Ajenos al destino (+18) ©

Autor: vickoteamEC
Género: General
Fecha Creación: 12/09/2011
Fecha Actualización: 14/02/2012
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 164
Visitas: 72695
Capítulos: 20

 

¡FINALIZADO!

Isabella Swan, una exitosa empresaria decide dar un giro a su vida mudándose al pequeño pueblo en el que vivió cuando era niña.

Tras un gran agotamiento físico y mental; decide dejar a cargo de sus negocios a Ángela, su mejor amiga y socia. Y retirarse del ajetreo, las prisas y la adicción al trabajo que le ocasiona su vida en la gran manzana. Deja atrás computadoras, teléfonos celulares de última tecnología y coches modernos; para ahora enfrentarse a biberones y pañales. Entrega solicitud en una importante agencia de niñeras en Port Angeles, en la que es aceptada de inmediato.

Tras el inesperado cambio, toma la decisión de vivir de nuevo con su padre en el pequeño pueblo de Forks y retomar su antigua vida entre las montañas y los bosques.

El destino le tiene preparadas muchas sorpresas, entre ellas una pequeña que deberá cuidar como parte de su trabajo y que la hará retomar el curso de lo que, según ella, estaba en el pasado y jamás volvería a ocurrir.

 

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Los personajes (y todos sus derechos) son propiedad de Stephenie Meyer. Sólo la trama es de mi creación.

 

PROTEGIDO POR REGISTRO DE DERECHOS DE AUTOR  SAFE CREATIVE

 

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Capítulo 18: HE JUGADO TODAS MIS CARTAS, LO QUE PASÓ ES HISTORIA, NO HAY MÁS.

 

CAPÍTULO 11

 

 

FELIZ 14 DE FEBRERO!!!!!  

 

Lo sé!!!! Dije que el capi anterior era el final.... Pero tuve ésto.... PRIMER SORPRESA.... Lo vi más cómo un capítulo que cómo epílogo.

Me perdonarán por eso.... ¿Siiiii?

*_*

Ésta ocación tenemos una sola canción, me pareció muy de Victoria, es:

* The winner takes it all - Abba


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El tiempo pasaba muy rápido, poco a poco todo comenzó a encajar como pieza de rompecabezas. Alice estaba a nada de emprender como una gran diseñadora, le esperaban muchas pasarelas importantes, viajes, sesiones fotográficas y fiestas con los más importantes diseñadores a nivel internacional; en cuanto a Jasper, él era su asesor financiero y viajaría con ella por todo el mundo si era necesario, pero siempre a su lado. Rosalie y Emmett estaban en una buena etapa en su matrimonio, tenían un par de meses en tratamiento para poder embarazarse y todo pintaba a que estarían de maravilla. Carlisle había sido promovido, estaba a un puesto de ser el Director General del hospital; Esme continúo con sus negocios en el sector de la decoración, convirtiéndose en una aclamada diseñadora de interiores. Charlie y Sue continuaron siendo igual de tranquilos y consentidores; cuando Bella los visitaba Edward se preguntaba a quién consentían más, si a ella o a las niñas. Reneé cada día cosechaba más éxito en su trabajo, por lo cual no dejaba de viajar.

Victoria trataba de llevar lo mejor que podía lo de su arresto domiciliario, en una de las visitas de Bella a su empresa en Nueva York pasó a su casa junto con las pequeñas Allie y Ness; Edward también las acompañó, hicieron las paces y le dieron una segunda oportunidad a Victoria. Ella se estaba esforzando mucho y ellos no eran los que le negarían una oportunidad a su reivindicación. James los visitaba cada que podía para poder decirle a Victoria como estaba su hijita; a la cual, por petición de ella, no revelaron quién era su madre biológica, alegando que Allie era muy pequeña, que no quería confundirla y que lo mejor para su hija era que siguiera viendo a Bella como una madre.

