—No almorzaste aún.Debes tener hambre.—Bella miró hacia arriba con una sonrisa mientras su compañera,Tanya entraba en la oficina.Tanya era la compañera favorita de Bella.
—No,no lo he hecho y tengo hambre,pero creo que esperaré hasta...
—¿He oído decir a alguien que tiene hambre?—Bella miró hacia la puerta,mientras que el Padre Aro entraba en el despacho.Ella miró interrogativamente hacia Tanya,pero la otra mujer parecía igual de desconcertada que ella a la vista del hombre.A menudo,el padre Aro trabajaba muchas horas en el refugio,pero generalmente acababa cuando ellas llegaban a su turno.Bella nunca lo había visto estar en el refugio a estas horas…a menos que hubiera una emergencia a la que tuviera que atender.Esto la hizo preguntar:
—¿Hay algún problema,Padre Aro?
—No,no.¿Por qué piensa esto?
—Bien,es tan tarde…—empezó ella.
—Ah,ya veo—la interrumpió él y entonces apartó la mirada,su mirada recorrió la oficina antes de soltar—el insomnio.Sufro ocasionalmente de insomnio—sonrió brillantemente,entonces movió un plato de plástico con comida—.Tan solo cocinaba para pasar el tiempo,hice una sopa y pensé que no podría comerla solo,así que os traje un poco chicas—y les sonrió.
—Ah,eso…ya he comido—dijo Tanya bruscamente,mientras él abría el recipiente de plástico y el ajo penetró inmediatamente cada rincón de la habitación.
—Pero Bella,no—el Padre Aro le sonrió brillantemente—.¿Lo hiciste?
—Eh…—Bella escrutó la sopa con desconfianza.Era blanca y cremosa y podría haber sido crema de patatas,pero apestaba a ajo.Bella raramente comía comida y el olor del ajo era bastante fuerte y no es que no le gustara el ajo.Le gustaba,pero el olor que venía del Tupperware era realmente fuerte.Por otro lado,no quiso herir sus sentimientos—.Gracias.Eres muy amable.
—Acabo de hacerla.Está todavía tibia.Ten.—él sostenía el plato,alcanzó en el bolsillo y cogió una cuchara y la entregó también.Bella aceptó la sopa y la cuchara y forzó una sonrisa.Cuando el Padre Aro la miró fijamente,expectante,ella se dio cuenta de que no había nada que hacer y sacó una cucharada.En el momento en el que la metió en la boca,se arrepintió de su innata cortesía.El olor de ajo había sido fuerte,pero no fue nada comparado al sabor.Era casi tan grueso como un puré de patatas,pero no era crema de sopa de patatas.Si se arriesgaría a adivinar,diría que era puré de ajo,caliente.Por lo menos,eso era lo que probó y fue tan fuerte que quemó la boca y la garganta mientras tragó.
—¡Bella!—gritó Tanya con alarma,mientras ella empezaba a ahogarse.Corrió hacia el escritorio y tomó un cuenco de plástico y comenzó a palmar su espalda.
—¡Tanya!—El Padre Aro gritó—.Déjale espacio para respirar—Bella estaba vagamente consciente de que el Padre Aro agarró el brazo de la otra mujer para quitarla del medio y le estuvo agradecida,mientras corría,a toda prisa,por el pasillo,hacia el agua más fría.
Parecía que le llevaba una eternidad el llegar al refrigerador,asir un vaso de plástico y llenarlo con agua.Bella casi fue tentada a meterse la boca bajo el chorro y permitir que el líquido se vertiera directamente dentro,pero logró refrenarse.Bebió el agua con alivio y lo llenó otra vez.Tomó tres vasos hasta que se calmó el ardor que sentía en la boca.
Comenzando a sentirse un poco mejor,Bella asió un cuarto vaso y se giró para volver a su oficina,deteniéndose al ver a Tanya y al Padre Aro en la puerta.
—¿Estás bien?—preguntó Tanya con preocupación.
—Sí,sí.Fue solo un poco…mmm…fuerte—dijo ella delicadamente,no quería herir los sentimientos del Padre Aro.
Tanya miró detenidamente el hondo plato que sostenía,sacó una cucharada y lo probó.Inmediatamente,su cara se enrojeció y palideció.Empujó el plato en la mano del Padre Aro y voló hacia el vaso con agua.Bella lo dejó sin lucha e inmediatamente se dio la vuelta para llenar un segundo vaso,cuando Tanya se bebió el primero.
Se habían necesitado tres vasos para sacar el fuego en la boca de Bella de la cucharada del ajo.Se necesitaron cuatro para la pequeña prueba de Tanya.Una vez que estuvieron relativamente recuperadas,se dieron la vuelta para estar enfrente del Padre Aro.Él les echó un vistazo y después miró la sopa con desilusión.
—Adivino que no funcionó—refunfuñó el Padre Aro.
—¿No funcionó?—preguntó Tanya.
—La receta—dijo él con un suspiro,cuando puso la tapa del contenedor.
—Bien,esto disolvió mi nariz—dijo Tanya con una sonrisa—.Tal vez debería guardar aquella receta para cuando una de nosotras esté resfriada.
