BELLA POV
Todavía no había salido el sol cuando desperté en la mañana, había dormido de lo más bien la noche anterior, la verdad la estaba pasando hasta ahora increíble. Edward aún se encontraba a mi lado durmiendo, así que sin hacer ruido me acerqué a el y deslicé mi lengua por sus labios, lentamente mientras el se despertaba y atrapaba mis labios con los suyos.
-Sabes que no deberías hacer eso.- me dijo mientras yo sonreía.
-Porque no, acaso está prohibido.- le dije mientras volvía a besarlo.
-No, pero no sabes lo que eso provoca en mi.- me dijo separándose un poco y acomodándose sobre mi.
Y entonces noté a lo que se refería, lo había excitado solamente con deslizar mi lengua por sus labios.
-No sé a lo que te refieres.- le contesté lo más inocente que pude.
-Ah no, pues yo te voy a enseñar a lo que me refiero.- me dijo el mientras tomaba mi mano y la ponía justo sobre su miembro por encima del pantalón.
-La verdad que aún no sé a lo que te refieres.-le dije mientras deslizaba mi mano por debajo de su camisa.
-Parece que no estoy siendo muy claro entonces.-me dijo mientras comenzaba a besarme en el cuello.
Poco a poco fue bajando, besando todo a su paso y cuando me vine a dar cuenta me encontraba desnuda, mientras el seguía besándome. La verdad que a estas alturas ya esta demasiado excitada, pero el había decidido seguir con el juego el cual no duró mucho.
-Pues ahora te voy a enseñar a lo que me refiero.- me dijo el mientras se quitaba el pantalón y los bóxers.
-No te tengo miedo Edward.-le dije sonriendo.
-Pues deberías.- me dijo mientras entraba de una sola vez en mí.
La verdad que después de la semana que pasamos en la cabaña, como que me había acostumbrado a despertar haciendo el amor. Después de unos cuantos gemidos ahogados, y mencionar nuestros nombres terminamos y nos quedamos tendidos sobre el saco de dormir mientras Edward nos cubría con una manta.
-Sabes, me encanta hacer el amor contigo.- me dijo en un susurro mientras me besaba el cuello.
-A mi también, me gusta…- le dije mientras el continuaba besándome.
-Que es lo que te gusta Bella.- me decía el mientras sus labios iban hacia mis senos.
La verdad que en estos momentos era muy difícil concentrarse en lo que iba a decir, y más cuando el estaba besándome de esa forma.
-Me gusta…mmmm…- la verdad no podía.
-No te entendí Bella, que dijiste.- me dijo el mientras su mano iba bajando por todo mi cuerpo.
-Que dejes de torturarme y me hagas el amor.- le dije mientras lo jalaba hacia mi y lo besaba.
Era increíble, en menos de cinco minutos Edward ya estaba listo para mí otra ves. Me giré para quedar sobre el y lentamente introduje su sexo dentro de mi, y comencé a moverme lentamente arriba y abajo mientras el sostenía mis caderas. Mis paredes cada ves se estrechaban más, y podía sentir como Edward cada ves se ponía más duro. Nuestros gemidos escapaban de nuestros labios sin poderlo evitar. No creía que aguantáramos mucho, estábamos por terminar…cuando tocaron en la tienda.
-Edward, Bella, por favor terminen lo que sea que están haciendo que nos vamos.- decía Alice desde el otro lado.
La verdad que era mi mejor amiga, pero habían momentos como estos… o mejor dicho como todos en los que estaba junto a Edward que ella siempre interrumpía. No lo podía creer, ella siempre era tan inoportuna. Aunque debo reconocer que con los gemidos que se nos escapaban a mi y Edward lo más probable era que nos hubieran escuchado todos.
Edward ágilmente me giró, quedando el sobre mi y unas cuantas estocadas después, ambos estábamos alcanzando el cielo juntos.
Nos recostamos sobre el saco de dormir, mientras descansábamos un poco y nuestras respiraciones se normalizaban. Edward me miraba tiernamente, se acercó y me dio un beso.
-Sabes, mi hermana suele ser muy oportuna.- me dijo riéndose.
-Si llega siempre en el momento justo.- le dije mientras inconscientemente deslizaba mi mano por su pecho desnudo y el se echaba a reír.
-De verdad que quieres hacer enojar a Alice.- me decía el mientras bajaba mi mano hasta su notable excitación.
-No no quiero hacerla enojar, pero no es justo que siempre nos estropee el momento.- le dije mientras me levantaba y comenzaba a vestirme.