La empresa de Bella siguió viento en popa, Ángela tomó el control casi total de la dirección, sólo consultaba a Bella en las decisiones más relevantes y se hablaban muy a menudo para ponerse al día no sólo con la empresa, también de su vida personal; Ángela al parecer había encontrado a su alma gemela en un empresario que contactó con ella: Ben. Bella estaba muy feliz por su amiga, aquella que tanto le había ayudado y que además de su socia había sabido ganarse su corazón, le auguraba mucho éxito y felicidad al lado de él.

 Uno a uno, se vieron recompensados los esfuerzos de todos. Mientras festejaban a lo grande el primer año de Renesmeé y el segundo de Allie no dejaron de llevarse una sorpresa tras otra. Reneé apareció entre los invitados con dos enormes regalos para sus nietas, Bella estuvo fascinada con la sorpresa de su mamá y no dejó de platicarle sobre las niñas y su nueva vida como ama de casa y feliz esposa. Alice anunció su primer gran pasarela, sería en Nueva York, patrocinada por la empresa de Bella y reconocidas marcas. Rosalie dio la noticia de que por fin estaba embarazada, Emmett estaba que no cabía de felicidad; y la familia entera festejó la noticia con felicidad y gusto.

A mitad del festejo apareció quien menos esperaban. Estaban todos reunidos alrededor de la mesa del pastel cantando “Feliz cumpleaños” a las niñas, de repente los Cullen dejaron de cantar y pusieron atención a quienes se abrían paso entre los demás. Bella levantó la vista y se encontró con la mirada llorosa de Victoria. Hubo un breve momento de silencio que Allie interrumpió.

-¡Tía!- chilló emocionada, dando brinquitos en los brazos de Bella.

-Hola, mi amor- dijo Victoria con una enorme sonrisa. La niña aplaudió emocionada, cuando Victoria estuvo lo suficientemente cerca se le abalanzó y le dio un gran abrazo.

-Ve con mamá para que partas el pastel, Allie- pidió amorosamente devolviendo a la niña. Terminaron con el pastel y las personas comenzaron a dispersarse.

-Hola, Victoria- dijo Edward pasando el brazo con el que no cargaba a Ness alrededor de Bella, que aún tenía a Allie en sus brazos.

-Hola- susurró Victoria.

-¿Cómo está la linda princesita?- dijo James haciendo mimos a Allie, la niña sonrió pero escondió el rostro en el cabello de Bella.

-Todavía no puedo creer que estés aquí- dijo Bella, aún sorprendida.

-Yo tampoco- admitió Victoria.

Ella vio con nostalgia lo que pudo un día ser suyo y había dejado ir. Pero no se arrepentía de todo, ahora era feliz y su hija también. Aunque si pudiera regresar el tiempo, no habría hecho muchas cosas con las que dañó a quienes más quería. Cada día trataba de vivir el presente y añorar el futuro, sin recriminarse los errores del pasado. Sólo viviendo lo hermosa que era su vida ahora.

Esa tarde trataron de aprovecharla al máximo, ahora había dos integrantes más para esa gran familia. Desde entonces las visitas de Victoria fueron más frecuentes, las niñas la veían cómo una tía más y la aceptaron incondicionalmente.

*

*

*

Alice había viajado por todas partes, apenas se le veía en su casa y cada día tenía más fama y éxito. Años después de haberse comprometido con Jasper había podido regresar a Forks y por fin, darle el sí en el altar, frente a sus seres queridos.

Las pequeñas Renesmeé y Allie Cullen jugaban de lo más entretenidas en el jardín delantero de su abuela Esme, Ness tenía ya diez años y Allie once. Eran unas lindas hermanas, siempre estaban juntas, hacían su tarea juntas, jugaban juntas, iban a todas partes juntas. Desde que Renesmeé había dado su primer paso Allie se había convertido casi en su sombra, era una hermana mayor sobre protectora, pero responsable; Renesmeé era muy parecida a sus padres, pero no era para nada como Allie o Bella, ella había heredado el alma rebelde, desinhibida y atrevida de su tía Alice. Motivo que se sumaba al hecho de que alguien siempre estuviera tras ella. Sus padres siempre les inculcaron la importancia de apoyarse la una a la otra y el amor de hermanas por sobre todas las cosas.

