Juegos Del Destino (+18)

Autor: Bella_Paula.Swan
Género: Romance
Fecha Creación: 12/11/2012
Fecha Actualización: 26/11/2012
Finalizado: SI
Votos: 6
Comentarios: 16
Visitas: 56145
Capítulos: 34

Dos personas que se amaban separadas por los perjuicios sociales y dos pequeñas que crecerían sin el cariño de uno de sus padres, pero por juegos del destino diecisiete años después Isabella Marie Swan y Vanessa Dwyer se encontrarían justamente en Jacksonville el lugar donde todo comenzó…

 

HOLA bueno este fic ojala les guste y me dejen un voto o comentario, ya lo habia subido pero por Cosas del destino me toco eliminarlo pero aqui voy otra vez ojala les guste a mi personalmente me gusto mucho...no me pertenece, pertenece a Tany Cullen yo solo le cambie unas cositas.

Pasen por mi otro fic Lazos de amor

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Capítulo 3: EL ENCUENTRO

BELLA POV

Emmett logró convencer a Charlie para que me dejase ir al dichoso viaje, así que ahora estoy rebuscando en mi armario ropa que me pueda servir para el clima cálido de Jacksonville, ¿cómo fue que Charlie termino aceptando? Púes…

Flash Back

Después de nuestra "reunión" en la Push todos se habían venido conmigo para pedirle permiso a Charlie, entramos a la casa y mi padre estaba demasiado entretenido viendo un partido de béisbol que pasaban por la televisión.

-Chicos que gusto verlos por aquí.-dijo Charlie cuando notó nuestra presencia.

-Hola Charlie.-saludaron todos al tiempo.

-Papá, Emmett y Jasper están organizando un viaje y… ¿tú me dejarías ir?

-¿Un viaje? ¿A dónde irían?-preguntó con el ceño fruncido.

-A Ja…

-A Texas, con nuestros tíos, ellos están más que encantados en recibirnos en su casa.-me interrumpió Emmett apresuradamente y me giré a verlo anonadada, ¡por dios! Le está diciendo mentiras a Charlie, que no sólo es mi padre, sino también el jefe de policía del pueblo.

-¿Texas?

-Así es señor.-respondió el bruto de Emmett con un acento texano demasiado fingido causando las risas de Charlie.

-Bien puedes ir.-dijo aún entre risas-. Pero, quiero hablar con tus tíos Emmett.-la sonrisa que tenía Emmett en su rostro se desvaneció en cuanto mi padre pronuncio esas palabras, en cambio yo sonreí ampliamente, toma esa Emmett Whitlock.

Fin Flash Back

¿Quien se iba a imaginar que los tíos de Emmett estaban tan chiflados como su sobrino y aceptarían hablar con Charlie para apoyar la mentira?, suspiré cansadamente y cerré mi maleta, al final no había encontrado muchas cosas en mi armario que me sirvieran pero con lo que tenía me las arreglaría, los chicos no tardarían en llegar por mí para irnos al aeropuerto de Port Ángeles, así que tomé mi maleta y bajé a la sala para esperarlos.

Quince minutos después estaba en el asiento del copiloto en la patrulla de Charlie, ya que él y los padres de Emmett y Jasper nos llevarían a Port Ángeles. Llegamos al aeropuerto y antes de dirigirnos a la sala de abordaje nos despedimos.

-Cuídate mucho cielo, y si Emmett va a cometer alguna locura aléjate de él ¿de acuerdo?-no pude evitar sonreír, desde lo de la acampada esta era la recomendación de Charlie, y no sólo la de él, sino de los padres de todos, incluso a Jasper le hacían la misma recomendación.

-No te preocupes, estaré bien.-sólo tengo que permanecer lo más posible alejada del mar para no ahogarme, terminé para mis adentros.

Cuando cruzamos las puertas de la sala de abordaje todos intercambiamos miradas y los chicos sonrieron ampliamente.

-Jacksonville prepárate que allá vamos.-dijo Emmett emocionado y chocó su puño con los chicos, Ángela y yo rodamos los ojos y nos alejamos de ellos, aunque no pudimos ocultar nuestras sonrisas.

El viaje fue largo y cuando bajamos del avión en Jacksonville ya eran las seis de la tarde, pero a pesar de eso el sol aún estaba en todo su apogeo. Salimos a buscar un taxi para que nos llevara al hotel, los chicos llevaban mi equipaje y el de Ángela, y nosotras íbamos sumergidas en una agradable charla. Emmett se fue en un taxi con Ben y Ángela, y en otro íbamos Jasper, Jacob y yo, Jazz le dio las indicaciones al taxista y unos veinte minutos después estábamos frente al hotel.

-¿Nos hospedaremos aquí?-preguntó Ángela incrédula.

-Sí, ¿qué les parece?-dijo Emmett señalando el lujoso hotel frente a nosotros.

-¿Escogiste uno de los hoteles Dwyer? ¡Por dios! Dudo que con toda mi mesada pueda pagar una sola noche aquí.-chillé histérica, los hoteles Dwyer eran los mejores hoteles de los que se haya oído hablar y a el idiota de Emmett se le ocurre traernos aquí.

