BELLA POV
Ya nos encontrábamos en el avión para regresar a casa. Nos costó trabajo salir de la casa, ya que nadie quería irse. Así que quedamos en que regresaríamos en las próximas vacaciones. Ahora nos encontrábamos sentados en el avión, aún no sabía como había hecho Alice para que nuestros asientos coincidieran y yo estuviera sentada al lado de Edward. Pero no en cualquier lugar, no. Estábamos en primera clase, y no solo eso, sino que éramos los únicos pasajeros que iban en primera clase.
Al poco rato anunciaron que nos pusiéramos los cinturones que íbamos a despegar. Ya llevábamos un rato de vuelo y Edward estaba dormido a mi lado, así que me levanté un momento para ir al baño. Después de hacer mis necesidades y cuando me disponía a lavarme las manos tocaron a la puerta.
-Un momento.-dije lo más calmada que pude.
-Bella soy yo no puedo aguantar, abre por favor.- y abrí la puerta.
Edward entré al baño rápidamente y cerro detrás de el. El baño era un poco pequeño para los dos así que quedamos muy pegados.
-No podías esperar que saliera.- le dije mientras me secaba las manos.
.No no podía.- me dijo mientras estampaba sus labios contra los míos de una forma casi frenética.
-No era que no podías aguantar.- le dije separándome un poco de el.
-Si no podía aguantar las ganas de besarte.- me dijo mientras me besaba nuevamente y sus manos comenzaban a acariciarme.
-Edward aquí no, nos pueden coger.-le dije mientras el me besaba el cuello.
-Eso solo lo hace más excitante.- me dijo mientras comenzaba a zafarme los jeans.
-Estás loco.- le dije con la respiración entrecortada.
-Si estoy loco por ti.- me dijo mientras yo zafaba sus jeans.
La verdad que era muy estrecho, pero nos logramos acomodar bien. Los gemidos no se hicieron esperar aunque dudo mucho que nos hayan oído ya que yo me mordía el labio para evitar que se me escaparan. Esto era lo mas excitante que había hecho, aunque todo fue muy rápido por miedo a que nos cogieran.
Salimos hacia nuestros asientos, yo primero y Edward salió unos minutos después. Cuando se sentó a mi lado, Emmett se giró hacia nosotros.
-Hey ustedes que ya probaron, creen que yo y Rose quepamos allí.- nos dijo señalando el baño.
-No lo creo Emmett, el baño es muy chico.- le dijo Edward mientras yo me ruborizaba.
-Rose dice Edward que no cabemos, así que mejor esperamos a la casa.- le dijo este mientras nosotros nos reíamos.
El viaje fue muy entretenido, Emmett haciendo chistes, y recordando nuestras vacaciones. Pero al parecer el cansancio pudo conmigo y me quedé dormida sobre Edward.
-Amor despierta, ya llegamos.- me decía Edward mientras me movía un poco.
Bajamos del avión y luego de tomar nuestras maletas, nos encaminamos hacia la salida. Edward y yo íbamos tomados de la mano, todavía tenía que explicarle a mi madre lo de Edward. Ella solamente sabía que había un chico que me gustaba, pero no quise decirle nada, porque no iba a ser nada serio. Si se que ya había aceptado ser su novia, pero solamente estaría aquí una semana, ya que se irían de vacaciones y lo más probable era que el me olvidara. Pero quien me iba a decir que el destino…quiero decir Alice iba a hacer de las suyas y nos íbamos a ir de vacaciones juntos. Creo que era hora de decirle a Renne que la cosa iba en serio, y más cuando íbamos a ir a estudiar a la misma universidad.
Cuando salimos nos esperaban todos. Allí estaban Esme, Carlisle y Renne. Había extrañado tanto a mi madre. Solté la mano de Edward y corrí hacia ella y le di un gran abrazo.
-Mamá te extrañé tanto.-le dije mientras lágrimas salían de mis ojos.
-Y yo también hija, no sabes cuánto.- me decía ella mientras me apretaba más fuerte.
-Mamá, por favor no puedo respirar.- le dije mientras ella me soltaba y yo limpiaba mis lágrimas.
-Bueno y que tal sus vacaciones, que tal la isla.- me dijo ella, es que acaso lo sabía.
-Tu lo sabías.- le dije mirándola seria.
-Bueno, Esme me comentó algo, cuando le dije que estaba preocupada porque estuvieras sola en Brasil.- me dijo ella y yo miré a Alice, que venía muy, muy animada con Jasper.
-Bueno ya eso no tiene solución.- le dije mientras Edward llegaba a mi lado y me tomaba de la mano.
Renne se quedó mirando a Edward, y después miró nuestras manos unidas.
-Bueno Bella, no me lo piensas presentar.- me dijo mi madre mientras yo reaccionaba.
