BELLA POV

Un mes había pasado desde aquel fatídico día, un mes en el que he estado tratando de olvidar todo lo que viví en Chicago, olvidarme de todos aquellos a los que conocí, pero en especial olvidarme de él, de sus besos y sus caricias pero por más que lo intento no puedo. Por las noches sueño con él y me despierto pensando que todo fue una pesadilla, una de la cual acabó de despertar, pero al ver a mi alrededor me doy cuenta de que no es así y que todo fue verdad.

-¿Bella? Tierra llamando a Bella.-dijo Jasper agitando su mano frente a mí, sacándome de mis pensamientos.

-¿No deberías estar jugando con los chicos?-le pregunté fijando mi mirada a donde estaban Emmett y Jacob jugando fútbol con algunos chicos de la Push.

-Se las arreglaran sin mí.-desvié mi mirada de los chicos y me encontré con Ángela y Alec, sí, Alec se había mudado a Forks tan sólo tres días después de que nosotros dejáramos Chicago.

Jasper se sentó en la arena junto a mí, yo aparté la mirada de mi amiga y su novio y me quedé viendo fijamente las olas que chocaban con las rocas. Nos quedamos en silencio por un largo momento, hasta que Jasper suspiró y lo rompió.

-Al menos ellos son felices.-me dijo señalando a Ángela y Alec que reían y de vez en cuando compartían algún beso.

-Tú y Emmett también podrían ser felices también.-susurré y él sonrió tristemente.

-Hay algo que no sabes Bells, antes de dejar Chicago hablé con Alice, le pedí que viniera a Forks con nosotros.-dijo y se quedó callado, como perdido en sus recuerdos.

-Y... ¿Qué te dijo?-pregunté incitándolo a que continuara hablando.

-Un pueblo como Forks no es lo mío, esa fue su respuesta. En cambio me dijo que yo si podía quedarme en Chicago, te juro Bella que si ella hubiese aceptado dejar todo por venir conmigo yo me hubiese quedado en Chicago.

-Eso quiere decir que le pediste que viniera a Forks como una prueba ¿o me equivoco?-él asintió agachando la cabeza.

-Si ella me hubiera pedido que dejara todo por seguirla al fin del mundo lo habría hecho, pero ella no estaba dispuesta a hacer lo mismo por mí.-no supe que decirle así que sólo apoyé mi cabeza en su hombro y él me abrazó por los hombros.

-¿Qué pasó con Emmett y Rosalie?-le pregunté después de un largo silencio.

-Ellos tuvieron una fuerte discusión, ella defendió a Edward y mi hermano se enojo mucho. Ambos se dijeron cosas que los hirieron, Rosalie terminó abofeteando a Emmett y él terminó con ella.-todo esto había sido mi culpa.

-Yo me tengo que ir, la verdad no estoy de humor para estar aquí.-me puse en pie y Jasper también.

-Te acompaño a tu casa.

-No, mejor nos vemos después.-le di un beso en la mejilla y caminé hasta donde estaba mi camioneta.

Llegué a casa y subí a mi habitación, Charlie se había ido de pesca con unos compañeros del trabajo y no volvería hasta dentro de unas horas. Me recosté en la cama y unos minutos después me quedé dormida. El sonido del timbre me despertó, de seguro a Charlie se le olvidaron sus llaves, salí de la cama y bajé sin prisa las escaleras, abrí la puerta y al ver quienes estaban al otro lado me tensé eran Nessie y Renée.

-¿Qué hacen ustedes aquí?-les pregunté.

-¡Dios! No lo puedo creer.-dijo Renée abrazándome.

Yo me quedé quieta sin saber qué hacer, ella al notar mi incomodidad se separo de mí y un par de lágrimas rodaron por sus mejillas.

-Bella, nosotras estamos aquí por...

-Lo sé, sé que tú eres mi hermana y que ella es mi mamá.-susurré interrumpiéndola-. Así como también sé que me abandonaste.-esto último lo dije mirando directamente a Renée.

-Yo no te abandone, yo me acabo de enterar de tu existencia hace unas horas. Yo nunca, y escúchame bien Bella, nunca podría haberte abandonado.-busqué algún rastro de que sus palabras fueran mentiras, pero en sus ojos sólo había verdad.