Las niñas estaban ajenas al gran alboroto que había a su alrededor, al siguiente día Alice se casaba y por nada dejaban manipularse con el estrés previo de sus tías, sus abuelas y su madre. En cambio, pasaban la mayor parte del tiempo jugando a las muñecas con su primita Rosie. Ellas ni cuenta se daban cuando su madre corría llevando vestidos, su abuela cargando arreglos de rosas o sus tías acomodando manteles y el sinfín de objetos que necesitaban la ceremonia.

Al día siguiente, después de tantos largos años de espera, Alice se casaría con Jasper. La mayoría de las personas pensaban que era absurdo que hubieran dejado pasar tanto tiempo, pero para ella era la más grande prueba de amor de Jasper. Por fin, la más pequeña de los Cullen unía su vida a su gran amor para así, fundar su propia familia.

Nessie se aburrió de estar en el jardín, así que decidió alejarse hacia el bosque, Rosie tenía rato que había entrado a la casa y Allie sólo pudo ir tras su hermana. Se alejaron de las pláticas y chistes de adultos que no entendían y les resultaban aburridos. Encontraron en dónde alojarse y ponerse a jugar de nuevo con sus muñecas. Estaban de lo más entretenidas cuando Ness escuchó un ruido, dejando caer una de sus muñecas, volteó y se encontró con una mujer acercándose, asechando.

-¿Qué hace aquí?- demandó la niña con el coraje de una pequeña fiera.

-¡Cállate!- ordenó la mujer furiosa.

-¡No puede pasar!- dijo Ness.

-¡Quítate de mi camino!- contestó la mujer con insolencia, asesinando a las niñas con la mirada.

Allie, por instinto se movió hasta quedar a un lado de su hermanita. Nessie en un arrebato, muy propio de ella, trató de impedir que la misteriosa y amenazante mujer siguiera su camino.

-Mi mami me ha enseñado que se debe pedir permiso, Señora- dijo despectivamente –Además, nosotras no hemos sido groseras- contestó con seguridad.

-Niñita estúpida- espetó la mujer, evaluando a las niñas con la mirada -¿¡Pero a quién crees que le estás hablando!?- vociferó con coraje. La niña simplemente se encogió de hombros.

-¡Me las vas a pagar por ser tan entrometida y altanera, maldita mocosa! ¡Te enseñaré a que debes quedarte callada!- dijo avanzando furiosamente hacia las niñas.

-¡Usted no le va a hacer nada!- rugió Allie, interponiéndose rápidamente entre la tipa y su hermana.

-¡Par de insolentes! ¡Para ti también tengo una lección!-dijo tomando vuelo para darle una gran bofetada.

Allie, llena de miedo se atrevió a enfrentarse a aquella terrible mujer. Esperó con los ojos cerrados a que el golpe llegara, pero el grito de Victoria detuvo la mano de la mujer.

-¡No te atrevas a ponerle una mano encima!- gritó detrás de las niñas.

Entre lágrimas, Ness abrazó a su hermana y la jaló para alejarse de la terrible mujer. Victoria se interpuso entre las niñas y la mujer.

-Maldita traidora- siseó la mujer entre dientes.

-Lárgate, Tanya- ordenó Victoria, ganándose una sonrisa burlona de su adversaria.

-Veo que ahora eres muy feliz, jugando a la familia feliz- se burló Tanya.

-Sí, cosa que desgraciadamente tú no conoces- ironizó Bella, furiosa. Llegó rápidamente al lado de las niñas. Tanya sonrió abiertamente, retadora.

-Supongo que se olvidaron rápidamente de mí. Pero les aseguro que yo no las olvidé ni un minuto por todos estos años- dirigió una mirada envenenada a las niñas, haciendo estremecer a Bella y a Victoria.

