Al llegar no sabía ni siquiera si ir al norte o sur, pero gracias a la chica que estaba a mi lado en el avión, Alana ese es su nombre pude llegar a un destino, me recomendó ir al barrio donde ella vivía,Hackney: Municipio situado en el noreste de Londres y conocido por ser uno de los distritos más pobres y afectados por el crimen. Me podía quedar en su departamento hasta encontrar trabajo y donde vivir, no tenía algún inconveniente con eso. Esta chica era muy experimentada y osada, Era una bailarina en un bar por las noches en Londres y estaba en los EEUU, llevando dinero a sus hermanos que se encuentran en un orfanato, creo que su historia era muy triste, creo que lleva una cruz como yo…
El dolor en mi costilla derecha parecía empeorar además tenía un hematoma que se extendía desde mi axila, hasta casi llegar a mi vientre, estaba poniéndose cada vez más oscuro, casi negro, solo calmaba el dolor con 2 analgésicos consecutivos. Y qué decir de mis heridas de las piernas y espalda aun casi ya no ardía algunas estaban con moretones y una que otra abierta, esperaba que al pasar los días mejorara.
No conocía nada de Londres, ni siquiera había ido a un parque ya llevaba 4 días y no había tenido suerte con lo del trabajo, y lo necesitaba con urgencia, ya que Alana aunque no me lo había dicho pero con su actitud, sabía que quería que me fuera, los dolores eran peores, algunas noches tenia aun poco de fiebre, ya no tenía ni un dólar para ir a comprar medicina, menos para ir a un hospital, y la vida Europea es cara y nada es gratis.
Una tarde regrese de buscar trabajo casi cerca de las 6.30pm, por supuesto sin suerte, (Era difícil por no tener bonito cuerpo o presencia, mi cabello aun estaba creciendo, aun era un caos, el cual lo corte para evitar dolor cada vez que Charlie me tomaba de él y tiraba de el por toda la casa o hasta el cuarto del horror, además de ser una inmigrante y usar dos mudad de ropas horribles y que me quedaban grandes, ya había tenido que ajustarlas varias veces, Aunque estaba comiendo, pero la mayoría de las noches de la semana que llevaba en Londres, la vomitaba, ya que tenia pesadillas horribles) me y conseguí una nota en la puerta junto a mi bolso.
Los siento Isa, necesito que te vayas, comencé de nuevo a traer hombres a la casa y no quiero que oigas mis gritos o gemidos…
Suerte
Alana
Respire hondo, puse la llave debajo de su puerta, tome mi mochila y baje las escaleras como pude, ese día el dolor ya no se me calmaba con nada, decidí salir del barrio encontrar un parque donde pueda pasar la noche, pero de ahí al parecer todo estaba lejos y además estaba desorientada y nos sabia a donde caminaba, llevaba casi 3 horas caminando, la avenida donde me encontraba estaba poco transitada, me imagino que serian las 10pm o menos pero no tenia reloj para saberlo, pase por un callejón donde se veía oscuros y tenebroso, sería un buen lugar para dormir y pasar la noche, solo tenía una bombilla que prendía y pagaba. Me quede observando con la mano en mi costilla y un poco encorvada…
---¿Cansada Muñeca?-------Un hombre pregunto detrás de mí, con evidente acento londinense, voltee a verlo, tenía un aspecto demacrado y ojos casi hinchados, podía decir que me recordaba a ella, a mi madre.
Le dije no, solo moviendo mi cabeza, creo que el miedo me paralizo por un momento.
---- ¿Que hace una niña como tú, a estas horas, sola?---- Me pregunto curioso pero con algo de diversión en los ojos.
----Solo iba a mi casa----le conteste lo más creíble que pude
---jum, ¿quieres que te acompañe, pareces perdida? ¿A puesto que tu casa no queda en ese callejón? ¿Por qué mirabas hacia él? ¿Quieres entrar, yo te lo puedo mostrar?----Me dijo tantas preguntas a la vez, que solo lo mire y le dije no, de nuevo con la cabeza.
---Ya me voy permiso--- trate de pasar pero me lo impidió.
----tu no vas a ninguna parte, abre el bolso, quiero lo que tienes ahí--- Lo sabía, sabía que quería algo.
