CAP. 3 RECUERDOS
Mike y Sam pidieron otra ronda, yo me sentía mas mareada aun, estaba nerviosa, sabia que de un momento a otro Edward Cullen llegaría a nuestra mesa, ce acerco tapando los ojos de Rose, hace algunos años los Rose, Edward, Alice, Jacob y yo habíamos sido los mas unidos, parecía que ellos habían conservado esa amistad…
-¿Adivina quien soy?
R: -No creo que seas el amor de mi vida, que por cierto todavía anda perdido, mmm por el aroma puedo decir que eres ¿Brad Pitt?

-No, es mi gemelo pero el no pudo venir, -se dieron un fuerte abrazo-, estas hermosa amiga, -saludo a los demás con un abrazo efusivo y un beso a las chicas, toco mi turno, estaba nerviosa el corazón me latía como loco.
-Bella!, que sorpresa, no sabia que estarías presente,- Solamente extendió la mano, no hubo tal abrazo.
-Hola, yo, no tenia idea de la reunión, fue solo casualidad-
Rose nos miro, sabia de mis emociones, me conocía tan bien, y a Edward
R: -O el destino,- agrego un una picara sonrisa-
Ed.:-Les traje un presente, de mis ultimas vacaciones en las Bahamas, saco una bolsa llena de suvenires, volteo a verme
-Bella, yo, lamento no haber traído nada para ti, solo que bueno yo no sabia que aquí estarías-
-Oh, no, no te preocupes no pasa nada- le brinde una sonrisa, llegaron Alice y su prometido.
A: -Hola! Lamento el retraso, estaba en Italia y...Bella?, Bella Swan?, amiga! Que hermosa estas, no sabia que estarías presente,-Jalo a su prometido de la mano- Jas, ella es mi amiga, Bella Swan-
J: -Es un placer, no sabes cuanto me ha platicado Alice de ti, gracias por haberla cuidado tan bien en la escuela.
Había olvidado todo aquello, lo bien que nos llevábamos antes de la fiesta de graduación, como había tenido pleitos con Jane y Chelsea por defender a Alice, que tanto me había perdido de mis amigos? Vaya que me desconecte del mundo, eche a reírme.
-No fue nada, Alice era como mi hermana, mi obligación era defenderla- Mike dijo que pensó que me dedicaría al box, que golpeaba realmente fuerte, todos soltamos una enorme carcajada, Ángela nos propuso seguir la velada en el restaurante de su hotel, aceptamos de mil amores, la mayoría se iría en taxi pero yo no podía dejar mi auto.
-Chicos, yo traigo mi auto, la verdad no me siento en condiciones de manejar, algún voluntario?-
Sam: -La mayoría estamos mareados Bella, es mejor que lo dejes aquí-
Ed.: -Yo, podría manejar, apenas llevo un trago-
-Claro, por que no, quien viene?- Mike y Jess levantaron la mano, Edward continuo hasta el hotel, íbamos en silencio, no olvido que Mike y Edward no la llevaban tan bien por que Mike estaba enamorado de mi, y creía que entre Edward y yo había algo, Jess estaba celosa de mi, el ambiente se sentía un poco tenso, encendí el estéreo, Claro de Luna comenzó a sonar, no pude evitar sentir una descarga eléctrica, ese CD me lo había regalado Edward, volteo a verme con un brillo en los ojos
-Aun escuchas a Debussy?-
-Solo de vez en cuando, cuando estoy estresada- hizo una sonrisa retorcida y continuo, no pude evitar ponerme roja, llegamos al hotel y esperamos a Ángela y a los demás en el lobby, cuando se nos unieron, pidió una mesa, comenzamos con la cena, Sam y Emily nos anunciaron que pronto serian papás y que Jess y Mike serian los padrinos, aplaudimos emocionados, Alice se casaría en un par de meses
-Bella, ahora que te encuentro, quiero pedirte que tú también seas mi dama de honor.
-Claro, gracias por pensar en mi, de mil amores lo hare-
Edward le pregunto a Rose como le iba en el amor.
-Tengo un pretendiente, hemos salido un par de veces, nada serio aun pero creo que, el es el indicado, se llama Emmet, es jugador de americano, aun no es famoso, pero confió en que lo será.
Ed.:- ¿Y a ti Bella?, como te va, supongo que bien, el enorme anillo de tu dedo no se puede ocultar, por cierto donde esta tu prometido? Por que te deja sola en este día?- Había mala intención en esas palabras, no deje que me afectaran así que decidí responderle con un golpe bajo mas…
-Jake esta trabajando en L.A. es arquitecto y esta a cargo de la construcción de una mansión de alguna estrella, ah, por cierto, tengo que marcarle…
vi como su sonrisa cambio cuando nombre a Jacob, después de todo, no imaginaba que mi prometido era Jacob Black nuestro amigo de la adolescencia, saque el teléfono y note que tenia varias llamadas perdidas de el, apreté el botón y puse el alta voz..
-Hola
-Hola cariño, lamento no haber podido contestar, sabes, estoy en una reunión,, Salí temprano del trabajo, y decidí dar la vuelta, me encontré con Rosalie y los chicos, habían organizado una reunión, no pudieron localizarnos por que cambiamos nuestros mails, quieres saludarlos?
-Claro Cariño,
-Hola amigos, que gusto-
-Hola Jake, feliz san Valentín, - dijeron todos al mismo tiempo excepto Edward
- Gracias por acompañar a Bella en este día.
-Es un placer- dijo Rose- promete que muy pronto nos volveremos a reunir
-Claro chicos, es una promesa, ya los invito Bella a la boda?-
Ed.: -Claro, pido ser padrino de lazo- 
-Edward? Que sorpresa, claro chico lo serás.