-Si tienes algo que decirme creo que es mejor que seamos sólo tú y yo. No tienes por qué involucrar a nadie más- medió Victoria, tratando de desviar la atención que Tanya le prestaba a las niñas.

-¿Qué?- contestó Tanya sorprendida – ¿¡Ahora defiendes a la tipa que te robó a tu hija!? Creí que eras más lista, que no te conformarías con tan poco.

Allie veía de un lado a otro, confundida por todo lo que escuchaba y lo que la tal Tanya acababa de decir.

-Ese no es tu problema, Tanya. Pero, ¿sabes qué?, a veces es mejor darte cuenta de los errores que cometes y tratar de remendarlos.

-Así que le dejaste la bastarda a la tonta de Isabella- dijo en tono ofendido.

-¡Mi hija no es ninguna bastarda!- defendió Bella.

-Awww, que ternura- contestó Tanya con sarcasmo –Olvidaba que también la consideras tu hija.

-Allie es mi hija- respondió Bella con la respiración agitada de coraje.

-¡Pero también es hija de Victoria! Es más, tú ni siquiera eres su madre. Eso es algo que nosotras sabemos, pero… ¿ella lo sabe? Apuesto a que no, ¿Allie sabe que su verdadera madre es Victoria?- reveló Tanya, haciendo que gruesas lágrimas cayeran por los ojitos de Allie, por la sorpresa de las palabras que acababa de escuchar.

-Mami… ¿qué quiere decir esa señora?- preguntó Allie sollozando.

-Nada. Niñas, vayan a la casa- dijo Bella.

-Pero…

-¡Nada! ¡Que se vayan a la casa!- ordenó casi histérica, no sabía ni qué hacer.

-Pobre niña, ya no le mientas más- regañó Tanya –Allie, Victoria es tu madre… no Isabella- dijo Tanya con fingida inocencia.

-¿¡Qué demonios haces aquí!?- preguntó Edward llegando hacia ellas. Las niñas se abrazaron a su padre, llorando y temblando de miedo.

-¡Qué bonito! La familia está completa- ironizó Tanya.

-Vámonos de aquí- propuso Edward.

Edward cargó a Renesmeé y Bella intentó tomar la mano de Allie para alejarla de Tanya y resguardarla en la casa.

-¡Suéltame!- chilló la niña, se zafó de Bella y corrió sin tomar una precisa dirección.

Tanya aprovechó el momento, sacó un arma, apuntó hacia la niña y jaló el gatillo. Bella gritó sintiendo que el alma le huía del cuerpo, Edward dejó a Ness en el piso y se abalanzó hacia Tanya para desarmarla. Fueron consientes de que Victoria había sido más rápida que Tanya y la bala y se había interpuesto para proteger a Allie. En ese momento llegaron Jasper, Carlisle, Emmett y Alice al lugar. Alice acunó a Ness, Bella corrió hacia Victoria para poder tomar a Allie en sus brazos, Carlisle se hincó a revisar la herida de Victoria y Emmett y Jasper detuvieron a la enloquecida Tanya.

-¡Maldita traidora! ¡Ojalá estés muerta! ¡Te lo mereces por haberme encarcelado!- gritaba Tanya, frenéticamente.

-La herida es superficial- informó Carlisle –Pero se ha golpeado la cabeza.

Bella y Alice tomaron a las niñas y fueron a la casa. Dejaron que los chicos se encargaran de Tanya, Carlisle llevaría a Victoria al hospital y Edward los acompañaría. Trataban de calmar a las niñas, estaban muy nerviosas, no dejaba de llorar y estar inquietas. Esme preparó un té para que lo bebieran, Nessie entre llanto e hipos se quedó dormida en el regazo de su tía Alice. Pero Allie estaba inconsolable, no quiso el té, manoteaba y gritaba entre su llanto. Bella la mecía, desesperada e impotente.

-Ya, mi niña. Ya pasó- decía una y otra vez, tratando de calmarla –Tu mami está contigo, princesa.

