Aquí os dejo otro capi mucho mas calentito que los anteriores... jejeje... espero que les guste!! muchos besoos a todas!! comentadme qu os ha pareciido!! Gracias!!
BELLA P.O.V
Después de aquella reunión familiar en la que me lo pasé de maravilla, Rob y yo nos despedimos y nos fuimos al hotel a arreglarnos para salir a cenar por la ciudad de Londres. Me puse un vestido rojo con algo de escote pero de manga larga ya que estábamos en pleno Diciembre, a dos días de la Navidad. Robert me dijo que estaba preciosa y que cuando llegásemos al hotel no me iba a dejar ese vestido puesto ni un solo segundo. Yo también estaba deseando estar de nuevo entre sus brazos, pues Rob y yo llevábamos algún tiempo sin tener relaciones sexuales debido a todo lo ocurrido, pero ahora ese tiempo perdido lo íbamos a aprovechar al máximo.
Cenamos en un restaurante cerca del hotel muy elegante y romántico. Rob y yo estuvimos comentando el día que pasamos en su casa con su familia.
-Bella, ¿qué te ha parecido mi familia? – me cogió la mano por encima de la mesa.
-Rob, es la familia más maravillosa que he visto nunca – le acaricié la mano
-Me alegro que te guste, aunque te he notado algo nerviosa – se rió y yo con él
-Lo sé. Es que cuando he visto que tu hermana Victoria no estaba, se me han pasado muchas cosas por la cabeza – desvié la mirada
-¿Como qué? – me sonrió sabiendo que algo malo había pasado por mi cabeza. Robert sabía de sobra cómo era y que siempre pensaba de forma negativa con los demás.
-Pues que no aceptaba nuestra relación y que por eso no había venido a recibirme – me sonrojé ante su carcajada
-Tú siempre pensando mal – me acarició mi mejilla sonrojada – Victoria llegó tarde porque estuvo con su marido Michael – acababa de enterarme de que Victoria estaba casada
-No sabía que tu hermana estaba casada – le dije - ¿Desde hace cuanto?
-Desde hace 2 años, antes de conocerte - me dijo - ¿Te has quedado con hambre? – me miró pícaramente, lo cual me excitó mucho.
-Bueno, un poco la verdad… me gustaría tomar el postre – me mordí el labio inferior y le miré con una sonrisa pícara, este me la devolvió.
Robert pidió la cuenta y nos fuimos de allí lo antes posible, ambos estábamos deseando llegar al hotel y hacer el amor como nunca antes lo habíamos hecho.
ROBERT P.O.V
Llegamos al hotel y al cerrar la puerta Bella se me tiró al cuello besándome frenéticamente estampándome contra la pared. Yo continué con el beso y la acaricié los muslos por debajo del vestido haciéndola gemir en mi oído, lo cual hizo que mi miembro reaccionara al instante. Deseaba hacerla mía ahí mismo y no terminar jamás.
La lamí el cuello y el lóbulo de la oreja mientras ella me quitaba la camisa y me acariciaba mi torso desnudo. Nuestras respiraciones eran entrecortadas y ambos nos dábamos caricias muy placenteras que nos hacían gemir cada vez más. La quité el vestido y masajeé sus pechos todavía en aquel sostén de lencería rojo que hacía volar mi imaginación y desearla más. La besé desde su boca hasta el comienzo de sus pechos mientras Bella se enredaba en mi pelo proporcionándome inmensas caricias. La cogí y enredé sus piernas abiertas alrededor de mi cintura haciendo un exquisito roce entre nuestros sexos. La deposité delicadamente pero con impaciencia en la cómoda que había cerca de la cama, era el lugar perfecto para hacerla mía.
Ella se agarró a mi cuello y succionó el lóbulo de mi oreja mientras con una de sus manos libres me desabrochaba el botón del pantalón donde se podía apreciar el gran bulto que había. Gemíamos e intentábamos recuperar un poco la respiración. La tumbé sobre la cómoda y la besé todo su delicioso cuerpo quitándole el sujetador y succionando y jugando con sus delicioso y erectos pechos. Ella me pedía más y susurraba mi nombre sin abrir los ojos, sumida en el placer. Llegué a su intimidad y la quité el tanga con fuerza para adentrar mi lengua en su intimidad mientras masajeaba su ya hinchado clítoris. Ella gemía y gemía, lo cual me excitaba mucho más de lo que ya estaba. Dios… tenerla otra vez entre mis brazos después de todo este tiempo… sería la noche más maravillosa del mundo.
-Robert… hazme tuya ya…. – gemía
En ese momento me quité el pantalón y el bóxer y la penetré fuertemente haciendo que de nuestras bocas salieran gritos muy audibles. Desde el principio, mis movimientos eran rápidos y en círculos haciendo un exquisito roce, pues Bella era muy estrecha y eso lo hacía más placentero.
-Más…. Más – articuló las palabras como pudo y yo aceleré aún más mis movimientos.
-Te amo – la dije entre gemidos y suspiros mientras ambos alcanzábamos el orgasmo.
Nos abrazamos e intentamos recuperar un poco la respiración antes de hacerla mía otra vez. Nos besamos con impaciencia, amor y deseo. Ella se bajó de la cómoda y caminó sensualmente hasta la cama tumbándose en ella y haciéndome gestos con su dedo para que la acompañase una vez más. Y eso hice, me tumbé en la cama y ella se subió encima mío mientras se lamía los labios muy sensualmente, lo cual hizo más desesperante el volver a hacerla mía. Aquella espera no duró mucho tiempo, pues se penetró mi erecto pene haciendo que gritásemos aún más.
Bella me cabalgaba con impaciencia…. Subía, bajaba, volvía a subir…y esto acompañado de movimientos en círculos que hacían un placentero roce entre nuestros sexos.
-Bella… no pares – estaba sumido en el placer. Yo la agarraba las nalgas invitándola a seguir sin parar. Sus pechos danzaban a nuestro ritmo y uno de ellos me lo comí mientras llegábamos al orgasmo. Seguimos haciendo el amor hasta mucho más tarde, sin parar. La hice mía en todos los rincones de aquella inmensa habitación. Seguramente nos estuvieran oyendo algunas personas de otras habitaciones, pero a nosotros nos daba igual, solo queríamos amarnos hasta el amanecer.
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