—Hmm.—El padre Aro se apartó y anduvo con dificultad por el pasillo,pareciendo terriblemente desalentado.
—Era la peor sopa que he probado alguna vez—dijo Tanya tan pronto como el hombre hubo dado vuelta al final de pasillo y hubo desaparecido de la vista.
Bella hizo una mueca,en acuerdo.
—No me vuelvas a recordar nunca el gusto de su comida.
—Como si pudieras olvidarlo después de esto—dijo Tanya con diversión—.Ahora.—Ella tomó el vacío cristal de Bella—.Cómete tu almuerzo y relájate.Sin hacer nada mientras comes.No nos pagan lo bastante para trabajar en nuestros descansos.
—Sí,señora.—Bella la miró alejarse,antes de volver a su oficina.Se sentó detrás de su escritorio,miró fijamente el trabajo que tenía que hacer,luego otra vez hacia la entrada.Ella tenía hambre,pero no era un bueno momento para tratar de alimentarse.
Mientras que los clientes del refugio deberían dormir,no era un hotel con cuartos aparte en los cuales podría meterse para alimentarse en privado sin el miedo de ser descubierta.Había seis grandes cuartos con de diez a veinte camas en cada uno.Sería arriesgado intentar alimentarse de alguien en aquellos cuartos.Podría haber uno o dos clientes que no dormían o quienes tenían el sueño ligero y podrían despertarse.Bella prefería alimentarse cuando se trasladaban,cuando se preparaban para la cama o cuando se despertaban por la mañana.
Trataría de agarrar uno en su camino hacia o de vuelta del cuarto de baño o algo parecido,decidió Bella.Los habitantes del refugio por lo general comenzaban a moverse justo antes de que ella dejara el trabajo por la mañana,los madrugadores se levantaban a las seis o seis treinta de la mañana.Ella se sentía mejor intentándolo entonces,así que no hizo caso de su hambre y volvió a su trabajo.
Como siempre,Bella salía tarde cuando dejó su oficina.Para entonces,no sólo había sonidos de la actividad del refugio,si no que el padre Aro estaba ya allí y lleno de energía nerviosa.Divisándola,decidió librarse de ello,andando hacia su coche.
Sin otra posibilidad,Bella fue obligada a dejar sus esperanzas de una comida rápida,su cuerpo tenía retortijones de hambre.Blasfemándose por ser idiota,se dirigió hacia la casa de su madre.
Pareció que tendría que dejar a su madre que le pusiera una intravenosa—si René estaba todavía fuera de la cama—o ella tendría que esperar hasta la próxima noche a alimentarse.Normalmente,evitaba una intravenosa,aun si esto significara sufrir una debilitante hambre durante veinticuatro horas.Al menos tenía desde su graduación,su trabajo en el refugio y se había ido a vivir sola.Todo lo cual se suponía que la hacía independiente.
Bella hizo una mueca ante el pensamiento.Independiente.Ella podría alimentarse ahora,más que depender de su madre para ponerle una intravenosa en su brazo cada mañana,pero no se alimentaba bien.Muy a menudo,Bella se acostaba hambrienta y sufriendo de los calambres debilitantes que acompañaban tal hambre.Tanto para independencia.
Al menos lograba alimentarse bastante para mantenerse…viva apenas.Sería probablemente más fácil,sin embargo,si cambiara su carrera.
Después de todo el tiempo y dinero que había puesto en la adquisición de su grado de asistencia social,Bella llegaba a la conclusión de que este negocio del refugio no había sido la idea más brillante que había tenido alguna vez.Últimamente,había estado jugando con la posibilidad de marcharse e intentar algo más.Sólo que no había visto una alternativa viable.
Por supuesto,si debía ser curada de su fobia…
Bella permitió que entretuviera brevemente la posibilidad.No volver a desmayarse a la vista de sangre.Ser capaz de alimentarse de sangre empaquetada como todos los demás.Andar simplemente al refrigerador,sacar una bolsa y romperla con sus dientes,antes que tener que buscar una comida en el refugio o en las barras…
Parecía divino.Bella lamentaba la necesidad de tener de cazar su comida.Odiaba la molestia de ello y lamentaba ser diferente que el resto de su familia.Ser curado sería la felicidad,pero una gran parte de ella temía que nunca se libraría de su fobia y dudaba de tener esperanzas,por miedo a la desilusión que seguiría si no pasara.
Quizás su madre tendría buenas noticias para ella,se dijo Bella cuando entró en la calzada.Sin duda su madre conseguiría de Edward el nombre de un buen terapeuta antes de borrarle la memoria de su encuentro.
Era necesario,Bella lo sabía,pero descubrió que no estaba del todo contenta de pensar que él ya no recordaría que existía,lo cual era tonto,realmente.Apenas conocía al hombre y no había pasado mucho tiempo con él,pero parece ser que no olvidaba su beso compartido y la sensación de él bajo su cuerpo.
Bien,no era importante,se dijo.Lo que importó era que su madre podría haber reservado ya una cita con el psicólogo que Edward había sugerido y quizás en una semana más o menos,Bella estaría sin la fobia que trastornaba tanto su vida.
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