BPOV.
Yo miraba a uno y a otro que parecían estar hablando con la mirada, él sorprendido y ella enojada…si muuuuuuuy enojada. Al parecer al fin se percato de mi presencia y se me quedo viendo con cara de wtf entonces me fije en mi vestimenta o falta de ella, ¡solo llevaba la polera de Edward y andaba descalza porque la señora Cathy había puesto a lavar mi ropa! Me escude con el cuerpo de mi esposo… estaba para defenderme ¿no?... el siguió la mirada de la chica y se compuso la garganta…
- Hm, Alice, te presento a bella, mi esposa. Bella te….- un fuete grito lo interrumpió.
-¡¿Qué tu qué?!...grandísimo idiota….
-perdón.- dijo Edward agachando la cabeza como niño regañado.
-después me aclaras esto- se volteo hacia mí y luego me dio un fuerte abrazo, nunca pensé que algo tan pequeño pudiese tener tanta fuerza.
-hola mi nombre es Alice y soy tu cuñada, ósea hermana de este, y no te preocupes si se porta mal me tienes a mí y a otras dos mujeres en casa para defenderte…y ten presente que seremos ¡grandes amigas!, que digo grandes, las mejores.
- ha, ¿hola?- lo sé, sonó a pregunta pero es que el pequeño duende me estaba mareando.
-para empezar, vamos a desayunar que tengo mucha hambre, en el vuelo no comí nada y en casa tampoco porque Salí de improvisto solo le envié un mensaje a mi Jazzy para que no se preocupe pero es que presentí que me necesitaba mi hermano favorito, y mira y yo le dije vete a Miami allá te pasara algo muy bueno, pero él como siempre me rodo los ojos, y aquí estas, ya sabía yo que mi hermanito no era tan idiota como aparataba, mira que enredarse con una modelo cabeza hueca, que si de físico muy bella claro con todo ese maquillaje quien no lo es y aparte con los que editan las fotos… pero como te digo lo que le sobraba de cuerpo le faltaba de cerebro y ya creía yo que estaba contagiando a mi hermanito…pero gracias a los cielos que no porque mira que casarse contigo eso sí que es una buena elección..
-Allie, hermanita hermosa, ¿podrías por favor dejar de parlotear tanto creo que ya mareaste a Bella?
-es cierto mejor vamos a almorzar.
-la verdad es que nosotros acabamos de terminar pero veré que ha hecho Cathy para que puedas cargar energías…
-yo voy-dije- para que ustedes puedan charlar a gusto….
Salí disparada de allí, no es que me incomodara Alice pero me quedo dando vueltas en la cabeza lo que dijo de que era novio de una modelo, ósea el podría ser el modelo más cotizado de las mejores firmas del mundo pero….en fin ya le preguntare después.
No había quedado nada… así que le hice unas tostadas, unos huevos con bacón, un poco de jugo de naranja, un plato de fruta picada, un vaso de leche, y café por no saber que quería. Cuando estaba poniendo todo en las cosas en la bandeja entro Cathy en la cocina.
-señora Cullen me hubiera hablado y yo lo hubiera hecho.
-no te preocupes Cathy, y no me digas señora solo dime bella por favor.
-muy bien Bella, pero para eso estoy aquí, y por cierto ya puse su ropa en la habitación si se quiere cambiar.
-gracias, ¿le podrías llevar esto a Alice al comedor esta allí con Edward mientras yo voy y me cambio?
-claro seño…-la mire feo- Bella no se preocupe.
Me fui a la recamara para ponerme mi ropa, lo hice lo más rápido posible porque no quería ser grosera dejando a Alice mucho tiempo, que no pensara que le estaba huyendo… como iba bajando las escalenas muy rápido, mi amiga la torpeza hizo acto de presencia cuando me faltaban tras escalones por bajar, y ahora no estaba Edward a mi lado para evitar que besara el piso… o eso creí…porque de repente unos fuertes y casi conocidos brazos me sostuvieron…
-esposa bebé, porque tanta prisa…
-oh esposo viejo es que no le he dado el beso de los buenos días al piso…
Sonrió esa sonrisa ladeada que hacía que mi baba saliera de control
- creo que te llevare de la mano el piso no tiene permiso de tu esposo para recibir besos.
-oh esposo viejo, ya te estas poniendo cascarrabias, creo que es un síntoma de la edad avanzada, ¿no te lastimaste tu espalda, al sostenerme? A tus años no debes de hacer esfuerzos.
