Ardiente Tentacion

Autor: lady.lausc
Género: + 18
Fecha Creación: 27/02/2013
Fecha Actualización: 12/04/2013
Finalizado: SI
Votos: 7
Comentarios: 9
Visitas: 54566
Capítulos: 30

Isabella Swan Psicóloga y columnista lleva una vida aparentemente normal, esta comprometida y tiene exito en su trabajo, su vida da un giro cuando decide ir a un bar a tomar una copa y se encuentra a sus amigos del bachillerato, entre ellos a Edward Cullen quien fuera su mejor amigo y tambien su primer y unico gran amor...

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Capítulo 22: No me vuelvo a enamorar

Cap. 22 No me vuelvo a enamorar


Habian transcurrido 2 semanas desde mi ultima cita con mi extraño, me moria de ganas por verlo, le había platicado a Irina sobre mis temores y fue mi amiga quien me animo a continuar con “el romance”. Mi amiga y Laurent se habían comprado un departamento para sus encuentros y no dudo ni un segundo cuando le pedi que me lo prestara-
-Oh, ya veo, asi que esto va en serio-
Se suponía que el hecho de hacer citas fuera de las instalaciones del club era por que de verdad se estaba interesado en la persona, y poco a poco nos estábamos preparando para entrar por completo a nuestras vidas.
Contrate a una persona para que cuidara de Renesmee ya que mi jefa me había puesto de director general de la revista, por lo que mi carga de trabajo aumento, aunque claro, trataba de pasar el mayor tiempo posible con mi hija.
Ese dia mi amiga me acompaño a comprar lencería atrevida, me sugirió un par de juegos, con el me sentía libre, sabia que podía experimentar lo que quisiera, asi que le hice caso a mi amiga compre un coordinado de colegiala y uno mas de enfermera, lo cual fue ironico, ya que el era medico, no sabia con cual comenzar, mande el recado con la encargada del club, llegue media hora antes a mi cita, estaba nerviosa, no sabia cual traje utilizar primero, me decidi por el de enfermera, llego el momento, aun teníamos que utilizar ese incomodo antifaz, me coloque mi largo abrigo, encima, para que no se notara mi traje-
Se sorprendió al verme ya en el lugar de la cita
-Vaya, tu… vives aquí? Por que llegaste tan temprano, se supone que yo soy el caballero y debo esperar.
-El departamento es de mi amiga, y llegue antes por que cocine para ti, recuerdas que te lo prometi?- asintió con la cabeza
-Pues bien señor, la mesa esta servida….
Cenamos comida italiana, la pasta me quedaba muy bien y no tardo en hacerme notar lo satisfecho que estaba con mi comida.
-Tengo algo para ti- dijo en tono misterioso- cierra los ojos
-No, por favor, no lo hagas, odio las sorpresas- 
-Por favor, ciérralos.
Me puso una pequeña caja entre las manos, al abrirlo era un lindo brazalete de plata, finamente decorado, de el pendía un dije en forma de corazón 
-Es, una reliquia familiar, te considero alguien especial, por eso quiero que tu lo tengas, por favor, no lo rechaces
-Es… muy hermoso, gracias
Tomamos un poco de vino, tramposamente hice que se me resbalara una de las copas, me ayudo a recoger los pedazos de vidrio, de repente algo realmente oportuno ocurrió, se pincho el dedo con uno de los cristales, el ver sangre siempre me había puesto mal, pero no esta vez, una idea perversa cruzo por mi mente, era el momento de comenzar el juego.
-Te has cortado!- dije en tono de asombro-Permiteme, se donde hay algodones y alcohol, vuelvo en seguida-
-No, dejalo, de verdad no es nada es.. solo una pequeña cortada- me dijo tratando de restar importancia al asunto. 
-Shh!, no me contradigas, ire por el botiquín y asunto cerrado
