El Despertar De Isabella (18+)

Autor: Bella_Yexsi
Género: + 18
Fecha Creación: 06/06/2013
Fecha Actualización: 27/07/2013
Finalizado: NO
Votos: 5
Comentarios: 8
Visitas: 7757
Capítulos: 6

 Unos padres a los cuales el tema del sexo es un completo tabú y un novio con excesivas prevenciones para no dejarla embarazada, llevara a Isabella una chica de solo 18 años con grandes deseos sexuales y ganas de experimentar a tener una aventura con el guapo y sexy Edward Cullen.

 

Por aca vengo con un nueva historia chicas...

Espero sea de su agrado

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Capítulo 3: Tentación

Aquí estamos de nuevo chicas con el segundo capítulo de esta candente historia.

Nos leemos abajo ;)

 


Muchísimas gracias a mi beta Sool Onuma que rompió record para traerles este capítulo sin más tardanza, Betas FFAD.

www.facebook.com/groups/betasffaddiction

 


 

 

Años después…

Faltaban solo unos pocos días para mi cumpleaños número 18. Con el pasar del tiempo mi cuerpo había cambiado por completo y era muy hermosa.

Mis senos no eran exageradamente grandes peroestaba orgullosa del crecimiento que tuvieron, nalgas bien redonditas, piernas largas y bien formadas.

Muchas cosas pasaron… Hace unos meses comencé a salir con Jacob Black, hijo del mejor amigo de mi padre. Me sentía muy bien junto a él, poco a poco creo que me estaba enamorando. Una de las cosas que más me alegraban de esta nueva relación, es que tenía mucha más independencia y mi madre no estaba pendiente ni detrás de mí como antes.

Jake es un chico más grande, de 20 años, moreno, con un cuerpo muy bien formado y está para comérselo. Al principio se comportó muy caballeroso conmigo, algo que no me agradó demasiado, pero entonces una noche cuando fuimos al cine colocó su mano en mis muslos y la subió lentamente hasta llegar a mi centro. Me alegraba de haber elegido una falda para ponerme esa noche… Esa fue la primera vez que me tocó… Sus dedos gruesos y largos entraban y salían una y otra vez de mí, torturándome… embistiéndome con ellos… callando mis jadeos con sus besos y mientras él hacía su trabajo masturbándome, aproveché de tocar su gran polla y ¡sí que lo era!

Desde esa noche empezamos a acariciarnos mientras nos besábamos pero no pasábamos de allí, Jake decía que no habría nada más hasta el matrimonio. Me dio una charla de que era un caballero, de que las mujeres decentes no hacían esas "cosas" hasta casarse y que quería algo verdaderamente serio conmigo, no me trataría como a una cualquiera.

Lo deseaba… anhelaba saber qué se sentía al tener su miembro grueso embistiéndome… Seguro era mucho mejor que sus dedos o los míos.

Mi graduación había pasado y ahora me encontraba en mis vacaciones esperando comenzar las clases en la Universidad de Washington que quedaba aquí mismo, en Seattle, donde vivo. En unos pocos meses estaría a estudiando Educación,lo que realmente me encantaba y amaba. De vez en cuando hacía de niñera y disfrutaba jugando con los niños.

La que venía más frecuentemente era Vanessa, una hermosa niña risueña de seis años, un poco hiperactiva, pero se comportaba. Conversábamos y también tocábamos el piano juntas, algo que aprendí gracias a un curso que mi madre me obligó a tomar. Me contaba que su padre trabajaba demasiado, algo que me causaba mucha tristeza al ver su rostro afligido. A Nessie -como le gustaba que le dijera-, no le agradaba que su papá estuviera y llevara con él siempre a su prometida, la cual conocí hace una semana… Una rubia con cuerpo de infarto, creo que se llama Tamy… Tanya, algo así…

Según lo que me contó mi padre, son todos nuevos en Seattle. El señor Cullen es un famoso empresario que vino para hacerse cargo de las oficinas que se encontraban en la ciudad. Las mujeres hablaban mucho sobre él. Dicen que es muy guapo, pero a mí no me consta, a pesar de que cuido a su hija nunca lo he visto y no estoy muy pendiente de la farándula y esas cosas para saber cómo es…

.

Este fin de semana será mi cumpleaños y la gran fiesta que mis padres, bueno mayormente mi madre, está planeando para mí.

—¿Te parece si invito al padre de Vanessa? —preguntó mi mamá, revisando la lista de invitados que eran como 100 personas. Exagerados… Le gustaba mucho alardear debido a que somos una de las familias de mejor posición en Seattle.