-oh esposa bebé, no tengo ningún inconveniente estoy tan sano y fuerte que podría subir y bajar las escaleras contigo en brazos sin siquiera esforzarme un mínimo. ¿Te lo demuestro? Me tomo en brazos y empezó a subir las escaleras pero alguien interrumpió mi paseo.
-se que están de luna de miel y todo so pero esos coqueteos raros creo que los podrían dejar para cuando estén solos…
Y yo que pensé que ya había alcanzado el máximo nivel de sonrojo pero ni en sueños había aun mas, si me miraban los tomates de la cocina me iban a tener envidia.
-bueno esposa bebé te debo el aseo porque tenemos que atender a un duende que nos tiene envidia porque no tiene quien la cargue...
-no se me va a olvidar esposo viejo.
-ya, Bella, aquí mi hermanito me platico que por ciertas circunstancias no tienes ropa en casa así que, ¡NOS VAMOS DE COMPRAS!.
Oh, oh eso suena mal, con esa sonrisa maquiavélica y ese brillo en la mirada me hizo temblar.
-bueno Allie, mientras tú y Bella van de compras yo me….
- ni lo sueñes Edward Anthony Cullen Masen, tu vienes con nosotras…
-¿porque siempre que dices mi nombre completo me dan escalofríos?
-¿será porque conoces las consecuencias de decir no?
-buen entonces deja voy por mi móvil y nos vamos. Alice se quedo dando brinquitos, mientas parecía estar rezando, Prada, dolce y gabana, Jimmy chao, valentino, etc.
Empezó a notar en una pequeña agenda.
-ya estoy aquí vámonos- me pareció decir que a la tortura pero tal vez solo lo imagine…. Pasamos ocho horas, ocho largas horas con una pequeña pausa de veinte minuto para descansar, recorriendo tiendas, tiendas y mas tiendas, pero eso era lo de menos Edward tuvo que hacer dos viajes en él su volvo a casa porque las bolsas no cabrían…
-Alice, por favor, te lo ruego, te lo suplico, te lo imploro… por lo que mas quiera ames y adores ya hay que irnos a casa.
-que exagerada eres si solo compramos lo más básico, ya vendremos de compras para llevar lo que hace falta. Y por fin regresamos a casa, lo primero que hice fue tomar una larga y relajante ducha caliente, y me puse un pijama ordenes de Alice, un diminuto short si es que se le podía llamar así porque tapaba solo lo indispensable, y una blusa de tiritas que solo llegaba la ras del short, aunque la tela era muy cómoda y fresca no me sentía a gusto…peor con solo conocer a Alice recién, ya aprendí que nunca se le debe decir no a menos que estés dispuesto a pagar las consecuencias.
Flash back
-no, Alice no pienso entrar a esa tienda- estábamos frente a victoria secret, en la tienda exclusiva para prendas para dormir porque ni a pijamas llegaban eran micro camisones que no dejaban nada a la imaginación
-claro que si, ahora eres una mujer casada y aunque prácticamente estén de luna de miel, debes de arreglarte para mantener encendida la llama.
Sonrojo allá vamos- Alice, de verdad no es necesario, podemos comprar pijamas normales.
-entra conmigo pues yo voy a comprar unos para mí para sorprender a mi Jazzy. Yo de estúpida le creí y entre, termine midiéndome n sinfín de camisones de los que eligió los mejores, para que los usara cuando quisiera, no supe cuales fueron… entonces la convencí de comprar pijamas normales, y ella como normales me compro varios conjuntos de short con blusas de tiritas bastantes reveladores…
Fin flash back
Y para colmo, con el pretexto que deberá de volver a chicago mañana por un compromiso que tenia pasado muy temprano nos hizo hacer una noche e películas , cada quien escogió una, ella escogió una acerca de una casa de modas, ¿Por qué no me sorprende? Edward una de terror, ¿no quiere que duerma en un mes o qué?, yo escogí una clásica de esas donde lloras a moco suelto posdata Te amo. Oí que tocaron la puerta…
-pase- conteste mientras me secaba el cabello.
-aquí esta su carruaje mi bella dama para llevarla a su destino…
Era Edward, con una pijama que no ayudaría mucho al estado de mi baba, disimuladamente me limpie la boca, traía short flojo gris con rayas negras y una musculosa negra que se pegaba a su acariciadle… perfecto torso. Creo que demore de mas en responder porque se acerco a mí con un gesto preocupado… entonces Salí de mi fantasía donde recorría y no precisa mente con las manos esos abdominales.
-oh, no se preocupe caballero puedo perfectamente ir sola a mi destino…
-no diga eso señora Cullen, que clase de irresponsable seria su esposo si permitiera que fuera sola y sin carruaje hacia su destino…
-oh, lo que pasa es que esposo mío estas demasiado mayor, creo que terminare cuidando yo de ti.