-Bella dale la oportunidad de que te expliqué como fueron las cosas, por favor.-me pidió Nessie y tras suspirar sonoramente me hice a un lado para que entraran.

Nos dirigimos hasta la sala, Nessie y Renée se sentaron en un mismo sofá y yo me senté frente a ellas. Nos quedamos un momento en silencio, Renée recorrió todo el lugar con la mirada hasta que se detuvo en una fotografía, donde aparecíamos Charlie y yo cuando cumplí tres años. Se levantó y se acercó a donde estaba el portarretratos y lo tomó entre sus manos, acariciando la imagen con sus dedos sin dejar de llorar.

-¿Él está aquí?-susurró entre sollozos.

-No, salió a pescar no debe de tardar mucho en llegar, así que dígame lo que tenga que decir.-Renée se volvió a sentar y respiró profundamente un par de veces para calmarse.

-Yo jamás supe durante mi embarazo que fuera a tener gemelas, nadie lo supo hasta el día en que ustedes nacieron. Mi padre te alejó de mi lado Bella, y les prohibió a mi madre y a mi hermana que me dijeran de tu existencia, él te entregó a Charlie junto con una nota que supuestamente había escrito yo.-verla así me dolía, se veía destrozada y no pude controlar el impulso de levantarme y abrazarla.

-Perdóname hija, por favor perdóname.-me pedía una y otra vez, pero yo no tenía nada que perdonarle ella había sido un víctima más en todo esto.

-No tengo nada que perdonarte... mamá.-se sentía tan bien llamarla así, ella me estrechó más entre sus brazos.

Un momento después Nessie se unió a nuestro abrazo, y permanecimos así las tres por no sé cuánto. Nos separamos cuando se escuchó el ruido de una camioneta que se detuvo fuera de la casa y la voz de Charlie al despedirse de sus amigos, mi mirada pasaba de Nessie a mi mamá y a la puerta.

-Nessie, sube mi habitación.-le pedí moviéndome nerviosamente.

-¿Qué? Claro que no, yo quiero...

-Por favor, si Charlie la ve a ella y a nosotras juntas le dará un infarto. No sé tú, pero al menos yo no quiero que eso pase.-soltó un bufido y subió de prisa las escaleras.

La puerta de la casa fue abierta y se escucharon los pasos de Charlie acercarse a la sala, después todo pasó en cámara lenta, Charlie fijó su mirada en Renée y se tensó, soltó su equipo de pesca que cayó al suelo en un golpe sordo y por último su mirada se posó en mí.

-Creo que ustedes tienen muchas cosas de las cuales hablar, yo los dejo solos voy a mi habitación.-salí de allí aprisa, antes de que Charlie lo impidiera y sacara a Renée de la casa.

Al entrar a la habitación Nessie caminaba de un lado a otro nerviosamente y al verme se detuvo, ambas nos sentamos en la cama a esperar, los gritos entre nuestros padres no se hicieron esperar y ambas suspiramos sonoramente, esto no pintaba para nada bien.

RENÉE POV

Escuchar a Bella llamarme mamá fue simplemente maravilloso, y tener a mis dos hijas conmigo lo era aún más. Cuando Charlie llegó, Bella le pidió a Nessie que subiera a su habitación, ella aceptó aunque no de muy buena gana, Charlie entró a la casa y el verme con Bella en la sala no le hizo mucha gracia. Bella se fue dejándonos solos, él caminó hasta quedar frente a mí y la forma en que me miraba era demasiado hostil.

-¿Qué haces aquí?-preguntó o mejor dicho gruñó.

-Vine a hablar contigo y con mi hija.-él bufó para después reír con sarcasmo.

-¿Tú hija? Después de casi dieciocho años recuerdas que tienes una hi...

-¡Basta, yo no sabía nada de la existencia de Bella!-le grité.

-Por favor Renée, tu nota fue muy clara. Encontraste a alguien que si estaba a tu nivel y Bella te estorbaba para tus nuevos planes por eso la dejabas conmigo, pero ¿sabes qué fue lo peor de todo? ¡Que me pedías que hiciera de cuenta que habías muerto, que para ti, tanto Bella como yo lo estábamos!-me gritó, no podía creer que mi papá hubiera sido capaz de algo así.

