Flas-back.

Estaba Edward de joven acariciando el pelo de una niña de catorce años que lloraba. Era el amor de su vida sabía que nunca la iba a olvidar, pero ahora ella se iba a ir.

--- Edward te voy a extrañar mucho, no quiero irme.

--- Pero piensa que estarás mejor con tu padre, que con tu madre --- le aclaro él acariciando su mejilla --- Bella, siempre serás la persona que más ame en el mundo.

--- La mía igual Edward…

Fin del Flash-back.

Y ahí estaba esa persona otra vez, enfrente de él. Pero como una mujer formal y decente, la ropa que traía era la apropiada, no como la de su secretaría. Ninguno de los dos decía algo y un foco en el intercomunicador parpadeaba sin ser notado.

--- Bella, cuanto tiempo --- por fin dijo Edward en un pequeño susurro acariciando su nombre.

--- Ni que lo digas, la última vez que te vi, eras un joven muy apuesto y ahora… --- iba a seguir pero se acordó que era su jefe --- lo siento, no quería…

--- Está bien, siéntate por favor ---- ella se sentó y espero a que él hablara --- dime, ¿desde cuando trabajas aquí?

--- Desde hace ya varios años, empecé como limpia pisos casi --- dijo en broma y ambos rieron --- pero hace dos años me ascendieron.

--- Eso es bueno, iba a regañar a alguien impuntual, pero te conozco tan bien que no podría desconfiar en ti --- dijo suavemente y ella se sonrojo.

--- Siento mi retraso, pero es que mis hijos abecés son un poco tardados y tengo que ver que se vallan a la escuela.

--- ¿Hijos? --- pregunto Edward, pero se golpeó mentalmente, él también se había casado (no por amor) y tenía unos hijos a los cuales adoraba --- estas casada.

--- No, enviude hace dos años, cuando me dieron el ascenso, íbamos a celebrar, pero el auto de mi esposo se volteó y cayó en un acantilado --- su voz sonaba triste.

Edward sentía una llama prenderse en su interior, muy emocionado de que estuviera libre, pero después se apagó, no era sano que se sintiera bien por la pérdida de un ser humano.

--- También te casaste, me lo conto Alice cuando seguíamos en contacto --- dijo ella recordando el correo que le mando maldiciendo a su nueva cuñada.

--- Sí, pero estoy divorciado desde hace un año, mis hijos no lo tomaron tan bien --- la expresión de Edward fue de tristeza --- en especial mis hijas Trinha y Tally.

--- ¿Viven contigo?

--- Sí, todos, su madre… bueno ella era…

--- Denaly, sí eso también me lo dijo Alice --- Bella frunció el ceño molesta --- pero, no pensé que terminarías con ella, era una…

--- Sigue siéndolo, creo que al quererme olvidar de ti termine con ella, todo lo diferente --- dijo Edward algo sonrojado y Bella sintió sus mejillas arder --- te invito un café, para platicar más a gusto.

--- Me encantaría, aquí te dejo los papeles de las últimas ediciones de los libros encargados --- se las entrego con una sonrisa y él las acepto --- fue un gusto volverte a ver Edward.

--- El mío también --- pero antes de salir le pregunto lo que no quería escuchar Bella --- ¿Cuántos hijos tienes?

--- ¿Cuántos tienes tú? --- pregunto ella saliéndose por la tangente, pero también se sintió incomodo --- vamos, no creo que sea tan malo.

--- Bueno, define cuantos son mucho para ti --- aclaro él.

--- Entre unos diez u once hijos --- dijo ella nerviosa --- ¿tu?

--- También, siempre me ha gustado las familias grandes --- su respuesta lo resigno a contestar --- tuve ocho hijos con Tanya.

--- Yo cinco --- dijo encogiéndose de hombros y al ver la similitud empezaron a reír --- a mi esposo le gustaban las familias grandes.

--- Sí, a mí también me encantan los niños.