-no soy viejo, soy joven y fuerte, lo que pasa es que tu eres una bebé, pero no te preocupes yo te cuidare.- se escucho tan bien como si fuera una promesa, que sentí algo muy cálido en mi corazón, pero me acorde de Alice así que le dije.
-esposo viejo creo que debemos ir con tu hermana, para que n venga por nosotros, no quisiera enfrentarme a su furia.
-oh, mi esposa bebé además de hermosa, inteligente, que suerte ser tu esposo.
Me sonroje, y mi corazón dio un carrera de aquí a la luna en segundos… ¿podría ser más perfecto?
-al fin vuelven, yo creí que se habían olvidado de mi.- dijo Alice haciendo un puchero.
-yo sí, pero Bella te tiene miedo-lo pellizque- auch, si no estoy diciendo mentiras.
-ya, dejen de mimarse y vamos a ver las películas…- nos regaño Alice. Hicimos un saludo militar y nos sentamos juntos en el sofá, mientras Alice estaba tirada en los cojines en el piso, empezamos por la mía, y aunque ya la había visto un par de veces, me la pase llorando mientras Alice se reía de mi y Edward me consolaba, pero eso no era para nada malo ya que me sostuvo en sus brazos mientras me acariciaba la espalda…oh sí creo que veré mas películas así junto con él, creo que vale la pena.
--hay Bella ¿para qué elegiste esa película si te la ibas a pasar llorando?- me reprendió Alice.
-no la regañes, Allie, si a ella le gusta esta bien, ahora vamos a ver mi película... Oh, oh, llego mi peor pesadilla, porque las películas de terror y yo, nomas no coincidimos, la primera y única vez que vi una tenia once años, estábamos en casa de Billy y Jacob quiso ver una, tarde una semana para poder medio dormir, toda la película me la pase temblando y tarde casi un año sin acercarme al bosque… si lo sé soy exagerada, pero que le vamos a hacer.
-listo. Y la película empezó, pero fue la mejor película que he visto en mi vida, se llamaba el barco fantasma y me hacia gritar y chillar y chillar pero cada salto que daba Edward me acurrucaba en su pecho y me decía palabras tranquilizadoras al oído. Por algo fue la mejor, y si para que me mantenga abrazada y susurrándome al oído tengo que ver de esas películas ¡que vivan las películas de terror!
-hay Bella, la verdad es que eres una miedosa si la película ni siquiera era suficientemente terrorífica, ahora vas a saber lo que es buen en películas. Y puso su película de algo de la moda y fue la mejor, porque al los cinco minutos ya estaba dormida…así de divertida estaba.
En medio de mi sueño sentí que flotaba, que una nube me trasladaba de casa de Charlie a un prado en medio del bosque, me dejaba recostada sobre las flores, todo era hermoso y luminoso, pero de pronto me empecé sentir sola, sentí que me abandonaban, como Charlie como Renee, también Edward se iba en la nube y me dejaba en medio de aquel lugar…
-Edward, por favor, tú no me abandones. Sentí como regresaba y limpiaba mis lágrimas, y se acostaba junto a mí en aquel prado.
-buenos días, dormilona…- escuche una aterciopelada voz hablar.
-mmmmmmm.- estaba muy a gusto mi almohada era la mas cómoda y cálida que nunca tuve y no me quería levantar.
-oh, creo que tendré que llamar a Alice para que me ayude a despertarte, quien diría que mi esposa seria una perezosa.
Entonces todo tubo, sentido la vos era Edward, y él era mi almohada, y LLAMARIA A ALICE, me levante de un salto, logrando enredarme con las sabanas y cayendo al piso
–auch.-escuche la risa sofocada de Edward.
-buenos días piso, mua, hacia mucho que no te daba el beso de los buenos días.
-creo que a este piso nunca se lo has dado.
-oh perdón, señor piso mi nombre es Bella y usted recibirá muchos besos míos mientras este en esta casa.
Mi esposo, se acerco y me dio la mano para levantarme,- me pondré celoso del piso esposa porque el ya empezó a recibir beso de los buenos días y yo no.
-oh perdón- bese su mejilla- buenos días esposo, la mejor de las mañanas para tu también.
-ahora sí lo son- beso mi mejilla- y también buenos días para ti esposa bebé… ah por cierto no sabía que hablaras dormida… Oh, oh,
-¿y que dije?, oh no, por favor dime que no dije cosas muy estúpidas- tape mi rostro con ambas manos. -¡qué vergüenza! …
-bueno la vedad es que a mí me encantó lo que escuche…
-¿Qué dije?,
-no te lo diré, solo que cuando lo digas despierta seré muy feliz…
-¿?