-¡No!- chilló Allie y fue escaleras arriba a encerrarse en un cuarto.

Por más que intentaron hacer que abriera, Allie no dejaba de llorar. Al rato llegó Edward y encontró a Bella golpeando la puerta.

-¿Cómo está Victoria?- preguntó al tiempo que se limpiaba una lágrima.

-Bien, no necesita cuidado ni nada de eso. Sólo debe descansar lo que resta del día, no fue tan grave.

-¿Y Tanya?

-Los abogados se encargan de eso- murmuró. Pasó un brazo alrededor de Bella y besó su frente. Ella lloró sobre su pecho –Ya acabó- dijo él para tranquilizarla.

Edward se acercó a la puerta y dio varios golpecitos.

-Hija, abre… por favor- después de unos minutos de intentar Allie abrió la puerta.

Se acercaron con precaución a Allie, estaba hecha un ovillo al centro de la cama, los veía fijamente con los ojitos hinchados y rojos. Aún sollozaba y daba brinquitos por el llanto.

-Tú…- comenzó a hablar en voz baja dirigiéndose a Bella.

-No, mi amor, ni lo digas. Sabes que soy tu madre- dijo Bella limpiando una lágrima que caía por su mejilla. Allie negó, con la mirada perdida y la duda tatuada en el rostro.

-Ya, hija. Ya todo está bien, ya pasó- prometió Edward, se acercó a ella y la acunó mientras se calmaba.

Ya un poco más tranquila, dirigió una mirada a Bella; que estaba parada a un lado de ellos, viendo con añoranza a Allie.

-Allie, cariño. Bella y yo queremos hablar contigo- dijo Edward amorosamente.

-Papi, ¿por qué dijo que yo era hija de tía Victoria?- preguntó con voz rota. Bella rompió en llanto al ver el sufrimiento de Allie, Edward estiró la mano, invitándola a tomar un lugar junto a ellos.

-Cariño, sé que debías saberlo. Pero no ahora, ni de esa forma. Queríamos que pudieras entenderlo, pero cada que lo pensábamos nos parecías muy pequeña para comprenderlo- explicó su papá.

-Ya no soy una niña chiquita- se quejó Allie.

-No, no lo eres- dijo Edward. Allie asintió y se quedó viendo a Bella, que seguía aferrada a la mano de Edward y llorando en silencio.

-¿Papi?

-¿Sí, princesa?

-Entonces…- se inclinó hacia delante y limpió las lágrimas de Bella con su mano -¿Tendré dos mamás?- celebró Allie. Bella puso su mano sobre la de Allie y le sonrió.

-Si me aceptas como tu mamá, por supuesto que lo seguiré siendo, mi amor- Allie asintió y se abalanzó a los brazos de Bella. Ella la estrechó con fuerza y suspiró, llorando de alegría –Mi bebé- murmuró Bella.

-¿Mami?

-¿Dime, princesa?

-¿Te molesta si a tía Victoria le digo… mamá?

-No- contestó y la volvió abrazar con todo el amor que sentía por ella. Edward las dejó un momento a solas.

-¿Podemos ir a ver a mi mamá Victoria?- preguntó Allie.

-Claro, Allie- la niña le sonrió –Hija, me da tanto gusto que lo tomaras de esta manera.

-¿Por qué, mami?

-Porque…- se acercó al oído de Allie y le cuchicheó algo –…Y necesito que estés conmigo- Allie la miró sorprendida y con la boca abierta –No le digas nada a tu papá- pidió, Allie asintió, la niña estaba aún sorprendida. Después de un breve momento, se dispusieron a salir al hospital.

Sabían que no había sido tan malo como parecía, pero aún así la familia rogaba porque ella estuviera bien y porque James apareciera lo más pronto posible.

 

 

*****

 

NeXt..........

 

;D

 

 


 

 

 

 

 

 

Capítulo 17: *ESPECIAL* Capítulo 19: DESPUÉS DE UN LARGO CAMINO LE HEMOS LOGRADO

 
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