emoción que me embargaba en ser unida al ser más valioso que ha existido en mi vida.

Ya estaba lista y Alice y René se habían ido y Charlie y yo subimos a la limosina para dirigirnos a la iglesia, al llegar divise a Edward vestido con un hermoso traje oscuro, junto a Esme, al vernos ellos se dispusieron a entrar para esperarme en el altar. Al llegar me puse nerviosa, no lo había estado ni en la ceremonia civil y ahora ya no podía más retener mis emociones.

Pensé en que esa noche después que acabe todo me haría suya, haríamos el amor, y esta vez sería diferente, lo tendría dentro de mí y seríamos un solo ser. Eso me ponía más feliz de lo que estaba.

Al escuchar la marcha nupcial mi corazón comenzó a latir de una forma que llegaba a doler, ver delante de mí a Edward que se veía tan rígido, pero a la vez muy feliz, me llenaba por completo. Todos a mí alrededor se veían felices por nosotros. Jasper, Emmett, Alice y Rosalie se veían esplendidos con sus trajes de pajes, había esperado estos meses para esto y ya estaba en ello, Edward se acercó y Charlie me entregó a él. Le tomé del brazo y sentí toda su emoción, estaba tan nervioso como yo.

El sacerdote comenzó y los minutos pasaban, llegó el momento en que Edward me puso el anillo y dijo su promesa, después seguí yo, a Edward le brotaron las lágrimas, yo me contuve pero estaba tan emocionada como él.

Por fin ya era su esposa, era la señora Cullen, desde hoy estaríamos unidos toda la vida. Ya no tendríamos que aguantarnos las ganas de estar juntos. Ya no tendríamos que separarnos por las noches y dormir separados. Tendríamos una vida plena con el solo saber que él estaría ahí para mí.

La recepción fue muy divertida, todos los invitados estaba contentos y se veía que la estaban pasando bien, vi a Leah que había llegado junto a Jacob, él se veía feliz, su rostro se iluminaba cuando le veía, también había llegado Phill, René estaba mas que feliz, todos los amigos de Edward nos acompañaban aunque eran pocos, pero nos sentíamos completos el compartir esto tan importante con ellos.

Después de tirar el ramo a las solteras que se encontraban, Edward me sacó la liga, y al bailar un poco llegó la hora de darle sorpresa, Alice me ayudó en conseguir la pista y en practicarla, no se de donde salió el coraje de pararme ahí delante de todos los invitados y cantarle, era una canción que reflejaba lo que él era para mí, me di el valor con solo mirarle directamente a los ojos sin apartarle, comencé a cantar y al terminar mi esposo se fue directo a mí y me besó con una ternura. Sabía que le había gustado y que le había sorprendido.

Ya era la hora de irnos al hotel para nuestra primera noche juntos como matrimonio, estaba ansiosa, pero era más por el nerviosismo que tenía, quería que esta noche fuese maravillosa para los dos en especial para mi Edward.

Llegamos al hotel y nos estaban esperando, nos dirigieron a nuestra habitación y como era la tradición Edward me tomó en sus brazos y entramos en ella, estaba adornada como me lo había imaginado, lleno de pétalos y Edward había pedido que formaran un corazón con los pétalos encima de la cama, era tan hermoso todo lo que veía y eso era el comienzo.

Él me dejó en el suelo pero yo no me solté de su cuello y lo tomé y le besé con pasión y deleite, me había olvidado del botón que estaba ahí esperando su propina, de pronto Edward se separo de mí para despachar al muchacho que nos veía con tanta dulzura que aproveché de ir al baño a soltarme un poco el cabello, estaba tieso de tanta cosa que me pusieron en mi cabeza para que no se desarmara el peinado.

Estaba nerviosa, era como si nunca hubiésemos estado juntos con Edward, bueno en teoría era así solo nos faltaba consumar nuestros amor fundiéndonos con nuestros cuerpos y uniéndonos como una sola carne...

Capítulo 22: "Culminando una etapa" Capítulo 24: "Un solo cuerpo"

 
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