—Me da igual, Renée. ¿No te parece que son demasiados?—Le recriminé, levantándome para ir a la cocina a tomar un poco de agua.

—No, Isabella; son tus 18 años y hay que celebrarlos como se debe. —No iba a discutir con ella, si quería esa fiesta, no iba a objetar.

La celebración sería en nuestra casa en el patio trasero.Sí, otra de las razones de Renée para invitar tantas personas…

Subí a mi cuarto para arreglarme, ya eran casi las 7:00pm lo que significaba que Jake vendría a visitarme. Me vestí con una blusa azul de tirantes, pantalón corto, el cabello lo dejé suelto y me maquillé un poco. Bajé entusiasmada para encontrar a mi chico en la sala conversando con mi madre. Jacob volteó a verme y asintió aprobando mi vestimenta.

—¿Cómo estás, princesa?—Depositó un beso en mi mejilla, siempre tan caballero delante de mis padres.

—Muy bien, Jake.

Se veía muy atractivo con su camisa negra que marcaba sus músculos, chaqueta del mismo color y unos jeans desgastados.

—Bueno chicos, los dejo… Subiré a leer un poco antes de dormir —dijo mi madre más para Jacob que para mí.

Ella estaba encantada con él. Mucho más cuando informó a mis padres que sus intenciones conmigo eran serias... Si supieran lo que hacíamos a escondidas de ellos.

Mi madre fue a la habitación, seguro mi padre ya estaba allí. No lo había visto en el día, pero no era algo raro debido a que es el jefe de policía de Seattle, su trabajo lo absorbía demasiado.

Mi novio y yo nos sentamos en la sala como siempre que me iba a visitar, prendía la televisión para que hiciera ruido mientras nosotros nos tocábamos y descargábamos o mejor dicho, yo descargaba mi frustración sexual.

Estaba montada encima de él moviendo mis caderas haciendo una jodida fricción con nuestros sexos. Sus manos pasaban por mi cuerpo y atrapó uno de mis pechos con sus manos apretando mis pezones que estaban duros de la excitación.

Gemí…

—Ven acá, preciosa. Quiero probar algo. —Hizo que me levantara frente a él.

Joder… solo espero que se haya arrepentido de toda su mierda y de una vez por todas me folle.

—Coloca la rodillas aquí—explicó poniendo dos cojines en el suelo para arrodillarme. Obedecí dudosa.

—Ahora coloca las manos en el suelo, pequeña —continuó hablándome mientras me tomaba de las caderas.

Escuché el cierre de su pantalón bajar y de pronto, su gruesa polla rozaba entre mis piernas. No era lo que esperaba pero algo es algo, ¿no?

Comenzó a "follarme" mientras con una de sus manos apretaba mi sexo por encima de la tela del pantalón para hacerme correr y lo logró, pero todavía no era lo que yo pretendía. Quería su pene dentro de mí… y sentirlo llenándome por completo. Con una última "estocada", el líquido caliente ya estaba en mis piernas.

Me di la vuelta para encararlo y me llevé una gran sorpresa cuando noté que su polla estaba todavía erecta, esa cabecita rosada me invitaba a chuparla y lamerla hasta que me diera de beber. Lamí mis labios ante ese pensamiento.

Esto iba a acabar mal si seguíamos así. Yo lo deseaba…

—Jake, cariño. —Me acerqué a él gateando, aprovechando que su polla todavía no estaba guardada.

—Ni lo intentes, Isabella —dijo como si hubiese podido leer mi mente—. Sé lo que estás pensando y no lo harás, solo las putas hacen esas cosas, deberías avergonzarte.

A veces se parecía tanto a mis padres. Siempre con las malditos pretextos… Estaba segura de que solo lo hacía para no cogerme de una buena vez.

Le propuse que para no ocuparnos de los riesgos, lo hiciera por detrás. Nunca lo había hecho pero me acostumbraría, así los dos gozaríamos y no quedaría embarazada, pero fue como si le hubiese dicho lo peor del mundo porque lo sacó de quicio y se ofendió. Eso me lo confirmó… ¡Joder! No quería follarme. Salió con otro de sus discursos que quería que sea la madre de sus hijos, la mujer con la cual se casaría, pero que mis actitudes eran como las de las prostitutas que frecuentaba una que otra vez para desahogarse.

Y eso me sacó de quicio a mí… Yo ni siquiera era virgen, no entendía que mierda deseaba "preservar". Se vistió y se marchó furioso como alma que lleva el diablo sin siquiera despedirse.

