Una historia para navidad ~TERMINADO~

Autor: Norah
Género: Romance
Fecha Creación: 21/12/2012
Fecha Actualización: 11/01/2013
Finalizado: SI
Votos: 1
Comentarios: 5
Visitas: 11428
Capítulos: 8

En noche buena toda la familia esta reunida esperando la navidad, los abuelitos Edward & Bella intentan que sus nietos duerman para esperar a "santa claus", pero los niños tiene un trato para eso: se dormiran hasta que sus Bu-bus Edward y Bella les cuentan su historia de como se conocieron. todos humanos. ( + 14)

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Capítulo 3: Neumatico

Bella POV

-aaaaaaaaaaaaah ¡En la cara no! ¡En la cara no!- empezó a gritar la chica desesperada, debo admitir que ella daba un poco de miedo cuando gritaba,sin perder mas tiempo le dispare en el brazo, antes de correr hacia la parte trasera de la camioneta pude ver como ella se retorcía al igual que lo había hecho su compañero segundos atrás.

-vamos Ethan ayúdame a sacarlos.- dije mientras intentaba abrir la puerta, el efecto no iba a durar mucho.

-eres mi héroe mama.- escuche como mi hijo lo decía a mis espaldas, no pude evitar sentirme feliz al escuchar eso, antes de lograr abrir la puerta.

Al abrirla los chicos me miraron e intentaron pararse, Ethan y yo subimos por ellos.

-amor, desata al niño, rápido.- mi niño asintió y yo me fui a ayudar a la niña, ella no paraba de llorar, al ver sus ojitos tan rojos a causa de las lagrimas sentí una gran nostalgia que invadía mi corazón, mire a el otro pequeño que ya había sido desamarrado por mi Ethan, sabia que apartir de ahora yo los cuidaría con mi vida si fuese necesario.

Segundos después, los niños ya estaban desamarrados y estábamos bajando todos de la camioneta.

-Esperen aquí.- les dije a los pequeños, solo quería cerciorarme que los dos secuestradores siguieran inconscientes.

cuando regrese con los pequeños escuche como mi hijo se presentaba:

-hola, yo me llamo Ethan y no se preocupen mi mami lo tiene todo bajo control- no podía entender como él podía presentarse en estos momentos, bueno, dejara de ser niño.

los niños solo asintieron mientras sonreían, ya no había rastro de lagrimas en su rostro aunque los ojitos hinchados aun seguían ahí, me partieron el corazón.

-vámonos.- tome a la pequeña en brazos y salimos corriendo para llegar lo más rápido posible al carro, sabía que en algún momento despertaría y entonces sí tendría problemas.

Llegamos al carro y mientras los niños se subían no pude evitar mirar hacia atrás, "mierda" divise a lo lejos un carro, si eran la ayuda que ellos esperaban estaba perdida, corrí hacia el lado del piloto y me subí encendiéndolo rápidamente.

-todos abróchense los cinturones- no me cerciore de que así fuera, sin prender las luces hundí mi pie en el pedal a más no poder.

Mi pulso estaba descontrolado, no pude evitar sentir miedo por los niños, yo había sido tan irresponsable como para sacarlos de ahí yo sola, en algún momento ellos vendrán tras de nosotros si no es que ya empezaron su búsqueda.

-gracias por ayudarnos.- me sobresalto la voz del pequeño que me miraba con los ojitos iluminados, necesitaba llevarlos con sus padres, rogaba por que supieran donde vivían.

-no hay porque cariño.- el niño me regalo una hermosa sonrisa torcida.

-bueno, no quiero asustar a nadie pero esas personas cuando despierten empezaran a buscarnos, así que con calma podrías decirme ¿Cómo se llaman? ¿Quiénes son sus padres? ¿Dónde viven?

- no se preocupen ella habla así cuando está nerviosa- les dijo Ethan mientras se reía de mi, los niños se unieron a sus risas.

El chico paso su mano por su cabello y se dispuso hablar:

-me llamo Christian y mi hermanita es Megan Cullen, mi padre es Edward Cullen y vivimos en Forks, Washington, creo que no está lejos de aquí.- musito el pequeño.

-un placer niños, mi hijo se llama Ethan y yo soy Bella.- los mire por el retrovisor, creí que lo debido seria presentarme aunque no fueran las mejores circunstancias.