-Vamos Bells, tenemos reservaciones y nuestros padres correrán con los gastos.-dijo Jasper encogiéndose de hombros, cierto había olvidado mencionar que los padres de Jasper y Emmett tenían una posición económica… bastante respetable, por llamarle de alguna forma.

-Y no vayas a decir que no puedes aceptarlo porque lo harás por las buenas o por las malas.-me dijo Emmett cuando vio que iba a protestar.

Sin decir nada más entramos al dichoso hotel y si por fuera era impresionante, por dentro lo era mucho más, carajo hasta me daba miedo pisar el lustroso piso y mancharlo. Emmett y Jasper fueron a la recepción por la llaves de nuestras habitaciones y unos minutos después volvieron con un chico que llevaría nuestro equipaje, el cual me sonrió y me guiñó un ojo ganándose una mirada furibunda por parte de Jacob que se acercó a mí y me abrazó por los hombros.

-Bien, compartiremos las habitaciones por parejas Áng…

-Ángela y yo compartiremos una.-interrumpió Ben a Jasper.

-Claro que no, no voy a dejar que este lobo con piel de oveja duerma con Bella.-se apresuró a decir Jasper señalando a Jacob que bufó por lo bajo-. Así que tú compartirás habitación con Jacob, Bella con Ángela, y yo con Emmett.-dijo firmemente Jasper y se lo agradecí inmensamente, para mí sería incomodo tener que dormir en la misma habitación con Jake sabiendo lo que siente por mí.

Caminamos hasta el ascensor y entramos, cuando vi que nos dirigíamos al doceavo piso di gracias de que alguien hubiese inventado los ascensores, no me imaginaba subiendo doce pisos por las escaleras con mi torpeza y sin terminar con una pierna rota por lo menos. Salimos y nos dirigimos a la habitación que compartiríamos Ángela y yo, el chico de las maletas dejó las nuestras dentro de la habitación y ahora no sólo estaba coqueteando conmigo sino que también con mi amiga, está de más decir que Ben y Jacob prácticamente lo sacaron a empujones y cuando salieron de la habitación Ángela y yo nos largamos a reír dejándonos caer en uno de los sofás.

Después de que nuestro ataque de risa pasara, recorrí el lugar con la mirada, había una especie de recibidor los sofás eran de piel y de color blanco así como una enorme pantalla. Tanto Ángela y yo fuimos a la recamara y nos quedamos pasmadas, había dos camas de matrimonio con lindos edredones color vino, las paredes estaban pintadas de colores claros y la decoración era hermosa, desempacamos y guardamos nuestra ropa en el enorme armario, mi amiga fue a tomar una ducha y mientras esperaba que saliera para ducharme salí al balcón. La vista era en una palabra magnifica, desde aquí se podía ver el mar y la playa, ya me imaginaba tumbada en la arena tomando el sol. Me quedé en silencio completamente embobada observando la maravillosa vista que tenía frente a mí, el sol se había comenzado a ocultar dándole un matiz rojizo al horizonte mientras la suave y cálida briza agitaba ligeramente mi cabello, la voz de mi amiga diciéndome que el baño estaba libre me sacó de mi ensoñación y volví a la habitación, tomé mi neceser, la ropa que me pondría y me dirigí al baño.

A pesar del cansancio por el viaje los chicos habían insistido en que bajáramos a cenar al restaurante del hotel, Ángela se había puesto un lindo vestido ligero de color blanco y unas sandalias con un poco de tacón, su cabello suelto y un poco de maquillaje. Si bien ella no era la típica diva del instituto tenía cierto gusto por la moda, gusto que en más de una ocasión había tratado de contagiarme, sin mucho éxito claro está. Tomé el pomo de la puerta para salir pero ella me lo impidió.

-Bells, vas a bajar así.-me dijo con el ceño fruncido y yo asentí.

Llevaba un pantalón de deporte corto y una blusa de mangas cortas, mi cabello recogido en un coleta desordenada y unas sandalias de piso. Ángela suspiró y me arrastró hasta el armario, sacó un lindo vestido color azul claro y me lo tendió.

-Cámbiate.-ordenó y cuando iba a protestar me hizo una seña para que me callara, tomé el dichoso vestido y me dispuse a cambiarme, pero me di cuenta de que aún tenía las etiquetas puestas lo que significaba que era nuevo.

-Ángela, este vestido está nuevo y…

-Te lo vas a poner, ya sabía yo que no traerías ropa adecuada para el clima de Jacksonville así que Jasper y yo nos encargamos de eso.-me interrumpió encogiéndose de hombros.

-¿Jasper y tú? ¿Quieres decir que hay más ropa nueva para mí?-le pregunté con voz ahogada.

-Sip, yo escogí las prendas y Jasper las pagó.-no podía creer que hayan hecho esto, pero ya hablaría seriamente con Jasper.