Una media sonrisa apareció en su rostro, me dirigi a la habitación donde Irina tenia el botiquín y ahí me deshice de mi molesto abrigo, el corazón me latia con fuerza, me sentía nerviosa, las manos me sudaban “valor Bella” “Valor” respire hondo y camine hasta la pequeña sala, estaba distraído viendo un partido de Beisbol, camine con paso firme y silencioso, no quería ponerlo sobre aviso, me coloque entre el y el televisor, inclinándome para que pudiera apreciar mi pronunciado escote.
-Podria decirme donde se encuentra el herido?-
Me miro divertido, me recorrió un par de veces de pies a cabeza. Lo vi tragar saliva
-Creo que el herido soy yo
-Oh bueno permítame curarlo, me voltee dándole la espalda y me agache para sacar el alcohol y el algodón del maletín, un gruñido salió de su pecho cuando me vio en esa posición, se coloco detrás de mi y me abrazo por la cintura, me levante y el dijo en mi oído
-Creo que, comienzo a sentirme mejor, la mejor medicina es usted
Me giro para quedar de frente a mi, atrapo mis labios con un beso cargado de pasión, desato mi traje que se amarraba por el cuello, comenzó a acariciarme, y a repartir besos que viajaban de mi pecho al lóbulo de mi oreja, lo arroje sobre el sillón y comencé a desabotonarle la camisa, besando y saboreando cada parte de su cuerpo, se quito el pantalón quedando solamente en bóxers, me pidió que me quedara de pie, comenzó a acariciar mis piernas, bajo mi diminuta ropa interior con los dientes, yo me estaba quemando, estábamos en la misma situación, asi que me pidió que me colocara encima, asi lo hice, la unión de nuestros sexos provoco que ambos gimiéramos, comencé con el vaivén de caderas, mientras el acariciaba mis senos con sus agiles manos, llegamos juntos al climax, me quede inmóvil encima de el…
-Gracias, que extraordinaria sorpresa,- 
-Gracias a ti, por hacerme atrevida
Nos reimos como un par de tontos, no disponía de mucho tiempo, asi que solamente tuvimos ese único encuentro, antes de que se marchara me pidió que intercambiaramos números telefónicos, “un paso mas “ dije para mis adentros.
-Pero si no sabemos los nombres, como sabre que eres tu?- le pregunte
-Simple, si alguno de los dos decide llamar al otro tiene que decir “Hola, soy yo, tienes tiempo para una cita?”
-que idea tan tonta, pero esta bien, asi lo hare. 
Nos despedimos y el salió primero, limpie el departamento y regrese a casa, esa noche dormi como un bebe, me sentía plena y feliz…
Al dia siguiente la tentación me corrompía. Varias veces marque su numero, pero colgué, me sentía como una tonta adolescente que no se atrevía a confesar sus sentimientos… “ahora si la sexta es la vencida” dije para mis adentros, me había decidido a hablarle por fin, lo citaria para esta noche.
Mi respiración estaba entre cortada, las manos me sudaban, al 3er timbre, alguien me contesto
-hola?-Toda mi alegría se derrumbo, no era la voz que esperaba escuchar, era la de una mujer…
-Hola?, quien habla? Que desea?- repetía la mujer una y otra vez, el habla se me fue, sentí el rostro mojado, había comenzado a llorar, se escucho una tercera voz 
-Cuelga ya, hermosa, debe ser algún bromista-
Escuche el bip bip que indicaba que me habían colgado, estaba furiosa de nuevo había caído con un embustero, a caso mi mala suerte no terminaría jamás? No quise continuar trabajando me dirigi a casa, donde podía hayar a mi único consuelo, la única persona en el mundo que realmente valia la pena, el único ser que merecía mi amor, mi adorada Renesmee, renegué una y otra vez de mi suerte, “no me vuelvo a enamorar” repetía una y otra vez para mis adentros “no me vuelvo a enamorar”

Capítulo 21: Solamente tu y yo Capítulo 23: Amor de papel

 
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