----No tengo nada, solo ropa y mis documentos---Me miro con los ojos entrecerrados-
----Te dije que abras el bolso----Lo dijo al mismo tiempo que saco una navaja y la abría frente a mis ojos, mis ojos se abrieron de par a en par, con miedo, quería correr pero sabía que por el dolor que sentía en ese momento, no me dejaría ir muy lejos y terminaría atrapándome, solo comencé a suplicar
----No me hagas nada, por favor, llévate el bolso, no lo quiero, llévatelo---Me lo quite de la espalda, mientras me retorcía un poco por el dolor de la costilla, y se lo pase, lo tomo con mucha fuerza mientras empezó como abrirlo…
--- ¿Pero sabes qué? No lo quiero solo a él, que tal si te muestro el callejón y la pasamos bien tu y yo?----Sabía que no quería mi bolso, quería hacerme daño, daño físico, quien sabe quien este hombre y que enfermedad podría tener, además si gritaba, nadie me escucharía, y si lo hacen podía ya estar muerta para eso.
----No por favor no me hagas daño, llévate el bolso---Lo dije al borde de las lagrimas, y del terror
---Eso no lo decides tu---Me tomo con fuerza de la nuca, su aliento era alcohol y algo mas, repugnante verdaderamente, empecé a forcejear con él, para que no me adentrara al callejón.
----Por favor, No me hagas nada, por favor, estoy herida, por favor----Suplique pero él seguía tratando de besarme y llevarme dentro de ese callejón, creo que ahora si sería mi fin, morí lejos de esa casa y en manos de un delincuente que aparte quería violarme
----Ya te lo ruego, no me hagas nada, AYUDA----Comencé a gritar fuerte
----Cállate, perra, cállate, si no quieres que te mate ahora mismo----Tenía que seguir gritando si iba a morir, tenía que intentarlo por lo menos
----Ayuda, ayuda!--- grite nadie venia, forcejee con dolor horrible, pero ya en ese punto nada me importaba. Me dio una cachetada, ya habían pasado días de que nadie me ponía una mano encima.
----Te dije que te callaras!---
---No m hagas nada, ya tienes el bolso---comenzó a empujarme con fuerza al callejón, casi no tenía fuerzas ya, no seguí pidiendo ayuda sabia que nadie vendría solo forcejeando, llore lo mas que pude, y le suplique parecía que era mi fin.
----La chica dijo que la soltaras----Escuche la voz de hombre también londinense por su acento
---Ja, quien me lo va impedir--- Se volteo conmigo, y lo vi era hombre con una chaqueta de esas como de detectives, casi no veía su rostro por la oscuridad, pero lo que si me sorprendió fue que al delincuente lo tenía apuntado con un arma.
----Tranquilo, amigo, suelta eso, ella y yo solo nos queríamos divertir----Que mentiroso, ahora sí que era un cobarde.
----MENTIRA! QUERIAS APROVECHARTE DE MI!----le grite, sosteniéndome la castilla el dolor era insoportable, y me miro furioso
----Ven conmigo, aquí---me dijo mi salvador, camine con algo de miedo hacia él, sosteniéndome la costilla, este hombre sí que era alto, y detrás del había una limosina, ¿quién era este hombre? ¿Para andar en un auto así? Fuera había otro hombre con traje, del lado del conductor con un arma en su mano. Me coloque detrás del.
---Ahora tú, maldito imbécil, cobarde, vete si no quieres que te mate, aquí---El hombre me miro por última vez y se fue corriendo muy de prisa. Mi salvador se volteo a mirarme, no sin antes guardarse el arma.
---¿Estas bien? ¿Te hizo daño?---Era como ver el cielo, creí que había muerto, tenia un rostro de ángel, bellísimo, sus labios estaban entreabierto y rosados, eran como los caramelos perfectamente lubricados, sus cejas perfectas, y sus ojos eran de un color claro solo que no distinguía de qué color, se veían oscuros quizás por la rabia…---- ¿Oye? ¿Estás bien? Sé que estas asustada, dime donde vives y te llevare a casa----Me dijo con voz tan varonil, yo estaba petrificada por su belleza quizás, pero el dolor que sentía era fuerte, que empecé a retorcerme del dolor
---Si te hizo daño, déjame ver---
---NOOO!---le grite para que se alejara, lo cual lo sorprendió
---No te hare daño, no soy malo, estas sudando---alargo sus mano y toco mi frente
---Oh Dios estas ardiendo en fiebre, dime donde vives te llevare, no te ves bien--- Me dijo con tono alarmante y preocupado, pero solo estaba empezando a ver oscuro, el dolor me supero creo que moriré en este sitio, por lo menos vi a mi propio ángel guardián, al que espere que me rescatara por la noches, cuando Charlie me golpeaba, o al que espere que me rescatara de las garras de aquellos que me hicieron daño, me flaquearon las piernas y vi negro…
¿Sería mi fin?
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