-Quedate, quedate esta noche con migo- me dijo Jake, yo me conforme con asentir y volver a colocarme, acurrucada a su lado. Despues de un rato de silencio por fin Jake hablo.

-¿Que has hecho estos tres meses?

-Aprender, no es facil, creeme.

-¿El que no es facil?

-Lo que soy, no es facil por el hecho de que hay cosas nuevas, cosas que me asustan, cosas que me gustan, cosas que me desagradan, muchas cosas, todas juntas, una tras otra, a veces de dos en dos, o todas a la vez.

-¿Que te asusta?

-El hecho de que derepente puedo controlar mentes, pero es no es lo que me asusta, lo que me asusta es que a  veces lo hago sin querer hacerlo. Tambien esta lo de que derepente tengo poderes de bruja y que me entero de que pertenezco al eslavon mas poderoso de la cadena vampirica. Ah, y que los sentimientos se agudizan muchisimo, por nada me pongo a llorar, o me pon euforica, o cuelquier cosa.

-¿Que te desagrada?

-Tengo que beber sangre humana.

-¿Como?- me pregunto atonito.

-Si, la de animal me sienta mal, muy mal, me dedico a asaltar hospitales.

-Bueno, ¿y que te gusta?

-No lo se, hay veces que estoy feliz, feliz de verdad.

-Me alegro.

Yo simplemente sonrei y me volvi a recostar sobre él, estabamos viendo una pelicula romantica en la television.

De repente me di cuenta de algo: no me habia besado desde que habia vuelto y habia tenido posibilidades, vaje la vista, ¿y si ya no me queria?, ¿y si le habia hecho tanto daño que ya no me perdonara jamás? y una lagrima recorrio mi migilla, joder con la iper sensibilidad.

-¿Que te pasa?- me pregunto el asustado, y me alzó la cara, obligandome a mirarle a los ojos.

-Nada, cariño, tranquilo, estoy bien, ya te he dicho que me pongo a llorar por nada ultimamente.

-Dime que te pasa, confia en mi.

Volvi a bajar la mirada.

-Esque... me da vergüenza...

-Dime...

-Me preguntaba si ya no me quieres  como antes- dije casi en un susurro. Jake soltó una carcajada-. No te rias.

-Perdon- se pueso serio de nuevo-. ¿que te hace pensar eso?

-¿Porque no me has besado?- le pregunte en otro murmullo.

-Ah, es eso..., no, no me habia dado cuenta, no sé, estaba feliz de que no estobieses muerta.

Hice una mueca parecida a una sonrisa. Acercó sus labios a los mios y me beso dulcemente, pero luego combertirse en un beso desesperado. Comence a saciar la sed de sus labios que había crecido en mi estos tres meses. Nos besamos con ansia, como si tubiesemos prisa, recordande el sabor de nuestras bocas.

Cuando nos separamos ambos tubimos que esperar unos segundos para tranquilizarnos, agradecí que mis colmillos no hubiesen salido a la luz.

-Wow- dijo el.

-Wow- repetí-. Jake, son las tres de la mañana, no crees que deberiamos... irnos a dormir- auque eso no es lo que me apetecia precisamente hacer esa noche.

-Si, voy a prepararme el sofa para...

-Vamos- le corte cogiendole de la mano, el se dejo llevar hasta su dormitorio-. No tienes por que dormir en el sofá, duerme en tu cama, con migo.

No me hizo falta mas, se quito la camiseta, se descalzó y se metio debajo de las sabanas. No tenia con que dormir asi que sacaria a relucir mis armas de mujer, me quite los mantalones, demasiado despacio, y despues la camisa, aun mas lentamente, me deleite viendo como me miraba con disimulo, por cierto, nunca me habia dado cuenta de lo mal que disimula, me quede en ropa interior, llebaba un conjunto muy pequeño de encage negro.

-Hazme un hueco.

El se aparto, poniendose boca arriba, y cuendo yo me senteme di cienta de algo, vi un bulto en las sabanas, sonrei al ver lo poco que tenia que hacer para probocar eso en el, esta noche iba a ser mas dibertida de lo que esperaba. Cuando se dio cuenta de que le habia descubierto se puso de espaldas a mi, avergonzado.

Me tumbe y le abracé por la espalda, acariciandole el pecho, le di un beso en la espalda, temblo un poco, sonrei ante su reaccion.

-Ness, por favor...

-¿Que?

-Para.

-¿De verdad quieres que pare?- dige dandole u empujon para que quedase de frente a mi y le bese, fue un beso corto.

-No, pero...- su voz sonaba ronca.

-Pero ¿que?

-¿Estas segura de esto?

Asentí y sonrei

-Nunca he estado mas segura de nada como de que quiero hacerlo con tigo Jake.

El me beso y se colocó sobre mi, sin dejar que yo aguantese ni un gramo de su peso, pero no, hoy hiba a tomar yo la iniciatiba, porque ya sabía como acababamos simpre. De in empujon me puse sobre el, sin dejar de besarle, baje besando cada uno de sus ben marcados musculos, hasta llegar a sus pantalones, le mire a los ojos y se los desabroché, acabe de quiratselos y me puse de rodillas, me dasabriche el sugetador y lo tire al suelo.

Subi de muevo y le besé, me quitó la ropa que me quedaba y yo hice lo mismo con él, ambos estabamos desnudos, en su cama.

-Ness, mi vida, sabes que esto duele un poco, ¿no?

Asenti.

-Sigue, por favor-bajo su mano acariciando cada curba de mi cuerpo y empezó a acariciar mi clitoris, introdujo dos de sus dedos en mi, una corrieente electrica me recorrio la espalda y suspire, me gane otro suspiro por su parte.

Le besé con ganas, con sed, y derepente me salieron los calmillos y adios a la magia del momento, me aparté de él

-Ness, ¿que pasa?

-Nada- dije mientras me tapaba la boca.

-Ness, no ocultes lo que eres, a mi no- me quito pa mano de la boca y me beso, paso su lengua por mis colmillos y eso fue algo que no me esperaba y me hizo gemis de sorpresa, pero tambien porque eso abia producido en mi una sensacion de confianza y placer. Me volve a poner a horcajadas sobre él.

Entro en mi, y en efecto, me dolio, me cogio de las cadera para indicarme como debia de moberme.

-Espera- le dije-. Espera un momento.

En cuanto dejo de dolerme empecé a moberme de arriba a abajo sobre el, corrientes electricas corrian por todo mi cuerpo.

-Ness, quiero que me muerdas.

Me quedé paralizada con el dentro de mi.

-¿Que?

-Que quiero que me muerdas.

Negue con la cabeza.

-Por favor Ness- me acercó a su cuello-. Por favor, hazlo.

Le mordi y comencé otra vez a moverme encima de él, me di cuenta de algo, ahora lo estaba disfrutando mucho más, pero no se el, le oi gemir, me acariciaba la espalda hasta llegar a mis gluteos, en los cuales clababa las uñas devilmente.

Nete que iba a llegar mi orgasmo y saque mis colmillos de su cuello, y lami una gota que caia de la erida, de repente una oleada de un placer que casi se asemejaba al dolor me inbadio y grite, el llegó con migo, ambos gemiamos y gritabamos, unas veces eran simples gritos, pero la mayor parte el nombre del otro salia sin prebio abiso.

Salio de mi y me tumbe a su lado. Me di cuenta de que las dos marcas de colmillos eran ya casi imperceptibles en su piel morena.

Se dio cuenta.

-Sano rapido.

Yo simplemente le bese.

En segida nos quedamos dormidos, abrazados, desnudos, esa noche no la iba a olvidar nunca, nunca.