Rosalie…
Solo teníamos una sola alternativa, solo una vida remarcaba el camino que habíamos tomado, una vida tan simple que a la vez se volvió tan difícil, y atemorizante, como una película de terror, mi miedo seguía invadiendo mi ser pero tenia que ser fuerte, era la batalla final, la guerra que se desato desde el comienzo de los siglos vampíricos, solo teníamos una elección, sin remedio a nada “luchar” una palabra tan simple de decir para tan aterradora al instante, quizás nosotros los superamos en números o ellos a nosotros, pero no teníamos alternativa, estábamos entre la espada y la pared, con sola una cosa en mente “sobrevivir” o luchar en el intento. Mire al lobo que se encontraba a mi lado, me sentía completamente absurda, solo esperábamos un solo movimiento de parte de ellos y la guerra comenzaría, todos nos despedimos con grandes abrazos y besos cargados de pasión, quizás en la otra vida volveríamos a hacer “los cullen”.
Renesmee…
Había pasado ya tanto tiempo en que todo había cambiado, pero por laguna razón en mi subconsciente pensaba y admitía que era culpable de lo que estaba sucediendo, si no hubiera nacido nada de esto estuviera pasando, sentí culpa, una feroz culpa y miedo, las lagrimas comenzaba a derramarse por mi rostro deteniéndose en mis labios, suspire. Mire a Rosalie donde observaba cariñosamente a Jake, las cosas habían cambiado ellos se amaban con locura casi como el amor de mis padres, pero en ellos había ese algo especial, tenía que admitir que al principio sentí rabia y celos, odie a mi tía por unos segundos, ¿pero porque la culpaba? Era solo un sentimiento que crecía en su interior, no podía culparla, simplemente no podía, pero Tania otro sentimiento mas, Nahuel había llegado a mi vida en el momento justo, y le quería, de alguna manera lo sentía mío… Jake era parte de mi pasado, siempre fue como un hermano para mi, siempre lo voy a querer a mi manera, pero como lo he aclarado las cosas han cambiado.
Edward…
Sentí tantos deseos de lazarme a aro encima mientras amortiguaba palabra contra mi padre, sabia que lo que decía no era cierto, pero aro es aro, su mente era confusa, pude sentir un escudo que cerraba su mente y no podía leerla pero antes de ellos divise que aro quería matarnos por una razón tan estúpida y típica de los humanos “envidia” sentía envidia hacia nosotros y sobretodo “miedo” no el miedo usual, si no miedo a que el clan cullen llegara a hacer algo mas popular que ellos adueñándose de todos los vampiros… era algo típico de preparatoria, cuando llegan los nuevos y son tan excelente que todos te hacen a un lado.
Pero no había vuelta atrás, los volturis estaban decidido a pelear, y no se irían sin obtener nada a cambio, era el momento de la despedida, mire a mi hija que se encontraba cerca de Rosalie, su mirada era perdida y por sus mejillas corrían lagrimas de temor y tristeza, se sentía triste y temerosa de perder a su familia, sentí tanto dolor de verla así, le dedique una sonrisa ella me la devolvió con un
- Te quiero papa
Recordé la primera vez que mi hija me había dicho “papa” era el sentimiento mas grande y hermoso que había sentido en mis siglos de vida. Quería tenerla a mi lado, al igual que bella, cuando por primera vez vi sus ojos achocolatados, cuando veía su sonrisa tímida y el rubor de sus mejillas, cuando la observaba caerse a cada instante y tropezándose con todo, era para ella difícil mantenerse en equilibrio, suspire con felicidad, era recuerdos únicos, tendría que tenerlos a mi lado, la mire a los ojos, esos ojos color miel, ella me devolvió la mirada con una sonrisa, no podía amar a alguien más, ella era mi bella.
Bella…
Me encontraba lista para la pelea, quería tomar primero a jane, de ella me encargaría yo, la detestaba tanto que podía romper su sonrisa… pero no pude ignorar el sentimiento de tristeza que lleno mi alma, sentí tan miedo por todos los miembros de mi familia, los volturis era muy fuertes, se alimentaba de humanos… y por alguna razón eran mas fuerte que nosotros, observe a mi hija a lo lejos sentí tanto anhelo de abrazarla y decirle cuanto la amo, pero no podía abandonar mi posición, ninguno podía, pero ella sabia que la amaba y que estaría con ella a pesar de las circunstancia, ¿acaso teníamos que luchar todo el tiempo para conseguir un “y vivieron felices por siempre”?
Recordé la primera vez que mis ojos humanos habían visto a mi hija.
Aquel rostro diminuto era también absolutamente perfecto que me dejo aturdida. Era incluso mas hermosa que su padre. Algo incluible, imposible.
- Renes… mee – susurre – que… bonita… eres
El rostro imposible sonrió repentinamente con una sonrisa ancha y deliberada. Detrás de sus labios como concha rosadas había un juego completo de dientes de leche de color nieve, inclino su cabeza hacia delante contra mi peche, buscándose acurrucándose contra el calor de mi cuerpo. Tenía la piel cálida y sedosa, pero distinta de la mía.
