Together Forever: Renacer Cap. III

Narrador POV

CUATRO AÑOS DESPUES…

La familia Cullen se encontraba en la sala familiar haciendo sus actividades cotidianas. Después de todo lo que paso de Bella y las visiones, la familia sintió un poco más de alivio, pero no dejaban de sentir esa nostalgia y añoro a que volviera, incluso Rosalie un poco, pero ella decía que solo no le gustaba ver a Emmet triste.

Edward ya no estaba tan suicida. Ya que seguía teniendo una razón para vivir, ya que Bella le había prometido que volvería, pero él ya no era el mismo. Ya no se sentaba a tocar su piano y había decidido ya no ir a la escuela y se volvió un poco más serio de lo que ya era.

Jasper se seguía sintiendo culpable, ya no tanto como antes pero el sentimiento seguía ahí, ya que aunque Bella volviera, él seguía con el recuerdo de haberla asesinado. Pero que ella lo haya perdonado era un gran alivio, pero se torturaba al ver a Edward tan nostálgico.

La pequeña Alice Cullen y Jasper Hale decidieron salir un rato a cazar. Iban cruzando el río que separaba su mansión del espeso bosque cuando la pequeña frenó y se quedo mirando a la nada por unos minutos. Una radiante sonrisa cruzó su rostro.

-¿Qué viste Alice?- preguntó su esposo nervioso, esperaba que no fuera otra semana de ofertas locas, Jasper se estremeció solo de recordarlo. Alice tomó sus manos tranquilizándolo.

-Parece que nuestra Bella ha vuelto- exclamo dando saltitos.

Jasper solo se le quedo mirando confundido.

...…

En el estado de Washington, en el condado de Thurston, existe una ciudad llamada Olympia, capital de este estado.

En un hospital se encontraba un hombre completamente desesperado, notablemente cansado y nervioso, esperando un milagro en la sala de espera. Su amada esposa se encontraba en trabajo de parto desde hace horas y hubo complicaciones en este. La verdad al hombre no le importaba la criatura con tal de que su esposa estuviera bien.

La mujer totalmente demacrada, desangrada y cansada ya al fin pudo expulsar al bebé.

-Isabella…- susurró. La verdad nunca había pensado un nombre para la bebé, pero algo le dijo que ese debía ser su nombre.

-¿Qué?- preguntó la enfermera totalmente confundida.

-Isabella…- repitió la mujer cansada, ya no le quedaba mucho. –Isabella Marie…-. Con esto la mujer cerró los ojos y el aparató que tomaba el pulso empezó a sonar como loco para después mandar un "piiipp!" que marcaba a todos que ya era demasiado tarde.

La enfermera limpió y vistió al bebé, una pequeña hermosa con penetrantes ojos chocolates, pálida y con un mechón de cabello color caoba. El doctor fue a la sala de espera donde se hallaba el hombre y esposo de la madre.

-Doctor…- dijo el hombre afligido. –Doctor, ¿Cómo esta mi esposa?-

- Lo lamento…- susurro el doctor mirando al suelo. El trabajo más pesado para un doctor era dar estas malas noticias. –Pudimos salvar a su hija, pero su esposa… no lo logró, perdió una gran cantidad de sangre y su cuerpo no pudo soportar el parto, lamento su perdida.

El hombre solo se quedo hecho piedra y sus ojos se pusieron cristalinos.

-La bebé sorprendente mente se encuentra saludable, puede llevársela…-

-No…- lo interrumpió el hombre con una mirada furiosa pero sobre todo dolida.

-Ese bebé, es un asesino, no pienso hacerme cargo de esa cosa, hagan lo que quieran con él.- dijo molesto tomando su abrigo y caminando hacia la puerta para irse a su casa. Ya sin su esposa nada tenía sentido.

-¡Espere, señor!- gritó el doctor, pero ya se había ido. El doctor suspiro y se acercó a la enfermera que cargaba a la pequeña.

- Tendremos que enviar a la pequeña a un orfanato- le dijo entristecido.

La enfermera miro a la bebé con pena. La pequeña la miró con curiosidad para luego sonreírle. Ella le devolvió la sonrisa. El nombre de la enfermera era Emily era una señora de edad avanzada que llevaba trabajando en el hospital muchos años. Tuvo un hijo que murió en un accidente automovilístico hace unos meses, no podía tener más hijos claro estaba, ella ya era algo vieja.

-¿Te gustaría que te cuidara pequeña Marie?- dijo feliz Emily.