Su actitud me dolía. Yo suponía que si dos personas se quieren y desean estar juntos, lo hacen y ya. ¡Demonios!… Estaba cansada de esperar. Amo a Jake pero esta mierda de no querer embarazarme, me tenía harta.

Estamos en el siglo veintiuno, ahora existen muchos métodos anticonceptivos muy efectivos, pero para él eso no era suficiente. Yo tendría que seguirme conformando con mis fieles amantes… Si seguía así tendría que comprarme un consolador o me quedaré sin dedos, reí para mí misma.

.

.

Los días pasaron sin señales de Jacob. Hoy era mi cumpleaños y no sabía nada de él.

Me levanté sin muchas ganas, este sería un largo día. Desde temprano, las personas que mi mamá contrató para ayudarla, deambulaban de un lado para otro por la casa.

Me encantaba festejar mis cumpleaños pero las maneras de Renée para hacerlo siempre me parecieron demasiado exageradas. Como en mis 15 años… Invitó a personas que no veía desde niña, familiares que no tenía ni idea de que existían o que supieran de mi existencia; el mejor club de Seattle, comida y derroche de dinero por doquier.

Me molesté tanto en esa ocasión que prometió no exagerar más, lo estaba intentando porque ahora gracias al cielo, la lista de invitados había bajado considerablemente, pero para mí no era suficiente.

Revisé mi Blackberry para darme cuenta que solo eran las ocho de la mañana… Largo día el que me esperaba.

Mi celular comenzó a vibrar dejando escuchar la canción que tenía por tono de llamada, Cockiness de Rihanna. Sonreí, al ver la pantalla.

—Bells, feliz cumpleaños, amiga. —Escuché la angelical voz de Rosalie.

—Gracias Rose. ¡Por fin soy mayor de edad! —En verdad que agradecía mucho poder ser independiente.

—Ay amiga, que pesada eres con tus padres —continuó hablando, seguida por sus carcajadas.

Ella sabía todo lo que me pasaba. Por suerte, ella llegó a mi vida el último año del instituto e inmediatamente nos hicimos las mejores amigas y por fin encontré una persona para hablar sobre "mi situación".

Rose, es una rubia hermosa, no es que sea lesbiana ni nada de eso, pero era totalmente espectacular. Un cuerpazo de modelo… Las dos nos volvimos las más populares y guapas de la preparatoria.

—Como si no supieras ya como son. —Suspiré cansada—. Las personas que mi mamá contrató andan dando vueltas por la casa, no he salido del cuarto y sus pasos me despertaron.

—No te quejes que esta noche disfrutaremos como nunca. Hay que aprovechar la fiesta que Renée se empecinó en hacerte. —Sonreí feliz por sus palabras. Tenía razón, era mi cumpleaños y a pesar de todo debía pasarlo bien.

—¿Sabes algo de Jake? —Al no escuchar ninguna respuesta de mi parte prosiguió—. Ese chuco es un idiota, Bells. Esperaste mucho por él, todo el tiempo sale con sus estúpidas excusas.

Me dolió su pregunta, en realidad ni me había felicitado, ni un mensaje recibí de él.

—No entiendo que haces con él, Bella.

—Lo amo —respondí sin dudar.

Yo amo a Jacob a pesar de que me vuelve loca con su mierda de no querer follarme de una vez por todas… Lo amo.

—Aggg… como sea, pero déjame decirte que el amor no será suficiente. Un día de estos vendrá alguien que si sepa satisfacer tus necesidades…

—Ya, Rose… En verdad no quiero hablar de eso ahora, ¿sí?

La escuché suspirar fuertemente, se había rendido… por ahora. Cada vez que podía me decía lo mismo con diferentes palabras, pero nunca cambiaba lo que realmente quería decirme.

—Mejor, ¿por qué no te vienes para acá y nos arreglamos juntas?

—Claro que sí, Bells. Voy corriendo.

Corté la llamada para darme un baño y salir a la peluquería junto a Rose, quería verme espectacular en mi día. Si Jacob venía, haría que su polla se pusiera tan dura con solo verme que me follaría por fin sin importar que se encuentren más de 100 personas en mi casa.

Tal vez por eso que no lo había hecho antes, porque era menor de edad.

Sí, Isabella… Hay esperanzas.

Unos toques en la puerta me hicieron salir de mis pensamientos.

—Feliz cumpleaños, hija. —Charlie se acercó a mí para unirnos en un abrazo de oso.

—Gracias, papá —contesté todavía pegada a su pecho—. ¿Qué traes ahí? —Cuando me alejé pude ver que en sus manos tenía algo.