-Si tienes razón, creo que va siendo hora de que alguien la ponga en su lugar.-me dijo el mientras se vestía rápidamente.
-Déjamelo a mi, yo me encargo de eso.- le dije mientras recogíamos las cosas y salíamos de la tienda.
Afuera se encontraban todos, las otras tiendas ya estaba recogidas solo faltaba la de nosotros así que ayudé a Edward a recogerla. Cuando revisamos que no se quedara nada, lo guardamos todo en el auto y nos pusimos en marcha.
Todo el camino yo iba callada, estaba pensando en una forma de vengarme de Alice, pero hasta ahora no encontraba ninguna. Edward me miraba y notaba que estaba pensativa.
-No te preocupes, yo te ayudaré.- me dijo mientras con la mano libre tomaba la mía.
-En que la vas a ayudar Edward, supongo que no sea en lo de esta mañana.- dijo Emmett metiendo la cabeza entre nosotros.
-Eso a ti no te interesa Emmett.- le dije mientras lo empujaba hacia atrás.
La verdad que no sabía como iba a hacerlo, pero tenía que ser algo que le doliera, que ella quisiera mucho…y creo que ya sabía con que me iba a vengar…su tarjeta de crédito. Ahora solo hacía falta quitársela, así que tendría que recurrir a Edward para que me ayudara. No había nada peor que una Alice sin su tarjeta de crédito.
Paramos en una estación de servicio a echar combustible, esta era mi oportunidad. Tiré de Edward hasta que nos separamos del grupo, mientras el me miraba extrañado.
-Bella que es lo que piensas hacer.-me dijo mientras yo sonreía.
-Necesito que le pidas prestada la tarjeta de crédito a Alice.- le dije mientras el comenzaba a entender por donde iba la cosa.
-Así que en eso consta tu venganza, vas a dejar a Alice sin lo que más quiere.- me dijo el mientras sonreía.
-Si, estas de acuerdo.
-Cuenta conmigo.- y diciendo esto regresamos con los demás.
Edward fue hasta donde estaba Alice y le pidió la tarjeta, con el pretexto de que la de el no la encontraba. Esta se la dio, pero claro que ella no sabía nada de mi plan. Edward regresó conmigo y nos dirigimos hacia un súper que había allí, para pretender que íbamos a comprar algo.
Bueno en realidad compramos algunas cosas, unas sodas y algunos paquetes de galleta, y golosinas para pasar el rato en el viaje.
-Y ahora que vas a hacer con la tarjeta de Alice.- me dijo el mientras me la daba.
-Que tarjeta, yo no recuerdo nada de la tarjeta de Alice.- le dije mientras el sonreía junto conmigo.
Regresamos con los demás, montamos las cosas en el auto y salimos nuevamente. Cuando llevábamos como 2 horas de camino, miré a Edward y esté asintió. Ahora comenzaba la segunda parte del plan…
-Edward para.- le dije mientras el rápidamente metía un frenazo y paraba en seco.
-Que sucedió Bella, te ocurre algo.- me dijo el simulando un poco de pánico.
-Si…bueno no… no se.- dije mientras Alice me interrumpía.
-Bella ponte de acuerdo que sucede.- me dijo mientras yo ponía mi mejor cara de lo siento mucho y me giraba hacia ella.
-Por favor no me mates.- le dije mientras ella me miraba asustada.
-Que hiciste Bella.- me dijo ella y se lo solté.
-Se me quedó tu tarjeta de crédito en el súper.- le dije mientras ponía mis manos delante para defenderme.
-Isabella Swan, que diablos hiciste.- me decía mientras intentaba golpearme.
-Lo siento mucho Alice, de verdad que lo siento, además no es para tanto.- le dije mientras ella continuaba tratando de golpearme.
-Que no es para tanto, sabes lo que acabas de hacer.- me dijo ella mientras dejaba de golpearme.
-Si claro que lo sé Alice, ya te dije que se me quedó tu tarjeta.- le dije como si fuera lo más obvio.
-No, acabas de dejar a lo que más quiero en este mundo, al amor de mi vida, sola en dios sabe donde.- me decía ella mientras se cruzaba de brazos.
-Pensé que yo era el amor de tu vida.- le dijo Jasper mientras todos nos girábamos hacia el.
Jasper no solía hablar mucho pero al parecer, se molestó con lo que dijo Alice.
-Y lo eres, pero ella está primero, como crees que voy a hacer mis compras ahora.- le dijo ella mientras ponía ojitos de cordero degollado.