Las palabras del pequeño me habían dado una pequeña pista, que los niños eran de Forks, empecé a buscar entre las personas que vivían en la pequeña ciudad pero no logre ubicar a nadie con ese nombre, "Edward Cullen" conocía a casi todas las personas de ahí excepto a esta persona, seguí buscando en mi memoria el nombre pero esta vez solo su apellido llamo mi atención;

"Cullen, Cullen, Cullen"

-¡CLARO¡- grite algo emocionada por recordar ese apellido, todos los niños pegaron un brinquito

-lo siento, mmm Christian ¿tu papa es doctor?- solo conocía a una persona en todo el pueblo que se apellidaba Cullen aunque creo recordar que su nombre era otro, y pensándolo bien el seria ya algo grande de edad como para tener a estos hermosos querubines.

-no, mi papa es abogado- respondió muy seguro de sí mismo, aunque no sabía quién era Edward Cullen, al menos sabia en donde vivía.

-nano. – la pequeña Megan llamo mi atención, la mire nuevamente por el retrovisor y mire como jalaba a su hermano del brazo.

-nano es doctor.- musito la pequeña un tanto entusiasmada

-sí, mi nano, digo mi abuelito es doctor del hospital de Forks.- dijo Christian aclarando mis dudas, ya sabía yo que lo conocía, y si mi mente no fallaba era el doctor Carlisle Cullen, él fue quien recibió a mi pequeño Ethan al mundo, aunque me pareció un poco raro, no sabía que tenía hijos, aunque bueno, no es que lo conociera mucho.

En el transcurso del camino, los niños empezaron a platicar amenamente, mi Ethan y ellos se harían buenos amigos, estaba segura, mi intuición de madre me lo decía.

Los niños venían riendo y haciéndose bromas entre ellos y yo algunas vez participaba en su plática cuando para mi desgracia un neumático se poncho.

-¡MIERDA!- por el retrovisor mire que los niños estaban a asustados.

-tranquilos, se poncho un neumático.- suspire fuertemente y me dispuse a estacionarme, baje del auto y observe detenidamente el neumático averiado.

-¡MIERDA, MIERDA, MIERDA!- empecé a repetir desesperada, no puede ser que me pase esto a mí, dos lunáticos nos pueden estar persiguiendo y un neumático se avería, ¿por qué demonios no le hice caso a Jacob cuando intento enseñarme a cambiar uno?

-esas son muchas groserías mama- me gire para encontrarme a los 3 niños fuera del auto, mi pequeño tenía razón, debía moderar mi vocabulario.

- lo siento hijo.- mi niño solo sonrió, atrás de él algo llamo mi atención así que levante mi vista y a lo lejos pude divisar una casa, entre cerré los ojos solo para asegurarme que mi mente no estaba jugando conmigo, era la única casa cercas de aquí, estaba a algunos metros de aquí, se encontraba oculta a causa de los arbustos.

-Ethan baja algunas cosas, las más importantes, yo no puedo arreglar la llanta así que iremos a pedir ayuda a la casa de allá.- le dije mientras le señalaba la casa, Ethan asintió y Christian empezó a ayudarle.

Pensándolo bien esto no sería tan malo, los dueños de la casa tal vez tengan un teléfono y podre llamar a la policía, estábamos aproximadamente a hora y media de llegar a Forks.

Minutos después habíamos llegado a la puerta de la casa, la pequeña Megan estaba abrazada a mi cuello y cargaba mi bolso mientras que los niños venían juntos, con una maleta cada uno y yo en la mano que me quedaba libre, traía otra bolsa y el bate de fierro por si las dudas.

Miramos la casa detenidamente, podría jurar que esta se encontraba sola, no había rastro de luz en la casa, pude ver como los niños intercambiaron miradas

-está bien, yo voy a ver quien vive en esa casa aunque creo que esta sola.- baje a la pequeña Megan y los niños rieron ya que conteste su pregunta no formulada.

Subí los escalones que llevaban a la puerta principal y me acerque lentamente.

La puerta estaba solo atrancada con un pequeño alambre, toque y grite unas diez veces antes de declararla oficialmente:

"casa abandonada"

Decidí quitar el alambre para poder entrar, no teníamos muchas opciones; regresar al auto y arriesgarnos a que los malos nos atrapen o bien quedarnos aquí a pasar la noche. Opte por la segunda ya que era un poco más razonable.

Después de unos minutos abrí la puerta y entre antes que los niños, los pequeños caminaban a mis espaldas mientras que yo avanzaba lentamente solo para prevenir.

Capítulo 2: Secuestradores medio tontos Capítulo 4: travesura

 


 


 
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