Acercó el estuche negro que sostenía en sus manos abriéndolo para que mirara lo que había en su interior.

—Wow… Esto es demasiado —repliqué viendo la hermosa pulsera de diamantes.

—Nada es demasiado para ti, pequeña. Ahora quiero que la uses esta noche. ¿Okey?

Con el pasar de los años, a mi padre se le ha pegado lo de Renée, pero era un hermoso detalle, exagerado, pero hermoso sin duda.

Conversé un rato con mi padre el cual me dijo que mi madre estaba como loca por toda la casa verificando que todo esté listo para esta noche. Se fue dejándome sola de nuevo en mi habitación, me vestí rápidamente con una camisa marrón de rayas que amarré dejando ver la parte baja de mi estómago, un jeans ajustado a la cadera y mi cabello suelto.

Rose vino a buscarme para salir a nuestra tarde de chicas, invitamos a mi madre pero no quiso venir ya que quería estar al pendiente de todo ella misma. Toda la tarde no paré de responder mensajes o llamadas de mis ex compañeros y amigos que me felicitaban y estaban muy emocionados por la gran fiesta.

Nos arreglamos las uñas a la francesa, cortaron y alisaron nuestro cabello, depilaron nuestras cejas que no era algo que necesitara, solo le daba forma una vez cada cierto tiempo. Y del maquillaje nos encargábamos nosotras.

A las seis de la tarde salimos rápidamente hacia la casa, nos quedaba poco tiempo para estar listas. Nos dimos un baño sacando todo rastro de sudor de nuestros cuerpos e impregnándonos de un exquisito olor a fresas y vainilla, nuestros favoritos.

A las ocho menos cuarto ya estábamos vestidas y maquilladas.

Todavía seguía sin señales de Jacob.

Rose tenía en vestido strapless de color blanco arriba y en la parte de abajo decorado con unas flores que dejaba ver sus piernas, unas zapatos de tacón que la hacían ver mucho más alta de lo que es y su cabello estaba recogido a la mitad con un pequeño lazo plateado.

Yo, en cambio, había decidido por un vestido negro que quedaba ajustado a mi cuerpo resaltando mi precioso trasero, mi busto y piernas de infarto. Sí, me veía jodidamente sexy… Unos zapatos al igual que Rose y mi cabello tenía unas pequeñas ondas para darle un poco de forma.

Nos miramos asintiendo felices por nuestros atuendos y salimos rumbo al patio a comenzar con la fiesta.

.

.

Renée se pasó por completo, estaban perfectamente ordenadas las sillas alrededor de una pista improvisada. Todo adornado con pequeñas lámparas redondeadas, los colores blancos y rojo resaltaban en la decoración, bajo una especie de carpa de tela blanca.

Todos quedaron sorprendidos cuando nos vieron llegar a Rose y a mí. Estaba feliz por haber logrado mi cometido, bueno, una parte, la otra solo esperaba por mi queridísimo y follable novio, Jake, al cual todavía no había visto.

Comencé a caminar por las mesas junto a mi madre saludando a los invitados, recibiendo mis regalos y felicitaciones cuando sentí unos bracitos sujetándome la cintura.

—Feliz cumpleanos, Bella. —Me felicitó la pequeña Nessie. Todavía le costaba un poco la pronunciación de la ñ.

Me di la vuelta para abrazarla. De verdad que quería a la niña.

—Muchas gracias, Nessie. —Ella estaba realmente preciosa. Llevaba puesto un vestido azul con un lazo blanco que dividía la parte de arriba de la de abajo, su hermoso cabello chocolate con unos reflejos bronce estaban en rulos amarrados en una coleta y unas preciosas sandalias blancas. Simplemente adorable.

—Mira, mi papi me ayudó a escogerlo —me contó extendiendo una pequeña cajita. Sus ojitos tan hermosos brillaban emocionados e incitándome en abrirla para ver el contenido.

Era una hermosa cadena de plata con un dije de corazón.

—Ábrelo, Bella.

Su sonrisa era realmente gigante y hermosa. Noté que tenía una abertura.

Una foto mía con ella estaba dentro de éste, de la primera vez que comenzamos a tocar el piano juntas…

—Aw… Gracias, pequeña. —Me agaché como pude para abrazarla.

Un carraspeo nos hizo separarnos y cuando alcé mi vista sentí que todo se detuvo.

Unos hermosos ojos color verde esmeralda me observaban, pasé mi vista por su cuerpo mientras me ponía en pie soltando a la pequeña.

Mierda… ¡¿De dónde salió este hombre?!

