(Cristina)
Había llegado el gran día. Estaba en mi habitacion asegurandome que me veia bien.
-okey Cris, respira, actua normal y agradable-dije mientras intentaba calmar mi corazón que latia cada vez más rápido.
-no papá no puedo, devolvamonos-dije mientras me escondia en el asiento, escuche la risa de mi mamá que estaba en el asiento delantero.
-vamos baja, todo estará bien. Lo prometo-dijo mi papá sonriendo, respire y baje. Camine a la entrada donde se encontraba Troy esperándome.
-vaya no estas nerviosa eh-dijo abrazándome
-claro que lo estoy. Por poco compro un pasaje a mi antiguo hogar-respondí divertida.
Nos reímos y me guió a recepción donde me darían mi casillero y horario.
-te dieron el 408, esta al lado de la clase de ingles que queda a la vuelta de acá. Así que te toca matemática, ven vamos te dejare allá-dijo mostrándome todo a vista.- el profesor es buena onda, pero si no entiendes nada será mejor que le preguntes directamente sino dará la clase por terminada- finalizo al llegar la puerta de clase y toco al ver que yo no lo haría.
-¿si?-pregunto el profesor con algo de molestia por interrumpir su clase.
-lo siento soy nueva, y me perdí. ¿Está es la clase del profesor Rosewood?-pregunte con leve temor de que Troy se equivoco, él asintió y me dejo entrar. Mire todo el momento abajo, la única vez que levante ligeramente la cabeza fue para buscar un asiento vacío. Lo encontré detrás de dos chicos altos que claramente me taparían la vista.
En la clase no entendía nada, después de a ver estado media hora doblándose para copiar un ejercicio los chicos se ofrecieron cambiarse para atrás. Fueron amables. Pensé que serian arrogante