-Claro, mamá este es Edward, mi novio y hermano de Alice, Edward…mi mamá.- le dije mientras Edward soltaba mi mano para saludar a Renne.
-Mucho gusto en conocerla señora.- le dijo Edward amablemente mientras tomaba la mano de Renne.
-Por favor dime Renne, me haces sentir vieja.- dijo mi madre mientras todos reíamos.
-Ya se de donde Bella sacó su belleza.- dijo Edward mientras yo me ruborizaba.
-No digas eso, además no se parece tanto a mi, se parece más a su padre.- dijo ella mientras yo iba a saludar a los demás.
Saludé a Esme y a Carlisle mientras Alice le presentaba a los chicos a mi madre, Jasper, Rosalie y Emmett.
-Porque traen tanto equipaje.- le dijo Carlisle a Alice.- y esta no supo donde meterse.
-Es que se le ocurrió ir de compras.- dije yo mientras tomaba a Edward de la mano.
-Alice cuantas veces te he dicho que tienes que controlar las compras compulsivas.- le dijo Esme mientras la abrazaba.
-Lo se mamá.- le dijo ella mientras la abrazaba.
Salimos del aeropuerto y en la salida había un inmenso auto, al parecer todo estaba planificado para irnos todos juntos. Salimos y Carlisle pasó primero por mi casa para dejarnos a mi y a mi madre. Había decidido pasar estos cinco días con ella, ya que nos iríamos después hacia Darmounth y solo regresaríamos en navidad. Cuando llegamos a casa, Edward me ayudó a bajar las maletas del auto y después me tomó de las manos.
-Paso más tarde a verte amor.- me dijo mientras me daba un ligero beso en los labios.
-No demores, ya te extraño mucho.- le dije mientras le daba otro besito.
-Yo te extraño más.-me dijo el mientras rozaba nuestros labios.
-Vamos que llevan más de un mes juntos, acaso no pueden estar separados aunque sea unos minutos.- dijo Emmett desde el auto.
-Cállate Emmett.- le dijimos al mismo tiempo.
-Nos vemos luego.- me dijo Edward mientras me daba un beso y se montaba nuevamente en el auto.
Entramos a la casa y subí las maletas hacia la habitación, y me tiré en la cama, en verdad el viaje había sido muy agotador. Al poco rato mi madre entró y se sentó a mi lado en la cama. Ya sabía exactamente de lo que quería hablar.
-Porque nunca me contaste de Edward.- me dijo ella mientras yo me sentaba en la cama.
-Porque, no era nada serio, el se iba a ir de vacaciones una semana después de conocerlo y supuse que me olvidaría.- le dije mientras ella me miraba.
-Pero al parecer, coincidieron en las vacaciones.- me dijo ella mientras sonreía.
-Si, Alice y sus ideas.-le dije mientras reíamos las dos.
-Entonces la cosa va en serio.- me dijo ella muy seria.
-Si mamá-
-Y tengo que decirlo pero, es muy apuesto.- me dijo ella mientras yo la miraba con la boca abierta.
-Mamá…
-Que, es la verdad…puedo preguntarte algo.- me dijo mientras se ponía seria.
-Si pregunta.- pero me arrepentí de lo que dije, pues ya imaginaba lo que iba a preguntar.
-Ustedes dos ya…-me dijo pero no terminó la frase, ya sabía a lo que se refería.
-Si.- le dije como en un susurro, mientras me ruborizaba.
-Entonces si va en serio la cosa…lo quieres, el te hace feliz.- me dijo ella mientras tomaba mis manos.
-Si lo quiero mucho, y me hace muy feliz.- le dije mientras la miraba.
-Entonces no te digo nada más aparte de que seas feliz, ya casi cumples 18 y creo que sabes tomar tus propias decisiones.- me dijo ella mientras me miraba tiernamente y se levantaba de la cama.
-Gracias mamá.- le dije mientras ella se dirigía hacia la puerta.
-Pero espero que respete el horario de visitas.- me dijo sonriendo mientras salía de mi habitación.
Era increíble lo bien que mi madre me entendía, ella siempre me habló claro desde que era chiquita, así que la famosa “charla” no era necesaria para mi. En la noche Edward pasó a verme y por supuesto respetó el horario impuesto por Renne. Lo acompañé hasta su auto y allí en la puerta me dio un beso demasiado tentativo como para no dejarlo ir.
-Te veo mañana.- le dije mientras el me abrazaba.
-Te veo luego.- me dijo mientras se montaba en el auto.
-Que piensas hacer Cullen.- le dije mientras el sonreía.
-No cierres la ventana.- me dijo mientras salía chillando gomas.
Ahora si se había vuelto loco, solo esperaba que Renne no lo cogiera intentando entrar por mi ventana…
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