Miro por encima de mi hombro y camino por esa calle concurrida, estoy un poco nerviosa ya que no estoy segura de donde encontrarme con Esme, mi mejor amiga, hacía un tiempo que no la veía y ella me había hablado de un trabajo donde se conseguí dinero.

Estaba en mi segundo año de carrera y me había costado demasiado llegar hasta aquí como para ahora joderlo todo.

Meto las manos en los bolsillos de mi chaqueta negra y miro hacia el frente, me sudan las manos cuando estoy en la puerta de la casa donde ella me ha dicho que nos encontremos. Saco la mano y toco a la puerta varias veces, ella abre y la veo como siempre, ardiente, resplandeciente, con esos ojos castaños y ese pelo caoba que a tantos hombres ha llevado de cabeza.

-Hola querida- dice con una sonrisa-.

-Hola- digo y respiro hondo y sale humo de mi boca por el frío-.

-Entra querida-.

Entro en la enorme casa, las paredes son blancas y los muebles negros y hay pequeños detalles de cristal como los jarrones, Esme siempre había tenido buen gusto y sobre todo ahora que se había casado con un magnate de los negocios como era Aro Vulturi.

Tuve que reprimir mi risa, un hombre mucho mayor que ella... estaba claro el porque se casaba con esta mujer.

Respiré hondo y miré por encima de mi hombro nuevamente, había una gran escalera que subía aun piso superior, todo decorado de una manera moderna.

-Siéntate-.

Me siento en el sofá de cuero negro y desabrocho mi chaqueta porque hace un poco de calor y es que el aire acondicionado está puesto y se está calentito en está.

-Tengo un trabajo para ti como te he dicho pero quizás no es lo que esperas-.

“Creeme a estas alturas y después de sobrevivir gracias a refrescos y galletitas saladas, soy capaz de cualquier cosa”-.

-¿De que se trata?-.

-Sabes que yo llevo una agencia de contactos... chicas de compañía-.

“Mierda...”-.

-La verdad es que no lo sabía...-.

-Pues yo me ocupo de eso... y tengo un cliente bastante exigente que no encuentra a la chica que quiere, él la quiere interna en su casa, y se ocuparía de todos tus gastos, tanto de estudios como de comida, ropa... todo, es un tiburón de los negocios, posee una cadena e hoteles internacional y además comparte negocios de construcción con Aro... son buenos amigos y si no he mandado a otra mujer por ese hombre es simplemente porque tienes que confidencial, este hombre posee un matrimonio de conveniencia, pero no te preocupes, se que tu nunca te meterías en un matrimonio, ella se quiere divorciar y él también pero por los negocios que tienen es mejor que permanezcan casados... ella no vive aquí así que verdaderamente es como si estuviesen divorciados, acordaron pesarle una pensión y todo eso pero ella no le quiere ver ni el a ella tampoco, se trata de Carlisle Cullen, no se si has oido hablar de él-.

-No, no he oido – respiré hondo- ¿que clase de servicios quiere?-.

-Quiere a una esclava, tanto en la casa como sexual-.

Tragué en seco y miré a Esme.

-Mierda Esme...-

-Se que es mucho pedir, pero, bueno yo he estado con él y...-.

-¿Como estado?-.

-Aro no tiene problema en compartirme con Carlisle y solo con Carlisle-.

“Sorpresa sorpresa... pégate un jodido tiro en la cabeza...”-.

-Sabes que yo...-.

-Se que no lo ves bien y lo respeto, créeme, eres joven y guapa-.

-¿Lo soy?-.

-Si, a Carlisle le gustan las rubias, ya sabes, quizás contigo todo vaya bien, eso si, el Domingo tienes que irte de su casa y buscarte la vida, porque es su día libre y le gusta buscar otras... diversiones-.

-Vale...-.

-¿Aceptas Jane?-.

-Acepto...- dije respirando hondo... no tenía otra maldita opción-.