Entonces mi cuerpo reaccionó hacia el recuerdo, sujete la malo de Edward mientras le envié la imagen de la primera vez que había visto a nuestra hija, mía y del. Edward suspiro profundamente dichoso de los recuerdos, la primera vez que había visto sus ojos llenos intriga y curiosidad, cuando me develaba por su sonrisa torcida, cuando lo escuchaba cantar mi nana, un recuerdo, uno de mis recuerdos más hermosos de mi eternidad.
Escuche la música antes de bajar del coche. Edward no había tocado el piano desde la noche en que Alice se fue. Esta vez, cuando cerré la puerta del coche, escuche como la canción se transformaba en una melodía transitoria hasta convertirse en mi canción de cuna. Edward me daba la bienvenida a casa.
Luego el recuerdo cambio para otro mas esencial y placentero.
Apreté los labios entorne los ojos, pero luego le sonreí. Apreté las manos sobre su rostro una vez mas y retire el escudo de mi mente para dejarme ir de nuevo hasta los nítidos recuerdos de la primera noche de esta vida nueva, demorándome en los detalles.
Reía sin aliento cuando la urgencia de su beso interrumpió otra vez mis esfuerzos
- Maldita sea – refunfuño, mientras me besaba con ansia por debajo del mentón
- Tenemos todo el tiempo del mundo para perfeccionarlo – le recordé
- Por siempre y para siempre jamás – murmuro
- Eso me suena a gloria
Y entonces continuamos disfrutando con alegría esa pequeña pero perfecta fracción de nuestra eternidad
Sentí que las lagrimas quemaban detrás de mis ojos, sentí la urgencia de gritar y liberar el dolor que comenzaba a inundarme, Edward apretó con fuerza su mano
El “Por siempre y para siempre jamás” hacia eco en mi mente, ¿viviríamos por siempre? Observe su rostro, deteniéndome en la comisura de tristeza de sus ojos
- Saldremos de esta – murmuro
Y yo solo asentí, sabía que simplemente no tenia el derecho de decir cosa alguna.
Rosalie…
Nos preparamos para el momento de la lucha, los recuerdos disparaban en mi mente, mi familia podría morir, quizás puedan sobrevivir, pero siempre los amare y siempre mantendré mi vista hacia ellos soñando en que seguimos vivos y felices, como alguna vez lo fuimos.
Observe a Jake y el recuerdo lleno a mi mente tan fugaz como una estrella
Con una sonrisa dibujada en sus labios me dijo
- Te amo
Pude sentir de nuevo esa marea de emociones en mi ser, algo tan distinto y tan inusual
- Te amo – respondí
El hundió sus labios con los míos en uno solo, su boca era cálida, caliente… pero suave y dulce, poco a poco se comenzó a incendiar una llama de pasiones, sus labios se movían aun mas rápidos llenos de pasión y entrega, me quite la chaqueta, y lentamente comencé a quitarle la del, tocando sus hombros, su pecho, su cuerpo… no me había dado de cuenta que ya estaba sin camisa y que mis senos estaban en el aire, Jake sonrió. Si fuera humana estaría roja como un tomate…
- Eres hermosa – me decía mientras llenaba mi rostro de dulces besos
Me recostó en la cama quitándose la camisa blanca, dejando en evidencia su hermoso pecho, el me tocaba las piernas, el cabello… inspiraba mi aroma, me besaba con pasión, besaba mis senos… me estremece y solté un gemido.
Su sonrisa se dibujo en su rostro ¡dios! ¡Hasta cuando aguantare!
- ¿vas a hacerme tuya o tengo que aceptar la propuesta…?
El gruño
Y yo reí
La diminuta luz al fondo de la habitación era perfecta para este momento, Jake entro en mi cuerpo de una manera tan especial y perfecta que me estremecí, llenos de pasión y entregados al amor…
El recuerdo hizo que me estremeciera de amor y dolor.
Jake se levanto y entro en la habitación, me levante y me quede recostada en el barandal, la ciudad se veía realmente hermosa, era un momento tan relajante… no quería regresar, Jake regreso y se arrodillo al frente de mi
Con una radiante sonrisa
¡Oh, no!
- Eres… - suspiro – lo más hermoso que hay en este planeta, tu amor me llena de dulzura y fe, eres una vampira radiante – sonrió – nunca pensé enamorarme de ti, pero aquí me vez… completamente perdido por ti, te amo Rosalie Cullen, más que nada en este mundo ¿quieres ser mi esposa?
¡Oh dios! No podía ni siquiera hablar, me había quedado muda, Jake me taladraba con su mirada, las palabras quedaron sujetas en mi garganta, aligere mi tensión y respondí
- Si, claro que si – el se levanto y se me acerco y me dio un fuerte abrazo
Y lo bese, como nunca había besado a alguien en mi vida
Jake me observaba con sus ojos oscuros, me agache y comencé a acariciar su pelo
- Siempre estaré aquí para ti – susurre mas segura que nunca.
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