-Alice, no me digas que tus compras están primero que yo.- le decía Jasper mientras ella trataba de abrazarlo.
-Pero Jas, yo necesito tanto comprar como necesito de tus besos, es algo que no lo puedo evitar.- valla eso le había quedado bien, pero no sabía como se iba a salir de esta.
-Alice y si estuvieras en una isla desierta, donde no hay nada, y solo estuviéramos tu y yo…que harías.
-Pues es diferente, sabría que no hay tiendas.
-Pues es lo mismo imagínate que no hay tiendas y punto.- le dijo el mientras ella se cruzaba de brazos.
-Edward, acaba de arrancar el maldito auto, de todas formas ya no podemos regresar, por suerte empaque un poco de ropa.- le dijo Alice derrotada.
-Alice no empacaste ropa.- le dije mirándola extrañada.
-No solo un poco, pensaba comprarla allá.- dijo y se me ocurrió algo para vengarme de ella más tarde. Todo iba saliendo de acuerdo a mi plan, ahora solo faltaba que llegara la noche.
Parqueamos el auto a la orilla de la autopista, y nos dirigimos hacia un claro que había como a 10 metros de la carretera. Cuando llegó la tarde nos encontrábamos terminando de montar las tiendas de campaña. Alice aún seguía enojada conmigo porque se me había olvidado la tarjeta. Y Jasper seguía molesto con ella porque había preferido la tarjeta antes que a el. Todo marchaba como lo había planeado solo faltaba lo último. Entramos a la tienda y Edward estaba sonriendo.
-Se que estas planeando algo más.- me dijo mientras me besaba.
-Y acaso tu lees mentes.- le dije mientras sonreía también.
-No me hace falta, se nota en tu cara que estas a punto de hacer algo.- me dijo mientras me besaba demasiado apasionado diría yo.
-Tienes las llaves del auto.- le dije mientras el se separaba un poco de mi.
-Si porque lo preguntas.
-Vamos a sacar la ropa de Alice de la maleta.- le dije mientras el sonreía.
-Y yo se exactamente en donde ponerla.- me dijo el mientras salíamos de la tienda.
Todos se nos quedaron mirando mientras salíamos, pero alguien tenía que abrir la boca para preguntar.
-A donde van tortolos.- nos dijo Emmett mientras Edward sonreía.
-Ya que aquí molestamos, vamos para el auto, así que no se acerquen por lo menos en 2 horas.- le dijo Edward mientras tiraba de mi camino al volvo.
Cuando llegamos Edward abrió el maletero, por suerte desde donde estábamos no se veía nada. Cogió la maleta de Alice y la escondió en un compartimento que tenía el volvo el cual no se veía. Me llamó la atención un estuche de una guitarra que había allí, pero le preguntaría mas tarde. Luego cerró el maletero y se giró hacia mí sonriendo.
-Bien, ya está escondida la ropa de Alice y solo usamos 10 minutos, así que nos queda todavía 1hora con 50 minutos.- me dijo mientras se acercaba a mí y me acorralaba contra el volvo.
-Y en que tienes pensado usar ese tiempo.- le dije mientras el comenzaba a besarme.
-Pues tenía pensado enseñarte la parte de atrás del auto.- me dijo mientras me abría la puerta de atrás.
-Genial, nunca he visto la parte de atrás del auto…bueno una ves pero creo que no pude verla bien.- le dije mientras entraba en la parte trasera del auto.
Luego de que Edward entrara y pusiera el seguro a la puerta, se giró hacia mi y comenzó con el tour en la parte trasera del auto.
-Bueno Bella, donde te encuentras en estos momentos es el asiento trasero, normalmente se utiliza para sentarse, pero también tiene otros usos.- me dijo el mientras sonreía y yo me perdía en su mirada penetrante.
-Y cuales son los otros usos, digo me los puedes mostrar.- le dije mordiéndome el labio inferior ya que sabía que eso lo volvía loco.
-Bueno si, pero no creo que a tu novio le guste la idea.- me dijo mientras se acercaba a mi.
-Bueno si tu no le dices nada a mi novio, pues yo no le digo nada a tu novia, mejor que quede entre nosotros.- le dije sonriendo y el me devolvió la sonrisa.
-Muy bien.- y diciendo esto comenzó a besarme.