Así tres días después Marie llevo a Bella a su casa, o como ella le decía, Marie. Emily tenía una casa pequeña pero era suficiente para ambas, la pequeña Bella lograba llenar el hueco que había dejado el hijo de Emily, pero lo que ella no sabía era que su felicidad no iba a durar mucho.

…...

Después de la visión de Alice los Cullens formaron una reunión en el imponente comedor, como siempre Carlisle a la cabeza de la mesa.

-Cuéntanos Alice, ¿A que debemos esta reunión?- Todos miraron a Alice expectante.

-He tenido una visión, Bella…- Todos miraron a Alice con los ojos como platos, en especial Edward.

-¡¿Qué Alice?- dijo Edward impaciente. Ella sonrió.

-Ha nacido Bella-. Chillidos de felicidad se escucharon en la sala y un bufido de Rosalie que seguía sin poder creerlo.

-¿Cómo, donde?- dijo Esme contenta.

-En la ciudad de Olympic, su madre falleció en el parto y su padre no quiere hacerse cargo de ella, una vieja enfermera se hizo cargo de ella- explicó.

-Que terrible- dijo Esme con las manos en su boca.

-¿Ella está bien?- preguntó Edward ansioso.

-Ella…-Alice iba a explicar pero una horrorosa visión la hiso detenerse.

-No…- susurró.

-Bella…- exclamó Edward horrorizado para después salir disparado fuera de su casa con los demás confundidos siguiéndolo a sus talones.

...

En las oscuras calles de Olympic pasaban dos muchachos recién llegados de una gran fiesta, totalmente desaliñados y hasta el tope de alcohol de su organismo. Los jóvenes iban pasando de casualidad por un oscuro callejón cuando escucharon un sonido que los puso alertas.

-¿qu…que… fue eso we?- pregunto el pobre entorpecido por el alcohol.

-sssss…sabraa Diosss- respondió su amigo despreocupado. De repente escucharon otro sonido.

-¿Quién…quien anda ahí?- dijo ya un poco más asustado.

De repente se apareció una hermosa silueta femenina frente a ellos, no se apreciaba bien debido a la oscuridad.

-¡Ufaaa! ¡Mamita!- dijo dándole un codazo a su compañero tambaleándose.

-¡ho…holaaa ricuraa!-

La muchacha se dio a ver de entre los hombres. Una hermosa mujer pálida como la tiza, con una larga cabellera ondulada rojiza, era muy atractiva, pero los desconcertó que tenía unos horrorosos y espeluznantes ojos rojos.

-¡Ah un demonio!- No tenían idea de que ella era peor que un demonio.

-¡Corre we!- Los pobres corrieron pensando que podrían escapar pues no tenían idea que se enfrentaban a una feroz vampira. Esta rió divertida, mas les dio ventaja, le encantaba jugar con su comida.

Cuando ya pensó que tuvieron suficiente tiempo para correr, la vampira corrió y sin ningún problema los alcanzó y hundió sus dientes en su primera víctima. El joven gritaba e intentaba sacársela de encima pero nadie podía escucharlo e intentando zafarse solo consiguió romperse un brazo, conforme el tiempo pasaba su cuerpo fue dejando de luchar hasta que lo dreno y lo aparto. Era hora de su segunda víctima.

Se abalanzó contra el otro chico que estaba arrinconado al otro lado del callejón.

-¡Piedad, por favor, piedad!- gritaba ganándose solo otra carcajada de la criatura. Lo dreno sin problema, se limpió el hilo de sangre de la comisura de su labio y se echó a correr.

Seguía corriendo hasta que un aroma bastante familiar inundó sus fosas nasales: una combinación de fresas, moras y flores. Esta sonrió y se dejo guiar por sus instintos a la fuente del aroma, que la llevo a una rustica casucha apartada de la ciudad.

Abrió la puerta e irrumpió en el hogar. El recibidor estaba solo y la casa a oscuras, entro a la primera recamara. Una ancianita dormía tranquilamente en su cama. La vampira se aproximó y clavo sus dientes en ella. La señora empezó a gritar y gemir de dolor. Pataleo y luchó como pudo pero sin mas la vampira obvio resulto ganadora. Escuchó un llanto fuerte y desesperado, provenía al parecer de ese dulce aroma, lo siguió y la llevo a la puerta continua.

Se acerco a una vieja cuna y entre unas mantas amarillas vio a un bebé. Ella lo cargó confundida. Olía exactamente a esa chica. Sin duda debían tener alguna relación con esas personas que arruinaron su vida, que se llevaron a su amado. Una sonrisa siniestra cruzo su rostro y cuando ya iba a matar al inocente bebé alguien quebró la ventana de la habitación.

