Juegos Del Destino (+18)

Autor: Bella_Paula.Swan
Género: Romance
Fecha Creación: 12/11/2012
Fecha Actualización: 26/11/2012
Finalizado: SI
Votos: 6
Comentarios: 16
Visitas: 56140
Capítulos: 34

Dos personas que se amaban separadas por los perjuicios sociales y dos pequeñas que crecerían sin el cariño de uno de sus padres, pero por juegos del destino diecisiete años después Isabella Marie Swan y Vanessa Dwyer se encontrarían justamente en Jacksonville el lugar donde todo comenzó…

 

HOLA bueno este fic ojala les guste y me dejen un voto o comentario, ya lo habia subido pero por Cosas del destino me toco eliminarlo pero aqui voy otra vez ojala les guste a mi personalmente me gusto mucho...no me pertenece, pertenece a Tany Cullen yo solo le cambie unas cositas.

Pasen por mi otro fic Lazos de amor

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 19: TODO SE DERRUMBO

BELLA POV

Mientras caminaba de regreso a casa de Renée no podía dejar de pensar en Nessie, pobre su mamá se piensa casar, y aunque yo entiendo que tiene derecho a rehacer su vida, también entiendo cómo se siente Nessie, si mi mamá estuviera viva y se encontrara en la misma situación que Renée, estoy segura que mi reacción seria como la ella después de todo ¿a qué hijo no le gusta ver a sus padres juntos? Cuando llegué a la casa entré y me encontré con Edward sentado en las escaleras.

-Te extrañé.-me dijo levantándose y abrazándome.

-No es como si no me hubieras visto en años.-bromeé escondiendo mi cara en su pecho aspirando esa esencia tan embriagadora que desprendía.

-Las horas lejos de ti me parecen siglos.-susurró acariciando mi mejilla.

El ruido de los pasos de alguien que bajaba las escaleras nos hizo dirigir la mirada hasta ese lugar, y ese alguien que bajaba era Renée la cual tenía los ojos rojos e hinchados como si hubiese estado llorando, nos dijo que arregláramos nuestras cosas porque volvíamos a Chicago y teníamos que estar en el aeropuerto en una hora. Justo una hora después estábamos abordando el avión, todos estábamos confundidos por el comportamiento de Renée, pero nadie dijo nada.

Los días pasaron y hoy era ya miércoles, lo cual significaba que el día de mi partida se acercaba, había tratado de hablar con Edward sobre eso y que iba a pasar con nosotros cuando me fuera pero siempre evitaba el tema. Por otra parte Jasper estaba hecho un bobo con Alice, ella era su todo y se desvivía por complacerla hasta en el más mínimo detalle, sí mi amigo es todo un mandilón. Ángela y Alec eran pura miel, si bien mi amiga tenía su carácter con Alec nunca discutía y extrañamente siempre estaban de acuerdo en todo, bueno él siempre estaba de acuerdo con ella y creo que lo hacía precisamente por no discutir.

La relación de Emmett y Rosalie es toda una locura, discuten un día y al otro también, pero aún así se les ve felices y cada día me convenzo más de que lo de ellos es amor apache y sus discusiones son una forma muy extraña de demostrarse su amor. Definitivamente los iba a echar mucho de menos, había hablado con Ángela, Emmett y Jasper para decirles que cuando yo me tuviera que ir ellos se quedaran y aunque al principio se negaron termine por convencerlos, no iba a permitir que por mi culpa dejaran a sus parejas.

-¿En qué piensas? Estás muy callada.-me dijo Edward sacándome de mis pensamientos.

-Que en unos días me iré, y en cuanto voy a extrañarlos a todos.-le respondí y él apretó el volante del coche tanto que sus nudillos se pusieron blancos.

-¿Por qué insistes en recordarme eso?-susurró tan bajito que apenas y le escuché.

-No es como si a mí me hiciera muy feliz Edward, pero es algo que tenemos que hablar.-susurré de igual manera y después de eso nos sumergimos en un silencio sepulcral.

Unos minutos después llegamos a mi casa y antes de que me pudiera bajar del coche Edward ya me había abierto la puerta y me tendió su mano para ayudarme a bajar, pero yo no la tomé y me baje sin decirle nada. Estaba abriendo la puerta para entrar, cuando él me tomó del brazo y me giró para que quedara frente a él.

-Si he estado evitando hablar de ese tema es porque me mata el que te tengas que ir, no quiero perderte.-me dijo tomando mi rostro entre sus manos y uniendo nuestras frentes.

-No me vas a perder Edward, te amo y eso no va a cambiar.-respondí besando sus labios suavemente-. ¿Quieres pasar?-asintió y yo abrí la puerta.