Le quité las etiquetas al dichoso vestido de mala gana y me lo puse, yo no solía usar este tipo de ropa pero he de admitir que no me quedaba tan mal, era de tirantes delgados y me llegaba un poco más arriba de la rodilla, aunque nunca lo admitiría en voz alta así me hicieran tortura china. Ángela me dijo que me soltase el cabello y lo hice, después me puso un poco de brillo labial y me entregó unas sandalias de piso, gracias a dios púes no quería romperme algo, pero más "adecuadas" para mi atuendo. Llegamos al restaurante donde los chicos ya nos estaban esperando y no me pasó desapercibido el escrutinio al que me sometió Jake mientras me sentaba.

-Bella, no has salido de la habitación ¿cierto?-me preguntó Emmett y yo negué confundida.

-Jake, hermano tienes que dejar de pensar tanto en Bella, ya la vez por todos lados.-dijo Ben antes de meter un bocado de su cena en su boca.

-¿De qué hablan?-preguntó curiosa Ángela.

-Fui a caminar por la playa un poco, y vi a una chica igual a Bella sentada a la orilla del mar.-respondió Jake sonrojándose y todos se rieron a excepción de mí.

¿Una chica igual a mí? Pero eso es imposible, que yo sepa no tengo ninguna gemela perdida, tal vez Jake se confundió, claro eso debió ser. Continuamos cenando entre una charla amena, cuando terminamos nos dirigimos a nuestras respectivas habitaciones para por fin poder descansar. En cuanto entré a la habitación le llamé a Charlie para decirle que habíamos llegado bien y por supuesto me riño por no haberle llamado antes, me puse el pijama y después de lavarme los dientes me metí a la cama.

A la mañana siguiente me desperté cerca de las 10:00 de la mañana, sin hacer mucho ruido para no despertar a Angie me acerqué al armario para sacar algo que ponerme y para mi sorpresa no había nada de mi ropa dentro, todo había sido sustituido por ropa nueva, Ángela soltó una risitas al ver mi cara de shock.

-¿Dónde está mi ropa?-le pregunté lentamente.

-En el armario.-me respondió tranquilamente saliendo de la cama.

-Esto no es gracioso Ángela.-ella sólo sonrió y se perdió camino al baño con su neceser y ropa para cambiarse.

Rebusqué entre mi nueva ropa y me encontré con unos trajes de baño que con sólo verlos casi me desmayo, ¡Dios! Ni loca me pondría estos mini trozos de tela. Por fin después de casi quince minutos encontré un traje de baño más decente, era de dos piezas, de color negro con lunares blancos y no revelaba más de lo que debería. Me puse un short de mezclilla y un top que se ceñía demasiado a mi cuerpo para mi gusto, me calcé una sandalias y recogí mi cabello en una coleta; estuve esperando a que Ángela saliera del baño por unos minutos y cuando salió ya esta lista.

Bajamos y nos encontramos con los chicos en el lobby, fuimos a desayunar algo y después nos dirigimos a la playa. A decir verdad me sentía como una chiquilla emocionada la mañana de navidad, pero es que como no estarlo si estar aquí era como un sueño, sí pero recuerda que estás aquí gracias a que le mintieron a Charlie, a tu padre me reprochó esa vocecita llamada conciencia y aunque tenía razón no le hice caso ya lidiaría con eso después.

-Ben cariño, ¿me pones bronceador?-le dijo Ángela a su novio que rápidamente se acercó a la tumbona donde se había recostado mi amiga.

-Jasper necesito hablar contigo.-él asintió y nos sentamos en la arena unos pasos alejados de los demás.

-Dime.

-¿Por qué lo hiciste?-me dio una mirada de sorpresa que no me creí y él bufó.

-Bien, sabía que si te decía que nos acompañaras de compras a Ángela y a mí te ibas a negar, así que nos decidimos por no decirte nada.

-Pero sabes que no me gusta que me regalen cosas, y mucho menos si eso significa un gasto como el que me imagino que hiciste.-le reproché.

-Relájate Bells y disfruta del viaje ¿si? Ya después puedes reclamarme todo lo que quieras.

Asentí y él sonrió, me dio un beso en la mejilla y se fue con los chicos que hacían no sé qué tonterías dentro del mar, me levanté y comencé a caminar alejándome un tanto de mis amigos. Estaba tan pérdida en mis pensamientos que no me percate de que había alguien frente a mí hasta que fue demasiado tarde y ya había chocado con ese alguien.

-Lo siento, no vi por don…-las palabras se quedaron atoradas en mi garganta al ver a la persona que estaba frente a mí.

Era una chica de ojos color chocolate, cabello castaño y en una palabra era idéntica a mí, parpadeé un par de veces para salir de mi asombro y ella no estaba mejor que yo, todo a mí alrededor comenzó a dar vueltas.

-¿Quién eres?-preguntó y el asombro fue tal para mí que todo se volvió negro y caí en la inconsciencia.

Capítulo 2: VIDAS OPUESTAS Capítulo 4: CAMBIANDO NUESTRAS VIDAS

 
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