La voz de Jacob pareció ensombrecerse, a pesar de todo le seguía guardando rencor.
Me aleje de la mesa, para despedirme de el.
-Cariño, ya tengo que colgar, nos vemos la próxima semana-
-Claro, eh... diviértete, y ten cuidado con Cullen-
-Descuida amor, no pasara nada, te quiero-
-Te amo-
colgué y regrese a mi mesa, yo nunca le había dicho a Jake que lo amaba, creo que es una difícil palabra de pronunciar, solo mis padres lo han escuchado de mi boca, regrese a la mesa y seguimos la velada hasta pasadas las 12, era un alivio pensar que mañana era sábado, así que seguí contenta platicando y recordando en compañía de mis amigos, acordamos vernos al día siguiente para almorzar, aquí mismo en el hotel de Ángela, poco a poco los amigos se fueron marchando, hasta que solamente quedamos Edward Rosalie y yo, me despedí de ellos también.
-Bueno chicos, fue un gusto platicar con ustedes después de tanto tiempo, me retiro, nos vemos mañana en el almuerzo- me puse de pie para tomar mi bolso y me tambalee, si bien en algunas ocasiones era un tanto descoordinada, el alcohol me hacia ser mas torpe aun, un fuerte brazo me detuvo para no caerme.
-No has cambiado bella, sigues siendo igual de torpe- dijo Edward sonriendo
- Ya ves lo que dicen, genio y figura hasta la sepultura-
-Edward, si eres todo un caballero llevaras a Bella a casa, dudo mucho que pueda caminar o peor aun manejar en esas condiciones, hazlo por el bien de la ciudad- agrego Rose-
-Claro, Bella, me permites tus llaves-
Se las entregue y mire a Rose confundida
-Anda Bella, no pasara nada que tu no quieras, enfréntalo de una vez- me guiño un ojo y se encamino a su habitación- Te veo mañana
-Hasta mañana Rose-
Sentía una enorme presión en el estomago, estaba nerviosa, las manos me sudaban, entro Edward por mi.
-Vamos- me tendió su brazo para que me apoyara en el, abrió la puerta del copiloto y me subí, 
-Tú indicas por donde-
-ah, si, eh... derecho esta y en en el semáforo a la izquierda por favor,

Avanzamos en silencio, abrí la ventana para sentir un poco de viento en la cara, para distraer mi vista de el, creo que fue malísima idea, pues comencé a sentirme peor, estaba mas mareada, llegamos al edificio en donde estaba mi departamento, le indique que se detuviera, dejo el auto en el estacionamiento bajamos y me entrego las llaves.
-Servida Madame, nos vemos mañana en el almuerzo.
-ok, gracias que descanses- recordé que el asesor estaba descompuesto desde hacia un par de días, camine tambaleante hasta las escaleras, quise poner mi pie en el primer escalón pero el equilibrio me fallo, alcance a meter las manos afortunadamente si no creo que me habría tirado un par de dientes con el escalón siguiente, intente incorporarme cuando alguien me sujeto de la cintura ayudándome, 
-El alcohol no es bueno para los descoordinados Bells-
-No me llames así, y enserio, no necesito tu ayuda- hacia tanto tiempo que nadie me decía así, para la mayoría era la Dra. Isabella Swan, psicóloga y columnista.
-Rose no me perdonaría si te dejo aquí, anda no seas testaruda, te acompaño a tu departamento-
Subimos hasta el 4to piso, de verdad que sola no lo habría logrado.
-Creo que tu casa hubiera estado mejor en la azotea- dijo Edward irónicamente
- Es lo único que podía pagar cuando me mude aquí, y eso a ti que te importa-
-Uy, veo que sigues siendo hostil conmigo-
Llegamos a mi departamento
-Para aquí- intente sacar mis llaves y cayeron al suelo, Edward las levanto y me abrió la puerta, no pude resistirme me lance sobre el, comencé a besarlo como hacia mucho no besaba a nadie, estaba ansiosa por volver a sentir sus besos, sus caricias, entramos a mi departamento, cerro la puerta también el quería besarme podía sentirlo, comenzó a levantarme la blusa y a acariciar mi piel desnuda, yo puse las manos en su pantalón y comencé a desabrocharlo, estábamos jadeantes la adrenalina que se sentía era incomparable, caminamos hasta el sofá donde nos tumbamos, nuestras lenguas entre lazadas jugueteaban con lujuria, sus manos iban a desabrochar mi sosten pero…
-Bella, bella- exclamo…
-Bella, te encuentras bien, me sacudió un poco sacándome de mis perversos pensamientos
-Ah, si yo... perdón, es solo que… me estoy sintiendo un poco mal,- sacudi la cabeza negativamente y senti que me sonrojaba.
-No has cambiado nada, sigues igual de distraída, me entrego las llaves beso mi frente, buenas noches, descansa Bells.
Lo vi alejarse por el pasillo y entre a mi casa cerré la puerta y me senté en el suelo recargada en ella, comencé a llorar… como era posible que yo tuviera esos pensamientos estúpidos después de lo que el me había hecho, pero no había podido evitarlos el seguía siendo tan atractivo como antes, apuesto a que ha ganado experiencia en el asunto, ha de tener una decena de mujeres muriendo por estar con el por lo menos una noche, por lo menos asi lo era cuando estábamos en el colegio, agregando la posición económica que ahorita tiene tal vez podrían ser mas, me encogi de hombros este pensamiento me dolio, no podía imaginarlo con alguna otra mujer, nunca lo hice, no logre olvidarlo, me di cuenta de eso, pero que mas da? Ya tengo una vida y el la tiene también, abrace mis rodillas y segui llorando poco a poco me quede fui quedando profundamente dormida.