-¡Yo no escribí esa nota Charlie, todo fue un invento de mi padre, él me ocultó la existencia de Bella!-respiré profundo un par de veces para tranquilizarme y dejar de gritar-. En el parto hubo complicaciones y tuvieron que hacerme una cesaría, cuando desperté me entregaron a una hermosa niña, una niña a la que llamé Vanessa, pero le gusta que le llamen Nessie.

-¿Qué? ¿De qué estás hablando?-me preguntó confundido.

-Charlie, yo tuve gemelas. Mi padre supo que me estabas buscando y vio la oportunidad perfecta para que dejaras de hacerlo cuando nuestra hijas nacieron, si él te entregaba a una de las niñas con esa nota "mía" tú no querrías saber nada de mí.-Charlie se sentó en una de los sofás con la mirada perdida-. En cambio a mí me ocultaron la existencia de Bella.

-Gemelas.-susurró y yo me senté frente a él.

-Sí, yo me acabo de enterar. Bella y Nessie se conocieron en Jacksonville y aprovechando su parecido cambiaron de lugares sin saber que eran hermanas, hoy Nessie encontró una fotografía tuya y cuando le dije que eras su padre ató cabos y me lo contó todo.-Charlie se levantó y se arrodilló frente a mí tomando mis manos.

-Júrame que todo esto es verdad.

-Te lo juro Charlie, yo nunca habría abandonado a mi hija.-le dije mirándolo a los ojos.

Con sus pulgares limpió dulcemente mis lágrimas, poco a poco la distancia entre nosotros se fue acortando hasta desaparecer y al sentir sus labios sobre los míos me volví a sentir viva, pero al recordar a la mujer con la que lo vi en Miami lo alejé de mí.

-¿Y tu esposa? Charlie...

-Yo no estoy casado.-me interrumpió-. Traté de iniciar una relación con Sue, la mujer que estaba conmigo en Miami, pero... Renée yo no he dejado de amarte, aún te amo.

-Oh Charlie, yo también te amo.-le dije con una sonrisa que él me correspondió.

-Cásate conmigo.-me dijo tomándome por sorpresa y yo me levanté del sofá.

Rebusqué en mi bolso y saqué una cajita que siempre llevaba conmigo, la abrí y le mostré el anillo de compromiso que me había dado años atrás, él se acercó a mí y tomó la cajita entre sus manos.

-¿Me lo tengo que poner yo o lo harás tú?-le pregunté.

Con una sonrisa en su rostro sacó el anillo de la cajita y lo deslizó en mi dedo, para después besarme sellando así nuestro compromiso de la misma manera que la primera vez. Unas risitas tras nosotros nos hicieron separarnos y al girarnos vimos a nuestras hijas que nos miraban entre divertidas y emocionadas.

-Vaya nosotras pensábamos que íbamos a encontrar un verdadero baño de sangre, como de repente dejaron de gritar creímos que habían terminado matándose mutuamente, pero ya vemos que no.-dijo Nessie y ambas rieron-. Por cierto yo soy Nessie.-dijo viendo a Charlie.

Charlie se acercó a paso lento hasta ella y la abrazó, Bella y yo los veíamos con una sonrisa.

-Así que se conocieron en Jacksonville ¿eh?-preguntó Charlie y Bella bufó.

-A mí no me veas, todo fue idea de Jazz y Emm.-le dijo levantando las manos en señal de inocencia.

-Recuérdame que tengo que agradecerles.-ante las palabras de Charlie las tres sonreímos.

-Nessie, ¿me ayudas a preparar la cena?-le pidió Bella y yo me reí.

-No te rías mamá, ahora sé cocinar.-me dijo "enfadada" cruzándose de brazos-. Claro que te ayudo... hermanita.

Bella negó divertida y ambas salieron de la sala, uno segundos después Bella volvió y tenía el ceño fruncido.

-Por cierto papá, Jacob en realidad es novio de Nessie.-le dijo a Charlie y se volvió a ir.

-Ya decía yo, Bella siempre lo había visto como un hermano.-murmuró por lo bajo pero aún así lo escuché.

Le pregunté acerca de Jacob pero su respuesta fue "tenemos mucho tiempo para hablar de él" antes de besarme de nuevo, a lo cual yo no me opuse claro, ese tenemos mucho tiempo me agradaba, y mucho.