En la casa no había nadie, al menos no se escuchaba ni el ruido del volar de una mosca, subimos a mi habitación y ambos nos recostamos en la cama, le comenté que tenía planes para estudiar en la universidad de Seattle y para mi sorpresa él me dijo que si yo iba a Seattle también él iría para estar juntos.

-¿Lo dices en serio?-le pregunté con una sonrisa alzando mi rostro lo suficiente para verlo a los ojos.

-Completamente, estos meses que no te veré serán una tortura, pero para hacer más llevadera la ausencia te llamaré al menos cinco veces al día.

Me moví hasta quedar a horcajadas sobre él besé su rostro, su cuello y por último sus labios, sus manos fueron a mi cintura y profundizó nuestro beso, Edward tenía el poder de transportarme a otra dimensión con tan sólo besarme, pero la alerta de mensajes de mi celular me trajo de vuelta a la realidad.

Me separé de él y me senté en el borde de la cama, tomé el celular que estaba sobre la mesita de noche y tenía dos mensajes, uno de Alice y otro de Renée.

Abrí primero el de Renée "Voy a demorar más de lo planeado en resolver los problemas pendientes, y después iré a cenar con Phil" solté un suspiro cuando terminé de leerlo, desde la pelea que tuvo con Nessie se comporta distante conmigo y la verdad me dolía, ya que le había tomado cariño en este tiempo. Después abrí el de Alice y al leer la primer palabra sonreí "Bellita estoy con Jasper y llegaré a casa sobre las 10:00 ¿le avisas a tía Renée? Por fisss" tecleé un "claro, diviértanse" como respuesta a Alice y volví a dejar el celular sobre la mesita de noche.

-¿Quién era amor?-me preguntó Edward mordiendo suavemente el lóbulo de mi oído.

-Alice, para avisarme que está con Jasper y volverá tarde, y Renée ella después de terminar unos pendientes irá a cenar con Phil.-le respondí y solté un gemido cuando besó mi cuello.

Mis labios buscaron los suyos y lo besé con pasión, nuestras manos comenzaron a deshacerse de nuestra ropa y nos dejamos llevar entregándonos a nuestro amor.

-Amor despierta dormilona.-abrí los ojos y me encontré con Edward perfectamente vestido-. Esme me acaba de llamar, tenemos visitas en casa y quiere que vaya a cenar. ¿Quieres acompañarme?

-No, prefiero quedarme.-le respondí con voz adormilada.

-Bien, nos vemos después.-dejó un beso en mis labios y salió de la habitación.

Abracé la almohada y enterré mi cara en ella aspirando el olor de Edward en ella, cerré los ojos y me volví a quedar dormida. El insistente ruido del timbre me despertó, vi el reloj que estaba sobre la mesita de noche y eran las 7:00 p.m salí de la cama y busqué mi ropa en el suelo para vestirme, bajé las escaleras aún poniéndome mi blusa, abrí la puerta y me frente a mí estaba Jane.

-Lamento molestarte Nessie, ¿puedo pasar?-no muy convencida asentí y me hice a un lado para que entrara.

-¿Qué quieres Jane?-pregunté sin rodeos y ella bajó la mirada.

-Sé que no soy la mejor amiga del mundo, pero acabo de descubrir algo que tienes que saber.-guardo silencio y yo hice un asentimiento con mi cabeza para que continuara-. Tanya y Edward te engañan, ellos se siguen viendo a tus espaldas.

-No vas a conseguir engañarme Jane, esto no es más que un invento tuyo y de la zorra de Tanya para separarme de Edward.-le dije y ella negó.

-Mira.-me extendió su celular y lo tomé-. Iba a ver a Tanya y cuando llegué lo vi entrando a su casa, si no me crees revisa la fecha de la fotografía.

Mis ojos se posaron en la pantalla del pequeño aparato que tenía entre mis manos y mi mundo se vino abajo, eran él y Tanya besándose, revisé la fecha de la fotografía y efectivamente fue tomada hoy hace apenas unos minutos.

-Lo lamento mucho per...

-Sal de mi casa, ¡lárgate!-grité y la saqué a empujones.

Nada más cerrar la puerta me derrumbé y me deje caer de rodillas al piso liberando las lágrimas que había estado conteniendo. El teléfono de la casa comenzó a sonar pero no ignoré, volvió a sonar una y otra vez hasta que después de cinco timbres me levanté para atender la llamada.

-¿Diga?

-Bella soy Rose, ¿mi hermano está contigo?-un sollozo escapó de mis labios y corté la llamada.

Él no me pudo haber engañado, él no pudo haber fingido amarme todo este tiempo, sus besos y sus caricias no pudieron haber sido fingidas, no esto tenía que ser un invento de Tanya para separarnos, sí eso es. Limpié mis lágrimas y tomé las llaves del Audi, salí de la casa corriendo y me monté en el coche. Llegué a casa de Tanya y la seguridad que tenía hace un momento se fue por la borda al ver el Volvo de Edward, bajé del coche y fui directo a la puerta, llamé insistentemente hasta que una Tanya semidesnuda abrió.