-bien esposa ve a alistarte para salir, vamos a hacer un paseo porque Alice se va a las cuatro y quiere pasear en lancha.
-claro. Fui al closet, y me encontré una bolsa con mi nombre y la fecha de hoy. Había un traje de baño rojo, con un vestido rojo con figurillas blancas que apenas tapaba mi trasero, y un diminuto short blanco. Como no quise atentar contra mi seguridad, me di una ducha rápida y me puse la ropa, me recogí el cabello en una coleta alta. Tome unos lentes de sol, y aliste la bolsa de playa con todo lo necesario. La pura ropa que traía puesta en este momento costaba más que tres meses de sueldo incluyendo bonificaciones y quizás hasta más.
-wow, creo que tendré que proteger a mi esposa bebe, habrá muchos buitre queriendo robármela. – dijo Edward nada mas llegue a la sala.
-no te preocupes esposo viejo, tu esposa solo tiene ojos para ti aunque estés reumático.
-me das una inmensa alegría, esposa bebé, y te mereces un abrazo del mejor esposo del mundo- me abrazo fuerte u Y beso mi coronilla.
- creo que mi esposo, es demasiado modesto.
-ya tortolitos vámonos, creo que llegare a chicago haciéndome una prueba de azúcar porque llegare diabética de tanta miel que escurren ustedes dos.
Wtf, bueno si Alice nos miraba como una pareja de verdad, podríamos engañar a su ex… aunque si fuera 100% cierto, mi corazón acelero, a miles de revoluciones.
Fuimos al muelle y subimos a un yate no muy grande que decía princesa Platte. Era hermoso y cómodo. Tenía decorados color marrón y claros, en popa había una mesa con tres puestos y un gran desayuno.
- buenos días señorita Alice, señor Cullen, supe que andaba por estos lados y mantuve el yate listo pero no nos había honrado con su presencia.
-buenos días Matt, lo que pasa es que aquí mi hermanito estaba muy ocupado con su esposa, luna de miel, usted sabe cuatro paredes con un letrero en la puerta de no tocar...
- ah pero que gusto felicidades señor Cullen, enhorabuena, me imagino que usted es la señora Cullen.
-así es, pero solo dígame Bella.
- bien pónganse cómodos, Maggie ya les preparo la mesa.
-gracias, Matt siempre tan atentos, a donde siempre por favor.
-así será señor Cullen…
-nada de señor Cullen, si mi hermana es solo Alice y mi esposa solo Bella yo soy Edward a secas ya te lo he dicho mucho… el señor Cullen es mi padre.
-claro Edward. Pasamos a la mesa y comimos todo lo que había, pero antes me había tomado una dramamine, no quería un vergonzoso accidente.
Mientras Alice tomaba el sol, Edward me llevo a recorrer el yate, tenía cuatro camarotes tres grandes y uno más pequeño, el principal era de sus padres, todo estaba decorado de color arena y vino muy elegante, el segundo de Emmett y Rosalie ese parecía ele cuarto de niños ya que tenia videojuegos y estaba decorado de carros desde cásicos hasta de lujo, de todo tipo y marcas.
- sé lo que estas pensando, pero a ellos les gusta...
-si yo no he dicho nada.
-este es el de Alice y Jasper. Todo estaba decorado en blanco y rosa, mas rosa que nada, 100% femenino.
-Y este es mi camarote, no es grande pero si cómodo.
Era pequeño y acogedor, pero lo que más me llamo la atención no fueron las paredes pulcras ni la colcha plateada, fue la enorme colección de libros y Cd, copilados en un estante protegidos, para que no se cayeran con el movimiento del barco, y allí en medio de tantos libros uno que me facina, que siempre soñé con tener, lo leí una vez para una tarea del instituto, orgullo y prejuicio.
-siempre soñé con tener ese libro- creí haberlo dicho en mi mente pero Edward me escucho.
-¿cual?
-ese. -oh, bien pues es tuyo.
-¡no!
-¿porque?, espera.- Saco una llave de algún lugar y abrió el estante sacando el libro y poniendo lo en mis manos.
-no Edward esto estuvo no lo puedo aceptar.
-shhhh, yo te lo quiero regalar. Además eres mi esposa y todo lo mío es tuyo…
-¿ah, sí?... entonces el volvo también es mío…- le pique
-bueno, si lo quieres claro que lo es…
-un pajarito me dijo que no dejabas que nadie lo tocara que era tu mayor tesoro.