-Victoria- dijo Edward furioso.

...

-Los Cullen- dijo Victoria divertida.-¿Qué es esto?- preguntó juguetona mostrando a la bebé.

-Baja a Isabella ahora- dijo rugiendo.

-¿Isabella?- dijo confundida mirando al bebé.-Bueno al parecer esta bebé tiene mucha importancia para ustedes- dijo viendo a todos los Cullen que estaban en una posición de ataque.

-Bájala ahora- dijo Jasper en un tono muy amenazante.

-Ustedes me quitaron lo que más quería- gruñó Victoria vengativa y dolida. -¡Creo que lo menos que puedo hacer es tomar esta bebé! Y después, ¡Acabare con todos ustedes!-

Edward se abalanzó contra Victoria haciendo que esta soltara a la bebé quien por suerte Esme atrapó.

-¡Saquen a Bella de aquí!- rugió Edward. Rosalie, Esme y Alice corrieron llevándose a Bella. Victoria al ver que estaba en desventaja gruño empujó a Edward y se escabulló.

-Se fue…- susurró Emmet. Edward suspiró, ahora no estaba nada tranquilo.

-Vamos a casa- dijo Carlisle y todos fueron a la mansión Cullen.

...

Todos se reunieron de nuevo en el comedor para conversar los planes para Bella. Todos estaban sentados como de costumbre excepto que Esme cargaba a la pequeña Bella y las chicas jugueteaban con ella y Edward estaba enseguida de modo protector.

-Es linda- admitió Rosalie con una tímida sonrisa.

-¡Ah es adorable, tal vez ahora pueda convencerla de usar linda ropa ya que puedo empezar desde cero!- dijo Alice dando saltitos de emoción.

-Debemos de acomodarle una habitación- dijo Esme acariciándole su mejilla mientras Bella la miraba curiosa.

-Bueno- empezó Carlisle. –Entonces cuidaremos a la pequeña Bella, pero es muy arriesgado seguir aquí-.

-¿Qué tal si vamos donde los Denalí?- preguntó Jasper.

-Ha, ese es el último lugar donde Edward quisiera ir- Bromeó Emmet ganándose una mirada colérica por parte de Edward.

-¡A París!- dijo Alice contenta

-¡Sí!- la acompaño Rosalie.

-Bella tendría problemas con el idioma- dijo Edward.

-¿Qué tal Inglaterra?- sugirió Esme. –Clima lluvioso, hablan inglés…-

- Me parece buena idea- dijo Jasper.

-A mi igual-

-A mi igual-.

-Decidido, nos vamos a Inglaterra- dijo Carlisle. De repente el llanto de Bella resonó en el lugar.

-¡¿Qué tiene? ¡¿Está herida? ¡¿Qué le pasa?- preguntó Edward alarmado tomándola.

-No está sucia, ya la hubiéramos olido- dijo Alice.

-Tal vez tiene hambre- dijo Carlisle.

-Voy a hacerle un biberón- dijo Rosalie.

Edward pudo apreciar bien al bebé. Era pequeñita, con una piel blanca que parecía porcelana mas tenía sus mejillas sonrosadas, una pequeña naricita de botón y un mechón de cabello color caoba. Era Bella, estaba seguro, ese característico aroma dulce y floral y esos ojos café chocolates tan expresivos la delataban, era la bebé más hermosa de todas, no es que hubiera visto muchas, pero seguía siendo la criatura más hermosa. Bella veía a Edward admirada.

-Mi Bella…- susurró Edward embelesado. –Eres tú…- sintió un ardor en los ojos, de poder estaría llorando. Los demás se fueron para darles su momento a solas.

Edward la acercó más a él y empezó a tararear su nana, no la había tocado o tarareado en mucho tiempo, así Bella se quedó dormida y Edward con un gran sentimiento de amor y paz en su pecho, porque sí, aun la amaba, aunque fuera un simple bebé y ya no podía esperar para que se convirtiera en su mujer de nuevo.

Waaa Les gusto? :D Gracias por los nuevos review no saben lo feliz que me ponen ^^ Contestando sus preguntas, he decidido que actualizare cada semana, asi que para el Viernes 19 de Agosto tendran el proximo capitulo sin falta (:

Si no encontraron la pagina en fanfiction pongan el buscar historia y ponen: Together Forever: Renacer ,o ponen en buscar autor : Elizabeth Bennet D

De nuevo gracias a todas! :D