-Vaya, no creí que nos descubrirías tan pronto. ¿Sabes? Todo fue un plan de Edward y mío, fue algo así como una venganza por lo que le hiciste a Alice ¿recuerdas?-mis ojos estaban nublados por las lágrimas y mis manos cerradas en apretados puños.

-Son unos malditos desgraciados los dos.-gruñí y ella se carcajeó de mí.

-Fuiste tan ingenua, ¿cómo pudiste siquiera pensar que él me cambiaría por ti?-abrí la boca para responderle pero me callé al escucharlo.

-¡Tanya apúrate quieres, mi familia me está esperando!-su voz provenía de la planta superior y el escucharlo me terminó de romper.

-Disculpa que te deje querida, pero mi hombre me está esperando.-una sonrisa de triunfo se formó en sus labios y yo di un par de pasos hacia atrás.

-Se me olvida algo.-susurré y le di un puñetazo directo en la nariz que la hizo caer al suelo-. Ahora si, espero que sean muy felices juntos.

Me fui dejando a una Tanya que le sangraba la nariz tirada en el piso y con las ganas de matarlos a los dos. Subí al Audi y me alejé conduciendo como nunca lo había hecho, en cuanto llegué a la casa subí a mi habitación pero fue un gran error, ya que nada más entrar los recuerdos de hace un momento cuando él y yo hicimos el amor llegaron a mi cabeza. Caminé hasta la cama y tiré las almohadas, las sabanas y todo al piso, lloré y grité hasta que me dolió la garganta, después de no sé cuánto tiempo de mis labios salían sólo algunos sollozos, busqué el pasaporte de Nessie y lo metí en el bolsillo de mis jean, salí de la habitación y unos extraños ruidos que provenían de la habitación de Renée llamaron mi atención.

Caminé hasta la habitación y abrí la puerta pero no había nadie dentro de ella, iba a cerrar de nuevo cuando algo tirado a mitad de la habitación llamó mi atención, entré y caminé como si me acercara a una bomba o algo parecido, me agaché y tomé lo que parecía una fotografía. Lentamente le di la vuelta para ver de quién era y me quedé de piedra al verla, me quede con la vista perdida en esa fotografía hasta que Renée entró a la habitación.

-¿Nessie? Hija...

-¿Quién es él?-susurré y le mostré la fotografía.

-Él... es... es tu padre Charlie Swan.-cuando las palabras abandonaron sus labios la fotografía resbalo de mis manos hasta caer al suelo.

¿Eso quiere decir que Nessie es mi hermana, y que la mujer que tengo frente a mí es mi mamá? ¡Dios! No puede ser, de ser así toda mi vida ha sido una maldita mentira.

-Cariño, yo...-ella hizo el intento de acercarse a mí pero yo me alejé unos pasos.

-¡No te acerques!, yo no...-salí corriendo de la habitación y bajé las escaleras de igual manera.

Como es posible que todo este me esté pasando, primero descubro que el amor de Edward era sólo una farsa, que sólo jugó conmigo, y si eso no fue suficiente para acabarme, como tiro de gracia, me entero de que todos estos años creí muerta a mi mamá pero no lo está, y que tengo una hermana. Perdí la noción del tiempo caminando sin rumbo fijo por las calles, no sé cuánto tiempo caminé ni siquiera me di cuenta de a qué hora comenzó a llover, sólo sé que estaba completamente empapada y frente a la puerta de la casa de mis amigos, llamé un par de veces y Jasper fue quien me abrió.

-¿Bella, qué te ocurrió? ¿Estás bien?-preguntó con preocupación.

-Jazz... no puedo seguir aquí, me tengo que ir.-al final mi voz se quebró y me lancé a los brazos de mi amigo.

No tenía fuerzas para seguir en pie, todo estas emociones me estaban pasando factura y mi cuerpo no resistía más, así que me dejé llevar por la inconsciencia.

-Está despertando.-dijo Ángela y tan sólo unos segundos después me vi rodeada por tres personas que me veían con preocupación.

-¿Qué fue lo que pasó Bella?-me preguntó Jasper.

Les conté todo lo que había pasado, desde el engaño de Edward hasta que Renée era mi mamá, ellos me escucharon sin interrumpirme y me consolaron cuando las traicioneras lágrimas habían vuelto a aparecer. Después de terminar mi relato, Ángela me trajo un té y unos tranquilizantes, me los tomé y unos minutos después me quedé profundamente dormida.

-¿Edward?-le grité y él sólo volteó a verme mientras tomaba la mano de Tanya.