Sus manos descendían por todo mi cuerpo, lentamente, quitando la ropa a su paso, acariciando todo sin que quedara un lugar sin tocar. Y las mías no se quedaban atrás, quitaron todo lo que les molestaba de en medio, ya fuera su camisa, su pantalón, o sus bóxers. En estos momentos, no sé de que forma Edward se encontraba acostado en el asiento mientras yo estaba sentada a horcajadas sobre el. La verdad que no era el mejor lugar para hacer esto, pero ya lo habíamos echo una ves y la verdad, por lo menos aquí esperaba que Alice no viniera a interrumpir y podríamos hacer el amor tranquilamente…
Dos horas después, cuando Edward terminó de enseñarme la parte de atrás del auto…comenzamos a vestirnos para regresar con los chicos. Bajamos del auto y Edward fue al maletero y sacó el estuche de la guitarra. Cuando llegamos donde los chicos, se encontraban sentados alrededor de una fogata mientras comían unas hamburguesas y se tomaban unas sodas. Nos miraron por un momento y después siguieron comiendo. Nos sentamos a su lado y los acompañamos.
Cuando terminamos de comer las hamburguesas, Edward sacó la guitarra del estuche la afinó y se dispuso a tocar.
-Alguna petición especial.- dijo el mientras miraba a los chicos, en especial a Alice.
-Yo tengo una.- le dije mientras me acercaba y le susurraba al oído.
-Esa es buena.- me dijo el mientras comenzaba a tocar.
Bendito el lugar
Y el motivo de estar ahí
Bendita la coincidencia
Bendito el reloj
Que nos puso puntual ahí
Bendita sea tu presencia… (Maná – Bendita tu luz)
Mientras el cantaba esa estrofa Alice y Jasper se miraron, no era justo que hubieran peleado, yo solo quería molestar a Alice, pero nunca imaginé que e iba a molestar ella con Jasper. Edward continuaba tocando y para cuando acabó la canción ellos no dejaban de mirarse. Al menos con canciones tenía que juntarlos.
-Muy linda la canción, me la prestas.-le dijo Jasper a Edward mientras el le pasaba la guitarra.
-Que vas a tocar Jasper.- le dije yo por curiosidad.
-Esta canción se la dedico al amor de mi vida…-y comenzó a tocar.
Cada blanco de mi mente
Se vuelve color con verte
Y el deseo de tenerte
Es más fuerte, es más fuerte
Solo quiero que me lleves
De tu mano por la senda
Y atravesar el bosque
Que divide nuestras vidas… (Juanes – Me enamora)
Mientras Jasper tocaba la canción, Alice no dejaba de mirarlo, esos dos no podían estar mucho tiempo separados. Cuando Jasper terminó de tocar le dio la guitarra a Edward y Alice salió corriendo hacia sus brazos.
-Amor perdón por lo que te dije, yo te quiero más a ti que a una estúpida tarjeta de crédito.- le decía ella mientras Jasper la besaba y se la llevaba hacia su tienda.
Ahora que me fijaba bien, las tiendas estaba más separadas de lo que recuerdo, cada una estaba en un extremo diferente, separadas casi por 10 metros. Luego de que se fueran Jasper y Alice, también se fueron Rosalie y Emmett y nos quedamos nosotros solamente.
-Bueno ahora esta canción quiero dedicársela a la mujer que amo, aquella con la que me gustaría despertar cada día de mi vida.- dijo el mientras me miraba y comenzaba a tocar.
Cuando las notas comenzaron a sonar no podía creer que el estuviera tocando aquella canción, pero si y me la estaba dedicando.
No es ninguna aberración sexual
Pero me gusta verte andar en cueros
Al compás de tus pechos aventureros
Victimas de la gravedad
Será porque no me gusta la tapicería
Que creo que tu desnudez es tu mejor lencería… (Ricardo Arjona – Desnuda)
Juraría que para cuando Edward terminó de tocar la canción mi rostro debía estar de un rojo intenso. Puso la guitarra en el estuche, me tomó de la mano y fuimos hacia la tienda. Cuando entramos puso la guitarra a un lado y regresó hacia donde yo estaba.
-Sabes nunca me habían dedicado una canción.- le dije mientras el se acostaba y yo me recostaba a su pecho.
-Me alegra ser el primero.- me dijo mientras besaba mi cabeza y comenzaba a tararear una canción.
-Tu has sido el primero en todo, te amo.- le dije mientras sentía como se me cerraban los ojos.
-Yo también te amo.
Eso fue lo último que escuché antes de caer en la inconsciencia. Estaba tan cansada que no sentí ni cuando Edward terminó de tararear la canción.
que pasarara cuando lleguen a la universidad....
espero que les guste este nuevo capitulo, voten y dejen sus comentarios, cuando llegue a 10 votos subo el próximo capítulo.
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