-bueno esposa mía, pues solo una persona aparte mi tiene permiso de conducirlo y esa eres tú.
Lo abrace fuertemente, creo que es el hombre más perfecto y maravilloso del mundo, el hombre con el que toda mujer sueña con tener a su lado. Y yo lo disfrutare el tiempo que me permita estar con él.
-oigan, acuérdense que no vienen solos, dejen eso hará cuando vuélvanos a casa. Ya llegamos a donde vamos a nadar…
-ya escuchaste esposo, debe ir a atender a tu hermana.
-no voy, vamos este lugar es hermoso ya lo veras.
Y tenía toda la razón, nadamos por unas horas y después subimos a comer al yate, tomamos el sol y nos divertimos con las anécdotas que contaban de cómo Alice le espantaba a todas las novias a Jasper porque decía que sería su novio, ya tienen cuatro años de novios, y el día que le pidió fuera su novia fue cuando la escuchó pedir permiso a Carlisle para ir a un viaje de vacaciones a Alaska con Dimitri, un chico que andaba atrás de ella desde hace mucho.
-Jasper la espero en la puerta de la habitación, y le dijo que no podía ir porque cometería n grave error, que si se quedaba el se comprometía a decirle cuanto la ama todos los días de su vida….
-¿Qué romántico?-suspire.
-¿y ustedes como se conocieron?, Edward no me ha querido contar nada.
-pues…-¿Cómo le decía a Alice, que casi muero ahogada y al pobre de su hermano después de rescatarme, lo obligaron a casarse conmigo?.
-yo te digo, veras…un día mientras caminaba por la playa mire a un ángel adentrándose al mar y mire que casi lo arrastra una ola, fui tras él y lo saque, me quede con él y hasta que se seco, pero ya no me pude separar del, y como se tenían que regresar a Phoenix y yo no quería que se fuera le pedí que se casara conmigo y su mamá estuvo de acuerdo…. Y aquí estamos- me abrazo y me dio un casto beso en los labios. Que casi me provoca un paro cardiaco de la emoción.
-… pero si le pediste matrimonio y están casados ¿donde carajos están las argollas de matrimonio y el anillo de compromiso?…
- buenos como todo fue de improvisto pues… -titubeo Edward, pero aunque el relato fue hermoso y me hizo soñar con cuentos de hadas y finales felices, era mentira y no me agradaba mentirle a su familia.
-la verdad Alice es que yo si me iba a ahogar y él me rescato, y nos quedamos dormidos en un camastro en la playa, mi mama nos encontró y con ello el pretexto perfecto para deshacerse de mi así que amenazo a Edward para que se casara conmigo o lo al la cárcel y luego tu llamaste e que su ex vendría y nos asamos para que mi mama no molestara y para que él tuviera un pretexto para deshacerse de ella…
No me di cuenta que estaba llorando, hasta que el aroma de Edward me lleno las fosas nasales colmándome de paz.
-bueno si las cosas son como dices no te preocupes que tu y mi hermanito van a ser muy felices, son complemento uno del otro y lo de los anillos lo resolveremos ahora mismo. Se fue a la cabina y no sé que tanto hablaría con Matt. Volvimos a tierra y fuimos a una joyera cerca de la playa, entro y salió en quince minutos le entrego algo a Edward y nos dejó solos diciendo que se iría a alistar para el viaje.
-Bella, ¿me acompañas a un lugar?
-c...claro.
Tomo mi mano y caminamos un buen rato hasta que llegamos a un camastro donde me invito a sentarme.
-bella, sé que no nos conocemos, que hay mucho que no sabemos del otro pero hemos comenzado al revés, pero me gustaría que nos conociéramos y poder ser en un futuro un matrimonio de verdad.
-claro que si Edward
. - se que lo que te pido no es fácil pero te gustaría llevar esto- me mostro dos anillos de oro delgados con unos grabados muy bellos.
-me encantaría.- coloco en anillo en mi dedo anular, y me dio la mano para que le colocara el suyo…
Regresamos a casa y cuando llegamos Alice nos esperaba en el vestíbulo.
-lo siento no pude demorarla más, llega mañana en la mañana…
-no te preocupes Alice, estaremos bien. -bien chicos me voy, recuerden que yo no he estado aquí, nos vemos y cuídense- volteo hacia mí y me dio un fuerte y cariñoso abrazo –cuídate Bella e ignora todo lo que ella diga recuerda que aquí la esposa eres tú y ella solo habla por ardor….
Alice volvió a chicago y a mí solo me tocaba esperar que todo esto saliera bien.
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