Era jodidamente sexy, un traje gris adornaba ese cuerpo de maldito adonis… Me lo estaba comiendo con la mirada pero no podía evitarlo, era totalmente perfecto. Sus cabellos broncíneos despeinados, una boca rosadita que te invitaba a morderla, barba de no más de unos pocos días… Y esos ojos… ¡Maldición! jodidos ojos que no me habían quitado la vista de encima.

Esperen… ¿Él también estaba haciendo lo mismo que yo?

—Papi, ella es Bella —La preciosa voz de Nessie me trajo a la realidad.

¡¿Su papá?!

—Feliz cumpleaños, Isabella. —Joder. Su voz varonil y firme, su colonia junto con ese aroma natural, me enviaban ráfagas invisibles embriagándome.

—Ehh… Prefiero Bella.

Extendí mi mano para estrechar la suya y… ¡Dios! Quería saber si era real que alguien tan magnífico y maravilloso pudiese existir. Nuestras manos se entrelazaron y juro que sentí su pulgar acariciar mi mano pero fue tan rápido que no sé si fue mi imaginación o de verdad.

—Está bien, señorita Bella —respondió de manera formal—. Soy Edward Cullen.

Soltó mi mano y sentí lo mismo que antes, su pulgar en mi piel.

Una jodida sonrisa se extendió por su rostro. ¡Mierda!

No me mal interpreten, amo a Jacob, pasaré mi vida con él, pero este hombre era demasiado como para verlo y dejarlo pasar.

Hablamos un rato con Edward y Nessie, quien le contaba todo lo que habíamos hecho cuando la dejaban en mi casa para que yo cuidara de ella, algo que siempre me pareció raro porque normalmente son las niñeras quienes van a la casa del niño que cuidaban.

Edward fue totalmente formal en todo, su hablar era exquisito, muy educado, respetuoso, pero una que otra vez vi que observaba mis senos o mi cuerpo. Podía sentir como su mirada me recorría.

Nuestra conversación terminó cuando una rubia despampanante y "plástica" se nos acercó tomándolo a él de la mano posesivamente. ¿Quién la culpaba? Edward es apetecible a simple vista, no podía creer que tuviera 29 años.

Me alejé de ellos excusándome con que debía ir al baño y en verdad lo necesitaba pero no exactamente para los que ellos creerían. Edward despertó algo en mí, que ni con Jacob sucedió. Sabía que no era amor, eran las malditas ganas de follarlo…

Agg… estúpida abstinencia que me tenía loca.

Revisé mi celular para darme cuenta que no había ningún mensaje de mi novio.

Maldito…

Toda esta mierda porque quería chuparle la polla y hacerlo sentir bien.

Caminé por el patio para entrar a la casa con un trago de vino en las manos, subí directamente a mi cuarto. Tenía que calmarme, alejarme de Edward lo más que pueda para no acabar de nuevo jodiéndome con mis queridos amantes de siempre…

Me senté en una silla… Cerrando mis ojos para relajarme.

Respira… 1… 2… 3… Cálmate… 4… 5… 6… Cuando contaba mentalmente escuché la puerta del cuarto abrirse y abrí los ojos…

No lo podía creer… ¡Mierda…!

La persona que mis ojos veían detrás de mí a través del espejo caminaba como león que acechaba a su presa. Esa jodida sonrisa que había visto antes, la que hizo que mi centro se humedeciera con solo verlo, él estaba acá…

Tal vez sintió lo mismo…

Estúpida, seguro es que se perdió buscando el baño.

—Si buscabas el baño está abajo —Mi voz apenas era audible, mi garganta estaba seca y él ya estaba detrás de mí.

—No buscaba el baño.

Sus manos subieron por mis brazos despertando todos mis sentidos.

—La buscaba a usted, señorita Isabella…

 


 

 

¿Para qué busca Edward a Isabella? ¿Qué hará Isabella? ¿Ira Jacob a su cumpleaños? Jajajaja… Creo que he sido un poco mala ;) pero como ven esta lo que querían, nuestro sexy Edward ha aparecido. Como se habrán dado cuenta mi bello adonis tiene una hija de 6 años Vanessa, más adelante sabrán más sobre esa historia pero de ante mano les aclaro que Tanya no es la madre.

Muchas gracias a todas las que votan y dejan sus comentarios.

Las invito a unirse a el grupo en Facebook si desean ver adelanto, imágenes, canciones y saber más sobre esta historia. 

Besos y nos leemos en la próximo…

Las quiere Yexsi

Capítulo 2: ¿Debut Sexual? Capítulo 4: "Lo que es igual no es trampa"

 


 


 
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