Bella salió de la oficina todavía sonriendo por lo de los hijos, era tanta su alegría por ver al hombre que había sido su primer amor que no se dio cuenta de la mirada de Jessica de veneno que le daba.

Bella trabajo toda la mañana muy bien y relajada, Edward la visito unas dos veces, “para supervisar”, pero lo único que supervisaba eran los ojos achocolatados que siempre le habían gustado.

Ella se estaba enamorando de nuevo, sin proponérselo, al parecer nunca había dejado de enamorarse de él. Aunque quiso a Jacob y fue un ancla para ella, Edward era su barco y siempre lo supo.

Tuvo que discutir con sus hijas menores que se peleaban por la computadora un rato y después con el mayor de sus hijos al recibir las notas, pero aun así no se le quito la sonrisa en todo el día.

Cuando se terminó las horas de trabajo salió al aparcamiento y ahí la esperaba Edward con una sonrisa, le abrió la puerta del copiloto de su carro pero ella señalo el negro que ella manejaba.

--- Mejor yo te sigo.

Edward asintió. Bella manejo atrás de Edward y llegaron a una pequeña cafetería de la ciudad. Ella se estaciono atrás de él y ambos bajaron para ver el pintoresco lugar.

--- Es una buena cafetería --- dijo Bella entrando con Edward --- a mis hijos les gusta venir por aquí.

--- Ojala y no nos los encontremos --- estaba Edward bromeando y Bella se rio de acuerdo con él.

--- Se supone deben estar en la casa, haciendo sus tareas  y deberes --- se quedó pensando mientras se sentaban en un lugar --- o eso me dicen.

--- Sí a mí también, Asheley es una chica muy estudiosa y responsable, pero abecés se pasa de eso, Tony es todo lo contrario a ella y los gemelos Coddy y Zac no hay quien los aguanten, son más tranquilas Trinha y Tally, pero Ibell y Abell son inquitas a más no poder --- dijo riéndose y ella también se rio.

--- Bueno Torry es la responsable, al que se encarga de todo, aunque mi primer hijo Jake, él no hay quien lo aguante, parece estarse metiendo en cada situación, peor esta mi pequeña Saharí, parece que tiene más energía que todo el mundo, Zonny es más tranquila y Maya la más pequeña es la princesa de la casa.

La camarera llego para darle los menú, Bella vio los cafés, pero tenía hambre hace mucho que no comía, unas cinco horas más o menos, Edward parecía leerle el pensamiento.

--- Pide algo para comer, yo invito, por los viejos tiempos --- ella sonrío y asintió.

--- Una ensalada cesar y una limonada.

--- Sigues sin cambiar gustos aperitivos, le encargo lo mimo --- le entrego ambos menús a la camarera la cual sonrió y se fue.

--- Cuéntame algo de ti --- le pidió Bella mirándolo.

--- Bueno, me case a los diecinueve, mi primera hija la tuve a los veinte y después a mi segundo hijo --- Edward la veía --- estudie Medicina, pero también empresario y administración, por eso me encargo de la empresa de mi tío, fue para un cambio, aunque siempre me va a interesar más la medicina. --- la miro con una sonrisa --- te toca.

--- Bueno, me case a los diecisiete --- esa información desconcentro a Edward --- tuve a mi primer hijo a los dieciséis, sé que no es mucho, pero…

--- Bella no te juzgo, nunca lo he hecho y menos ahora, sigue.

--- Mi esposo me ayudo a terminar la universidad y hasta pago todos los gastos, empecé a trabajar en la empresa hasta ahora, no hay mucho que decir de mí.

--- ¿Sigues con tu sueño de ser escritora? --- pregunto Edward y ella asintió.

--- ¿Sabes que me acabo de acordar? --- le pregunto Bella en broma y él negó --- a cuando yo tenía catorce y te dije que nos fugáramos para casarnos y así nadie nos separaría.

--- Sí, me acuerdo, lamento a verlo rechazado en ese entonces ---- Edward se quedó pensando para con una sonrisa decirle --- hagámoslo…