BELLA POV

Una semana había pasado desde que mi mamá y Nessie habían llegado a Forks, los preparativos de la boda nos tenían como locas a todas, incluyendo a Ángela y María, esta última ahora que Nessie estaba aquí ya era parte del grupo. Nessie me había obligado, literalmente, a escucharla y me contó todo sobre lo que en realidad había pasado con Edward y Tanya, y yo me sentí la estúpida más grande del mundo por haber caído en la trampa de Tanya. Me sentía tan avergonzada con Edward que no me atrevía a llamarle, y cuando lo hice fue muy tarde, él y su familia se había mudado a Londres, tal parece que a Carlisle le habían ofrecido el puesto de director en un hospital muy reconocido y no dudo en aceptar.

-¿Ya estás lista?-me preguntó Nessie entrando a la habitación.

-Sí, Wow te vez hermosa hermana.-la elogié y ella sonrió.

-Tú no te ves para nada mal, imagínate te pareces a mí.-me dijo y ambas reímos.

Bajamos a la sala donde nos encontramos a un muy nervioso Charlie que caminaba de un lado a otro como fiera enjaula. Pero al vernos sonrió y nos abrazó.

-Tranquilo papá, esta vez no se va a escapar.-le dijo Nessie y le dio un apretón a su mano-. Ahora sal de aquí, que mamá no tarda en bajar.

-Las amo chicas.-nos dijo y nosotros respondimos un "también te amamos papá" al unísono que nos hizo reír a los tres.

Por alguna extraña razón hoy era un día soleado en Forks y no había rastro alguno de lluvia, así que habíamos acondicionado el jardín trasero que era amplio para la ceremonia y la recepción de la boda. Ángela, María, y obviamente Nessie y yo seríamos las damas de honor, las cuatro llevábamos vestidos de color turquesa largos y con una cinta de color negro justo debajo del busto.

La ceremonia dio inicio, Charlie y Renée se veían muy felices y no dejaban de sonreír en ningún momento, cuando hicieron sus votos fue sin duda el momento más emotivo, y al escucharlos Nessie y yo sonreímos emocionadas. En la recepción mi hermana y yo nos sentamos con nuestros amigos, y aunque a Jasper, Emmett y a mí nos hacían falta ciertas personas estábamos tratando de divertirnos.

-Bella ¿quieres bailar conmigo?-le preguntó Emmett a Nessie y ella soltó una carcajada.

-Yo soy Nessie Emm.-le respondió y Emmett se cruzó de brazos y bufó.

-Como si no fuera lo suficientemente difícil distinguirlas, mucho menos vestidas igual.-gruñó y todos reímos.

-Anda Emm, no seas gruñón y vamos que sí quiero bailar contigo.-le dije levantándome y él hizo lo mismo.

Después de bailar con Emmett, también baile con Jasper, Alec y Jacob. Los novios se despidieron ya que tenían que tomar un avión, pasarían dos semanas de luna de miel en las hermosas playas de Aruba. Aunque antes de irse nos dieron miles de recomendaciones a Nessie y a mí, ¿es qué acaso creían que éramos un par de criás?

Nueve meses después.

-¡Ya nació!-gritó Charlie eufórico, Nessie y yo nos acercamos a él.

-¿Está bien? ¿Qué fue? ¿Niño? ¿Niña? ¿Cómo está mamá?-lo abordamos lanzándome preguntas al mismo tiempo.

-Chicas tranquilas, tanto Renée como el bebé están perfectamente bien, fue un niño.-nos informó con una enorme sonrisa.

Un momento después nos dejaron pasar a ver a Renée, entramos a la habitación y cuando notó nuestra parecencia nos sonrió y nos hizo una señal para que nos acercáramos a ver al bebé que dormía tranquilamente en sus brazos, el cual era un hermoso angelito y no lo decía sólo porque fuera mi hermanito. Dos días después mamá y el pequeño Alan fueron dados de alta, Charlie parecía padre primerizo y cuando lo cuestionábamos, se defendía diciendo que cuando yo era una bebé mi abuela estaba para ayudarle.

Un par de semanas después nos encontrábamos todos en el aeropuerto de Port Angeles, Ángela, Alec, Jasper, Emmett, María, Jacob, Nessie y yo comenzábamos una nueva etapa de nuestras vidas, todos juntos en la universidad de California. Donde conoceríamos nuevos amigos, donde trataría de dejar a Edward en el pasado pero sin mucho éxito...