Toda la familia se había reunido en el salón. Las miradas iban de mi cara a la de mi padre, que estaba serio pero relajado. Me senté en el sofá al lado de mi madre y de Alice, quien tenía su mano aferrada a la mía fuertemente. Estaba tensa. No había podido hablar con ella después de hacerlo con mi padre, así que no sabía nada de lo que iba a suceder ahora, pero creo que se lo podía imaginar. Alice tenía mucha intuición para estas cosas. Me acerqué a ella y le di un beso en la mejilla, le susurré al oído: - Todo está bien Alice, ahora depende de ti que hacer con tu futuro. Alice me miró con los ojos como platos, sabía a qué me refería, y cuando mi padre empezara a explicar la finalidad de aquella reunión familiar, llegaría un punto en el que Alice debía tomar una decisión, si decir que amaba a Jasper y el a ella, o casarse con Edward. Me dolía sólo el pensarlo, pero prefería cien veces verlo casado con Alice que con Tania. Mi padre carraspeo para llamar nuestra atención, cosa que no era necesaria, pues toda la familia tenía puestos sus ojos en él esperando a que empezara a hablar. - Bien, tenemos un pequeño cambio de planes. Bella no se casará con Jasper – Nadie decía nada, habían oído parte de la conversación en el porche con mi padre – Así que creo que lo justo es ir a ver a Carlisle Cullen para hablar al respecto con Bella y Jasper presentes. – Mi padre me miró y yo asentí – Me consta que tanto Jasper como Bella sienten lo mismo el uno por el otro, cariño y respeto, pero no están destinados a estar juntos. Nos equivocamos ésta vez, sabemos que esto puede pasar, y en éste caso ha pasado. – Mi padre miraba a Alice, y ella estaba temblando junto a mí en el sofá. – Por mi parte como padre una de mis funciones es asegurar la felicidad de mi hija, y no está junto a Jasper, así que no la obligaré a tener un matrimonio sin amor. – Mi tio Stefan asentía con la cabeza en señal de aprobación. – Bien, pues llamaré a Carlisle para pasar ésta misma tarde por su casa y solventar el tema. Parecía que Alice se estaba pensando que hacer, no se decidia. Nos miramos a los ojos y le di un apretón de manos. Asenti con la cabeza para infundirle valor, y ella hizo lo mismo. Mi padre nos miraba, él sabía lo que iba a pasar a continuación, y también asintió cuando Alice lo miró y le abrió los brazo. Alice se levantó y abrazó a mi padre, empezó a sollozar. El resto de la familia estaba atónita, miraban la escena entre Alice y mi padre, y luego me miraban a mí. Mi padre consiguió serenar a Alice. Mi tio Stefan se levantó de la silla. - Alice cariño que sucede? – pregunto su padre preocupado. Mi padre le hizo un gesto con la mano para que esperase a que Alice hablara. - Papá, mamá…familia…no puedo casarme con Edward porque amo a Jasper, y él siente lo mismo por mí. - Las lagrimas rodaban por sus mejillas, pero siguió hablando – he intentado alejarme de él estudiando en la universidad de Los Angeles, pero ha sido inútil. Mi tio Stefan y mi tia Katheryn se acercaron a Alice y la abrazaron, intentando consolarla. Alice se desizo del abrazo de sus padres para acercarse hasta mi padre. Lo tomó de las manos y con lagrimas en los ojos siguió hablando, pero esta vez no hablaba con el resto de la familia, si no que parecía que solo lo hacía con mi padre. - Tío, Bella ama a Edward – se oyeron unos Oh! de fondo, provenientes del resto de la familia – Y él siente lo mismo por ella. Me levanté con los ojos llenos de lágrimas y miraba a mi prima con mi cara colorada de la ira. - ALICE! ESO NO ES CIERTO! NO QUIERO SABER NADA DE EDWARD CULLEN! Toda la familia se giró para mirarme. Mi madre y mi tía con una mirada de lastima en sus ojos, como si fuera la típica hija o sobrina que se va a quedar soltera el resto de su vida. Mi hermano estaba sentado en una silla con los ojos como platos, era la primera vez que recordaba en mucho tiempo, que no tenía ninguna broma para hacer. Mi tío Stefan y mi padre estaban serios, y se miraban entre ellos y luego me miraban a mí. Finalmente mi padre soltó a Alice y se acercó hasta mí. Atrapo con uno de sus níveos dedos una lagrima que acababa de desbordarse de mi ojo por mi mejilla y me habló muy pausadamente: - Bella, iremos a casa de los Cullen, aclararemos lo del compromiso con Jasper, y el resto es decisión tuya, no vamos a volver a ponerte ningún tipo de condición para que te cases, tu decidirás cuando y con quien. Abracé a mi padre y empecé a sollozar entre sus brazos, ese día estaba siendo muy largo, demasiado para mi estado emocional que no iba a mejorar en un mes. Después de un rato que ya había llorado todo lo que tenía que llorar, estaba sentada en el sofá abrazada a mi padre, y me di cuenta que nos habíamos quedado solos en la sala. Entró mi madre con la angustia reflejada en su rostro. - Mi Bella… - se acercó y me abrazó, me dio un beso en la coronilla – vamos a comer algo y luego te podrás acostar un rato antes de ir a casa de los Cullen. A casa de los Cullen. Debía volver a ir allí. Volver a ver a Edward, y no sabía si podría soportar tantas emociones en un solo día.
|