Todos en el estacionamiento del instituto me miraban y se reían de mí, incluso él se reía de mí, todo a mi alrededor daba vueltas y las caras de las personas que me rodeaban estaban cada vez más cerca de mí, era como si me hiciera cada vez más pequeña ente ellos.

Me desperté sobresaltada y con la frente perlada en sudor, había sido un sueño, ojala todo hubiese sido un sueño. Me levanté al ver que el sol se colaba por las ventanas, salí de la habitación y me encontré con Angie que iba de un lado a otro por la sala.

-¿Ocurre algo?-le pregunté y mi voz se escuchó ronca y apagada.

-No, bueno sí... Jasper y Emmett salieron y se supone que ya deberían de haber regresado. Por cierto que bueno que despertaste en media hora tenemos que irnos al aeropuerto.-¿irnos? Había escuchado bien.

-Angie yo...

-No digas nada ¿ok? Los chicos y yo no te vamos a dejar ir sola así que guárdate tus protestas.

-¿Qué pasará con Alec, Alice y Rosalie?-ella sólo se encogió de hombros y negó.

Cinco minutos después entraron Jasper y Emmett, y no tenían buena cara. Subieron a sus habitaciones como alma que lleva el diablo y bajaron con sus maletas, las subieron al Jeep junto con las de Ángela y nos fuimos al aeropuerto. El viaje a Forks fue más corto de lo que esperaba, en el aeropuerto de Port Angeles nos estaban esperando Jacob y Nessie, esta ultima cuando me vio vino a mi encuentro y me abrazó, un abrazo que no dude en devolverle, después de todo es mi hermana y ni ella ni yo teníamos la culpa de nada.

-Jasper me dijo lo que pasó con Edward.-me dijo en un susurro y agradecí que sólo eso le haya dicho.

-Te voy a pedir un favor Nessie, no les des mi número o mi dirección ni a Alice ni a Rosalie.-ella asintió y soltó un suspiro.

-¿Y a Edward?

-Dudo que a él le interese.

-Lo siento tanto Bella.-le di una sonrisa forzada y negué restándole importancia al tema, aunque por dentro me estuviera muriendo.

Le entregué su pasaporte y le dije que eso había sido lo único que tomé antes de salir de su casa, que su celular y lo demás se había quedado en su habitación. Ella me regreso mi celular y otras cosas.

-Eres como la hermana que me hubiese gustado tener.-me dijo y no pude aguantar más, me eché a correr hacia la salida o sino terminaría por decirle que en realidad somos hermanas.

Una hora y media después los chicos me dejaron en mi casa, se habían ofrecido a quedarse conmigo pero no acepte, tenía muchas cosas que aclarar con Charlie y era algo que sólo nos incumbía a él y a mí. Caminé con el corazón latiéndome a mil, la patrulla de Charlie estaba estacionada fuera de la casa lo cual significaba que ya estaba allí, entré y el ruido del televisor me dijo que él estaba en la sala.

-¿Por qué me has mentido por tantos años?-le pregunté situándome a su lado.

-No entiendo de que estás hablan...

-De mi mamá, ¿por qué me dijiste que estaba muerta cuando en realidad está viva?-le dije tratando de controlarme para no gritar.

-¿Cómo lo supiste?-susurró con la mirada perdida en algún punto.

-Sólo te diré que lo sé, el cómo no importa ahora.-me senté frente a él y después de unos minutos de silencio por fin habló.

-Conocí a tu madre cuando yo estaba en la academia de policía en Jacksonville, era una mujer hermosa y con sólo ver su sonrisa me enamore de ella. Sus padres se oponían a nuestra relación, ella pertenecía a una clase social superior y no me veían digno de estar con ella, aún así nos seguimos viendo.-sonrió tristemente y suspiró.

-Un día me hizo el hombre más feliz de la tierra, me dijo que estaba embarazada y yo le pedí que nos casáramos, el día de la boda ella no llegó, la busqué pero se había ido con sus padres, nunca dejé de buscarla hasta que un día, cuando yo regresaba del trabajo, su padre me estaba esperando contigo en sus brazos, así fue que tú llegaste a mi vida.

-¿Qué pasó con ella?-y con mi hermana agregué para mí.

-Ella me mando una nota, diciéndome que había encontrado a alguien más y que no había cabida en su vida para nosotros. Créeme cariño que todo lo hice para no herirte, no quería que sufrieras por el rechazo de tu madre.-me levanté y sin decir nada subí a mi habitación.

En todo esto había algo que no encajaba, Charlie no sabía nada de Nessie, y Renée seguía soltera así que eso de que había alguien más en su vida no me lo creía...

Capítulo 18: REENCUENTRO II Capítulo 20: EN BUSCA DEL PASADO

 
14637163 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10856 usuarios